Efectos farmacológicos y usos Off-Label de los Antagonistas de los receptores de la Angiotensina II entre el período 2003 al 2024
Autora principal: Cristina Coto Fallas
Vol. XX; nº 11; 610
Pharmacological effects and Off-Label uses of Angiotensin II Receptor Antagonists between 2003 to 2024
Fecha de recepción: 26 de abril de 2025
Fecha de aceptación: 7 de junio de 2025
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com, Volumen XX. Número 11 – Primera quincena de junio de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 11; 610
Autores:
Cristina Coto Fallas, Médico General, Universidad Internacional de las Américas, San José, Costa Rica. https://orcid.org/0009-0000-8606-1370
Hilda Corsiny Díaz Calderón, Médico general, Universidad de Ciencias Médicas, San José, Costa Rica. https://orcid.org/0000-0003-4506-3526
Mariana Gómez Bermúdez, Médico general, Investigador independiente, San José, Costa Rica. https://orcid.org/0009-0000-8989-4263
Resumen
Este trabajo investigativo analiza los efectos farmacológicos y los usos off-label de los antagonistas de los receptores de angiotensina II (ARA II) entre 2003 y 2024. Se comparan los beneficios terapéuticos, los efectos secundarios, los resultados a largo plazo y los usos no aprobados por FDA, concluyendo que los ARA II son fármacos efectivos y seguros para múltiples patologías crónicas, destacando el azilsartán y olmesartán por sus perfiles de eficacia superior. La evidencia respalda su beneficio más allá de la reducción de presión arterial, incluyendo protección cardiovascular, renal y neurológica.
Palabras clave
antagonistas de angiotensina II, hipertensión arterial, usos off-label, efectos secundarios, nefropatía diabética
Abstract
This research work analyzes the pharmacological effects and off-label uses of angiotensin II receptor antagonists (ARBs) between 2003 to 2024. Therapeutic benefits, side effects, long-term outcomes, and FDA-unapproved uses are compared, concluding that ARBs are effective and safe drugs for multiple chronic diseases, highlighting azilsartan and olmesartan for their superior efficacy profiles. Evidence supports their benefit beyond blood pressure reduction, including cardiovascular, renal, and neurological protection.
Keywords
angiotensin II antagonists, arterial hypertension, off-label uses, side effects, diabetic nephropathy
Introducción
La existencia de enfermedades crónicas con una alta tasa a nivel mundial hace que fármacos como los antagonistas de los receptores de Angiotensina II, conocidos como ARA II, tengan una alta demanda y su uso esté cada vez en aumento. La hipertensión arterial afecta más del 30% de la población adulta mundial y es el principal factor de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares, especialmente enfermedad coronaria y enfermedad cerebrovascular, pero también para la enfermedad renal crónica, la insuficiencia cardíaca y la demencia1.
En la actualidad se indican principalmente cinco grupos de fármacos para el tratamiento de la hipertensión arterial: IECA, ARA II, betabloqueadores (BB), bloqueadores de los canales de calcio (BCC) y diuréticos (tiazídicos y similares a tiazidas, como clortalidona eindapamida). Esta recomendación se basa en: a) su eficacia probada para reducir la presión arterial; b) la evidencia en los estudios controlados para reducir las complicaciones cardiovasculares2. Según lo establecido por la Guía Europea de Hipertensión Arterial 2024, se debe iniciar con una terapia dual, Inhibidores de la Enzima convertidora de Angiotensina (IECA) o un ARA II junto con un bloqueador de canal de calcio o betabloqueador3.
Desde hace tiempo se reconoce que el sistema renina-angiotensina-aldosterona (SRAA), cuando se sobre expresa, contribuye de manera significativa a la ECV a través de aumentos del volumen sanguíneo y la presión arterial, fibrosis, un estado protrombótico y progresión de las lesiones vasculares. Los bloqueadores de los receptores de angiotensina (ARA), que comenzaron a usarse clínicamente en la década de 1990, son agentes terapéuticos importantes para el tratamiento de la ECV. La importancia de los cambios vasculares farmacológicos producidos por varios ARA puede ser una consideración importante en la elección de un agente, porque, aunque es controvertido, su efecto en la reducción de la presión arterial puede ser equivalente en toda la clase de fármacos4.
