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Cleptomanía. Una revisión de la literatura científica actual

Cleptomanía. Una revisión de la literatura científica actual

Autora principal: Isabel Laporta-Herrero

Vol. XV; nº 17; 914

Kleptomania. A review of current scientific literature

Fecha de recepción: 28/07/2020

Fecha de aceptación: 17/08/2020

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XV. Número 17 –  Primera quincena de Septiembre de 2020 – Página inicial: Vol. XV; nº 17; 914

Autoras:

Isabel Laporta-Herrero1 y Patricia Latorre-Forcén2

1 Doctora en Psicología. F.E.A. Psicología Clínica. Centro de Salud Mental. Servicio Navarro de Salud. Pamplona, España.

2 F.E.A. Psiquiatría. Unidad de Corta Estancia de Psiquiatría. Hospital Obispo Polanco. Teruel, España.

RESUMEN

La investigación científica sobre la cleptomanía ha sido escasa durante las últimas décadas, siendo considerado un trastorno mental “abandonado” en la actualidad. El objetivo del presente estudio consiste en realizar una revisión bibliográfica actualizada sobre los estudios realizados en personas que sufren cleptomanía. Para ello, se ha realizado una búsqueda en las bases de datos PubMed y PsycINFO con los siguientes descriptores de búsqueda en inglés: “kleptomania” y “pathological theft”, en los últimos 5 años. Los resultados de los artículos científicos revisados muestran que la severidad de la cleptomanía se asocia a adicciones conductuales como las compras compulsivas o la adicción al trabajo. Además, se relaciona con la frecuencia del impulso por robar, los aspectos emocionales gratificantes del robo, y ciertas comorbilidades psiquiátricas que guardan relación con la compulsividad, y no con la impulsividad. Se sugiere incluir como objetivos terapéuticos los aspectos de la recompensa y compulsividad, tanto en las intervenciones psicológicas como farmacológicas.

Palabras clave: cleptomanía, robo patológico, revisión bibliográfica.

ABSTRACT

Scientific research on kleptomania has been scarce for the past decades, being considered a «neglected» mental disorder today. The objective of the present study is to carry out an updated bibliographic review on the studies carried out in people suffering from kleptomania. For this, a search has been carried out in the PubMed and PsycINFO databases with the following search descriptors in English: “kleptomania” and “pathological theft” , in the last 5 years. The results of the reviewed scientific articles show that the severity of kleptomania is associated with behavioral addictions such as compulsive shopping or work addiction. It is also related to the frequency of the urge to steal, the rewarding emotional aspects of stealing, and certain psychiatric comorbidities that are related to compulsiveness, and not impulsiveness. It is suggested that the aspects of reward and compulsivity be included as therapeutic objectives, both in psychological and pharmacological interventions.

Key words: kleptomania, pathological theft, bibliographic review.

INTRODUCCIÓN

El estudio de la cleptomanía tiene raíces históricas (Torales et al., 2020). En el siglo XIX se realizó la primera descripción inicial del trastorno. Esquirol, en 1838, usó el término con un carácter científico para describir un conjunto de comportamientos irresistibles e involuntarios de robo de artículos sin valor, de reyes y de otras personas con alto estado económico y social (Goldman, 1992).

En el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos mentales DSM-III (American Psychiatric Association, 1980) aparece por primera vez como entidad nosológica, dentro del epígrafe “Trastornos del control de impulsos no clasificados en otra parte”. En el DSM-IV (American Psychiatric Association, 1994), se proponen tres tipos diferentes de cleptomanía en función del curso del trastorno: esporádico, episódico y crónico. Según la última edición, el DSM-5, la cleptomanía aparece dentro de la categoría “Trastornos disruptivos, del control de los impulsos y de la conducta” y es definida como “un fracaso recurrente para resistir el impulso de robar objetos que no son necesarios para uso personal ni por su valor monetario”, que implica “aumento de la sensación de tensión inmediatamente antes de cometer el robo; placer, gratificación o alivio en el momento de cometerlo” (American Psychiatric Association, 2014, p. 250). Se especifica que “el robo no se comete para expresar rabia ni venganza, ni en respuesta a un delirio o una alucinación, y no se explica mejor un trastorno de la conducta, un episodio maníaco o un trastorno de personalidad antisocial” (American Psychiatric Association, 2014, p. 250). La cleptomanía también ha recibido otros nombres como robo patológico, afición o fanatismo por el robo (Zhang et al., 2018).

