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COVID 19 y su impacto en la familia. Caso clínico

COVID 19 y su impacto en la familia. Caso clínico

Autora principal: Andrea Karina Arriciaga Nieto

XVI; nº 16; 847

COPD clinical case

Fecha de recepción: 05/02/2021

Fecha de aceptación: 18/08/2021

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVI. Número 16 –  Segunda quincena de Agosto de 2021 – Página inicial: Vol. XVI; nº 16; 847

Autores:

Andrea Karina Arriciaga Nieto1, Lisseth Estefanía Carrión Arias2, Amarilis Liseth Villa Feijo3, Andrés Pérez Zambrano4, Tamara Rodríguez Quintana5, Ximena Elizabeth Muñoz Jadán6.

Universidad Técnica Particular De Loja. Loja, Ecuador.

Resumen:

El Covid-19 es una patología de reciente aparición y que hasta la actualidad está sujeta a estudio, a nivel mundial las cifras de casos sospechosos y confirmados son alarmantes, así como la mortalidad, ante esta situación la comunidad mundial se ve afectada en su entorno laboral, familiar y afectivo. Siendo hasta el día de hoy un tema que genera temor dentro del entorno familiar.

Se comentó el caso clínico de una familia donde uno de sus miembros fue diagnosticado de Covid-19, al cual se le indicó medidas de aislamiento domiciliario una vez realizada las pruebas confirmatorias, por un periodo de 28 días, como lo establecen los lineamientos de prevención y control para casos sospechosos o confirmados de SARS CoV-19. Se describe el desenvolvimiento de los miembros de dicha familia, dentro del contexto de la dinámica familiar, manifestando cambios de roles, influenciados por la crisis paranormativa por desorganización, donde se aplicó el test de APGAR familiar y FF-SIL, de igual manera se detalla la importancia que cumplen cada holón familiar y los procesos de adaptabilidad por los que atraviesa dicha familia, para retornar a la funcionalidad familiar, logrando la homeostasis dentro del sistema familiar.

Palabras clave: dinámica familiar, funcionalidad familiar, covid-19, crisis normativa, crisis paranormativa, holones.

Abstract:

Covid-19 is a recently emerging pathology that is currently subject to study, worldwide the numbers of suspected and confirmed cases are alarming, as well as mortality, given this situation the world community is affected in their work environment, family and affective. Being to this day a topic that generates fear within the family environment.

The clinical case of a family where one of its members was diagnosed with Covid-19 was commented, which was indicated measures of home isolation for a period of 28 days, as established by the guidelines for prevention and control of suspected or confirmed cases of SARS. CoV-19. The development of the members of this family is described, within the context of family dynamics, manifesting role changes, influenced by the paranormal crisis due to disorganization, where the family APGAR and FF-SIL tests were applied, in the same way it is detailed the importance of each family holon and the adaptability processes that the family goes through, to return to family functionality, achieving homeostasis within the family system.

Keywords: family dynamics, family functionality, covid-19, normative crisis, paranormal crisis, holons 

Introducción:

El 31 de diciembre del 2019 “la Organización Mundial de la Salud [OMS] informó sobre casos de neumonía de etiología desconocida, detectados en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei, China”. En días posteriores se identificó que más habitantes padecían la misma enfermedad, esto activó la alerta epidemiológica a nivel mundial, para enero del 2020 se detectó como patógeno causante de la enfermedad a un nuevo coronavirus, otorgándole el nombre de SARS-CoV-2. Al propagarse de manera significativa por diferentes países asiáticos, europeos y americanos, fue declaró pandemia.  (Ramos, 2020) (Organización Mundial de la Salud, 2020).

En Ecuador, el 29 de febrero del 2020 el Ministerio de salud Pública [MSP] notificó el primer caso de Covid-19 importado desde Europa, es  desde esta fecha que se han ido reportando día a día la presencia de nuevos casos, podemos apreciar la rápida propagación de un virus de tal magnitud, que ha ocasionado a centenares la pérdida de algún familiar, así como también en algunos casos se ha visto la recuperación de pacientes que pasaron por unidad de cuidado intensivos (UCI) (Ministerio de Salud Pública, 2020).

