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Actuación de Enfermería en cólico nefrítico

Diagnóstico

La primera actuación ante un cólico nefrítico es tratar el dolor; para ello se debe hacer un diagnóstico diferencial con otros cuadros clínicos tales como: dolor osteomuscular, aneurisma disecante de aorta, apendicitis, diverticulitis aguda, dolor ginecológico, etcétera. Por este motivo, no se debe demorar el inicio del tratamiento a la espera de ninguna prueba, pues clínicamente es altamente sugerente de cólico nefrítico.

Por ello es fundamental una buena historia clínica y exploración física del paciente que permiten calificarlo de cólico renal simple o complicado.

Las pruebas diagnósticas que se pueden realizar son:

  • Analítica sanguínea (urea, creatinina e iones). Esta determinación sobre todo descarta complicaciones como un daño en la función del riñón con la medición de la creatinina y del filtrado glomerular.
  • Analítica de orina: siendo característica la aparición de una hematuria microscópica. Asimismo en ocasiones pueden visualizarse al microscopio cristales de algunas de las sustancias citadas (oxalato, ácido úrico). La determinación del pH urinario puede apoyar la sospecha de determinadas sustancias como causa.
  • Radiografía simple de vías urinarias: es la primera prueba que se debe realizar ya que permite valorar las siluetas renales, la línea del psoas, la presencia de litiasis (el 90% son radiodensas, es decir, que pueden ser vistas en la radiografía simple).
  • Ecografía: esta prueba informa de la existencia de una dilatación de la vía urinaria, presencia de una masa renal, patología vesical y alteraciones de otras vísceras abdominales. Asimismo confirmará la presencia de la litiasis y su forma y disposición.
  • TAC o scanner: la tomografía computarizada permite definir con más exactitud la localización, las medidas y las posibles complicaciones de dicha litiasis. Igualmente determina si se trata de una obstrucción no litiásica, y de qué material se trata en ese caso (coagulo, compresión extrínseca…).

En un segundo escalón se pueden utilizar: la urografía, si la función renal lo permite, la gammagrafía renal y las pielografías retrógrada y anterógrada.

Prevención

1.-Beber al menos 3 litros de agua al día ya que la hidratación es fundamental para evitar la acumulación de pequeñas piedrecitas que puedan estancarse en el riñón.

2.-Realizar regularmente controles de orina y sangre, con el fin de detectarlas lo más temprano posible. El tratamiento tendrá menos complicaciones si las piedras permanecen pequeñas.

3.-Llevar una dieta sana y equilibrada baja en calcio. Evitar los alimentos como la leche y el queso, así evitarás la formación de cristales de calcio.

4.-Evitar a toda costa alimentos altos en oxalatos, como por ejemplo: té, espinacas, legumbres o frutos secos. Estos al mezclarse con el calcio generan piedras.

5.- Dejar apartados el alcohol, los dulces y la sal.

Con todo lo expuesto anteriormente ayudaremos a nuestro organismo a evitar la acumulación de piedras en el riñón, reduciendo las probabilidades de tener un cólico nefrítico.

Cuidados de Enfermería

Lo primero es realizar una correcta valoración enfermera en la que identifiquemos los factores de riesgo en el paciente, valorando sus conocimientos sobre los cálculos renales y medidas para evitar su aparición o recurrencia, vigilando la aparición de fiebre, ya que requiere tratamiento inmediato antes de cualquier inicio de medidas para la retirada del cálculo, siendo necesario la instauración de profilaxis antibiótica, valorando datos objetivos y subjetivos de la persona

Los patrones funcionales de la salud que se deben de analizar son los siguientes:

– Percepción – manejo de salud: antecedentes familiares, estilo de vida sedentario.

– Nutricional -metabólico: nauseas, vómitos, ingesta en la dieta de purinas, calcio, fosfatos, baja ingesta de líquidos.

– Eliminación: disminución de diuresis, polaquiuria, micción imperiosa y sensación de vejiga llena.

– Conocimiento – Percepción: dolor cólico agudo en flanco espalda, abdomen, ingle o genitales, presencia de quemazón al orinar.

Las actividades que han de desarrollarse deben estar basadas en la evidencia consistente en:

 Inicio del tratamiento del cólico renal y ureteral.

