Inicio > Cardiología > Evaluación y detección de los factores de riesgo cardiovascular > Página 2

Evaluación y detección de los factores de riesgo cardiovascular

  • Estrés en el trabajo y en la vida familiar: El estrés relacionado con el trabajo (exigencias psicológicas excesivas, falta de apoyo social y presión) es factor de riesgo de ECV incidente en varones 30,31. Los conflictos, las crisis y el estrés a largo plazo en la vida familiar también aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV), especialmente en las mujeres 32,33.

El segundo grupo de factores de riesgo corresponde a los no modificables, que son propios de la persona, es decir, siempre existirá y no es posible revertirlo o eliminarlo. Entre ellos están:

  • Edad avanzada y Sexo: El aumento de la edad, normalmente a partir de los 65 años, y ser varón aumentan el riesgo CV 3.
  • Herencia: Existe riesgo de enfermedad cardíaca cuando un familiar de primer grado, hombre menor de 55 años y mujer menor de 65 años, ha presentado alguna enfermedad aterosclerótica 3.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Tras aplicar los criterios de inclusión y de exclusión comentados ya anteriormente, se han seleccionado una serie de artículos para establecer una relación entre las enfermedades cardiovasculares con el estilo de vida llevado a cabo, y para determinar que las actuaciones dirigidas a la modificación del estilo de vida y la obtención de hábitos saludables son eficaces en la prevención cardiovascular, respondiendo así a los objetivos que nos hemos propuesto.

La dieta mediterránea es considerada uno de los modelos dietéticos más saludables que existe actualmente en función de su relación con la preservación del buen estado de salud y la calidad de vida, presentando efectos favorables sobre los factores de riesgo cardiovascular y reduciendo la morbilidad y mortalidad cardiovascular 34. Gutiérrez Fuentes et al. (2011) indican que la población española se encuentra aún alejada de los ideales dietéticos recomendados. El consumo de hidratos de carbono sigue estando por debajo del 50% recomendado, y el de grasas totales y el de proteínas siguen siendo demasiado elevados 35.

Ursella et al. (2005) señalan que la Proteína C Reactiva es un marcador de riesgo cardiovascular ya que predice constantemente nuevos eventos coronarios, incluyendo infarto de miocardio en los pacientes con enfermedad isquémica del corazón 36.

Warren TY et al. (2010) determinan que el estilo de vida sedentario es uno de los principales factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares 28. Arteaga A et al. (2010) en su estudio sobre la actividad física y su asociación con factores de riesgo cardiovascular concluyen que la actividad física es un factor protector del riesgo cardiovascular 37.

El estudio realizado por Berrington de González et al. (2010) indican que el sobrepeso, la obesidad y un alto índice de masa corporal se asocian con un aumento de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares 13.

Baena-Díez et al. (2008) llegan a la conclusión de que la presión arterial sistólica y la presión arterial diastólica son predictores del riesgo cardiovascular, y demuestran que la presión de pulso no es superior a estos dos componentes de la presión arterial en la predicción del riesgo cardiovascular 38. Otro estudio realizado por Lewington S et al. (2002) indican que la mortalidad por enfermedad cardiovascular e ictus aumenta de forma progresiva y lineal a partir de cifras de presión arterial sistólica (PAS) de 115 mmHg y presión arterial diastólica (PAD) de 75 mmHg, por lo que hay que tener en cuenta la presión arterial 7.

Neaton et al. (1992) señalan el papel decisivo de la dislipemia en el desarrollo de la enfermedad cardiovascular y establecen que en una amplia gama de concentraciones de colesterol hay una relación firme y positiva entre el colesterol total o el cLDL y el riesgo de enfermedades cardiovasculares (ECV) 8. Otro estudio realizado por Reiner et al. (2011) confirman que la reducción del cLDL plasmático reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular 9.

El estudio desarrollado por Chapman MJ et al. (2011) indican que las concentraciones bajas de cHDL se asocian de forma independiente a un mayor riesgo CV 11.