Este problema de salud pública, conllevó a la toma de medidas preventivas que iniciaron con el aislamiento social que se extendió por más de 90 días, esto origino que muchas familias cambiaran el sistema en el que estaban acostumbrados a desempeñarse tanto laboralmente, como afectivamente, se decretó el periodo de emergencia sanitaria, donde se instauraron medidas higiénicas sanitarias a cumplir dentro y fuera de los domicilios (Inca & Inca, 2020, págs. 5-15) (Ministerio de Salud Pública, 2020).

El aislamiento social, puede traer consigo diversas alteraciones psicológicas que van desde síntomas leves hasta un deterioro de la funcionalidad, siendo los de mayor incidencia: el insomnio, ansiedad, depresión y trastorno por estrés postraumático, de manera individual como familiar. (Ramirez, Castro, Lerma, Yela, & Escobar, (2020), pág. 1.20).

Es por ello que la red de apoyo familiar cumple un papel fundamental dentro del manejo del aislamiento intradomiciliario, enfocados en la importancia del autocuidado y de la preservación de la vida familiar, encaminados a la prevención de afectación mental o psicológica que se pueda presentarse en los miembros de una familia (Minsalud, 2020).

La familia desempeña un papel fundamental al ser considerada como “la unidad social básica formada alrededor de dos o más adultos que viven juntos en la misma casa y cooperan en actividades económicas, sociales y protectoras en el cuidado de los hijos propios o adoptados” (Armas & Díaz, 2007).

Dentro de cada familia a lo largo de su ciclo evolutivo, pueden suscitarse una diversidad de afecciones que suscitan cambios tanto individuales como familiares, los que pueden constituir un período de crisis. Existen dos tipos de crisis, las normativas, que corresponde “aquellos eventos vitales esperados durante el trayecto evolutivo de un sistema o subsistema familiar” y las paranormativas, consideradas como “aquellos cambios que experimenta la familia en cualquiera de sus etapas de desarrollo, que no están relacionadas con los períodos del ciclo vital, sino con hechos situacionales o accidentales” (Gonzalez, 2000)

Objetivo:

Describir el caso de una familia con uno de sus miembros diagnosticado de Covid-19.

Metodología:

Se trata de un estudio descriptivo donde se expone como se cumplieron las medidas de aislamiento preventivo, y cómo puede afectarse la esfera afectiva, la dinámica familiar, y el cambio de roles, cuando uno de sus miembros es diagnosticado de Covid-19.

Caso Clínico: a continuación se presenta una familia nuclear, biparental, mediana, bigeneracional, caracterizada por ser urbana, integrada, profesional, moderna, funcional, la misma se encuentra cursando el ciclo vital de familia con hijos escolares, conformada por el jefe de familia sexo masculino de 33 años de edad, de profesión ingeniero, quien solventa la mayor parte de la economía del hogar, la esposa de profesión médico, cursando sus estudios de especialidad, sus dos hijos de 7 y 5 años respectivamente, con 8 años de matrimonio, de religión Cristiana.

Paciente de 35 años de edad sexo femenino, con antecedentes patológicos personal de litiasis renal bilateral (2014), glaucoma e hipermetropía (2018), dislipidemia (2019). Antecedentes quirúrgicos: apendicectomía y ooforectomía parcial derecha (2010), cesárea y salpingectomía bilateral (2015). Antecedentes patológicos familiares: padre diabético y madre hipertensa y psoriasis. Antecedentes gineco-obstétricos: gestas 2, cesaras 2, aborto 0, citología vaginal negativo para malignidad (2019). Ecografía mamaria normal. Alergia: no refiere; dispensarizada en el grupo III.

