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Diálisis adecuada. Presentación de un caso

Diálisis adecuada. Presentación de un caso

La dosis de diálisis es en la actualidad un tema importante en cuanto a investigaciones médicas. El nefrólogo es la persona que indica el tratamiento dialítico y lo prescribe. La evolución y progresión del tratamiento dialítico ha sido positivo en sus más de 40 años de tratamiento crónico, aunque no se sabe con exactitud ¿cuál debe ser la dosis de diálisis, el tiempo, la frecuencia, el tipo de membrana y/o la utilización de líquido de diálisis?

Diálisis adecuada. Presentación de un caso

Autores: Dra. Caridad del Carmen González Consuegra MSc. Enfermedades Infecciosas (1), Lic. Yandaris Arzuaga Meléndez (2).

Hospital general docente “Alberto Fernández Montes de Oca”, San Luis, Santiago de Cuba, Cuba

Resumen

El presente trabajo, partiendo de un caso que se atiende en la Sala de Hemodiálisis del Hospital General Municipal Docente “Alberto Fernández Montes de Oca” de San Luis, provincia Santiago de Cuba, se realiza una caracterización de la diálisis, partiendo de las modificaciones realizadas al tratamiento hemodialítico, teniendo en cuenta aspectos clínicos como la anemia, nutrición, hipertensión arterial, toxinas urémicas y supervivencia.

Palabra clave: diálisis adecuada

Introducción:

En 1971 De Palma definió la diálisis adecuada como aquel tratamiento renal sustitutivo que permita al paciente estar rehabilitado, coma una razonable dieta, fabrique sangre, mantenga cifras de tensión arterial normales y prevenga la progresión de la neuropatía (1). En 1983 Lindsay y colaboradores definieron la diálisis adecuada como el tratamiento sustitutivo renal que satisface los requisitos de ser eficaz y suficiente, consiga una buena tolerancia, mejore la calidad de vida y prolongue la supervivencia de los pacientes (1 2). En 1992 Charra y colaboradores la conceptualizaron como el prerrequisito básico para asegurar una supervivencia óptima en los pacientes con insuficiencia renal crónica terminal (2).

Desde un punto de vista más práctico y objetivo, la diálisis adecuada incluye la valoración y seguimiento de los siguientes aspectos: mortalidad, dosis de diálisis, hiperpotasemia, acidosis, hiperfosfatemia, metabolismo calcio-fósforo, anemia, hipertensión arterial, peso seco, estado nutricional, tolerancia intra e interdiálisis, depuración de toxinas urémicas, biocompatibilidad, comorbilidad, estado psicosocial y calidad de vida (3 4). Es muy importante la valoración global del paciente y la individualización del tratamiento.

La letalidad de los pacientes en hemodiálisis es del 13%. La principal causa de mortalidad ha sido la cardiovascular (45%), seguida de infecciosa (15%), no identificada (15%) y neoplasias (6%). El 19% restante estaría en otras causas (hepática, gastrointestinal y otras). La mortalidad en hemodiálisis, además de la edad, la diabetes u otras causas, ha sido relacionada con los niveles de albúmina, la anemia, la hipertensión arterial, la fosforemia, el producto fosfo-cálcico y la dosis de diálisis (5).

Desde el surgimiento de la hemodiálisis se intentó buscar un método cuantitativo para la valoración y prescripción de dicho tratamiento. El análisis de la velocidad de conducción nerviosa, los estudios electroencefalográficos o el índice de diálisis según el índice de Scribner y la teoría del metro cuadrado-hora fueron los primeros propuestos (6, 7). Más tarde se consideró la urea como un buen marcador de diálisis por ser una sustancia fácilmente medible, acumulable en la insuficiencia renal y eliminable por la hemodiálisis (8).

La dosis de diálisis es un buen indicador de diálisis adecuada, y no es un factor aislado, sino que ha sido relacionada con la corrección de la anemia, con el estado nutricional, con el control de la hipertensión arterial y, lo que es más importante con la supervivencia en diálisis (9 10). Se ha atribuido a la dosis de diálisis la principal causa de la mayor mortalidad de los enfermos.

Caso clínico

Paciente de 52 años de edad, con antecedentes de hipertensión arterial desde los 28 años, en programa periódico de hemodiálisis desde hace 5 años por nefropatía hipertensiva terminal. Presenta desde hace más de seis meses cuadro de deterioro del estado general, astenia, anorexia y pérdida de seis kilogramos de peso en el último año. Tratamiento actual: Carbonato de calcio 3 gramos /día, enalapril 20 milígramos/día, complejo vitamínico 6 tabletas al día y ácido fólico 5 milígramos/día.

APP: Los referidos en la historia de la enfermedad actual

APF: Hipertensión arterial

Examen físico:

Mucosas: Hipo coloreadas y húmeda

Tejido celular subcutáneo: Infiltrado por edema tercio medio e inferior de ambos miembros inferiores de fácil Godett.

Aparato Respiratorio: Normal. Frecuencia respiratoria: 18 respiraciones por minutos.

Aparato Cardiovascular: Ruidos cardíacos presentes, rítmicos y golpeados. No soplo, no roce pericárdico. Frecuencia cardíaca: 74 pulsaciones por minutos. TA 170/100 mmHg

Abdomen: Plano, depresible, no doloroso, no visceromegalia, no masas tumorales

Peso seco: 56 kilogramos

Talla: 160 centímetros

Índice de masa corporal (IMC): 21, 5 kilogramo por metro cuadrado de superficie corporal

Exámenes complementarios:

Hemograma: hemoglobina 11,1g/L, hematocrito 0.37, leucocitos 6.200, conteo de plaquetas 193.000, glicemia 3.2, creatinina 1132, proteínas totales 6,7, albúmina 1.4, colesterol 5.6, triglicéridos 1.25, Rx tórax cardiomegalia, electrocardiograma hipertrofia del ventrículo izquierdo, ultrasonido abdominal riñones disminuidos de tamaño, resto normal, gastroscopia normal.

Tratamiento Inicial

Frecuencia de diálisis: Tres veces por semana

Tiempo: 3 horas con 30 minutos

Ultrafiltración: Según peso actual

Dializador: F 7

Flujo: 250 mililitros

Dosis (kt/v): 1.2