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Cleptomanía: enfermedad o vicio

psicofarmacológica, en buena lógica, aumentaría de forma importante, el porcentaje de éxitos.

En aquellos casos en los que la cleptomanía vaya asociada a trastornos de la esfera sexual, podría ser útil el consejo y tratamiento sexual. Recordar, también, la conveniencia de la instauración del tratamiento de la posible enfermedad somática desencadenante del cuadro a la medicación antidepresiva y a la psicoterapia.

El abordaje psicoterapéutico desde la teoría del pluralismo mental debería ser doble: por una parte, intentar reconocer la existencia y características de la mente patológica cleptómana; por otra, generar una nueva estructura interpretativa gracias a la creación de una nueva red neuronal más poderosa que la patológica, desplazándola o, también, el fortalecimiento de una mente normal u honesta que previamente existía en el paciente, con el mismo resultado.

Se trataría de una terapia basada en lo cognitivo-conductual, aunque con unas bases teóricas distintas. El principal beneficio psicoterápico de este enfoque viene dado porque el enfermo puede hacer una perfecta distinción entre su mente normal y la patológica, de tal manera que podemos trabajar a partir del concepto de que no todo él está enfermo, sino que sólo una parte de él lo está. Esto es muy importante, porque abre una esperanza al no condenar al enfermo a ser «todo él» un cleptómano, sino saber que una parte de sí es perfectamente normal, y es sobre ella sobre la que tiene que trabajar.

CONCLUSIÓN

La cleptomanía es una enfermedad que sigue siendo objeto de estudio científico, ya que quedan todavía múltiples vacíos que necesitan llenarse, tanto en la teoría, como en la pragmática. Se puede decir que aunque no esté estudiado científicamente que esta enfermedad tenga cura, esto depende de la voluntad de la persona y de su entorno. Esto es debido a que no existe un tratamiento específicamente probado y el cual sea válido para cualquiera de estos enfermos.

Respecto al círculo social cercano a la persona con este trastorno, es muy probable, por una parte que intenten ayudarla, siempre y cuando reconozcan que éste tiene un problema. Es necesario que cuenten con un apoyo, ya que se debe tratar como una persona que padece un desequilibrio psicológico, normalmente reflejo de otra problemática, como puede ser la búsqueda de una compensación mediante el robo para suplir las deficiencias afectivas. Por ello es esencial la comprensión, el apoyo y el cariño para poder lograr la recuperación.

Sin embargo, es muy común que, debido al desconocimiento que tienen sobre la enfermedad, no llegue a diferenciarse entre un cleptómano y un ladrón, por lo tanto el enfermo no es tratado como tal, pudiendo incluso llegar a ser rechazado y marginado.

ANEXOS

Casos reales y testimonios.

  • Madre de tres hijos, pobre, con una condición de depresión crónica, fue atrapada robando unos bolígrafos en una tienda, ella en realidad lo que necesitaba en esos momentos era alimentos, sin embargo no fue eso lo que hurtó. Expresó sentimientos de pena, culpa y depresión sobre lo que había hecho, ya que ella reafirmó estar consciente en todo momento de que estaba cometiendo un delito, pero no podía controlarse. Aparte de esto sufría el rechazo de su propia familia y vecinos.
  • Este es un caso contado por uno de nuestros compañeros, es el caso de una señora conocida suya, residente en un pueblo vecino, ella, a diario iba a comprar al mismo supermercado donde todos la conocían y, siempre se llevaba algo como quesitos del caserío, zumitos, guardados en su chaquetón o pantalón, sin embargo, pagaba prácticamente el total de su compra. Al llegar a casa, su marido siempre revisaba el ticket, para ver qué había tomado su mujer de la tienda sin pagar, y éste se acercaba a pagar lo que su mujer se había llevado. La enfermedad de la mujer era reconocida en el pueblo, y no se lo tenían en cuenta.
  • Empecé con este problema en mi infancia. Ahora tengo 26 años pero ya no sé cómo detenerlo, comencé tomando gomas o lápices de mis compañeros, ahora ya tomo cosas más grandes, dinero, ropa. Creo que los cleptómanos toman cosas aunque no las necesiten. Sin embargo yo ya no hago esto, tomo de todo, y no lo puedo parar. Es una sensación placentera cuando cojo algo, más bien antes de hacerlo. Pero después me arrepiento y algunas veces lo he devuelto, pero casi siempre lo vuelvo a tomar de nuevo. Acabo de tener un problema por eso, mis compañeros de habitación no me dejan entrar a mi casa, no puedo sacar nada, ni ropa, tuve que dormir anoche en casa de un amiga. Pensé que esto me serviría para detenerme, pero aún sigo pensando en que puedo robar de las casas de mis amigos. Realmente, necesito ayuda.

BIBLIOGRAFÍA

Libros:

  • J.Sue Cook, K.Lee Fontaine. Fundamentos esenciales de Enfermería en salud mental. 2ªed. Madrid. McGraw- Hill Interamericana, 1993.
  • Michelle Morrison. Fundamentos de Enfermería en salud mental. Vol. IV.1ª ed. Madrid. Mosby, 1999.
  • J. Vallejo. Introducción a la psicología y la psiquiatría. 6ªed. Masson, 2006.
  • A. Isaacs. Enfermería de salud mental y psiquiátrica. 2ª ed. Barcelona. McGraw- Hill Interamericana, 1998.

Documentos de internet:

  • http://www.tuotromedico.com/temas/cleptomania.htm
  • Rick Alan. Cleptomanía. [Última revisión Julio 2003]. healthlibrary.epnet.com/GetContent.aspx?token=c905f6c8-fb81-4c5f-9ac5-57abe8fde16b&chunkiid=103611
  • www.todoexpertos.com/categorias/humanidades/psicologia/respuestas/1008373/cleptomania
  • J. A. Hormaechea; M. Salgado. La mente cleptómana: una aproximación basada en la teoría del pluralismo mental. Fuente: Interpsiquis 2000.
  • Franck J. Baylé, M.D., Hervé Caci, M.D., Ph.D., Bruno Millet, M.D., Ph.D., Sami Richa, M.D., and Jean-Pierre Olié, M.D. La impulsividad es la característica psicopatológica principal que se da en la cleptomanía. American journal of psychiatry. 2003 ago.
  • Lorrin Koran, M.D, Norman Sussman, M.D. Los antidepresivos no ayudan a los cleptómanos. Journal of Clinical Psychiatry. New York City; March 2007.

Artículo de prensa:

  • Por: Wilfredo G. Santa. Cleptomanía o robo patológico, verdades y mentiras. El Vocero de Puerto Rico. 2006, Enero 20. [www.vozalmundo.com/index.php?id=780]