Cisticercosis: Diagnóstico Radiológico y Manifestaciones Clínicas. Revisión Bibliográfica
Autora principal: María Fernanda Sell Sing
Vol. XX; nº 02; 52
Cysticercosis: Radiological Diagnosis and Clinical Manifestations. Literature Review
Fecha de recepción: 18/12/2024
Fecha de aceptación: 20/01/2025
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XX. Número 02 Segunda quincena de Enero de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 02; 52
Autores:
1Dra. María Fernanda Sell Sing.
Investigador independiente, San José, Costa Rica.
https://orcid.org/0000-0003-0863-4852
2 Dr. Andrés Chavarría Rojas.
Investigador independiente, San José, Costa Rica.
https://orcid.org/0000-0002-6006-2970
3Dr. Víctor Andrés Alfaro Atencio.
Investigador independiente, San José, Costa Rica.
https://orcid.org/0000-0002-7253-1586
Afiliación: 1, 2, 3 Médico General, Universidad de Ciencias Médicas, UCIMED, San José, Costa Rica.
Resumen
La cisticercosis es una zoonosis parasitaria causada por las larvas de Taenia solium la cual se ha caracterizado por ser endémica en países con condición de pobreza y problemas de sanidad. Dicha parasitosis se caracteriza por invadir el Sistema Nervioso Central provocando formas graves como la neurocisticercosis o bien infectar múltiples órganos provocando una variante severa de cisticercosis diseminada. El diagnóstico de la neuroimagen como la tomografía computarizada y la resonancia magnética son capaces de identificar lesiones en diferentes estadios. El diagnóstico temprano es esencial para crear medidas preventivas y control epidemiológico para mitigar su impacto en sociedades vulnerables a dicha parasitosis.
Palabras Clave
Sistema Nerviosos Central (SNC), Neurocisticercosis (NCC), Cisticercosis Diseminada (CCD), Líquido Cefalorraquídeo (LCR), Tomografía Axial Computarizada (TAC), Resonancia Magnética (RM), Hipertensión Intracraneana (HIC).
Abstract
Cysticercosis is a parasitic zoonosis caused by Taenia solium larvae which has been characterized for being endemic in countries with poverty and sanitation problems. This parasitosis is characterized by invading the central nervous system causing severe forms such as neurocysticercosis or infecting multiple organs of the body causing disseminated cysticercosis which is a severe variant. Neuroimaging is part of the diagnostic tools such as computed tomography and magnetic resonance imaging, which is able to identify lesions at different stages. Early diagnosis is essential to create preventive measures and epidemiological control to mitigate its impact in vulnerable societies to this parasitosis.
Keywords
Central Nervous System (CNS), Neurocysticercosis (NCC), Disseminated Cysticercosis (DCC), Cerebrospinal Fluid (CSF), Computed Axial Tomography (CAT), Magnetic Resonance Imaging (MRI), Intracranial Hypertension (IH)
Introducción
La Cisticercosis es una zoonosis parasitaria causada por la infestación de larvas de Taenia Solium en el ser humano, generalmente asociada a condiciones de pobreza y prácticas de sanidad deficientes, lo que la convierte en una enfermedad endémica en países en desarrollo, especialmente en Latinoamérica, Asia y África1. El proceso de colonización comienza cuando al llegar al intestino, las larvas atraviesan su pared, ingresan al torrente sanguíneo y se dirigen en especial al sistema nervioso central, los músculos y la retina2.
Cuando las larvas invaden el sistema nervioso central (SNC) se presenta la neurocisticercosis (NCC), conocida como la forma más grave y frecuente de esta parasitosis, la cual es una causa importante de epilepsia en el mundo1. Aunque la mayoría de los casos están limitados a uno o pocos órganos, la cisticercosis diseminada (CCD), es una presentación más severa con afectación múltiple de órganos. Se han reportado pocos casos a nivel mundial, se registran alrededor de 60 casos hasta la fecha3.
Este panorama resalta la importancia de implementar medidas preventivas y de control para limitar la propagación de esta parasitosis y mitigar sus efectos en la salud global. Con el objetivo de disminuir la incidencia de esta enfermedad y proteger las comunidades de riesgo.
Métodos
Los métodos utilizados para realizar esta investigación incluyen bases de datos electrónicas como ELSEVIER, Scientific Electronic Library Online (SciELO), National Library of Medicine (PubMed, NIH) y variedad de revistas médicas. Se evaluaron 12 publicaciones médicas las cuales se encuentran tanto en español como en inglés. De la misma forma se utilizó el libro de texto William Herring 4a edición “Radiología Básica, Aspectos fundamentales” y “Parasitología Humana Werner” 1a edición como fuentes bibliográficas. Todas las referencias bibliográficas fueron leídas a fondo y se sustrajo la información más relevante de cada una, para distintas partes de la revisión.
