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Displasia de cadera

Displasia de cadera

Autora principal: Ana Carmen Valer Pelarda

Vol. XV; nº 13; 662

Hip dysplasia

Fecha de recepción: 04/05/2020

Fecha de aceptación: 02/07/2020

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XV. Número 13 –  Primera quincena de Julio de 2020 – Página inicial: Vol. XV; nº 13; 662

AUTORES

Ana Carmen Valer Pelarda. Graduada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en Hospital Universitario Miguel Servet. Servicio Aragonés de Salud.

Mª Mar Sancho García. Graduada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en Hospital Universitario Miguel Servet. Servicio Aragonés de Salud.

Elsa Mallor López. Graduada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en Hospital Universitario Miguel Servet. Servicio Aragonés de Salud.

Ángela Valer Pelarda. Graduada en Enfermería. Enfermera en Hospital Clínico Universitario de Zaragoza. Servicio Aragonés de Salud.

Marta Gasca Carceller. Graduada en Enfermería. Enfermera en servicio contra incendios, de salvamento y protección civil. Ayuntamiento de Zaragoza.

   RESUMEN La displasia de cadera es una lesión relativamente frecuente en el recién nacido y es la alteración de la relación entre la pelvis y la cabeza del fémur. La etiología es multifactorial existiendo  factores de riesgo conocidos y estudiados. Es importante realizar un diagnostico y tratamiento ortopédico precoz, y si fuera necesario cirugía para evitar futuras complicaciones y secuelas en el desarrollo normal de la cadera y de la futura marcha. 

PALABRAS CLAVE: displasia de cadera, fisioterapia.

SUMMARY

Hip dysplasia is a relatively frequent injury in the newborn and is the alteration of the relationship between the pelvis and the head of the femur. The etiology is multifactorial, with known and studied risk factors. It is important to carry out an early orthopedic diagnosis and treatment, and if necessary surgery to avoid future complications and sequelae in the normal development of the hip and future gait.

KEYWORDS: dislocation congenital hip, physiotherapy.

INTRODUCCIÓN

La  displasia de cadera en bebés antes era conocida  como luxación congénita de cadera  y es una malformación que ocasiona la pérdida de contacto entre la cabeza femoral y el acetábulo de la pelvis.  Antiguamente  el término de luxación congénita de cadera  hacía referencia a la luxación presente al nacer, el termino displasia de cadera incluye también la displasia  de desarrollo, el riesgo de luxación se mantiene hasta los primeros seis meses(1). La cabeza femoral puede estar completamente fuera del acetábulo (luxación), parcialmente (subluxada) o bien ser una cadera inestable de forma que la cabeza del fémur entra y sale de la cavidad del acetábulo.

La incidencia de la displasia de cadera es entre  2 a 6 por cada 1,000 nacimientos (2). Lo más habitual es  la presencia de manera unilateral, y predomina   en torno a un 60% la cadera izquierda debido a la posición uterina del bebé.  Varía en las distintas regiones del mundo, existiendo regiones en donde la frecuencia es mayor  demostrando que los factores socioculturales influyen (1).

El sexo femenino (con una relación de 8:1 respecto al masculino), ser primogénito, parto de nalgas y tener antecedentes familiares de displasia de cadera son factores de riesgo conocidos.  Además se detallan asociaciones más actuales en los recién nacidos posterior a las 40 semanas de gestación y  con un  peso elevado al nacer y, en cambio, el hecho de ser prematuro se considera un factor protector. Como factor de riesgo externo se encuentra el mantener la cadera del bebe en extensión y aducción durante  un tiempo prolongado por ejemplo debido al uso de mochilas no ergonómicas o como postura  mantenida para coger al bebé  (3).

 Diagnóstico 

El diagnóstico de la displasia de cadera debe ser precoz y se realiza en un primer momento a través de las maniobras de exploración física de Ortolani y Barlow, mediante la observación de  una asimetría de los pliegues de muslos y glúteos y una limitación articular de la abducción o separación de caderas (4).

Las  pruebas o maniobras de Ortolani y Barlow se aplican a todos los bebés inmediatamente después del nacimiento para descartar o comprobar una displasia de cadera. La prueba de Barlow consiste en notar el resalte que se produce en la cadera luxable  la entrada y  la salida de la cabeza femoral de la cavidad cotiloidea.  Se coloca al recién nacido en decúbito supino y se flexionan las rodillas y caderas. Se realiza la prueba de manera que se separan las rodillas, llevándolas hacia el plano de la camilla;  con esta maniobra se produce la reducción haciendo entrar la cabeza dentro del cótilo y se nota el resalte. Una maniobra de Barlow es  positiva cuando produce sonido similar a  ‘’clunc’’ y  significa que  es una cadera subluxable o luxable. Por el contrario es  negativa si  se trata de  una cadera normal o luxada.

La maniobra o test de Ortolani es la contraria a la de Barlow y comprueba  la reducción de una cadera previamente luxada. Se realiza con las dos caderas en flexión y abducción o separación de 90 grados y se coloca una toma en el fémur, de manera que el primer dedo se sitúe en la cara interna del muslo y los pulpejos del resto de dedos palpen el trocánter mayor, la otra toma estabiliza la pelvis.  Ante una cadera  luxada, la abducción se encuentra limitada y es la presión de los dedos sobre el trocánter, forzando suavemente la separación, la que producirá  la reducción de la cadera, y el sonido tipo clonck  indicará que es positiva.