Paciente con nexo epidemiológico para Covid-19, refiere dolor abdominal tipo cólico de moderada intensidad, localizado en mesogastrio no irradiado, se acompaña de dos deposiciones de consistencia liquida, de moderada cantidad, no moco, no sangre. Además, presentó cefalea de intensidad Escala Visual Análoga (EVA) 8/10, escalofríos, malestar general y dolor muscular que impedía la bipedestación, por lo que acude a centro hospitalario. En la historia clínica llama la atención los signos vitales alterados, con presión arterial 70/40mmhg, frecuencia cardiaca de 114 latidos por minuto, frecuencia respiratoria de 24 por minuto, temperatura 38ºC, saturación parcial de Oxígeno 96%, con IMC adecuado para la edad.

Al examen físico: Paciente consciente, orientada en tiempo, espacio y persona, piel de apariencia pálida, mucosa oral seca. A la auscultación murmullo vesicular disminuido en campo pulmonar derecho región, no estertores. Ruidos cardiacos normales.

Exámenes de laboratorio: biometría leucocitos de 13. 990, hemoglobina 14.2, hematocrito 41.6%, neutrófilos de 86.4%, linfocito 7.8%, monocitos 5.1%, eosinófilo 0.1%, basófilo 0.1%, plaquetas 275.000, PCR 6, examen de orina normal.

Examen de imagen: Radiografía estándar de tórax reporta infiltrados parahiliares derecho.

Por lo tanto, se administra hidratación parenteral y antibioticoterapia (2 gramos endovenosos de ceftriaxona), ácido ascórbico (2 gramos endovenosos), paracetamol (1 gramo endovenoso), se mantiene en observación durante 12 horas. Se da alta para continuar tratamiento en el domicilio con claritomicina 500mg vía oral cada 12 horas por 7 días.

Al octavo día no hay mejoría del cuadro clínico, y comienza con rinorrea acuosa, abundante, que se acompaña de fiebre de 39°C, diaforesis, taquicardia, fatiga, prurito y exantema en brazos y piernas, artralgias y mialgias generalizadas, por lo que se realizar prueba PCR-RT por hisopado nasofaríngeo, notificando posteriormente positivo para Covid-19.

Una vez confirmado el diagnóstico se indica aislamiento intradomiciliario por 14 días y seguimiento vía telefónica a diario por el equipo de salud, según los lineamientos de prevención y control para casos sospechosos o confirmados de SARS CoV-19.

Al noveno día comienza el hijo de siete años con dolor de garganta posteriormente al 11avo día inicia el esposo con malestar general y dolor de garganta, por lo cual se toma pruebas respectivas para diagnóstico de Covid-19 PCR – RT por hisopado nasofaríngeo, dando resultado positivo para el hijo y el esposo y negativo para la hija, lo cual tornó aún más crítica la dinámica familiar.

Al mismo tiempo, la paciente describe la presencia de crisis paranormativa por desorganización, relacionada con la pérdida de la salud, manifiesta que, ante esta situación empezó a tener crisis de llanto, cambios de ánimos, algunos días se sentía triste, con sensación de culpabilidad de haber contagiado a su familia, con mucho temor e incertidumbre, por el hecho de pensar en que alguno de ellos desencadene un cuadro clínico de gravedad, casi no comía. En otras ocasiones manifestaba malhumor y discutía con su esposo por cualquier motivo; el inicio de estos cambios emocionales ocasionó problemas conyugales, las discusiones eran más frecuentes, con su esposo, quien tenía que encargarse de los niños, del hogar, de la recuperación de la esposa, de los problemas de solvencia económica, ya que su patrono le notificó que no se le cancelarían sus haberes.

Los hijos de esta pareja ambos escolares, manifestaron sentimientos de tristeza, al ver las discusiones de sus progenitores; el hijo por su parte ayudaba a su hermana menor a realizar sus actividades cotidianas, como comer, jugar, colaborar con el aseo y orden de la vivienda, ya que intentaba de esa manera ayudar a sus padres para evitar los conflictos emocionales, refiriendo también sensación de soledad, ya que la mayor parte del tiempo compartían con su mamá, la conexión entre madre e hijos mostraba gran empatía, pero al ver a su madre aislada, y limitado el contacto corporal, les ocasionaba labilidad emocional.