Marco Teórico
Epidemiología
La cisticercosis fue descrita a mediados del siglo XIX en Alemania, donde los patólogos Küchenmeister y Leuckart identificaron a la Taenia solium como la misma causa de la taeniasis intestinal y la cisticercosis. Sin embargo la parasitosis ha sido evidenciada desde tiempos antiguos en las culturas egipcias y romanas6.
En tiempos recientes (1970-1980) brotes de NCC en soldados repatriados de la India a Reino Unido y de Indonesia a Papúa Nueva Guinea demostraron que la enfermedad puede manifestarse muchos años después de la infestación6. Actualmente es una de las parasitosis endémicas de países del trópico (América Latina), así como en varias regiones de África y Asia. Sin embargo actualmente se ha evidenciado la presencia de casos aislados en países desarrollados a causa de la migración del ser humano4. A partir de diversos estudios se detectó como factor de riesgo principal la presencia de una persona portadora de la parasitosis que pueda liberar huevos en el hogar o en sus alrededores5.
En los países subdesarrollados la alta prevalencia de la enfermedad se asocia a una infraestructura sanitaria deficiente y a una baja educación en salud. La neurocisticercosis se considera la parasitosis más común del SNC (provocando hasta un 70% de los casos de convulsiones de inicio tardío)4. Se estima que existen entre 3 a 8 millones de pacientes con NCC en el mundo y al menos 2.5 a 4 millones de epilépticos relacionados con la parasitosis, no obstante la prevalencia total es difícil de determinar dado que el curso clínico en la mitad de los casos suele ser asintomático y muchas veces presenta manifestaciones muy inespecíficas6.
Manifestaciones Clínicas
La cisticercosis suele ser asintomática en la gran mayoría de los casos, sin embargo existe variabilidad del cuadro clínico dependiendo de factores como la cantidad, ubicación y etapa de los parásitos en el sistema nervioso central (SNC), así como del hospedero y del entorno. Las manifestaciones clínicas más comunes de la neurocisticercosis son: epilepsia (60-90%), hipertensión intracraneal (14-27%), síntomas neuropsiquiátricos (5-52%) y alteraciones neurológicas focales (4-19%)12. Existe una relación entre la inflamación perilesional y la aparición de síntomas diversos como: convulsiones, pérdida de la visión y pseudohipertrofia muscular. Por otra parte puede existir compromiso subaracnoideo y ventricular los cuales pueden ocasionar hidrocefalia, meningitis crónica, infartos cerebrales, infección masiva y encefalitis13.
La NC presenta diferentes etapas en la clínica, las cuales dependen del desarrollo de los parásitos tanto en seres humanos como en cerdos. Dichas etapas muestran 3 fases llamadas: encefalítica, quística y degenerativa. En la fase encefalítica se produce una reacción inflamatoria local con edema cerebral alrededor del parásito lo que puede generar cefalea y en algunos casos desencadenar las crisis convulsivas (previamente esta fase se conocía como “pseudotumor”). En la fase quística los cisticercos son viables debido a que han evadido la respuesta inmune del huésped, presentan una pared vesicular y transparente con líquido claro y desaparecen los signos de inflamación en su entorno, lo cual produce un cuadro generalmente asintomático. La fase de degeneración parcial ocurre cuando los cisticercos pierden su capacidad de controlar la respuesta inmune, ya sea por el tratamiento farmacológico o la degeneración natural, esto desencadena una inflamación intensa del tejido que se puede manifestar con diversos síntomas clínicos como el edema y crisis convulsivas, acompañado con una reacción inmunitaria que incluye eosinófilos, linfocitos y macrófagos en la analítica sanguínea 13.
La presentación clínica varía dependiendo de la localización de las lesiones en el SNC. La infestación del parénquima cerebral y de los ventrículos se caracteriza por generar cuadro epilépticos, cefalea o hipertensión endocraneana (HIC). Los quistes en el espacio subaracnoideo aparte de generar epilepsia y la HIC puede desencadenar angeítis produciendo ataques cerebrovasculares. Mientras en el cordón espinal las lesiones generan dolor radicular, debilidad, signos sensitivos, motores y en raras ocasiones meningitis (Tabla 1)7. En casos graves la NC puede ser mortal y con mayor frecuencia se ha identificado como una causa de muerte en adultos jóvenes hispanos y latinos en Estados Unidos13.