Estudio examinó la eficacia comparativa de 4 bloqueadores de los receptores de angiotensina (ARA II) en pacientes con hipertensión utilizando una gran base de datos de registros médicos electrónicos. Se utilizaron modelos de regresión logística multivariante y de análisis de covarianza para estimar los resultados de la presión arterial (PA) de 73.012 pacientes durante 13 meses de tratamiento con olmesartán, losartán, valsartán e irbesartán. Los resultados se ajustaron según la PA inicial, la dosis inicial, el año, la edad, el sexo, la raza, el índice de masa corporal, las condiciones comórbidas y la medicación concomitante de los pacientes. Todos los ARA II condujeron a reducciones sostenidas de la PA, pero con diferencias significativas en la magnitud de la reducción de la PA5.
Como se menciona en el texto anterior, existe un aumento de la demanda de dicho grupo farmacológico de manera inminente, por su gran valor terapéutico, sin embargo, en el presente trabajo investigativo se plantea la preocupación con su uso en escenarios donde se deba balancear la eficacia de los ARA II con los riesgos potenciales que pueden acarrear para pacientes con comorbilidades, o en aquellos con características específicas, como insuficiencia renal o alteraciones del potasio; así como diversas poblaciones y sus usos off-label.
Metodología
El presente artículo es una revisión bibliográfica de tipo descriptivo que utiliza fuentes primarias como artículos científicos, así como también documentos oficiales. Se llevó a cabo una búsqueda en diferentes bases de datos científicos como Scielo, Medigraphic, Sciencedirect, Uptodate y Pubmed, utilizando palabras clave como «ARA II», «off-label», «hipertensión arterial», «Antagonistas de receptores de angiotensina», «efectos adversos», «patologías». Se procedió a analizar artículos sobre los antagonistas de receptores de angiotensina II, publicados entre el año 2003 al 2024, con una población entre 18 a 60 años. Se excluyeron aquellos artículos que no presentaban una metodología clara como artículos de opinión, aquellos publicados con una antigüedad mayor al 2003 y sobre otros fármacos no desarrollados a la investigación, teniendo un total de 27 artículos que fueron analizados.
Los operadores booleanos utilizados en la presente investigación, junto con el criterio de búsqueda y las bases de datos consultadas para las distintas fórmulas (ver Tabla 1. Operadores Booleanos)
Distintos efectos terapéuticos generados por los ARA II
Los resultados de varios ensayos clínicos demostraron que la monoterapia con olmesartán proporcionó una eficacia superior para reducir la presión arterial en comparación con otros ARA II, con un inicio de acción más rápido en términos de reducción de la presión arterial diastólica (PAD) y, en la mayoría de los casos, de la presión arterial sistólica (PAS). Además, las tasas de respuesta y de normalización de la presión arterial también favorecieron la terapia con olmesartán en comparación con otros ARA II. El hallazgo de eficacia para reducir la presión arterial fue respaldado por un metaanálisis reciente de ECA, en el que olmesartán, en la mayoría de los ensayos, tuvo una mejor eficacia en la reducción de la presión arterial en comparación con losartán, valsartán, candesartán e irbesartán. Estos efectos pueden explicarse parcialmente por la vida media sustancialmente más larga del olmesartán que la de otros ARA II, ya que una vida media más larga se asocia con una mayor duración de la acción. En comparación con otros agentes antihipertensivos, la monoterapia con olmesartán proporcionó una mejor eficacia antihipertensiva que el captopril y el ramipril, y una eficacia antihipertensiva equivalente a la amlodipina (con una tasa de inicio de acción similar), felodipina, nitrendipina y atenolol6.
Estudio realizado por Simons, WR.7 genera datos comparativos de eficacia antihipertensiva, el tratamiento de pacientes hipertensos con olmesartánmedoxomilo en lugar de otros ARA II principales se demuestra que tiene el potencial de reducir el costo general de la atención médica en un entorno de atención administrada en EE. UU. Con base en los datos de eficacia antihipertensiva frente a irbesartán, se espera que el uso de olmesartánmedoxomilo reduzca el número de casos nuevos de enfermedad cardiovascular según la disminución de riesgo de enfermedad vascular a largo plazo7.
Estudio publicado en el 2014, «Examen de la asociación del olmesartán y otros bloqueadores de los receptores de angiotensina con la mortalidad general y por causas específicas», recopilan información de pacientes que utilizan distintos ARA II. Los sujetos que comenzaron con valsartán tuvieron un riesgo modesto, pero significativamente mayor de mortalidad general en comparación con losartán. Irbesartán, candesartán, telmisartán y olmesartán se asociaron con un riesgo de mortalidad general ligeramente menor que losartán8.
