publicación comprendidos entre —- y 2014.
Se han excluido aquellos artículos cuyo ámbito de aplicación no fuese la canalización de la vía intraósea, así como aquellos trabajos a los que no ha sido posible acceder al texto completo.
Resultados
Indicaciones 8,9:
- Imposibilidad de acceso venoso por colapso circulatorio.
- Situaciones de gravedad en las que no se pueda canalizar una vena tras 2 o 3 intentos y hallan pasado más de 90 segundos.
- Grandes quemados, pacientes politraumáticos graves y o en estado de shock que precisen reanimación cardiopulmonar (RCP).
- Edemas severos.
- Recién nacidos en asistolia.
- Situaciones de hipovolemia.
Contraindicaciones 4,8,9:
- Fractura en el hueso en el que se intenta canalizar el catéter.
- Celulitis u osteomielitis en el sitio de aplicación.
- Osteopetrosis u osteogénesis imperfecta.
- Ante la administración de Bicarbonato Sódico y Bretilio.
- Huesos grandes de las extremidades inferiores en los pacientes con traumatismo abdominal grave.
- Signos de infección en la extremidad escogida.
- No debe intentarse dos veces en la misma extremidad.
- No se debe reinsertar más de una vez la aguja en el mismo sitio.
Ventajas de su uso 2,10,11:
- Rapidez en la canalización (tiempo inferior a 1 min) y alto porcentaje de éxitos (> 90%) en personal formado.
- Seguridad de colocación.
- Facilidad en reconocer las referencias anatómicas que sirven de guía para localizar el punto de punción.
- Se trata de una vía «no colapsable» en situaciones de shock o de parada cardiorrespiratoria.
- Permite la obtención de muestras sanguíneas.
Material necesario 4,11:
- Desinfectante, povidona yodada, gasas, paños y guantes estériles.
- Jeringas de 5, 10, 20 ml y agujas convencionales.
- Anestésico local sin adrenalina: lidocaína al 1 %.
- Suero salino al 0,9 % y suero salino heparinizado.
- Sistema de perfusión.
- Llave de tres pasos.
- Pinzas de Kocher.
- Agujas de punción intraósea, que serán por orden de preferencia:
- Agujas intraóseas especiales con estilete, bisel corto y multiperforadas de 15G-18G. Comercialmente se disponen varios modelos: COOK, JAMSHIDI, SAVE, SUSSMANE-RASZYNSKI.
- Trocar para punción de medula ósea 13G-16G.
- Agujas de punción lumbar 18G-20G.
- Agujas hipodérmicas 18G-20G.
- Agujas epicraneales 16G-19G.
Lugares de punción y técnica 2,11,12:
En recién nacidos y niños hasta 6 años:
- Tibia proximal: superficie medial de la tibia, entre 1-3cm por debajo de la tuberosidad anterior. Utilizar una inclinación de la aguja de 20–30 º, aunque algunos autores recomiendan un ángulo de 90º con respecto al eje de la pierna.
- Fémur distal: el lugar de inserción es a 2-3cm del cóndilo externo. Emplear una inclinación de 10-20º con dirección hacia la cabeza del paciente.
- Lugares alternativos: tibia distal, cresta ilíaca, trocánter mayor.
A partir de 6 años y adultos:
- Tibia distal: a nivel del maléolo interno en su unión a la diáfisis tibial y por detrás de la safena externa.
- Cresta Ilíaca: a nivel de la cara inferior de la espina ilíaca, colocándose al paciente en decúbito lateral.
- Esternón: en el niño pequeño está contraindicado por la cercanía de los grandes vasos y la disminución de grosor, pero en el adulto está indicado siempre y cuando no se requiera realizar masaje cardíaco. Se canaliza a nivel del 2º-3er espacio intercostal y una vez localizado, la aguja se introduce a 1cm de la línea media del esternón.
- Lugares alternativos: radio distal, cúbito distal.
Conclusiones:
La vía intraósea es una técnica de fácil aprendizaje que requiere un breve entrenamiento, de uso sencillo y de colocación rápida (menos de un minuto) que cuenta con más del 90% de éxitos de inserción, recordando siempre que tan pronto como se pueda, debe ser sustituida por una o varias vías venosas más seguras.
La vía intraósea quizás sea una de las vías de administración de medicamentos menos utilizada por el profesional de Enfermería, puede que por su utilización en contadas ocasiones, aunque muchas veces no se recurre a ella por miedo y/o desconocimiento.
Por todo ello, el conocimiento y aprendizaje de los dispositivos disponibles, material necesario, zonas anatómicas y la técnica de inserción , ayudaría a salvar muchas vidas en aquellas situaciones de urgencia vital en las que resulta difícil obtener un acceso venoso rápido, minimizando además el riesgo de posibles complicaciones derivadas de una mala praxis.