Dilemas éticos en el final de la vida: la mirada de enfermería
Autora principal: Ana María Luca Simón
Vol. XX; nº 17; 910
Ethical Dilemmas at the End of Life: The Nursing Perspective
Fecha de recepción: 30 de julio de 2025
Fecha de aceptación: 31 de agosto de 2025
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com, Volumen XX. Número 17 – Primera quincena de Septiembre de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 17; 910
Autores:
Ana María Luca Simón, Enfermera Especialidad HOP Teruel
Marta Gascón Sánchez, Enfermera Especialidad HOP Teruel
Irene Sanz Gómez, Enfermera Especialidad HOP Teruel
Irene Torán Bellido, Enfermera Especialidad HOP Teruel
Andrea Ibáñez Romero, Enfermera Especialidad HOP Teruel
Patricia Cortés Egeda, Enfermera Especialidad HOP Teruel
Resumen
El final de la vida es un proceso profundamente humano en el que convergen dimensiones biológicas, psicológicas, sociales, espirituales y éticas. En este contexto, el personal de enfermería desempeña un papel esencial, no solo en la atención directa, sino como mediador entre el paciente, la familia y el equipo de salud. Los dilemas éticos que surgen en este tramo del proceso vital son frecuentes e inevitables, y exigen una respuesta fundamentada en valores, conocimientos éticos y habilidades de comunicación. Este artículo aborda los principales dilemas éticos que enfrentan los profesionales de enfermería en el acompañamiento al final de la vida, incluyendo la adecuación del esfuerzo terapéutico, la solicitud de sedación paliativa, la eutanasia, y los conflictos entre valores personales, familiares y profesionales. A través de una revisión bibliográfica extensa y actualizada, se analizan los marcos normativos, los principios bioéticos aplicables, y se propone una mirada centrada en el cuidado humanizado y respetuoso. Se destaca la importancia de una formación ética continua, del soporte emocional al personal de salud y de estrategias de deliberación ética interdisciplinaria para promover decisiones compartidas y garantizar una muerte digna.
Palabras clave
enfermería, final de vida, dilemas éticos, cuidados paliativos, eutanasia, autonomía, bioética, sedación paliativa
Abstract
End-of-life care is a deeply human process that encompasses biological, psychological, social, spiritual, and ethical dimensions. In this scenario, nursing professionals play a crucial role not only in providing direct care but also in acting as mediators between patients, families, and healthcare teams. Ethical dilemmas frequently arise during this stage and require responses grounded in values, ethical principles, and strong communication skills. This article addresses the main ethical issues that nurses encounter when supporting individuals at the end of life, including limitation of therapeutic effort, requests for palliative sedation, euthanasia, and conflicts among personal, familial, and professional values. Through an extensive and updated literature review, the article examines legal frameworks, relevant bioethical principles, and proposes a care-centered perspective grounded in dignity and humanity. It highlights the need for continuous ethical education, emotional support for healthcare workers, and interdisciplinary ethical deliberation strategies to ensure shared decision-making and a dignified death.
Keywords
nursing, end of life, ethical dilemmas, palliative care, euthanasia, autonomy, bioethics, palliative sedation
Introducción
Hablar del final de la vida es abordar una realidad que, aunque universal e inevitable, sigue siendo un tema difícil de afrontar tanto en el ámbito social como en el sanitario. La muerte, desde tiempos remotos, ha sido objeto de reflexión filosófica, ética y espiritual, y en el contexto contemporáneo se ha convertido también en una cuestión médica y legal. En este escenario, la enfermería desempeña un papel central, no solo por su función asistencial, sino por su cercanía constante con el paciente y su familia, lo que le otorga una posición única para observar, comprender y acompañar este proceso tan delicado.
La evolución de la medicina y de las tecnologías biomédicas ha cambiado radicalmente las condiciones en que se produce la muerte. Hoy es posible prolongar la vida más allá de lo que la naturaleza permitiría, pero esta prolongación no siempre se traduce en una mejora de la calidad de vida del paciente. En este contexto surgen dilemas éticos complejos: ¿Hasta cuándo tratar? ¿Qué significa realmente cuidar cuando ya no es posible curar? ¿Cómo respetar la autonomía del paciente cuando su voluntad entra en conflicto con las expectativas de la familia o del equipo médico?
Estos dilemas éticos cobran especial relevancia en la etapa final de la vida, donde los cuidados deben orientarse al alivio del sufrimiento, el respeto a la dignidad humana y la promoción de una muerte en paz. Aquí es donde el rol de enfermería se vuelve esencial, pues los profesionales de esta disciplina son quienes acompañan al paciente las 24 horas del día, quienes escuchan sus miedos, sostienen a las familias en crisis, y ejecutan muchas de las decisiones terapéuticas más sensibles, como la administración de la sedación paliativa o la retirada de soportes vitales.