En una revisión sistemática de literatura, donde se evalúan los ARA II en pacientes japoneses con hipertensión que recibieron monoterapia con ARA II (azilsartán, candesartáncilexetilo, irbesartán, losartán potásico, olmesartánmedoxomilo, telmisartán, valsartán) se logra comparar los beneficios antihipertensivos dentro de este grupo de fármacos. Los resultados de este metaanálisis proporcionan evidencia de que el azilsartán tiene un perfil de eficacia más favorable que los otros ARA II para reducir la PAS y la PAD9.
Estudios ponen en evidencia que el azilsartán suele ser más potente que la mayoría, si no todos, los demás ARA II disponibles clínicamente para inhibir la unión de la angiotensina II a las preparaciones de membrana del receptor AT1 humano; disociarse de los receptores AT1 mucho más lentamente que otros ARA II; y reducir la presión arterial de 24 horas en humanos hipertensos sin comorbilidades graves de manera más eficaz que las dosis máximas aprobadas de los ARA II conocidos olmesartán, valsartán y candesartán, cada uno de los cuales se considera más eficaz para reducir la presión arterial que el losartán. Los estudios preclínicos han indicado que el azilsartán mejora la sensibilidad a la insulina más que el candesartán y el olmesartán, y puede tener efectos pleiotrópicos más allá del bloqueo del receptor AT1 de posible importancia metabólica y cardiovascular10.
Un metaanálisis en red para comparar la eficacia de varios bloqueadores de los receptores de angiotensina para reducir la presión arterial en el consultorio y ambulatoria en pacientes hipertensos. Se buscó literatura relevante en bases de datos en inglés y chino para ensayos controlados aleatorizados que involucraran bloqueadores de los receptores de angiotensina en la hipertensión. En 28 estudios sobre la presión arterial sistólica en el consultorio, frente al comparador común valsartán 80 mg, las diferencias en la presión arterial sistólica favorecieron azilsartánmedoxomilo (20-80 mg), irbesartán (300 mg), olmesartán (20-40 mg), telmisartán (80 mg) y valsartán (160-320 mg), pero no a candesartán (8-16 mg), losartán (50-100 mg), irbesartán (150 mg), olmesartán (10 mg) y telmisartán (40 mg). Los bloqueadores de los receptores de angiotensina tuvieron diferente eficacia para reducir la presión arterial. El nuevo bloqueador de los receptores de angiotensina, azilsartánmedoxomilo en dosis de 80 mg, pareció ser el más eficaz para reducir la presión arterial sistólica y diastólica en el consultorio y en la medición ambulatoria11.
Un estudio comparativo entre fimasartán con otros ARA II en pacientes con insuficiencia cardiaca. De 2.802 pacientes elegibles, se prescribió fimasartán a 124 pacientes (4,4%). Durante una mediana de seguimiento de 2,2 años, ocurrieron 613 eventos del resultado primario. No hubo diferencias significativas en el resultado primario entre los pacientes que recibieron fimasartán y los que recibieron otros ARA II. En comparación con los pacientes que recibieron otros ARA II, los que recibieron fimasartán tuvieron una incidencia comparable de muerte por cualquier causa, infarto de miocardio, hospitalización por insuficiencia cardíaca y accidente cerebrovascular. Por lo que el fimasartán, en comparación con otros ARA II, tuvo efectos de tratamiento comparables para un compuesto de muerte por todas las causas, infarto de miocardio recurrente, hospitalización por insuficiencia cardíaca y accidente cerebrovascular en pacientes con insuficiencia cardíaca después de un infarto de miocardio12.
El comparativo entre valsartán y losartán. La reducción media ponderada de la PAS y la PAD medias para valsartán 160 mg fue de -15,32 mmHg y -11,3 mmHg y para 320 mg fue de -15,85 mmHg y -11,97 mmHg. Estas reducciones son estadísticamente significativas y mayores en comparación con losartán 100 mg, que fue de -12,01 mmHg y -9,37 mmHg para la PAS y la PAD respectivamente13.
Estudios aleatorizados y observacionales han demostrado que la olmesartan proporciona un control eficaz de la presión arterial durante el intervalo de dosificación de 24 horas en los ancianos. También tiene un buen perfil de tolerabilidad, un perfil farmacocinético que no se ve afectado por la edad y una baja propensión a las interacciones farmacológicas. Un factor adicional es que los regímenes de olmesartan una vez al día son simples y directos, lo que puede ser un factor importante para mantener la adherencia al tratamiento en pacientes ancianos14.
