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Consulta madre lactante: ¿Puedo seguir amamantando si me quedo embarazada?: Exposición de un caso

Consulta madre lactante: ¿Puedo seguir amamantando si me quedo embarazada?: Exposición de un caso

No es infrecuente que una mujer que está amamantando a su hijo se quede embarazada. Es posible llevar a cabo la lactancia materna durante todo el embarazo y después amamantar a los dos lactantes tras el segundo parto (lactancia en tándem).

AUTORES

–           Esther Cárdenas Feria. Enfermera. Servicio Andaluz de Salud. UGC Andévalo Occidental. Huelva.

–           Ana Mª Limón Morgado. Enfermera y Podóloga. Servicio Andaluz de Salud. Centro de Salud de Valverde del Camino. Huelva.

–           Inés Barrera Boza. Enfermera. Servicio Andaluz de Salud. Centro de Salud de Valverde del Camino. Huelva

PALABRAS CLAVE: Lactar, Lactancia en Tándem, Recién Nacido.

RESUMEN

Es una consulta frecuente en atención primaria, puesto que, muchas madres suspenden de manera radical la lactancia en el momento en el que saben que están embarazadas de nuevo.

Nuestra función como sanitarios formados es que la madre tenga la información suficiente para decidir qué hacer en caso de un nuevo embarazo, y así tomar la decisión de manera razonada y con conocimientos.

Aunque el embarazo durante la lactancia puede dar lugar a modificaciones en el sabor y volumen de la leche, ésta todavía aporta sus efectos beneficiosos. Algunos lactantes notan esos cambios de sabor, lo rechazan y se destetan, otros lo rechazan primero pero «se reenganchan» después.

EXPOSICIÓN DEL CASO

JCF ( Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal.) Usuaria de 37 años y madre de un niño de 23 meses, sano, alimentado con lactancia materna exclusiva los seis primeros meses y lactante a demanda en la actualidad, aunque ya toma alimentación completa y equilibrada. Sin problemas durante la lactancia actual. Acude a nuestra consulta para ser informada de la posibilidad de continuar dando el pecho a su hijo durante un posible embarazo próximo, dado que la paciente desea tener más hijos, pero no quiere suspender la lactancia con el primogénito.

La información que tiene por el momento es deficitaria y errónea (según ella), procede únicamente de familiares y amigas que no tienen experiencias anteriores en el tema. Solicita información actualizada y científica para valorar la posibilidad de buscar un nuevo embarazo ya y continuar lactando.

DESARROLLO

Una madre que está amamantando a su hijo, vuelve a quedarse embarazada, decide no interrumpir la lactancia y seguir dando el pecho durante todo el embarazo. Una vez nacido el pequeño, amamanta a los dos conjuntamente o por separado. Esto es lo que se define como lactancia en tándem.

Uno de los primeros síntomas del embarazo es la extrema sensibilidad que la madre siente en los pechos. Por eso, para algunas mujeres, las tomas dejan de ser agradables, pues notan muchas molestias cuando el niño se coge al pecho, lo que, en ciertos momentos, puede forzar un destete o provocar una reducción considerable en el número de tomas que hace el hermano mayor.

Se sigue produciendo leche materna, pero en una cantidad mucho más reducida, y esto es algo que disgusta a muchos niños que continúan mamando, por lo que prefieren dejarlo.

Aproximadamente un 60 % de los niños se destetan durante el embarazo de su madre, de ellos algo más de una tercera parte lo hacen entre el tercer y cuarto mes de gestación, coincidiendo con la caída de la producción, y el resto hacia el final del segundo trimestre. Antes se creía que lo dejaban por el cambio de sabor al aparecer el calostro, pero ahora se sabe que la leche materna no se transforma en calostro hasta pocos días antes del parto.

La estimulación mamaria inducida por la succión tiene efecto sobre la liberación de oxitocina, que es una hormona que produce contracciones uterinas. Por ello debe evitarse esta estimulación durante la gestación en algunas situaciones especiales, como en embarazos múltiples, antecedentes de abortos o partos prematuros.

