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Cistitis eosinófila. Presentación de un caso

Cistitis eosinófila. Presentación de un caso

Resumen.

Introducción: La cistitis eosinófila es un proceso inflamatorio de la vejiga urinaria poco común; su causa aunque no muy bien precisada, puede ser inducida por el uso de medicamentos.

Caso clínico: paciente L.R.M. mestiza de 75 años de edad, ingresada en junio del 2010 con el diagnóstico de bronconeumonía, se inició el tratamiento con ceftriaxona, 72 horas después de su uso, presentó hematuria intensa. Conclusiones. Se realizó examen endoscópico de la vejiga, donde se observaron lesiones en la mucosa vesical compatibles histológicamente con una cistitis eosinófila.

Cistitis eosinófila. Presentación de un caso

Dr. Roberto Arredondo Martínez. Especialista de primer Grado en Urología. Profesor asistente en Urología.

Master en medicina natural y bioenergética. Hospital Universitario. “Amalia Simoni” Camagüey. Cuba.

Palabras clave: Cistitis eosinófila, ceftriaxona, cistoscopia y estudio histológico.

Introducción.                

La cistitis eosinófila (CE) es una lesión inusual de la vejiga urinaria, (1-3) descrita por primera por Brown y Paluybinskas, (4,5) el espectro clínico de esta enfermedad, oscila desde casos asintomáticos que se diagnostican en las cistoscopia de seguimiento de otras enfermedades, hasta una inflamación crónica recurrente y continua, la cual incluso cuando no se trata puede progresar hasta lesionar el tracto urinario superior con deterioro de la función renal (6), el estudio endoscópico con la toma de muestra para histología es esencial en el diagnóstico. En la mayoría de los casos se puede atribuir como causa de esta cistitis a una reacción alérgica o a otras causas, (7-11) se piensa que puede ser un desorden autoinmune, que aparece como manifestación vesical alérgica mediada por inmunoglobulina E (IgE). (12-16)

Presentación del caso.

Paciente L.R.M. mestiza, de 75 años, remitida a este centro en junio 2010, por presentar hematuria intensa, ella recibía tratamiento para una bronconeumonía, con ceftriaxona-1000 (ceftriaxona 1000 mg sal sódica bulbo polvo estéril) a dosis de 1000 mg. cada 12 horas intra venosa mejoró la sintomatología respiratoria, pero al tercer día de iniciado el tratamiento, comenzó con sangre en la orina que ella señaló como intensa, así como ardor al orinar, polaquiuria y dolor en bajo vientre.

Al llegar, se constató el sangramiento (hematuria macroscópica, de moderada intensidad, grado II), este sangramiento disminuyó progresivamente hasta que desapareció al tercer día de su estancia en este centro; se realizó cistoscopia: Se observaron lesiones redondeadas de color rojo negruzco de 1 a 3 cm de diámetro que hacen poco relieve en la mucosa vesical diseminadas en toda la cavidad vesical. La capacidad de la vejiga estaba conservada y se tomaron varios ponches para estudio histológico.

El informe anatomo patológico fue: infiltrado inflamatorio intenso a predominio de eosinófilos con fibrosis en algunas áreas. Figuras 1 y 2.

El ultrasonido mostró ambos riñones con parénquima normal sin ectasia, la vejiga su pared fue normal¸ igualmente el hemograma con diferencial, la creatinina y la fueron normales.

La evolución de la paciente fue favorable, los síntomas urinarios fueron disminuyendo progresivamente sin tratamiento específico, en su seguimiento no presentó ninguna sintomatología. Al año del egreso, se realizó una nueva cistoscopia donde solo se observaron algunas áreas blanquecinas de aspecto fibrótico, el resto de la mucosa vesical fue normal.

Discusión

La cistitis eosinófila es una rara condición clínico-patológica caracterizada por infiltración inflamatoria de la pared vesical con predominio de eosinófilos asociados a fibrosis con o sin necrosis muscular. Se han publicado desde 1960 más de 200 casos donde la enfermedad se presentó en pacientes con una historia de lesiones vesicales y de síntomas de irritación vesical, antecedentes de trastornos alérgicos, parasitosis, uso de materiales quirúrgicos, ingestión de algunos alimentos y fármacos, incluso con antecedentes de cistitis maligna, cistitis tuberculosa y otras condiciones (3).En el caso que reportamos, la única causa que se encontró fue la administración de ceftriaxona, como tratamiento de una neumopatía inflamatoria comunitaria.

La edad media de presentación de esta enfermedades es de 41,6 años (con un rango de 5 días de nacido hasta 87 años); aunque en el adulto (79% de los casos) no se ha encontrado una diferencia significativa en cuanto al sexo (44% para el masculino y 35% en el femenino), si en la niñez, en que han predominado los varones (14 y 7% respectivamente), (1) este caso fue una mujer de 75 años.

En el cuadro clínico, la disuria, las alteraciones de la frecuencia de la micción (polaquiuria), la palpación suprapúbica dolorosa, así como la hematuria fueron los síntomas y signos que se presentaron en esta paciente, al igual que en otros reportes donde se encontraron por orden de frecuencia: hematuria macroscópica 68%, aumento de la frecuencia urinaria 67%, disuria 62%, dolor suprapúbico 49%, y retención de orina por coágulos 10%. Se han reportado casos asintomáticos hasta el 13%, que se han descubierto en estudios endoscópicos de seguimiento de otras enfermedades (6).

En los estudios imagenológicos, las lesiones vistas por ultrasonido y en las cistografías, no son especificas, se puede observar una masa y/o engrosamiento en la pared vesical e hidronefrosis uni o bilateral, que se han confundido con lesiones malignas (16). En esta paciente, el ultrasonido mostró ambos riñones con parénquima normal sin ectasia, la vejiga su pared fue normal¸ igualmente el hemograma con diferencial, la creatinina y la eritrosedimentación fueron sus valores normales.

El estudio endoscópico es esencial en el diagnóstico (3), se han descrito en la mayoría de los casos, lesiones de color amarillento discretamente sobreelevadas en la superficie urotelial; otros han descrito áreas eritematosas con edema, dispuestas en placas, cuyo diagnóstico diferencial con otras afecciones como las neoplasias es difícil (2,15,16). Existe una forma pseudotumoral con formación de pseudopólipos que son más frecuentes en niños, otra forma de presentación es con mucosa deslustrada sin formaciones excrecentes (15,18).En la paciente estudiada el hallazgo consistió lesiones redondeadas de color rojo negruzco de 1 a 3 cm de diámetro que hacen poco relieve en la mucosa vesical diseminadas en toda la cavidad vesical.

El estudio microscópico se caracteriza por una infiltración eosinófila de todas las capas de la vejiga, algunos autores han planteado una calificación en estadios agudo y crónico. (14) En la paciente diagnosticada la descripción microscópica resultó un infiltrado inflamatorio muy intenso de eosinófilos