Las manifestaciones extracerebrales involucran la afectación de los ojos, tejido subcutáneo (nódulos), músculos, huesos, pulmones y peritoneo8. La Teniasis a diferencia de la Neurocisticercosis causa escasa discapacidad y poca morbilidad. La mayoría de los portadores de T. solium son asintomáticos y sólo detectan la infección cuando observan la salida de proglótides en las heces o su desplazamiento a través del ano, generando una sensación intensa de prurito en zona perianal. Los pocos casos reportados indican que se pueden liberar entre 1 y 15 proglótides de manera intermitente o diaria, presentando un malestar gastrointestinal leve12.
En otros casos puede aparecer una sensación incómoda de cuerpo extraño en la piel donde el parásito se desplaza12. Se pueden observar lesiones subcutáneas con diámetros alrededor de 2cm, con consistencia semiblanda, no dolorosos a la palpación, móviles, bordes definidos y poco comprensibles. Dichos nódulos pueden estar presentes en extremidades inferiores, superiores, tórax o abdomen8. Las manifestaciones de esta enfermedad son diversas y varían según factores ambientales, características del hospedero y del agente infeccioso.
Diagnóstico Radiológico
Dentro de los métodos diagnósticos, existen diversas alternativas a las que se pueden acudir, dentro de estos se encuentran: neuroimágenes, estudio de líquido cefalorraquídeo (LCR), inmunodiagnóstico, detección de anticuerpos, antígenos y pruebas moleculares. Sin embargo dentro de los criterios diagnósticos la neuroimagen es el método de mayor relevancia.
La Tomografía Axial Computarizada (TAC) y la Resonancia Magnética (RM), son herramientas clave para la detección de la neurocisticercosis, ya que proporcionan evidencia objetiva sobre la cantidad y ubicación de las lesiones. Además estas técnicas permiten evaluar los diferentes estadios de involución de las lesiones y el nivel de la respuesta inmunológica del huésped ante el parásito, según sus características descritas en la imágen (Tabla 2), se observan los estadios vesicular, coloidal, granular y calcificado con sus respectivos hallazgos radiológicos (Figuras 1-4)7.
La cisticercosis sistémica puede presentar hallazgos radiológicos cómo nódulos homogéneos e hipodensos difusos en el parénquima hepático, pulmonar entre otros8. Es posible observar quistes en diversas etapas de la evolución (vivo, muerto, en proceso de degeneración y calcificado), lo que resulta en distintos patrones de imagen. Los quistes formados por parásitos vivos suelen aparecer con fluido claro en su interior, bien delimitados, redondeados y con un nódulo mural excéntrico, el cual corresponde al escólex invaginado. Por otro lado, las larvas muertas generan una especie de edema alrededor del quiste y realce de la pared como resultado de una reacción inflamatoria del hospedero. Dicha respuesta puede llevar a la formación de una pseudo tumoración a medida que la larva se degrada se desarrolla una inflamación granulomatosa9.
La cisticercosis hepática es un hallazgo poco frecuente. La ecografía es el método diagnóstico inicial utilizado con mayor frecuencia debido a su bajo costo y alta sensibilidad. Dichos hallazgos se complementan con Tomografía Axial Computarizada y Resonancia Magnética con el objetivo de buscar mayor especificidad en el diagnóstico. En las Figuras 5-6, se presentan imágenes de TAC y RM en las cuales se evidencia la infestación9.
Conclusiones
La cisticercosis es una enfermedad parasitaria prevalente en países en desarrollo, donde las condiciones de pobreza y sanidad deficientes facilitan su propagación. Esta parasitosis al invadir el SNC produce la presentación más grave de infección, asociada con síndromes epilépticos y otros síntomas neurológicos severos. Aunque es endémica en América Latina, Asia y África la cisticercosis ha emergido recientemente en países desarrollados debido a la migración humana.
Las manifestaciones clínicas de esta parasitosis varían ampliamente desde cuadros benignos asintomáticos hasta presentaciones sumamente letales como la neurocisticercosis, la cual tiene alta prevalencia en individuos jóvenes de comunidades vulnerables. Para el correcto diagnóstico las neuroimágenes son esenciales ya que permiten identificar las lesiones en distintos estadios y ubicaciones. La Tomografía Axial Computarizada y la Resonancia Magnética son las herramientas clave en esta patología.
La detección temprana y el manejo adecuado son cruciales para mitigar el impacto de esta parasitosis, por lo cual es necesario incentivar la intervención de la salud pública en el reforzamiento de la educación sanitaria para reducir su incidencia en comunidades de riesgo.
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