Cabe mencionar que, al mantenerse bajo aislamiento familiar, la función de proveedor del esposo se ve afectada, y es aquí donde intervienen la red social de apoyo, como su familia que brindaron soporte económico y emocional; recibiendo provisiones de alimentos y cubriendo los costos de la vivienda.

Durante este periodo de aislamiento, la dinámica de la familia cursó por varios episodios de crisis de ansiedad y depresión, influyendo en el sistema conyugal y parental como consecuencia de los cambios de roles, generando un ambiente estresante, que afectó la funcionalidad familiar.

Posteriormente se aplicó el test de APGAR familiar y el test de funcionalidad familiar FF-SIL evaluándose a la familia como moderadamente disfuncional.

Con todos estos antecedentes se pueden mencionar los siguientes factores de riesgo: la enfermedad de ambos conyugues, antecedentes patológicos familiares, hijos en etapa escolar, aislamiento social, dificultades económicas; y como factores protectores están, los años de matrimonio, que influyen significativamente sobre el desenvolvimiento conyugal y afectivo, las creencias religiosas y espirituales en las cuales se apoyan incondicionalmente, los hijos que mantienen esa perseverancia por continuar con el matrimonio,  el apoyo de la familia, tanto  económico como afectivo.

A pesar de la crisis presentada, es importante recalcar que existieron habilidades para la resolución de problemas, conciencia interpersonal, ambiente familiar cálido en donde se cumplieron funciones de comunicación, adaptabilidad, cohesión en el núcleo familiar.

Luego de los 28 días de aislamiento se tomaron las pruebas respectivas para cierre de caso con resultados negativos, dando de alta a la familia.

Gracias a la participación continua de las redes de apoyo familiar y el sostén intrafamiliar, complementado con el apego hacia la parte religiosa, dentro de su núcleo familiar, ocasionó que con el pasar de los días se fueran superando las diferentes adversidades que marcaron un cambio temporal, y lograron la adaptabilidad y la funcionalidad familiar, retomando la homeostasia dentro del entorno familiar.

Discusión:

Según el análisis del caso familiar, se evidenció que a pesar de ser una familia funcional inicialmente, ante un suceso inesperado, se pueden suscitar cambios en la dinámica familiar, provocado por una crisis paranormativa desorganizacional (enfermedad por Covid-19), tal como se refleja en el test de funcionalidad familiar; teniendo como resultado una familia moderadamente disfuncional; que gracias a las redes de apoyo que fueron su familia, las creencias religiosas, el equipo multidisciplinario de salud, se logró superar esta crisis transitoria, volviendo a la homeostasia de la dinámica familiar.

La dinámica familiar se ve influenciada por diversos cambios que ocurren día a día dentro del entorno familiar, cada familia es un ambiente diferente, en el cual precisan su propio estilo de vida y dinámica intrafamiliar. Siendo la familia un componente que crece y se desarrolla de forma, evolutiva con escalas de valores y actitudes, así como se pudo apreciar en el caso clínico, que ante la presencia del caso índice afectado por covid-19, cada uno de sus miembros manifestó cambios en su desempeño intrafamiliar (Torres, Reyes, Silva, & Garrido, 2015).

De igual manera Soria (2010); afirma que “la dinámica del sistema dependerá de la pareja y posteriormente de ésta en relación con los descendientes”, en nuestro caso clínico se pudo notar que la interrelación de todos los miembros de la familia intervino en el desenvolvimiento de la dinámica familiar, quedando más que claro que la familia funciona como un todo (Soria, 2010).

Dentro de cada familia existe funciones que son irremplazables, “Entre las funciones básicas de la familia se encuentran la reproducción, comunicación, afectividad, educación, apoyo social, apoyo económico, adaptabilidad, generación de autonomía, adaptación y creación de normas” al momento de describir el caso clínico, se puede destacar que estuvo presente, la comunicación, afectividad, apoyo social, así como la adaptabilidad, a la que tuvieron que someterse los miembros de dicha familia, ya que el jefe del hogar, al igual que los hijos, se dedicaban a cubrir las necesidades del caso índice, brindándole apoyo, comunicación, afecto, por querer ver recuperada de salud a la esposa (Ares, 2018) (Benitez, 2017).

