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Aplicación de compresas calientes en el periné durante el expulsivo en partos eutócicos

Aplicación de compresas calientes en el periné durante el expulsivo en partos eutócicos

Resumen:

El 85% de las mujeres sufrirá un trauma perineal (desgarro o episiotomía) después del parto, y al menos el 70% de estos requerirán sutura. Se aconseja la aplicación de compresas calientes para facilitar la distensión del periné y el desprendimiento de la cabeza fetal.

Autoras: Caballero Barrera, Verónica. Velasco Ruiz, Miriam. Calvo Delgado, Isabel.

Introducción: Definir el parto normal o parto eutócico comporta alguna dificultad, ya que el concepto de normalidad en el parto y el nacimiento no está estandarizado. La Guía de Práctica Clínica del Sistema Nacional de Salud lo define como aquel de comienzo espontáneo, que presenta un bajo riesgo al inicio y que se mantiene como tal hasta el alumbramiento, el niño o niña nace espontáneamente en posición cefálica entre las semanas 37 a 42 completas y después de dar a luz, tanto la madre cómo el recién nacido se encuentran en buenas condiciones.

El trabajo de parto puede dividirse en tres periodos bien diferenciados. La duración del parto varía dependiendo de cada mujer, está influenciada por el número de embarazos y su progreso no tiene por qué ser lineal (1).

  • Primera etapa del parto o Periodo de Dilatación. La primera etapa del parto engloba dos fases. La fase latente se define cómo el periodo del parto que transcurre entre el inicio de este y los 4 cm. de dilatación. Y fase activa, periodo del parto que transcurre entre los 4 y los 10 cm. de dilatación y se acompaña de dinámica regular.
  • Segunda etapa del parto o Periodo de Expulsivo. Aquella que transcurre entre el momento en que se alcanza la dilatación completa y el momento en que se produce la expulsión fetal. A su vez se subdivide en dos fases, periodo de expulsivo pasivo, en el que la presentación fetal se acomoda al estrecho inferior de la pelvis, y periodo de expulsivo activo cuando el feto es visible, existen contracciones de expulsivo, o pujos maternos.
  • La tercera etapa del parto es la que transcurre entre el nacimiento y la expulsión de la placenta. La duración de la tercera etapa del parto se considera prolongada si no se completa en los 30 minutos posteriores al nacimiento del neonato con manejo activo y 60 minutos con el alumbramiento espontaneo.

El periodo fisiológico que comprende desde el final del parto hasta la aparición de la primera menstruación, se conoce como puerperio. Tiene una duración aproximada de cuarenta días, y podemos diferenciar tres etapas:

  • Puerperio Inmediato: comprende las primeras 24 horas tras el parto.
  • Puerperio Clínico: hasta que la mujer es dada de alta del medio hospitalario, de dos a cuatro días habitualmente.
  • Puerperio Tardío: desde el cuarto día hasta la aparición de la primera menstruación.

Durante el puerperio se producen una serie de cambios involutivos del aparato genital y de todo el organismo de la mujer, y a su vez, una adaptación de la madre y el recién nacido a las nuevas circunstancias.

Los cuidados de la mujer en el puerperio deben cubrir todas las necesidades, proporcionando medidas que prevengan y aseguren su bienestar.

El canal del parto está constituido por dos partes diferenciadas pero fusionadas, el canal óseo y el canal blando, creando un conducto osteo-musculo-ligamentoso. La pelvis ósea está constituida por dos huesos coxales (ilion, isquion y pubis), sacro y coxis. Y el canal blando está formado por el segmento uterino inferior, el cuello del útero, la vagina y el periné.

La estructura muscular que constituye el periné está diferenciada por planos (2, 3) :

  • Plano superficial: Músculo Transverso Superficial, Bulbocavernoso, Isquiocavernoso y Esfínter Externo del Ano.
  • Plano medio: Músculos Transverso Profundo y Esfínter Externo de la Uretra.
  • Plano profundo: Elevador del Ano (pubococcígeo, puborrectal e ileorrectal) e isquiococcígeo.

Los desgarros perineales son las lesiones obstétricas más frecuentes. Actualmente el 85% de las mujeres sufrirá un trauma perineal (desgarro o episiotomía) después del parto, y al menos el 70% de estos requerirán sutura. Alrededor del 6% de estas mujeres experimentarán importantes complicaciones a corto-medio plazo, como son la infección y dehiscencia de la sutura perineal. Incluso pueden llegar a extenderse en el tiempo y producir dispareunia, incontinencia urinaria y fecal, prolapso de órganos pélvicos y problemas psicológicos asociados (4, 5, 6).

Siguiendo los criterios del Royal College of Obstetricians and Gynaecologists (RCOG), los desgarros perineales pueden clasificarse en cuatro grados (9):

1º Grado: Lesión de la piel perineal.

2º Grado: Lesión de músculos que conforman el periné.

3º Grado: Lesión del esfínter anal:

  1. a) Lesión del esfínter externo < 50%;
  2. b) Lesión del esfínter externo > 50%;
  3. c) Lesión del esfínter externo e interno.

4º Grado: Lesión del esfínter anal y mucosa rectal.

Las lesiones clasificadas como tercer o cuarto grado son las que ocasionan mayor morbilidad materna. Se han establecido una serie de factores de riesgo relacionados con este tipo de desgarros, entre los que se encuentran la etnia asiática, nuliparidad, posición materna durante el expulsivo, peso del recién nacido superior a los 4000 gramos, distocia de hombros, posición occipito posterior, segunda etapa del parto prolongada, parto instrumentado con forceps y la realización de episiotomía (7).