El ejercicio profesional de la enfermería en estas situaciones no está exento de tensiones emocionales y morales. La carga de tomar decisiones o de acompañar procesos donde la vida y la muerte están tan entrelazadas puede producir lo que se conoce como «sufrimiento moral», especialmente cuando el profesional siente que no puede actuar conforme a lo que considera correcto. Esto resalta la necesidad de dotar al personal de enfermería de herramientas teóricas, éticas y emocionales que le permitan afrontar estos dilemas de manera reflexiva, informada y humana.
Por otro lado, el contexto social y cultural también influye en la forma en que se vive y se interpreta la muerte. Las creencias religiosas, los valores personales, las condiciones socioeconómicas y las políticas de salud pública determinan qué intervenciones son accesibles, aceptables o deseables para un paciente al final de su vida. Enfermería, como disciplina inserta en este entramado, debe ser capaz de navegar entre estas múltiples dimensiones, abogando por el respeto a la diversidad y la equidad en el acceso a cuidados paliativos de calidad.
En este marco, el presente artículo tiene como objetivo explorar los principales dilemas éticos que enfrentan los profesionales de enfermería en el acompañamiento al final de la vida. A través de una revisión bibliográfica extensa, se analizarán situaciones concretas como la limitación del esfuerzo terapéutico, la sedación paliativa, la eutanasia, los conflictos de valores y la gestión de la autonomía del paciente. Asimismo, se propondrán estrategias para fortalecer el juicio ético, promover la deliberación moral en los equipos de salud y fomentar una cultura de cuidado centrada en la dignidad humana. La mirada de enfermería, por su compromiso con el cuidado integral, tiene mucho que aportar en la construcción de una práctica ética, compasiva y humanizada al final de la vida.
1. El final de la vida como proceso ético y humano
El proceso de morir no debe entenderse únicamente como una falla del cuerpo, sino como una etapa vital que merece cuidados específicos. El enfoque de cuidados paliativos ha promovido una mirada holística del final de la vida, centrada en el alivio del sufrimiento, el respeto por la autonomía del paciente y el acompañamiento integral.
Desde la ética, se hace necesario considerar la dignidad de la persona como un principio rector. Esto implica reconocer al paciente como sujeto activo, capaz de tomar decisiones informadas sobre su tratamiento y su forma de morir, en la medida de sus capacidades. La enfermería, como disciplina comprometida con el cuidado humano, tiene el deber de promover esa autonomía y de garantizar que cada intervención se base en el respeto a la individualidad y la voluntad del paciente.
2. Principales dilemas éticos en la atención al final de la vida
2.1. Limitación del esfuerzo terapéutico (LET)
Uno de los dilemas más frecuentes en las unidades de cuidados intensivos y servicios de urgencia es la decisión de limitar o suspender tratamientos que ya no ofrecen beneficio clínico significativo. La LET implica dejar de aplicar medidas de soporte vital que solo prolongan artificialmente la vida sin mejorar la calidad de esta.
Enfermería, al estar presente en la administración de estos tratamientos y en la observación cercana del deterioro del paciente, suele identificar cuándo una intervención comienza a ser fútil. Sin embargo, intervenir en decisiones de LET puede generar un conflicto ético, especialmente cuando las expectativas del equipo médico o la familia no coinciden con las del paciente.
La comunicación efectiva y la participación de enfermería en los comités de ética hospitalaria resultan fundamentales para manejar estas situaciones con responsabilidad y sensibilidad.
2.2. Sedación paliativa: ¿alivio o aceleración de la muerte?
La sedación paliativa consiste en reducir el nivel de conciencia del paciente para aliviar síntomas refractarios como el dolor, la disnea o la angustia existencial. Aunque se trata de una intervención legal y ética en muchos países, su uso genera dudas, especialmente cuando su resultado es la proximidad inminente de la muerte.
El dilema surge cuando se confunde con la eutanasia. Para la enfermería, aplicar o asistir en una sedación paliativa requiere no solo conocimiento técnico, sino una reflexión ética profunda que garantice que la intención sea exclusivamente aliviar el sufrimiento, y no provocar la muerte. La documentación adecuada, el consentimiento informado y el diálogo con la familia son elementos clave.
2.3. Eutanasia y suicidio asistido
Aunque no es legal en muchos países, el debate sobre la eutanasia está presente en la práctica clínica. En aquellos lugares donde es permitida, la enfermería enfrenta el reto de acompañar procesos complejos que involucran no solo decisiones médicas, sino también valores, creencias y emociones intensas.