Es importante acotar que la familia, presentó dificultades con respecto al apoyo económico, ya que el jefe de familia al ser notificado por su empleador, de que no se le cancelaria su sueldo, se ve envuelto en la incertidumbre de no saber cómo solventar los gastos económicos a los que estaban sujetos con regularidad,  Herrera y Hamui (2014) consideran que el dinero es un factor conflictivo, pues representa poder y control; cuando hay crisis económica y surgen situaciones no previstas, pueden generarse problemas serios en la pareja, predisponiendo a la disolución de muchos matrimonios (Herrera & Hamui, 2014).

Vale la pena considerar que además de las funciones de familiares, también se debe poner en manifiesto, los roles que desempeñan cada uno de los miembros de la familia, ya que estos equivalen a la suma de las acciones presentes ante un evento determinado, cualquiera que fuese su característica va a influir sobre el desenvolvimiento positivo o negativo de los miembros de la familia. Fernández (2004), menciona que si “la familia no negocia adecuadamente los nuevos roles que deberán asumirse durante una nueva etapa en la vida familiar, existirán dificultades” así como se demostró en el caso clínico, en cual el rol paterno se ve directamente afectado al asumir el papel del cuidado de los niños, de la esposa enferma y del mantenimiento del hogar; generando una situación estresante para cada miembro de la familia respectivamente (Fernández, 2004).

Si bien es cierto la dinámica familiar se ve afectada por determinadas condiciones, que con llevan a desencadenar crisis familiar, como se expuso en nuestro caso clínico, en el que el jefe de familia y su conyugue atraviesan periodos de conflictos y desacuerdos ocurridos por la situación estresante de los cambios de roles, más sin embargo varios factores considerados protectores o estabilizadores, intervinieron ayudándoles a superar la crisis transitoria que cursaron; es por ello que cabe destacar la opinión de Gonzalez (2000), en la que detalla que “las crisis no siempre resultan negativas a la familia ni se derivan de eventos traumáticos, desagradables, catastróficos”. Pero hace referencia también que las crisis independientemente de cual fuera favorecen a la “maduración, desarrollo y crecimiento del sistema familiar” (Gonzalez, 2000).

De igual manera Armas (2007) sostiene que “todo tipo de crisis implica un importante peso sobre el funcionamiento familiar y requiere de un proceso de adaptación capaz de mantener la continuidad de la familia y de consentir el crecimiento de sus miembros”. Es de suma importancia hacer énfasis que dentro de un sistema familiar se espera que en cualquier etapa del ciclo familiar surjan crisis, pero las mismas siempre marcaran el desarrollo evolutivo de la familia, y demostraran el grado de adaptabilidad al que deberán someterse con el propósito de avanzar hacia el progreso y estabilidad familiar (Armas & Díaz, 2007).

Esta capacidad de adaptarse a una situación determinada o específica, en la que cada miembro dentro del núcleo familiar se ve expuesto, puede medir el grado de funcionalidad familiar, ya que cada familia es un sistema “activo”, sujeto a una variedad infinita de cambios presentes a lo largo de la vida, dependiendo de cada escenario, van a ir incrementando habilidades para su crecimiento, el mismo que únicamente dependerá de la participación activa de la familia; de igual manera se necesitará mantener el equilibrio dinámico entre dos funciones, la tendencia a la homeostasia y la capacidad de transformación. Quedando comprobado que si todos los miembros participan, se interrelacionan y cumplen las distintas funciones familiares correspondientes, se obtendrá el equilibrio familiar, como se puntualizó en el caso clínico en que la participación conyugal, parental, familiar en conjunto interactuaron al unísono, logrando la adaptabilidad al suceso de tener a un miembro activo de la familia contagiado de Covid-19, cambiando de roles momentáneamente, influyó en la recuperación de la funcionalidad familiar (Valdéz, 2007) (Mendoza-Solís , LA; Soler-Huerta , E; Sainz-Vázquez L, L; Gil-Alfaro , I; Mendoza-Sánchez, HF; Pérez-Hernández , C, 2006) (Armas & Díaz, 2007).