Efectos secundarios entre los distintos ARA II
Los pacientes que toman antagonistas del sistema renina de angiotensina en la mañana de la cirugía corren el riesgo de desarrollar hipotensión bajo anestesia que es refractaria al tratamiento con bolos de líquidos y vasopresores convencionales. El informe de un caso describe un caso único de hipotensión refractaria en un paciente con antecedentes de abuso de esteroides anabólicos que toma un bloqueador del receptor de angiotensina II15.
Algunos medicamentos no son agonistas directos, pero pueden favorecer la activación de AT2 y AT4 al bloquear el receptor AT1 y redirigir la activación de angiotensina II hacia AT2 y AT4. En el análisis secundario de SPRINT, los usuarios habituales de regímenes que contienen exclusivamente medicamentos antihipertensivos que estimulan en lugar de inhibir los receptores de angiotensina II de tipo 2 y 4 tuvieron tasas más bajas de deterioro cognitivo incidente16.
Grupo de investigadores documenta caso sobre enteropatía asociada al uso de olmesartán. Recientemente se ha informado de una enteropatía similar al esprú asociada al uso de olmesartánmedoxomilo. Sus manifestaciones clínicas incluyen diarrea, pérdida de peso y malabsorción. Las biopsias duodenales muestran atrofia de las vellosidades (AV) con o sin linfocitosis intraepitelial e inflamación de la lámina propia. La serología para la enfermedad celíaca (EC) es negativa y la dieta sin gluten no produce mejoría clínica. Los síntomas se resuelven tras la interrupción del olmesartán. Las biopsias de seguimiento muestran recuperación/mejoría del duodeno. Sigue siendo controvertido si la enteropatía similar al esprú es una reacción adversa específica al olmesartán o más bien un efecto de clase de los bloqueadores de los receptores de angiotensina (ARA)17.
Un estudio analizó los informes de seguridad de distintos ARA II, puesto que, en concreto, se han identificado nitrosaminas y compuestos azida en algunos productos de ARA. Se sabe que las nitrosaminas tienen propiedades cancerígenas y están asociadas a un mayor riesgo de neoplasias. Se realizó un análisis de desproporcionalidad, calculando la razón de probabilidades de notificación (ROR) y los intervalos de confianza (IC) del 95% utilizando un enfoque de caso/no caso para cada fármaco ARA. La base de datos EVDAS contenía 68.522 informes de seguridad relacionados con los ARA (incluidos azilsartán, candesartán, irbesartán, olmesartán, losartán, valsartán y telmisartán), de los cuales 3.396 (5%) casos estaban asociados a neoplasias. Entre los ARA II, el valsartán tuvo el ROR más alto para neoplasia18.
En un estudio realizado de un total de 82 informes de casos y series de casos, así como 5 estudios comparativos, incluidos 248 casos. Los ARA II enumerados en los informes de casos fueron olmesartán (233 usuarios; 94,0%), telmisartán (5 usuarios; 2,0%), irbesartán (4 usuarios; 1,6%), valsartán (3 usuarios; 1,2%), losartán (2 usuarios; 0,8%) y eprosartán (1 usuario; 0,4%). Inician con síntomas de enteropatía. Se informó de una remisión completa de los síntomas después de la interrupción del ARA II en 233 (97,4%) de los 239 pacientes con información. Siete casos (2,8%) informaron de recurrencia de los síntomas después de reiniciar el olmesartán; no se informó de una nueva exposición para los ARA II no olmesartán19.
Resultados a largo plazo de los ARA II
En un artículo publicado en el 2021, titulado «Población con insuficiencia cardíaca con respuesta terapéutica a sacubitrilo/valsartán, espironolactona y candesartán: perspectiva de la FDA», mencionan el impacto que tiene la valsartán en reducir el riesgo de muerte cardiovascular y hospitalización por insuficiencia cardíaca en pacientes adultos con insuficiencia cardíaca crónica. Un análisis de criterio de valoración primario por FEVI como variable continua demostró que el sacubitrilo/valsartán fue eficaz en pacientes con FEVI levemente anormal, similar a los pacientes con FEVI ≤ 40 % evaluados en PARADIGM-HF. Esto dio lugar a una indicación más amplia para el sacubitrilo/valsartán: «reducir el riesgo de muerte cardiovascular y de hospitalización por insuficiencia cardíaca en pacientes adultos con insuficiencia cardíaca crónica. Los beneficios son más evidentes en pacientes con fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) por debajo de lo normal. La FEVI es una medida variable, por lo que se debe utilizar el criterio clínico para decidir a quién tratar»20.