El estudio realizado por Ceconi et al. (2012) señalan que la diabetes mellitus es una situación que confiere por sí misma un alto riesgo cardiovascular; y también determina que el aumento de la edad, normalmente a partir de los 65 años, y ser varón aumenta el riesgo CV 3.

Además, Ceconi et al. (2012) indican que el tabaquismo se asocia a un aumento del riesgo de todos los tipos de enfermedad cardiovascular (ECV): EC, ACV isquémico, EAP y aneurisma abdominal de aorta y afirman que fumar potencia el desarrollo de aterosclerosis y la incidencia de fenómenos trombóticos superpuestos 3. También Gupta et al. (2013) en su artículo de revisión sobre el tabaco y las enfermedades cardiovasculares sostienen que el tabaco es un grave factor de riesgo cardiovascular 39.

Eller et al. (2009) sostienen que la depresión, la ansiedad y el estrés se asocian tanto al desarrollo como a la progresión de enfermedad cardiovascular 30.

Williams et al. (2001) llegan a la conclusión de que la prevalencia familiar de la enfermedad aterosclerótica o de los factores de riesgo más importantes (presión arterial alta, diabetes, hiperlipemia) se producen en los familiares de primer grado de cualquier paciente afectado por la enfermedad antes de los 55 años los varones y los 65 años las mujeres 40.

CONCLUSIONES

  1. Las enfermedades cardiovasculares están fuertemente relacionadas con el estilo de vida, especialmente con el consumo de tabaco, los hábitos alimentarios poco saludables, la inactividad física y el estrés psicosocial.
  2. Las intervenciones dirigidas a la modificación del estilo de vida y la adquisición de hábitos saludables han demostrado ser eficaces en la prevención cardiovascular: alimentación saludable, actividad física, control del peso y perímetro abdominal, y abandono de hábitos nocivos, especialmente el tabaquismo.

