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Colitis ulcerosa

Colitis ulcerosa

La colitis ulcerosa se trata de una enfermedad que afecta de forma crónica la mucosa del colon y el recto, evolucionando a modo de brotes y remisiones, pudiendo presentar sus correspondientes manifestaciones y complicaciones características de la enfermedad. Es una patología de etiología desconocida, aunque existen ciertos factores predisponentes.

Colitis ulcerosa

Lorena del Rocío Padilla Camacho. Graduada en Enfermería.

Rosa María Ruiz García. Graduada en Enfermería.

Eva Barroso Santamaría. Graduada en Enfermería.

Resumen:

En el presente trabajo se ha planteado como principales objetivos conocer todo lo relacionado con la colitis ulcerosa y los cuidados necesarios para que los pacientes estén capacitados para realizarlos por si solos con el fin de llevar a cabo y desarrollar una vida saludable de manera independiente.

Palabras clave: colitis ulcerosa, incidencia, factores de riesgo, cuidados de Enfermería, planes de cuidados.

Introducción:

La colitis ulcerosa es (al igual que la enfermedad de Crohn) una afectación inflamatoria crónica del tubo digestivo de etiología desconocida que evoluciona de modo recurrente con brotes y remisiones y puede presentar diversas complicaciones y manifestaciones extradigestivas. Sin embargo, en la colitis ulcerosa se afecta exclusivamente la mucosa del colon y del recto, que aparece friable y congestiva en forma difusa. Por lo tanto, podemos diferencia la colitis ulcerosa de la enfermedad de Crohn mediante tres puntos:

– Localización: la colitis ulcerosa afecta al colon y al recto; mientras que la enfermedad de Crohn se localiza en todo el tubo digestivo.

– Carácter: la colitis es continua; mientras que la enfermedad de Crohn es discontinua.

– Afectación: la colitis afecta únicamente a la capa mucosa, mientras que la enfermedad de Crohn puede tener una afectación transmural.

Objetivos:

Con la realización de dicho trabajo se pretende conocer principalmente la patología de la colitis ulcerosa; dentro de ella resaltaremos y nos focalizaremos en su incidencia, los factores de riesgo que dan lugar a ella,  su anatomofisiología y los importantes aspectos psicosociales que presentan los pacientes que sufren dicha enfermedad. Además realizaremos una importante y breve diferenciación entre la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, ya que en muchas ocasiones se confunden los conceptos.

Por último, destacaremos el importante y fundamental trabajo de Enfermería en los cuidados de dichos pacientes, tanto a nivel emocional y psicosocial como personal, ya que es imprescindible capacitarlos para que sean ellos mismos los que realicen sus propios autocuidados con el objetivo de mantener y llevar a cabo una vida saludable. Es por ello, por lo que llegados a este punto la educación para la salud adquiere un importante papel tanto para este enfermedad como para cualquiera otra siendo fundamental nuestra labor a la hora de realizarla.

Metodología:

Se ha llevado a cabo una búsqueda bibliográfica en distintas bases de datos como son: Dialnet, Medline, Pubmed, Cuiden. Las palabras claves para ella fueron: colitis ulcerosa, incidencia, factores de riesgo, cuidados de Enfermería, planes de cuidados. De este modo, hemos recogido documentos con una antigüedad no superior a 10 años, excluyendo todo material escaso de evidencia científica y relevancia para nuestro trabajo.

Epidemiología:

La incidencia de ambas ha ido aumentando durante los últimos 40 años, pero los estudios epidemiológicos más recientes sugieren que se ha estabilizado en la última década.

Existen diferencias debidas a las razas o según en la zona geográfica, lo cual sugiere que los factores ambientales desempeñan un papel importante en el desarrollo de la enfermedad.

Del mismo modo, consta que entre los familiares de pacientes con colitis ulcerosa existe un riesgo relativo de 15 para la colitis ulcerosa y de 4 para la enfermedad de Crohn. Esto sugiere que aunque no hay transmisión hereditaria, deben existir factores genéticos que condicionan el desarrollo de la enfermedad.

En cuanto a su epidemiología según el sexo no presentan diferencias significativas y aunque puede ocurrir a cualquier edad, parece tener una distribución bimodal, con una incidencia máxima a los 20-40 años y a los 60-80.

También hay estudios recientes que sugieren que los ex fumadores tienen un riesgo mayor de padecer colitis ulcerosa que los fumadores activos o los que nunca han fumado.

Etiología:

Aunque no está bien concretada, se manejan ciertas teorías como la predisposición por factores genéticos, contar con unos anticuerpos específicos, ciertas anormalidades en las células intestinales o la actuación de agentes infecciosos.