La comorbilidad psiquiátrica es común en la cleptomanía. Se han informado altas tasas de comorbilidad con el trastorno bipolar y la depresión unipolar (McElroy et al., 1991).  A su vez, el robo patológico puede superponerse al trastorno obsesivo-compulsivo (Grant y Potenza, 2006), trastorno por uso de sustancias (Baylè et al., 2003), y trastorno de personalidad paranoide y límite (Grant, 2004).

El robo patológico generalmente comienza en la infancia o adolescencia, siendo raro su aparición en la edad adulta. El promedio de la edad de inicio se sitúa a los 18,75 años (Goldman, 1991). La prevalencia de la cleptomanía difiere en función de si se evalúa en ladrones de tiendas (entre 4 y 24%) o en la población general (0,3 y 0,6%) (American Psychiatric Association, 2013). Se conoce que es más frecuente en mujeres (proporción 3:1, mujeres: hombres). La cleptomanía se ha asociado con vías neurobiológicas, como las vías serotoninérgicas, dopaminérgicas y opioides (American Psychiatric Association, 2013).

Un problema importante para los clínicos es el estigma relacionado, incluido el autoestigma. La vergüenza relacionada con este comportamiento puede inducir a los pacientes a evitar buscar ayuda (Grant et al., 2012). Además, los pacientes a menudo rechazan el diagnóstico, percibiendo su comportamiento como una desviación moral en lugar de una condición tratable, lo que complica el proceso de búsqueda de ayuda profesional. Las personas afectadas por este trastorno generalmente tienen una deficiente calidad de vida, con deterioro en el funcionamiento social, familiar o laboral, así como graves problemas legales (Grant et al., 2009). También es frecuente los diagnósticos erróneos o un infradiagnóstico, debido a una inadecuada capacitación de los médicos y prejuicios personales a la hora de evaluar individuos involucrados en actividades ilegales (Grant et al., 2012).

La evidencia sobre la efectividad de los diferentes enfoques clínicos y tratamientos para la cleptomanía se basa, en gran medida, en estudios de casos y, por lo tanto, es muy limitada (Torales et al., 2020). A nivel farmacológico, el uso de antidepresivos, anticonvulsivos y ansiolíticos (o combinaciones de estos medicamentos), han mostrado diversos grados de eficacia en estudios de series de casos. La terapia conductual, la terapia basada en la aceptación y el compromiso, y el psicoanálisis, han sido probados en el tratamiento de estos pacientes. No obstante, a día de hoy, no existe evidencia científica de un tratamiento eficaz para este trastorno (Torales et al., 2020).

La investigación científica sobre la cleptomanía ha sido escasa durante las últimas décadas, siendo considerado un trastorno mental “abandonado” en la actualidad (Torales et al., 2020). Por ello, nuestro objetivo consiste en realizar una revisión bibliográfica actualizada sobre los estudios realizados en personas que presentan cleptomanía.

MÉTODO

Para realizar el estudio, se ha llevado a cabo una revisión bibliográfica sobre la cleptomanía en las siguientes bases de datos: PubMed y PsycINFO. Como descriptores de búsqueda se utilizaron los siguientes términos en inglés: “kleptomania” y “pathological theft”, especificándose el campo “título”.

 Se seleccionaron los artículos científicos publicados en los últimos 5 años (2015-2020), redactados en castellano o inglés, y que contuvieran investigaciones con muestras de sujetos que estuvieran diagnosticados previamente de cleptomanía.

RESULTADOS

Al realizar la búsqueda, encontramos 18 artículos científicos en PubMed y 14 en PsycINFO. Tras analizar cada uno de los artículos, eliminamos aquellos que estaban duplicados (10 artículos científicos), las revisiones (2), las adaptaciones o validaciones de cuestionarios psicométricos (2), las cartas al editor (3), y los casos clínicos (12). Finalmente obtuvimos 3 únicos artículos. A continuación, pasamos a describir cada uno de ellos.