 Aliviar el dolor hasta que se elimine la causa, mediante la realización un diagnóstico diferencial entre el cólico renal y otras formas de dolor, proporcionando un tratamiento analgésico adecuado a las necesidades del paciente. Tras ello, se debe de favorecer una postura adecuada para tratar de paliar el dolor, la siguiente actividad a realizar sería el ayudar al paciente a iniciar la deambulación en caso de que le proporcione alivio, pudiendo valorar la posible aplicación de calor local o un baño de agua caliente para lograr un mayor bienestar, supervisar la intensidad de dolor y posibles incrementos del mismo, para informar al médico como equipo interdisciplinar que formamos y valorar el posible ascenso en el escalón terapéutico.

 Alentar al paciente a que conserve una ingestión elevada de líquidos las 24 horas (250 a 300 ml cada hora cuando esté despierto) para reducir la concentración de cristales urinarios y asegurar una diuresis elevada.

 Disminuir la densidad específica de la orina.

 Tratar las infecciones con antibióticos adecuados, ya que puede acelerar el crecimiento del cálculo y ser difícil de erradicar Además, se vigilaran los posibles signos y síntomas de infección que valoremos en el paciente, ya que a causa de la presencia de cálculos en el aparato urinario, se eleva el riesgo de infección, sepsis y obstrucción del tracto urinario, debiendo de registrar en la hoja de Enfermería posibles reducciones de volumen urinario, presencia de hematuria u orina turbia y constantes vitales de la persona, en especial un posible aumento de temperatura corporal, ya que es el síntoma de infección más evidente.

 Corregir los procesos obstructivos para evitar el deterioro de la función tubular, la atrofia de las nefronas, la disminución del flujo sanguíneo renal y el aumento de la sensibilidad a infecciones.

 Tratar y corregir problemas metabólicos (hiperparatiroidismo, acidosis tubular renal).

 Conservar la reacción adecuada de la orina (PH), administrando los medicamentos apropiados para acidificar o alcalinizar la orina, Las sustancias usadas para alcalinizar la orina incluyen acetato o citrato de potasio, bicarbonato de sodio, utilizar los principios de la dietoterapia si no se conoce la composición del cálculo; para controlar el pH de la orina suministrar las vitaminas adecuadas y eliminar las sustancias que forman cálculos.

La educación sanitaria es uno de los aspectos más de la Enfermería, ya que ayuda al paciente a disminuir la experiencia traumática de dolor, por lo que esta intervención debe de tener en cuenta los siguientes aspectos:

-Cuando exista dolor agudo o crónico, se debe de valorar la experiencia dolorosa de la persona, incluyendo factores que influyan a la hora de tolerar el dolor, tales como son la edad o el estado de ánimo, educando al paciente con una serie de medidas para aliviar el dolor entre las que destacamos la distracción del paciente desviando su atención sobre el dolor, la realización de masajes y una respiración lenta y rítmica, añadiendo relajación y escucha activa junto a la estimulación cutánea por ejemplo con compresas frías, ya que el frío enlentece la conducción de los impulsos dolorosos al cerebro.

– Medidas higiénico – dietéticas para que el paciente realice en el momento del alta y que continúe con una dieta adecuada al tipo de patología que padezca, según Quian W. la ingesta abundante de líquidos superior o igual a 2 litros al día, disminuye las recurrencias.

– Según diversos estudios revisados se recomiendan dietas con calcio normal, hiposódica y pobres en proteínas animales, ya que al disminuir la secreción de oxalatos es posible que disminuyan las recurrencias de cálculos.

– Explicar los signos y síntomas de alarma, por los que se debería acudir a un centro sanitario.

Conclusión

Los cuidados de Enfermería para pacientes con cólico nefrítico irán en primer lugar orientados a la valoración del paciente, historial médico y antecedentes familiares incluidos, pues se trata de una dolencia que una vez padecida puede aparecer en un futuro sino se toman las medidas preventivas necesarias. En cuanto a la dolencia en si, paliar el dolor será objetivo primordial además de eliminar la obstrucción y/o infección del tracto urinario. Otro aspecto importante es la correcta ingesta de líquidos y una dieta apropiada tanto durante la hospitalización como después de ella.

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