La leche producida inmediatamente después del parto por la madre que no ha dejado de amamantar en ningún momento, corresponde a calostro. Los primeros días de calostro son clave para el recién nacido y la producción del mismo tiene un límite, por lo que el recién nacido debe ser amamantado en primer lugar. El hermano mayor no le “roba” la leche materna al pequeño. De hecho, la lactancia en tándem hace que la pérdida de peso del recién nacido sea menor y se recupere más rápidamente. También es habitual que en el hermano menor no se observen las conocidas crisis de crecimiento. Siempre parece haber leche materna de sobra.

RECOMENDACIONES

Recomendamos a la madre que continúe la búsqueda de información de manera activa, en libros y fuentes fiables (páginas oficiales OMS, AEP, Guías de Práctica clínica) para así tomar las decisiones de manera razonable.

La lactancia en tándem sólo requiere el mantenimiento de las medidas habituales de higiene. Si el lactante mayor presenta una lesión por herpes (labial o en otra localización), no debe ser amamantado, para evitar el contagio del recién nacido, por ejemplo.

La lactancia en tándem no favorece el contagio de enfermedades entre hermanos. Incluso es probable que el hecho de que la madre comparta la misma inmunidad con ambos hijos consiga que el pequeño reciba defensas para luchar contra los virus o bacterias de los que el mayor es portador.

La madre tendrá que organizar las tomas entre ambos hijos. Es frecuente que, sobre todo el primer mes de vida, el hijo mayor mame igual o más que el pequeño, y que cada vez que el recién nacido pida se acerque a mamar, pero esto no es un problema para el recién nacido que suele ganar peso con velocidad. En todo caso, las madres suelen acabar poniendo límites al mayor porque emocionalmente les es difícil tolerar tanta exigencia.

Cuando se pregunta a las madres sus razones para seguir con lactancia materna en tándem las respuestas más frecuentes son: para respetar las necesidades del hijo mayor, porque tenían interés como madres por vivir esa experiencia, porque querían favorecer el vínculo entre hermanos, etc, de todas maneras, y, sea cual sea la motivación, lo importante es que tanto la madre como los niños sientan la lactancia como una experiencia única, importante y satisfactoria.

Tener buena información y sentirse entendida y normal cuando amamantas en tándem es algo que puede conseguir acudiendo a los grupos de apoyo a la lactancia materna que existen en casi todas las provincias e incluso en algunas poblaciones grandes.

CONCLUSIONES

Hay estudios que demuestran que el perfil de la madre que sigue amamantando embarazada es de una mujer casada, de 35 años, con nivel de estudios alto, con más de dos hijos y que asisten a grupos de apoyo a la lactancia materna.

La edad del niño lactante al inicio del embarazo es mayor entre los niños que no se destetaron durante el embarazo. Siendo la edad media de los que se destetaron 17 meses y 24 los que no lo hicieron.

La lactancia en tándem no perjudica la salud de la madre. Seguir dando el pecho durante el embarazo supone muy poco coste energético al disminuir de manera importante la producción. Las madres no sufrieron anemia de forma más acusada por el hecho de amamantar. Tampoco hay diferencias significativas en la media de ganancia de peso de las madres durante el embarazo.

La evidencia científica sobre el calostro apunta que la leche que segregan las madres embarazadas que amamantan analíticamente no se parece al calostro, sino a la leche madura. Queda todavía la duda de en qué momento se convierte en calostro, pero los científicos piensan que la transición se produce unos pocos días antes del parto.

Sabemos que estadísticamente los segundos hijos tienden a pesar algo más que sus antecesores, pero en todo caso, tras algunos estudios, es obvio que amamantar en el embarazo no provoca retraso de crecimiento intrauterino.

Parece que más de una cuarta parte de las mujeres escondieron a los profesionales de la salud que amamantaban embarazadas y la cuarta parte de las madres no lo dijeron al pediatra en el post-parto por miedo al rechazo o la crítica. Las mujeres que lo comunican abiertamente reciben una actitud negativa por parte de los profesionales en la mayoría de los casos.

Nuestra función como sanitarios no debe ser juzgar una actitud u otra con respecto a la lactancia durante el embarazo, nuestra función principal debe ser proporcionar la información requerida por la madre (o los padres), aceptar lo que ella decida fundamentalmente y asesorar y servir de soporte para dudas cuando comience la lactancia en tándem si así lo desea.