Estas dos pruebas se pueden realizar y repetir hasta los 6 meses. Es posible que un neonato con una exploración normal y posteriormente que desarrolle una displasia por eso de ahí que también se nombre como displasia evolutiva o del desarrollo de cadera.

Con ambas maniobras se puede clasificar los distintos tipos de cadera patológica:

  1. cadera inestable si el test de Barlow es positivo;
  2. cadera luxada reducible cuando el test  de Ortolani es positivo y
  3. cadena luxada irreductible cuando con el test de Ortolani no se produce  reducción.

Estas maniobras tienen más  valor sobre todo durante los primeros días de vida, así que ante  una gran limitación de la abducción de la cadera, ante una maniobra de Ortolani que no mejora el rango de movilidad la cadera, se sospechará de una luxación de cadera irreductible (5).

Exámenes complementarios

La ecografía de cadera se realiza después  de la  exploración  mediante las maniobras de Ortolani y Barlow para cerciorar el diagnóstico de displasia de caderas. El ultrasonido da unas  imágenes fiables del tejido óseo y cartilaginoso del bebé. Proporciona realizar una exploración tanto estática como dinámica de la cadera y es el examen complementario indicado en el primer período neonatal, particularmente hasta los 3 y 4 primeros meses de vida.

La osificación de la cabeza fémur pasando de ser un tejido cartilaginoso a convertirse en tejido óseo  dificulta la prueba con ecografía. Es por la osificación que la prueba de control o de diagnostico a niños mayores de 6 meses es la radiografía convencional (1). En la radiografía si existe una luxación de cadera irreductible el fémur se encuentra  ascendido (5).

 Tratamiento 

Los objetivos buscados con en el tratamiento de la displasia de cadera son: favorecer la reducción articular manteniendo la máxima estabilidad de la cadera de forma que se produzca un desarrollo normal de la cadera  evitando la  displasia residual (5). En la luxación irreductible, el tratamiento abarca hasta los primeros 6 meses aproximadamente. En un primer momento se  utiliza el tratamiento ortopédico mediante ortesis. Se usa el arnés de Paulik, que mantiene las caderas  recentradas mediante  la postura de flexión y abducción de caderas, y en el caso de no conseguir una reducción a las 2-3 semanas, se realiza una tracción continua con abducción progresiva, reducción con anestesia general  e inmovilización con yeso (2). Cuando el diagnóstico se realiza con posterioridad a los 6 meses de edad  se realiza como primer tratamiento esta tracción con abducción, reducción bajo anestesia y el posterior yeso. En las luxaciones reductibles se  indica esta ortesis de Paulik inicialmente. Si a las 3 semanas persiste  la cadera inestable, se aplica un yeso que mantiene la cadera en flexión de 100º y  en abducción de 60º durante un mes. Después se sigue con el arnés hasta conseguir la completa reducción y se haya  resuelto la displasia del acetábulo. (5)  Antiguamente se utilizaba la técnica del doble o triple pañal, actualmente está en desuso, además puede resultar perjudicial y es incómodo e ineficaz (2).

 La  intervención quirúrgica  de la displasia se utiliza solamente para completar una reducción quirúrgica o corregir secuelas. La  osteotomía pélvica para aumentar el tamaño de la cavidad acetabular o modificar su orientación  es la técnica que se  usa para mejorar la capacidad funcional (5).

 Igualmente, se les dará una serie de recomendaciones  y pautas a los padres cuando se detecte la displasia. Para dormir se debe colocar al  niño  boca arriba, nunca de lado. Es necesario que  cuando juegue también lo pongan bocabajo. Cuando lo tengan cogido en brazos los padres deben procurar que mantenga las piernas separadas suavemente evitando  sobretodo las piernas juntas. Además para el cambio de pañales no se debe sujetar al niño por los tobillos y traccionar hacia arriba, que se suele hacer frecuentemente. El porteo a través de mochilas ergonómicas o pañuelos donde se mantienen los miembros inferiores con una  posición en M con las rodillas más altas que las caderas, es una posición muy favorable para las caderas, pudiendo resultar beneficioso. (2)  Se requiere de un diagnóstico precoz para realizar un tratamiento temprano y  así evitar complicaciones futuras. De lo contario la articulación de la cadera no se desarrollará adecuadamente si no se trata de forma temprana y habrá limitación en el rango articular de la cadera, y que se hará más evidente cuando el niño comience a caminar. La anomalía podrá provocar dolor a medida que el niño crezca y podrá haber una artrosis temprana.  

BIBLIOGRAFÍA

1.     Junquera M. Tratamiento de la luxación congénita de cadera en un niño. 2019. [internet].  [consultado 25 de junio de 2019] disponible en     https://www.fisioterapia-online.com/articulos/tratamiento-de-la-luxacion-congenita-de-cadera

2.     J. González de Dios, L. Miranda. La cadera inestable en el recién nacido: una propuesta de gestión por procesos basada en las mejores pruebas científicas. Rev Esp Pediatr 2004;60(2):141-151

3.     Swarup I, Penny CL, Dodwel ER. Developmental dysplasia of the hip: an update on diagnosis and management from birth to 6 months. Curr Opin Pediatr.2018 Feb;30 (1):84-92

4.     Clinical practice guideline: Early detection of developmental dysplasia of the hip. Committee on Quality Improvement. Subcommitte on Developmental Dysplasia of the Hip. American Academy of Pediatrics 2000; 105:896

5.     R. Jiménez. Luxación congénita de cadera Protocolos Diagnóstico Terapéuticos de la AEP: Neonatología.2008(48) 457-460. Disponible en https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/48.pdf