Casas (1994), hace referencia a la importancia de los holones dentro de la dinámica familiar; en la familia antes descrita, se puede diferenciar las presencia del holón conyugal, holón parental, holón de hermanos o fraterno; respectivamente cada uno cumpliendo su papel dentro de la familia, podemos decir que el holón conyugal se encuentra personificado por el apoyo establecido del jefe de familia a su esposa “el mismo que ofrece a sus miembros una plataforma de apoyo para el trato con el universo extrafamiliar y proporcionarles un refugio frente a las tensiones de fuera”. Siendo indispensable para el crecimiento de los hijos, coexistiendo de esta manera como ejemplo para el niño ya que expresa la forma de manifestar afecto hacia el prójimo; por otro lado, también hace su aparición el holón parental; “dirigido a la crianza de los hijos y la socialización”. El niño asimila lo que puede esperar de las personas que poseen “más recursos y fuerza”, formando su sentido de distinguir lo correcto de lo incorrecto; finalmente el holón de hermanos, representado por el apoyo colaborativo y participativo, los mismos se divierten, se pelean, discuten, se reconcilian, experimentan de las experiencias de la convivencia familiar, conformando sus primeras bases sobre las cuales se asienta sus propios modelos para negociar, cooperar y competir, reforzados por cada uno de los valores que inculcan día a dia los miembros de la familia, como es el caso de la familia antes descrita (Casas, 1994).

Conclusión:

En conclusión, podríamos decir que ante la presencia de una enfermedad de cualquier índole, se puede ver afectada la dinámica familiar, tomando en consideración que cada familia es un mundo independiente y único, en la cual se refleja las diferentes situaciones que se atraviesan a lo largo de la vida, proyectado de una manera distinta, lo que para unos es una crisis superable para otros puede ser el acabar de entorno familiar, no se debe generalizar, más bien se debe individualizar a cada familia dentro de su propio contexto por el que este atravesando.

La participación de factores protectores como el matrimonio, las creencias religiosas, los hijos, las redes de apoyo familiar y social y que uno de sus miembros sea médico,  en contraste con los factores de riesgo mencionados como; la depresión, los conflictos conyugales, y los cambios de roles a los que se vieron sometidos los miembros de esta familia,  influyeron significativamente, apreciando  que los factores protectores doblegaron a los factores de riesgos.

Siempre que se vea afectada la dinámica familiar, esta va a someterse a diversos cambios, con el propósito de logar la adaptabilidad y reestructuración del entorno familiar en el que se desenvuelvan, hasta conseguir la homeostasis y restablecer el principio fundamental de la familia.

Las funciones de la familia son importantes porque nos ayudan a establecer estrategias de abordaje frente a las diferentes adversidades de la dinámica de la familiar, permitiendo una mayor accesibilidad dentro del núcleo familiar, considerando que cada una de ellas es de vital importancia, ya que reflejan el propósito de la familia integradora, evolutiva y continúa.

Se ve reflejado que cuando la familia se sustenta en bases sólidas de apoyo, son capaces de salir adelante, estando en capacidad de resolver los problemas por lo que atraviesan, a pesar de no contar con ninguna intervención médica o psicológica, para lograr esto desde etapas tempranas el médico familiar o el equipo de salud pueden realizar acciones en donde se integre la participación de las familias, con el propósito de prepararlos para las diferentes situaciones o crisis que se puedan presentar durante los diferentes ciclos familiares.

Se pone en evidencia que esta familia no recibió ayuda de tipo psicológica, demostrando que toda familia que atraviesa por este tipo de enfermedad está expuesta a presentar crisis y disfunción familiar y de no reciben una ayuda de manera inmediata los resultados pudieran ser catastróficos, pudiendo llegar a la separación o divorcio. Por esta razón es necesario implementar estrategias en el equipo básico de salud que va a enfrentar este tipo de enfermedades, siendo necesario establecer en los programas de atención primaria en salud un programa de primera ayuda psicológica en el manejo de emergencias ante enfermedades como el Covid-19.

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