La nefropatía membranosa primaria (PMN) es una causa común de enfermedad renal terminal. Actualmente, no existe un tratamiento óptimo para los pacientes con PMN y proteinuria subnefrótica. El poliglucósido de Tripterygiumwilfordii (TWG) es un medicamento tradicional ampliamente utilizado en China y se ha utilizado para tratar la nefropatía durante décadas. Se realizó ensayo clínico que incluyó 55 pacientes. Las tasas de remisión global de proteinuria para los grupos TWG + ARA II después de 9 meses de tratamiento fueron 74,3%. Si bien es cierto, dicho artículo hace referencia al Tripterygiumwilfordii, se ve la importancia del papel del ARA II en dicha patología21.
Una revisión de 11 artículos, donde se incluyen en total 16.864 participantes, el riesgo de accidente cerebrovascular se redujo en un 21 % en el grupo de ARA II en comparación con antihipertensivos alternativos. Sin embargo, los ARA II no produjeron reducciones estadísticamente significativas en el riesgo de infarto de miocardio, hospitalización por insuficiencia cardíaca o mortalidad. Dichos hallazgos sugieren que los ARA II, como clase, son más eficaces que la terapia placebo en la reducción de la presión arterial a largo plazo en pacientes con hipertensión esencial. El tratamiento con ARA II a largo plazo también puede conferir una mayor protección contra el accidente cerebrovascular, pero no otros resultados cardiovasculares en relación con placebo12.
El tratamiento con bloqueadores del receptor AT1 podría tener efectos beneficiosos en la función metabólica y cerebral durante el envejecimiento, al mejorar el equilibrio entre ANG II y ANG-(1-7), y prevenir algunos de los cambios relacionados con la edad en los receptores y las enzimas involucradas en la regulación metabólica. En ratas Fischer 344 (F344), el bloqueo del sistema renina-angiotensina (RAS) durante 1 año con el bloqueador del receptor de angiotensina II tipo 1 (AT(1)) L-158,809 previene los deterioros relacionados con la edad en la función metabólica, de manera similar a las ratas transgénicas con bajo angiotensinógeno glial (Aogen). La regulación del RAS cerebral puede contribuir a los beneficios del antagonismo sistémico a largo plazo del AT(1)22.
Los estudios ELITE II, ValHeFT y CHARM han demostrado que los bloqueadores del receptor AT1 son igualmente eficaces que los IECA en la reducción de la mortalidad y la morbilidad en pacientes con IC.. Los bloqueadores del receptor AT1 se estudian principalmente en la nefropatía por diabetes mellitus no dependiente de insulina (NIDDM). Cuatro ensayos clínicos recientes (IRMA-2, DETAIL, RENAAL e IDNT) examinaron el efecto de los bloqueadores del receptor AT1 en pacientes con nefropatía NIDDM. Estos estudios confirmaron el efecto beneficioso de los bloqueadores del receptor AT1 en pacientes con nefropatía por diabetes no inducida por el medicamento, que se extendió más allá de la reducción de la presión arterial23.
Siete ensayos aleatorizados, doble ciego y controlados con placebo han evaluado el beneficio de los tratamientos antihipertensivos sobre la cognición. Tres de ellos encontraron resultados positivos en términos de prevención de la demencia (SYST-EUR) o el deterioro cognitivo (PROGRESS, HOPE). Otros revelaron resultados no significativos (MRC, SHEP, SCOPE, HYVET-COG). Los resultados de los dos metaanálisis más recientes son inconsistentes, posiblemente debido a cuestiones metodológicas. Los tratamientos antihipertensivos, dentro de ellos los ARA II podrían ser beneficiosos para la función cognitiva al reducir la presión arterial y/o por un efecto neuroprotector específico24.
Se logró probar que el valsartán atenúa la remodelación post-infarto de fase aguda y mejora la insuficiencia cardíaca, y una gran parte de su efecto cardioprotector fue mediado por AT2R25.
Por otra parte, el antagonismo del receptor de aldosterona proporciona un beneficio junto con el bloqueo del receptor AT1 sobre la función y la remodelación del VI asociada con la mejora de las alteraciones moleculares responsables de la disfunción contráctil progresiva después del infarto de miocardio26.