Anatomía/fisiopatología:

Teniendo en cuenta que la colitis ulcerosa afecta exclusivamente la mucosa del colon y del recto y que aparece friable y congestiva en forma difusa, macroscópicamente podemos visualizar una zona congestiva, granular y friable, con erosiones o úlceras que sangran con facilidad. La alteración puede extenderse desde el recto hacia el colon en dirección proximal de modo uniforme y sin solución de continuidad y con una distancia. Hasta alcanzar fases avanzadas en la que la mucosa aparece atrófica, el colon pierde la estructura de haustras y su longitud puede acortarse.

La enfermedad se localiza con mayor frecuencia en el colon izquierdo, excepto en los casos de pancolitis, en los cuales todo el colon está afectado.

Microscópicamente destaca la destrucción del epitelio superficial que da lugar a múltiples ulceraciones. La lámina propia aparece congestiva y muy inflamada con un infiltrado en el que predominan los linfocitos y las células plasmáticas. Los neutrófilos se acumulan sobre todo alrededor del epitelio tubular degenerado con formación de numerosos abscesos de las criptas. La regeneración del epitelio es desordenada, con reducción de células caliciformes productoras de moco y distorsión de la arquitectura mucosa por ramificación de las criptas y pérdida del paralelismo habitual. En la submucosa del fondo de las úlceras aparece tejido de granulación con mínima fibrosis.

En las fases silentes de la enfermedad persiste el infiltrado inflamatorio crónico, incluso con hiperplasia linfoide. Los casos graves que evolucionan a megacolon tóxico pueden presentar una pared intestinal extremadamente delgada con ausencia absoluta de mucosa; en estas circunstancias la inflamación se extiende hacia la serosa con riesgo de perforación.

En fases avanzadas de la enfermedad el epitelio puede mostrar signos de displasia, con atipia nuclear y celular que constituye un estadio premaligno.

Aspectos psicosociales:

La enfermedad inflamatoria intestinal (EII), en concreto la colitis ulcerosa (CU), debido a su carácter crónico, conlleva un cambio en la percepción de la salud del individuo que la padece según las consecuencias directas de la enfermedad en sí, el tratamiento que siga y de la apreciación individual. Por este motivo es imprescindible una visión biopsicosocial y holística para realizar unos buenos cuidados.

Así, es posible que se pueda presentar un alto nivel de estrés, generado por la preocupación sobre su enfermedad y su pronóstico. Por este motivo es necesario que le informemos sobre esta e ir resolviendo las preguntas que nos plantea el paciente.

Debemos también ayudar a que la persona afronte eficazmente esta nueva situación para que consiga una buena calidad de vida. El paciente debe aprender a vivir con su enfermedad y no para ella, y así disminuir el nivel de ansiedad que pueda presentar.

En cuanto al área familiar es importante que también reciban información y una adecuada educación para que no se caiga en una actitud de sobreprotección y colaboren en los cuidados cuando sean necesarios.

Unos aspectos importantes en el día a día son la alimentación, la imagen corporal, el ocio, viajes, etc. Resulta útil incorporara a la familia y amistades en estos puntos, de manera que la persona se sienta más cómoda en su ambiente para evitar sentimientos de tristeza y vivir con la enfermedad lo más natural posible.

Cuidados de Enfermería:

Nuestra labor con estas personas consistirá en realizar una valoración y a partir de la cual realizar un plan de cuidado individualizado, en donde nos encontraremos con intervenciones independientes y otras de colaboración.

En la valoración deberemos atender a los siguientes puntos:

– Actividad/reposo

– Circulación

– Integridad del yo

– Eliminación

– Alimentos

– Higiene

– Dolor/molestia

– Seguridad

– Sexualidad

– Interacción social

– Educación para la salud.

Este último punto es imprescindible porque es el que va a capacitar a la persona para que se realice los propios autocuidados y sea consciente de su enfermedad y de cómo mantener una vida saludable. De manera que teniendo en cuenta unas pautas de alimentación, ejercicio y fármacos, la persona pueda llevar a cabo su día a día con normalidad. Se trata de hacer que la persona sea independiente y se conozca a ella misma y a su enfermedad.

La educación para la salud es imprescindible en cualquier enfermedad, pero en este caso, al tratarse de una enfermedad crónica con la que debe de convivir toda la vida, es indudable su función y el papel de Enfermería a la hora de realizarla.

Bibliografía:

  • Gassull MA., Gomollón F., Hinojosa J. y Obrador J. Enfermedad inflamatoria intestinal. Madrid: Arán. Consultada: 13/07/2016
  • Vilaseca J., Casellas F. y Guarner F. Enfermedad inflamatoria del intestino. Consultada 13/07/2016
  • Doenges, Marilynn E; Frances Moorhouse, Mary; Murr, Alice C. (2008). Planes de cuidados de Enfermería. México: McGraw-Hill Interamericana. Consultada: 15/07/2016