varias regiones del globo. Esta entidad se considera en la actualidad la enfermedad viral trasmitida por artrópodos más importante que afecta al hombre.
Su etiología viral no fue probada hasta 1907 que se demostró la transmisión de la enfermedad por la inoculación de voluntarios con plasma humano infectado. Durante 1944 y 1945 se llevó a cabo la propagación del virus en ratones y la atenuación de su patogenecidad al humano. Con el aislamiento de los distintos agentes se llegó al establecimiento de los 4 tipos serológicos, concluyéndose así que el complejo del dengue estaba formado por 4 serotipos (DEN-1-2-3-4). Entre estos serotipos se ha descrito una homología de secuencia de un 70% aproximadamente; ésta es mayor entre el DEN-1-3 y 4, DEN-2 parece diferir en su origen evolutivo.
Relacionado con el hombre, Marquetti MC y otros refirieron que el Aedes aegypti es un mosquito cuya vida está vinculada al género humano y por tanto a su conducta. Mientras el Aedes aegypti encuentre un lugar cerca de la sangre de los humanos no tendrá que trasladarse fuera del hogar. Para lograr la disminución de los criaderos de Aedes aegypti es imprescindible un conocimiento de la especie Aedes, sus formas de reproducción, sus características. Se suma además la necesidad del conocimiento de la forma que reacciona la especie ante las consecuencias del cambio climático. Si la conducta del hombre desconoce estos nuevos factores y favorece la existencia de criaderos, resultará difícil lograr un control del Aedes aegypti y por consecuencia lograr limitar la magnitud de la enfermedad y sus consecuencias. Un estudio sobre el hábitat de esta especie en Cuba muestra la necesidad de obtener conductas humanas que no favorezcan su desarrollo.
En el caso particular del Aedes, estos impactos ocurren por la ausencia de agua potable en los períodos de sequías debido a que las personas la almacenan en lugares inapropiados y mal tapados, por lo que crean un ambiente favorable para la reproducción y proliferación del mosquito. Cuando llueve, este vector coloniza rápidamente las vasijas que se encuentran en los solares yermos, lo que hace que aumente rápidamente su población (9,8).
Criaderos encontrados en recipientes artificiales útiles: Lavamanos, Inodoro, Tanque de Inodoro, Motor de Agua, Bandeja de refrigerador, Maceta con tierra y agua, Fuente de agua, Bebederos, Fregadero, Pecera, Floreros, Bañadera. Criaderos encontrados en recipientes artificiales no útiles: Pozuelo, Objetos abandonados: palangana, jarro, cazuela, lata, pantalla de televisión, plato, asiento plástico, acumulador y cocina. Recipiente de barro, aire acondicionado roto, pelota rota, chatarra, nylon, botellas, pomos, exponen hábitats que demuestran la responsabilidad humana en ello. (11) En general la transmisión de dengue es un fenómeno complejo donde los factores mencionados anteriormente están involucrados sin embargo las condiciones de vida y particularmente la pobreza y las inequidades sociales constituyen un fondo común.(12)
La región de las Américas es posiblemente el mejor ejemplo de esta situación, a finales de los años 40 se desarrolló la campaña de erradicación de Aedes aegypti y casi el 70% lograron la erradicación. En la década de los 60 y 70, países de Centro América y Sudamérica comenzaron a reinfestarse. El incremento en los viajes aéreos permite el movimiento de los serotipos virales, cepas y genotipos de una región a otra. Individuos en fase viremia son capaces de introducir un nuevo virus en una población susceptible. (2) Para que exista la enfermedad debe existir tres componentes: el hombre, el virus y el mosquito vector, encargado de transmitir la afección de un hombre enfermo a un hombre sano.(2)
Como puede verse la situación del dengue en la región resulta realmente alarmante y las perspectiva para su control son remotas, ya que los factores de emergencia del esta virosis resultan difíciles de eliminar. La disponibilidad de vacuna contra el dengue es aún lejana, por lo que la única alternativa existente en la actualidad para el control del dengue es mediante el control y erradicación del vector (13). Solo se alivian los síntomas y se tratan las complicaciones entre ellas las más graves. El DH y el síndrome de shock por dengue, son las formas que requieren de tratamiento oportuno ya que pueden tener desenlace fatal (14). En los años 1950 y 1960 la OPS, llevo a cabo con los países de la región y con el fin principal de evitar la Fiebre amarilla urbana, una campaña continental para la erradicación del Aedes Aegypti en la región. La mayoría de los países lograron erradicar el vector.
La OPS reporto que en 1995 se habían destinado a las actividades de control del dengue en las Américas 103, 825,798 USD (solo por parte de los países que brindaron la información antes del 30 de agosto de ese año) (15). Teniendo en cuenta el aumento de la severidad del Dengue en las Américas el consejo directivo de la OPS en su XXXIX reunión (1996) adopto la resolución CD 39, R11, urgiendo a los estados miembros, a que elaboraran planes nacionales para extender e intensificar los esfuerzos en el combate contra el Aedes Aegypti, con vistas a su futura erradicación. Se estableció una comisión para elaborar el plan continental con el objetivo de alcanzar niveles de infestación cercanos a 0 y así conseguir la eliminación de la circulación de los virus del dengue. La dificultad en el plan continental estriba en su finanzas, ya que se estima un costo anual de 1,657,500,000 USD de ellos el 84,5% en costo directo de operación del programa. (15 y 16)
El incremento en la densidad y distribución geográfica del vector, mosquito Aedes aegypti, como transmisor del Dengue, son los factores directamente responsables de la emergencia y re-emergencia de la virosis. El primero está muy influenciado por los cambios demográficos globales y la urbanización no planificada que resulta en condiciones de vivienda, por debajo del estándar de vida con un suministro inadecuado de agua y de los sistemas de manejo de residuales. El deterioro de los sistemas de salud y de los programas de control del vector en la mayoría de los países endémicos influye negativamente en la situación epidemiológica de esta enfermedad. (1)
En general los factores que favorecen el contacto entre el vector y el hombre influyen en el incremento de la transmisión del Dengue. Otros factores como los cambios climáticos y la evolución viral también pueden influir. Los factores macro determinantes de la transmisión del dengue se clasifican en ambientales (latitud, humedad relativa, temperatura, otros), sociales (densidad de población, características de las viviendas, abastecimiento de agua, entre otros) y estado socioeconómico de la población. Entre los factores micro determinantes se destacan los dependientes del individuo, del agente y los relativos al vector (densidad de hembras adultas, frecuencia de alimentación, abundancia del vector etc.(3).