BIBLIOGRAFÍA

  1. ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD (2013): Enfermedades Cardiovasculares. <http://www.who.int/topics/cardiovascular_diseases/es/ > (Obtenido el 5 de Marzo de 2017).
  2. Lobos JM, Martell N, Mata P, Vázquez JA and Morchón S (2010): “Guía para el manejo del riesgo cardiovascular”.
  3. Ceconi C, Dean V, Deaton C, Fagard R, Funck-Brentano C, Hasdai D, et al. (2012): “Guía europea sobre prevención de la enfermedad cardiovascular en la práctica clínica”.
  4. World Health Organization. Joint WHO /FAO Expert Consultation on Diet, Nutrition and the Prevention of Chronic Diseases. 2002. Report No. 916.
  5. MacMahon S, Peto R, Cutler J, Collins R, Sorlie P, Neaton J, et al. Blood pressure, stroke, and coronary heart disease. Part 1, Prolonged differences in blood pressure: prospective observational studies corrected for the regression dilution bias. Lancet.1990; 335: 765-74.
  6. Wattigney WA, Mensah GA, Croft JB. Increasing trends in hospitalization for atrial fibrillation in the United States, 1985 through 1999: implications for primary prevention. Circulation. 2003; 108: 711-6.
  7. Lewington S, Clarke R, Qizilbash N, Peto R, Collins R. Age-specific relevance of usual blood pressure to vascular mortality: a meta-analysis of individual data for one million adults in 61 prospective studies. Lancet. 2002; 360: 1903-13.
  8. Neaton JD, Blackburn H, Jacobs D, Kuller L, Lee DJ, Sherwin R, et al. Serum cholesterol level mortality findings for men screened in the Multiple Risk Factor Intervention Trial. Multiple Risk Factor Intervention Trial Research Group. Arch Intern Med. 1992; 152: 1490-500.
  9. Reiner Z, Catapano AL, De Backer G, Graham I, Taskinen MR, Wiklund O, et al. ESC/EAS Guidelines for the management of dyslipidaemias: The Task Force for the management of dyslipidaemias of the European Society of Cardiology (ESC) and the European Atherosclerosis Society (EAS). Eur Heart J. 2011; 32:1769-818.
  10. Baigent C, Blackwell L, Emberson J, Holland LE, Reith C, Bhala N, et al. Efficacy and safety of more intensive lowering of LDL cholesterol: a meta-analysis of data from 170,000 participants in 26 randomised trials. Lancet. 2010; 376:1670-81.
  11. Chapman MJ, Ginsberg HN, Amarenco P, Andreotti F, Boren J, Catapano AL, et al. Triglyceride-rich lipoproteins and high-density lipoprotein cholesterol in patients at high risk of cardiovascular disease: evidence and guidance for management. Eur Heart J. 2011;32:1345-61.
  12. Whitlock G, Lewington S, Sherliker P, Clarke R, Emberson J, Halsey J, et al. Bodymass index and cause-specific mortality in 900 000 adults: collaborative analyses of 57 prospective studies. Lancet. 2009; 373:1083-96.
  13. Berrington de Gonzalez A, Hartge P, Cerhan JR, Flint AJ, Hannan L, MacInnis RJ, et al. Body-mass index and mortality among 1.46 million white adults. N Engl J Med. 2010; 363:2211-9.
  14. Zheng W, McLerran DF, Rolland B, Zhang X, Inoue M, Matsuo K, et al. Association between body-mass index and risk of death in more than 1 million Asians. N Engl J Med. 2011; 364:719-29.
  15. Haslam DW, James WP. Obesity. Lancet. 2005; 366:1197-209.
  16. Obesity: Preventing and Managing the Global Epidemic. Report of a WHO Consultation. World Health Organization Technical Report Series, Report No. 894. Geneva: World Health Organization; 1998.
  17. Yamaguchi Y, Matsuno S, Kagota S, Haginaka J, Kunitomo M. Oxidants in cigarette smoke extract modify low-density lipoprotein in the plasma and facilitate atherogenesis in the aorta of Watanabe heritable hyperlipidemic rabbits. Atherosclerosis. 2001; 156:109-17.
  18. Weber C, Erl W, Weber K, Weber PC. Increased adhesiveness of isolated monocytes to endothelium is prevented by vitamin C intake in smokers. Circulation. 1996; 93:1488-92.
  19. Weber C, Erl W, Weber PC. Enhancement of monocyte adhesion to endothelial cells by oxidatively modified low-density lipoprotein is mediated by activation of CD11b. Biochem Biophys Res Commun. 1995; 206:621-8.
  20. Yamaguchi Y, Matsuno S, Kagota S, Haginaka J, Kunitomo M. Peroxynitritemediated oxidative modification of low-density lipoprotein by aqueous extracts of cigarette smoke and the preventive effect of fluvastatin. Atherosclerosis. 2004; 172:259-65.