Usos Off-Label de los ARA II y su respectiva respuesta
A diferencia de los efectos observados con otros ARA II, la cantidad de reducción de urato sérico inducida por el losartán es potencialmente importante desde el punto de vista clínico y es comparable con la que se puede lograr con una modificación dietética rigurosa27.
El candesartán disminuyó la discapacidad relacionada con la migraña, pero no tuvo efecto sobre el uso de medicamentos para los ataques agudos de migraña, así mismo, en el caso de la migraña episódica, los ensayos clínicos aleatorizados examinaron 59 fármacos de 14 clases. Todos los fármacos aprobados (topiramato, divalproex, timolol y propranolol), algunos betabloqueantes no aprobados, inhibidores de la ECA y el antagonista del receptor de angiotensina II candesartán fueron mejores que el placebo para reducir la frecuencia mensual de migraña episódica en ≥50 por ciento28.
El síndrome de Alport es un trastorno hereditario de la membrana basal que se caracteriza por una nefropatía hereditaria progresiva que conduce a una enfermedad renal en etapa terminal. Se ha demostrado que tanto la inhibición de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) como el bloqueo del receptor de angiotensina suprimen la proteinuria, retrasan la pérdida de la función renal y prolongan la supervivencia en ratones Col4a3 −/− con síndrome de Alport autosómica recesiva29.
Estudios en animales y humanos han encontrado consistentemente que los inhibidores de la ECA y los bloqueadores del receptor de angiotensina (ARA II) comparten efectos antiproteinúricos y renoprotectores similares30.
Los inhibidores de la ECA y los antagonistas de los receptores de angiotensina II muestran potencial en el tratamiento profiláctico de la migraña. En pacientes con dolores de cabeza frecuentes que no responden a los agentes profilácticos convencionales o en quienes estos fármacos están contraindicados, puede ser útil probar inhibidores de la ECA/antagonistas de los receptores de angiotensina II. Su uso debe considerarse como un enfoque terapéutico a largo plazo para la profilaxis de la migraña. Se justifica una evaluación adicional mediante estudios más amplios en el futuro para evaluar si los efectos positivos son compartidos por todos los inhibidores de la ECA/antagonistas de los receptores de angiotensina II31.
La ventilación mecánica prolongada da lugar a un rápido desarrollo de debilidad de los músculos inspiratorios debido a atrofia diafragmática y disfunción contráctil (denominada disfunción diafragmática inducida por el respirador [VIDD]). Aunque la VIDD es un factor de riesgo importante para los problemas en la retirada gradual de la VM, no existe una terapia estándar para prevenir la VIDD. Sin embargo, la evidencia emergente sugiere que el bloqueo farmacológico de los receptores de angiotensina II tipo 1 (AT1R) protege contra la VIDD. Estudio realizado por Hall, SE. et al,33 revela que el irbesartán no protege contra la VIDD, mientras que el olmesartán defiende tanto contra la atrofia diafragmática inducida por la ventilación mecánica como contra la disfunción contráctil. Estos hallazgos respaldan la hipótesis de que el olmesartán es superior al irbesartán en la protección contra la VIDD y son coherentes con el concepto de que el bloqueo de la activación mecánica de los AT1R es una propiedad necesaria de los ARA II para proteger contra la VIDD32.
Conclusión
La evidencia demuestra que dicho grupo farmacológico vino a revolucionar la terapia de distintas patologías de alta incidencia en la población, donde cada día se realizan investigaciones para mejorar dicho campo, así mismo se logra evidenciar que son fármacos seguros donde los efectos adversos se presenta en la minoría de casos, generando grandes beneficios inclusive en reducción de mortalidad y costos en centros de salud. Su uso no se limita solamente a la parte cardiovascular, como se logró estudiar inclusive la musculatura respiratoria adquiere beneficios de dicho tratamiento.
Sin lugar a dudas es un campo que se encuentra evolucionando cada año para generar búsquedas de nuevos tratamientos.
Anexos
Tabla 1: Operadores Booleanos
OperadorBooleano | Criterio o concepto | Base de datos |
---|---|---|
AND | Olmesartan AND irbesartan comparative | Pubmed Clinical Key |
AND | angiotensin receptor blockers AND off label | Pubmed Clinical Key |
NOT | (angiotensin receptor blockers) AND (negative secondary effects) NOT angiotensin-converting enzyme inhibitors NOT beta blockers | Pubmed Clinical Key |
AND | angiotensin receptor blockers AT1 AND long term benefits | Pubmed Clinical Key |
Referencias
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Declaración de buenas prácticas:
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses.
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.