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Cuidados enfermeros en el asma bronquial

  • Espirometría: se le pide al paciente que elimine con fuerza el aire de los pulmones hacia un aparato (espirómetro) después de una inspiración máxima, a fin de hacer mediciones de la capacidad de sus pulmones y comprobar si hay obstrucción de los bronquios.
  • Flujometría: mediante un sencillo dispositivo se puede medir el peak del flujo espiratorio (PEF). Éste es un buen método para conocer el estado de la función respiratoria del paciente.
  • Test de provocación con metacolina: si la espirometría es normal y el médico no logra una interpretación convincente de los síntomas (más intensos en la noche), puede solicitar este examen. Consiste en administrarle al paciente nebulizaciones con dosis crecientes de metacolina. Una prueba positiva contribuye al diagnóstico de asma.

TRATAMIENTO

El abordaje del asma se basa en un correcto tratamiento farmacológico, medidas generales de

evitación y una adecuada educación sanitaria. Debe existir, además, coordinación entre diferentes niveles asistenciales, pues estos pacientes suelen seguirse por médicos de Atención Primaria, neumólogos, alergólogos, personal de Enfermería, etc.

  • Medidas generales. Identificar los factores predisponentes para evitar la crisis:

No fumar y evitar la exposición al humo, polvos domésticos, animales y otros irritantes. Aumentar la ingesta de líquidos para fluidificar las secreciones. Evitar cambios bruscos de temperatura y la realización de ejercicios en ambientes fríos.

  • Farmacológico:

Disminución de la liberación de mediadores. Se realiza con cromoglicato sódico, nedocromil sódico y ketotifeno.

Disminución de la inflamación de las vías aéreas. Los corticoides son los antiinflamatorios más potentes y se consideran como base del tratamiento de fondo del asma. Se utilizan tanto en la reagudización como en la fase crónica.

Su administración puede ser inhalada, oral o parenteral:

  • Inhalados: budesonida, dipropionato de beclometasona y fluticasona.
  • Orales: los más usados son la prednisona y la metil-prednisolona. No deben utilizarse como tratamiento único. Se recomienda la dosis única matutina.
  • Parenterales: son la hidrocortisona y la metil-prednisolona. Son el último recurso en el tratamiento.
  • Tratamiento de la broncoconstricción:

Los fármacos usados son los broncodilatadores: B2 adrenérgicos, anticolinérgicos y metilxantinas.

Los B2 adrenérgicos: son los más potentes. Su uso es inhalatorio, preferentemente. Se clasifican según vida media en dos grupos:

  • B2 adrenérgicos de vida media corta: terbutalina y salbutamol. Sirven para el alivio de los síntomas a su inicio, crisis asmáticas, asma de esfuerzo. Se administran 15 min antes. Pruebas de broncodilatación.
  • B2 adrenérgicos de vida media larga: salmeterol y formoterol. No se usan como fármacos para aliviar los síntomas. Indicaciones: tratamiento adicional y de mantenimiento con corticoides inhalados, asma de esfuerzo.

De los anticolinérgicos, el más utilizado es el bromuro de ipratropio inhalado.

Las metilxantinas: no se consideran fármacos de primera línea en el asma. Son broncodilatadores de mediana potencia, con un estrecho margen terapéutico.

CUIDADOS DE ENFERMERÍA

Entre las medidas generales se incluyen los aspectos de educación del paciente y los consejos para evitar los factores desencadenantes. Cada vez se insiste más en los consensos de trata- miento elaborados por diferentes Asociaciones para tratamiento del asma, en la educación del paciente. Este es un punto de crucial importancia para la colaboración en el tratamiento de su enfermedad, aceptación de la misma y mejor comprensión de su naturaleza.

Es fundamental que la información facilitada sea lo más completa y asequible para el paciente y los familiares. Algunos de los aspectos que deben quedar claros son fundamentalmente: que el tratamiento del asma debe ser continuado y, cuando el tratamiento está fracasando, debe acudir a la consulta médica o a un servicio de urgencias.

Hay que eliminar posibles factores desencadenantes inespecíficos: evitar irritantes (humo de tabaco, humo de leña, productos de limpieza irritantes) o medicamentos del tipo del ácido acetilsalicílico, AINE, IECA o fármacos betabloqueantes o colinérgicos (incluidos colirios oculares). El reflujo gastroesofágico produce hiperreactividad bronquial en algunos pacientes asmáticos y es muy conveniente diagnosticarlo y tratarlo en pacientes con mala evolución. En el caso de asma de ejercicio debe de conocer las medidas y la medicación indicada para prevenirlo.

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