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Causas de la infertilidad femenina

Causas de la infertilidad femenina

Resumen:

La infertilidad consiste en la incapacidad para dar a luz a un hijo vivo en un periodo máximo de dos años. Puede ser primaria o secundaria. Alrededor de la mitad de las parejas que consultan por infertilidad habitualmente presentan una combinación de agentes, es decir, un factor femenino combinado con un trastorno masculino, por lo que deben analizarse a ambos. Existen numerosas causas que pueden dar lugar a infertilidad, como puede ser la endometriosis, los factores psicológicos, etc.

Causas de la infertilidad femenina

Autores:

– Eva Barroso Santamaría. Graduada en Enfermería.

– Celia Garrido Manové. Graduada en Enfermería.

– Lorena Del Rocío Padilla Camacho. Graduada en Enfermería.

Palabras clave: Infertilidad, reproducción, endometriosis, embarazo.

Introducción: El ser humano, en comparación con otras especies animales, tiene un bajo potencial reproductivo, ya que la fecundidad mensual máxima de una pareja de menos de 30 años es inferior al 30%. Al mismo tiempo, la edad de los posibles progenitores es un factor determinante de la tasa de fecundidad siendo máxima a los 24 años en la mujer y entre los 24 y 25 años en el varón.

En los países desarrollados, el retraso voluntario del plan reproductivo ha determinado un incremento progresivo de la edad de la maternidad, lo que provoca una mayor incidencia de disfunciones reproductivas asociadas al envejecimiento germinal. Las técnicas de reproducción asistida están dando respuesta a esta demanda creciente.

Se define como infertilidad la incapacidad para producir un hijo vivo. Existen dos tipos:

–                  Infertilidad primaria: la que padece una pareja que consigue una gestación que no llega a término con un recién nacido normal.

  • Infertilidad secundaria: cuando, tras un embarazo y parto normal, no se consigue una nueva gestación a término con recién nacido normal.

La Organización Mundial de la Salud y la Sociedad Europea de Reproducción y Embriología Humana mencionan un plazo mínimo de dos años para desarrollar el embarazo. Si éste no ocurre después de ese tiempo, la pareja es considerada infértil.

Causas de la infertilidad: Para que se produzca el embarazo deben darse una serie de condiciones. Los ovarios han de producir cada mes un óvulo maduro con la calidad suficiente para poder desarrollar un embrión una vez fecundado. Los espermatozoides tienen que poder acceder, en el momento oportuno, hasta el lugar donde se desarrolla la fecundación, por lo que no deben existir por tanto obstáculos físicos, químicos o inmunológicos que les impidan llegar. Una vez fecundado el ovocito y convertido ya en embrión, ha de viajar por la trompa hasta la cavidad uterina donde tiene lugar la implantación. Si todo el proceso funciona correctamente se produce embarazo.

Alrededor del 40% de todas las parejas que consultan por infertilidad habitualmente presentan una combinación de agentes; es decir, un factor femenino combinado con un trastorno masculino. Por lo tanto, el estudio de la infertilidad siempre se debe hacer considerando la pareja en conjunto: el hombre, la mujer y las interrelaciones entre ellos. La infertilidad puede darse por las siguientes causas:

  • Infertilidad anovulatoria:

La anovulación se define como la condición en la cual el desarrollo y la ruptura folicular están alterados y por lo tanto el ovocito no es liberado del folículo. En algunas situaciones ocurre ovulación, pero la calidad de la misma es insuficiente para lograr o mantener un embarazo. En mujeres en quienes se sospecha una falla ovulatoria, las causas más frecuentes de la anovulación pueden derivar de una de las siguientes condiciones:

–                  Hiperprolactinemia:

La hiperprolactinemia afecta al 33% de las pacientes con infertilidad. Hasta un 25% de pacientes con síndrome de ovario poliquístico presentan hiperprolactinemia, que parece ser consecuencia del incremento de la secreción de estrógenos. Los niveles elevados de prolactina inhiben la actividad de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) por interacción con el sistema dopaminérgico e hipotalámico, con irregularidades menstruales o infertilidad debido a anovulación crónica o defectos en la fase lútea.

Se pueden esperar variaciones en la dosificación de prolactina, dependiendo de las concentraciones de estrógeno en la paciente; por lo tanto, bajo condiciones hipoestrogénicas se consideran normales valores entre 20 y 25 ng/ml, mientras que si la concentración estrogénica es superior, las concentraciones habituales son de 30 – 40 ng/ml (Lenton, 1982).

La prolactina es una hormona con una sensibilidad de secreción considerable. Concentraciones elevadas de prolactina pueden provenir de sustancias tales como medicaciones digestivas, antidepresivos, neurolépticos, antihipertensivos, así como condiciones de estrés, ejercicio excesivo, alta ingesta proteica, traumatismo torácico, cirugías, relaciones sexuales y otros factores.

Es muy importante el estudio de la función tiroidea en todas las mujeres con hiperprolactinemia, dado que habitualmente aparece hipotiroidismo con concentraciones elevadas de prolactina.

–                  Síndrome de Kallmann:

El síndrome de Kallman es una enfermedad hereditaria autosómica recesiva que repercute en la funcionalidad normal del hipotálamo, el cual no produce la hormona peptídica GnRH, que estimula la secreción de las hormonas hipofisarias (FSH y LH) estimuladoras de las hormonas sexuales (gonadotropinas).

–                  Hipogonadismo hipogonadotrópico:

Esta afección se expresa por concentraciones de estradiol menores de 40 pg/ml y una reducción de las concentraciones de la hormona folículo-estimulante (FSH) y de la hormona luteinizante (LH). Puede ser idiopático o provocado por una disfunción hipofisaria o hipotalámica.

–                  Hipogonadismo hipergonadotrópico:

Las concentraciones plasmáticas de FSH pueden ser menores d 20 mUI/ml en determinaciones repetidas. Esta es la situación habitual en las mujeres menores de 40 años de edad con insuficiencia ovárica prematura, con ovarios resistentes o con trastornos genéticos.

–                  Ovarios poliquísticos:

Es la causa más frecuente de anovulación. Las mujeres con ovarios poliquísticos pueden presentar una amplia gama de síntomas y signos clínicos, sin embargo, la anovulación y el hiperestrogenismo son considerados prerrequisitos en esta patología.

El síndrome de ovario poliquístico es un trastorno endocrino que causa uno de los desequilibrios hormonales más frecuentes en mujeres de edad reproductiva. Se trata de un desorden complejo y heterogéneo, de etiología desconocida, que no obstante puede clasificarse en cierta medida como una enfermedad genética. El hiperandrogenismo en las mujeres se traduce en una serie de afecciones que van desde el simple hirsutismo hasta la franca virilización traduciéndose en signos y síntomas de la unidad pilosebácea así como del sistema reproductor femenino, además de ser precursor de graves problemas cardiovasculares y metabólicos.