Blum et al. (2017) sugirieron que las personas con cleptomanía que han sido arrestadas por robar en tiendas pueden presentar una clínica más grave; es decir, menor capacidad para controlar el impulso de robar. Por ello, realizaron un estudio que pretendía comparar el comportamiento del robo, la gravedad del impulso y la impulsividad, entre personas con cleptomanía que habían sido arrestadas debido a un hurto vs. personas que no habían sido arrestadas. Para ello reclutaron una muestra de 107 sujetos adultos que cumplían criterios diagnósticos de cleptomanía, 82 de ellos con historia de arresto por hurto en comercio, y les aplicaron una serie de escalas y cuestionarios. Los resultados, en contra de las expectativas previas, mostraron que los sujetos que habían sido detenidos no mostraron un comportamiento de robo más significativo ni síntomas más graves de cleptomanía. No presentaban un deterioro mayor en el funcionamiento, mayor comorbilidad psiquiátrica ni mayor frecuencia o tiempo dedicado al robo. Sin embargo, observaron que los pacientes que habían sido detenidos mostraban déficits en el control inhibitorio y mayor percepción subjetiva de impulsividad, en comparación al grupo control. Concluyeron que los problemas legales relacionados con la cleptomanía pueden estar asociados a déficits generalizados en el control inhibitorio, pero no suponen una mayor gravedad de la sintomatología propia del trastorno.

Kim et al. (2017), plantearon que la cleptomanía era conceptualmente más similar a las adicciones conductuales que a los trastornos por uso de sustancias. Por ello, consideraron examinar la relación entre la cleptomanía y un amplio conjunto de trastornos adictivos, incluidas las adicciones conductuales, en individuos con diagnóstico de cleptomanía. Para llevar a cabo el estudio contaron con 53 sujetos que estaban siendo tratados de forma voluntaria por cleptomanía en un servicio sanitario especializado, y les aplicaron una evaluación psicométrica. Los resultados mostraron que el 20,75% de la muestra cumplió criterios para el diagnóstico de un trastorno adictivo, con una distribución equitativa de los participantes que presentaban trastorno de uso de sustancias y adicción conductual. La severidad de la cleptomanía se asociaba con dos comportamientos compulsivos: compras y trabajo, ambos conceptualizados como adicciones conductuales. Discutían sus resultados en base a que tanto la cleptomanía como las compras compulsivas implican la adquisición compulsiva de artículos ya sea de forma legal o ilegal, y la adicción al trabajo podría estar relacionada con su deseo de aumentar su poder adquisitivo para obtener artículos.

Grant y Chamberlain (2018), abordaron la identificación de medidas clínicas y demográficas asociadas con la variación en la gravedad del trastorno en una amplia muestra de adultos con cleptomanía (n= 112). Para realizar el estudio, aplicaron a los participantes una serie de entrevistas estructuradas y cuestionarios que evaluaban la comorbilidad psiquiátrica, como los síntomas depresivos o ansiosos, la impulsividad y la gravedad clínica global. Para evaluar las variables utilizaron la técnica estadística de mínimos cuadrados parciales. Los resultados indicaron que la frecuencia del impulso por robar, los aspectos emocionales gratificantes del robo, y ciertas comorbilidades psiquiátricas como la anorexia nerviosa, bulimia nerviosa y trastorno obsesivo-compulsivo, fueron significativamente asociadas con la gravedad del trastorno. Sin embargo, los aspectos relacionados con la impulsividad como el afán de aventuras o la empatía, no se relacionaron significativamente con una mayor sintomatología de cleptomanía. De hecho, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad se asoció significativamente con niveles más bajos de gravedad del trastorno. Los autores sugerían incluir como objetivos terapéuticos los aspectos de la recompensa y compulsividad, tanto en las intervenciones psicológicas como farmacológicas.

CONCLUSIONES

La revisión bibliográfica muestra que la severidad de la cleptomanía se asocia a adicciones conductuales como las compras compulsivas o la adicción al trabajo (Kim et al., 2017). Además, se relaciona con la frecuencia del impulso por robar, los aspectos emocionales gratificantes del robo, y ciertas comorbilidades psiquiátricas que guardan relación con la compulsividad, y no con la impulsividad (Grant y Chamberlain, 2018). Asimismo, los problemas legales relacionados con la cleptomanía pueden estar asociados a déficits generalizados en el control inhibitorio y mayor percepción subjetiva de impulsividad, pero no suponen una mayor gravedad de la sintomatología propia del trastorno (Blum et al., 2017).

En cuanto al tratamiento para este tipo de pacientes, se sugiere incluir como objetivos terapéuticos los aspectos de la recompensa y compulsividad, tanto en las intervenciones psicológicas como farmacológicas (Grant y Chamberlain, 2018).

Los resultados de la revisión bibliográfica ponen de relieve la escasez de investigaciones que se realizan en la actualidad sobre este trastorno. Por ello, se hace necesario una mayor investigación en el tema con el objetivo de mejorar el tratamiento de estos pacientes y reducir los costes sociales y económicos asociados a la reincidencia (Blum et al., 2017).

REFERENCIAS

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