  21. Yamaguchi Y, Haginaka J, Morimoto S, Fujioka Y, Kunitomo M. Facilitated nitration and oxidation of LDL in cigarette smokers. Eur J Clin Invest. 2005; 35:186-93.
  22. Talbot LA, Morrell CH, Fleg JL, Metter EJ. Changes in leisure time physical activity and risk of all-cause mortality in men and women: the Baltimore Longitudinal Study of Aging. Prev Med. 2007; 45:169-76.
  23. Nocon M, Hiemann T, Muller-Riemenschneider F, Thalau F, Roll S, Willich SN. Association of physical activity with all-cause and cardiovascular mortality: a systematic review and meta-analysis. Eur J Cardiovasc Prev Rehabil. 2008; 15:239-46.
  24. Lollgen H, Bockenhoff A, Knapp G. Physical activity and all-cause mortality: an updated meta-analysis with different intensity categories. Int J Sports Med. 2009; 30:213-24.
  25. Richardson CR, Kriska AM, Lantz PM, Hayward RA. Physical activity and mortality across cardiovascular disease risk groups. Med Sci Sports Exerc. 2004; 36:1923-9.
  26. Taylor RS, Brown A, Ebrahim S, Jolliffe J, Noorani H, Rees K, et al. Exercise-based rehabilitation for patients with coronary heart disease: systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials. Am J Med. 2004; 116:682-92.
  27. Piepoli MF, Davos C, Francis DP, Coats AJ. Exercise training meta-analysis of trials in patients with chronic heart failure (ExTraMATCH). BMJ. 2004; 328:189.
  28. Warren TY, Barry V, Hooker SP, Sui X, Church TS, Blair SN. Sedentary behaviors increase risk of cardiovascular disease mortality in men. Med Sci Sports Exerc. 2010; 42:879-85.
  29. Graham I, Atar D, Borch-Johnsen K, Boysen G, Burell G, Cifkova R, et al. European guidelines on cardiovascular disease prevention in clinical practice: full text. Fourth Joint Task Force of the European Society of Cardiology and other societies on cardiovascular disease prevention in clinical practice (constituted by representatives of nine societies and by invited experts). Eur J Cardiovasc Prev Rehabil. 2007; 14 Suppl 2:S1-113.
  30. Eller NH, Netterstrom B, Gyntelberg F, Kristensen TS, Nielsen F, Steptoe A, et al. Work-related psychosocial factors and the development of ischemic heart disease: a systematic review. Cardiol Rev. 2009; 17:83-97.
  31. De Vogli R, Ferrie JE, Chandola T, Kivimaki M, Marmot MG. Unfairness and health: evidence from the Whitehall II Study. J Epidemiol Community Health. 2007; 61:513-8.
  32. Eaker ED, Sullivan LM, Kelly-Hayes M, D’Agostino RB Sr, Benjamin EJ. Marital status, marital strain, and risk of coronary heart disease or total mortality: the Framingham Offspring Study. Psychosom Med. 2007; 69:509-13.
  33. Orth-Gomer K, Wamala SP, Horsten M, Schenck-Gustafsson K, Schneiderman N, Mittleman MA. Marital stress worsens prognosis in women with coronary heart disease: the Stockholm Female Coronary Risk Study. JAMA. 2000; 284:3008-14.
  34. García-Fernández E, Rico-Cabanas L, Rosgaard N, Estruch R, Bach-Faig A. Mediterranean Diet and Cardiodiabesity: A Review. J Nutr 2014; 6(9): 3474–3500.
  35. Gutiérrez Fuentes JA, Gómez Gerique JA, et al. Estudio DRECE. Med Clin Monogr. 2011; 12: 1-39.
  36. Ursella S, Mazzone M, Portale G, Testa A, Pignataro G, Covino M, et al. How to use the C-reactive protein in cardiac disease? Minerva Cardioangiol. 2005; 53(1):59-68.
  37. Arteaga A, Bustos P, Soto R, Velasco N, Amigo H. Actividad física y su asociación con factores de riesgo cardiovascular: Un estudio en adultos jóvenes. Revista médica de Chile 2010; 138(10):1209-1216.
  38. Baena-Díez JM, Bermúdez-Chillida N, García-Lareo M, Olivia Byram A, Vidal-Solsona M, Vilató-García M, et al. Papel de la presión de pulso, presión arterial sistólica y presión arterial diastólica en la predicción del riesgo cardiovascular. Estudio de cohortes. Medicina Clínica 2008 3; 130(10):361-365.
  39. Gupta R, Gupta N, Khedar RS. Smokeless tobacco and cardiovascular disease in low and middle income countries. Indian Heart J. 2013; 65(4):369-77.
  40. Williams RR, Hunt SC, Heiss G, Province MA, Bensen JT, Higgins M, et al. Usefulness of cardiovascular family history data for population-based preventive medicine and medical research (the Health Family Tree Study and the NHLBI Family Heart Study). Am J Cardiol. 2001; 87:129-35.