Incluso cuando la eutanasia no es practicada, el personal de enfermería recibe con frecuencia expresiones de deseo de morir por parte de pacientes con sufrimiento intolerable. Esto genera un desafío ético para el cual es necesaria una formación específica en escucha activa, valoración del sufrimiento y acompañamiento emocional.
2.4. Conflictos entre valores del paciente, familia y equipo de salud
Es común que los valores del paciente no coincidan con los de sus familiares o incluso con los del equipo sanitario. Por ejemplo, un paciente puede expresar su deseo de no recibir tratamiento, mientras que su familia exige que «se haga todo lo posible». En estas situaciones, la enfermería actúa como puente, facilitando la comprensión mutua y ayudando a alcanzar consensos que respeten la voluntad del paciente.
El respeto a la autonomía es un principio ineludible, pero su implementación práctica puede ser difícil en contextos de tensión emocional y urgencia. El rol de la enfermería es clave para sostener el diálogo ético y promover decisiones compartidas.
3. El acompañamiento enfermero: dimensión ética del cuidado
La enfermería no solo administra tratamientos, sino que acompaña a las personas en su tránsito por el sufrimiento y la muerte. Esta presencia constante permite desarrollar una mirada integral del paciente y detectar necesidades emocionales, espirituales y sociales que no siempre son visibles para el resto del equipo.
La ética del cuidado promueve una relación basada en la empatía, la escucha y el respeto. En este marco, el profesional de enfermería se convierte en un referente de confianza, tanto para el paciente como para su entorno familiar. Esta relación requiere una formación ética sólida y una disposición emocional abierta, pero también deja al profesional expuesto al sufrimiento ajeno y a dilemas morales complejos.
4. La bioética como herramienta para la toma de decisiones
La bioética clínica ofrece un marco útil para abordar los dilemas del final de la vida. Entre los modelos más utilizados se encuentra el de los cuatro principios:
Autonomía: Respeto por la decisión informada del paciente.
Beneficencia: Actuar buscando siempre el mayor beneficio para el paciente.
No maleficencia: Evitar daños innecesarios o intervenciones que prolonguen el sufrimiento.
Justicia: Garantizar la equidad en el acceso a recursos y tratamientos.
Enfermería puede utilizar este marco como guía en la toma de decisiones difíciles, especialmente cuando debe actuar como mediadora entre posiciones encontradas.
5. Formación ética y apoyo al personal de enfermería
El afrontamiento de dilemas éticos exige competencias específicas. No basta con tener buena voluntad o sentido común; se requiere formación formal en ética, habilidades de comunicación y capacidad de deliberación clínica.
Además, el personal de enfermería necesita espacios de contención emocional, donde pueda expresar sus dudas, miedos y malestares. Las instituciones deben promover equipos de apoyo, talleres de ética aplicada y mecanismos de consulta ética accesibles y operativos.
6. Conclusiones
El final de la vida es una etapa que interpela profundamente a los profesionales de la salud, especialmente a la enfermería, que se encuentra en contacto directo con el sufrimiento humano. Enfrentar dilemas éticos en este contexto requiere más que conocimientos técnicos: exige sensibilidad, formación, trabajo en equipo y una profunda vocación de cuidado.
El sufrimiento moral del personal de enfermería en el contexto de cuidados al final de la vida es una realidad que no debe ser invisibilizada. La imposibilidad de actuar conforme a los valores propios, la percepción de futilidad terapéutica o la falta de espacios para expresar dudas éticas pueden derivar en consecuencias psicológicas graves. Por ello, resulta indispensable implementar estrategias institucionales de apoyo emocional, formación ética y deliberación interdisciplinaria para proteger no solo al paciente, sino también al profesional.
En síntesis, los dilemas éticos en el final de la vida requieren de un abordaje reflexivo, multidisciplinario y humanizado. La enfermería, por su vocación de cuidado, su cercanía con el paciente y su formación integral, está llamada a liderar procesos que garanticen una muerte digna, respetuosa y libre de sufrimiento. Esto solo será posible si se reconoce el valor del juicio ético enfermero, se fortalecen sus competencias en ética clínica y se construyen entornos de trabajo donde se promueva la deliberación, el respeto y la compasión.
Para garantizar una atención ética y digna al final de la vida, es imprescindible fortalecer la formación ética de los profesionales, implementar espacios de deliberación y cuidado del cuidador, y reconocer el valor humano del acompañamiento enfermero.
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Declaración de buenas prácticas:
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses.
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.