El hierro: importancia en la dieta, metabolismo, recomendaciones nutricionales y otros aspectos clínicos importantes. Revisión bibliográfica
Autora principal: Tania Lorenzo González
Vol. XX; nº 20; 1024
Iron: Importance in Diet, Metabolism, Nutritional Recommendations, and Other Important Clinical Aspects. Literature Review
Fecha de recepción: 15 de septiembre de 2025
Fecha de aceptación: 21 de octubre de 2025
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com, Volumen XX. Número 20 – Segunda quincena de Octubre de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 20; 1024
Autores:
Tania Lorenzo González, Dietista – Nutricionista, Sergas (Galicia), Área Sanitaria de A Coruña
Resumen
El hierro es un mineral esencial para la vida, que desempeña un papel versátil en muchos procesos celulares básicos del cuerpo. Entre ellos destaca la producción de hemoglobina, la proteína transportadora de oxígeno desde los pulmones a todas las partes del cuerpo, la síntesis del ADN, el metabolismo celular y la respiración, así como los mecanismos de crecimiento y muerte celular a través de proteínas. Es imprescindible para la salud de los músculos, la médula ósea y el funcionamiento de los órganos, así como para la producción de algunas hormonas.
Palabras clave
Hierro, déficit de hierro, metabolismo de hierro, hierro y dieta
Abstract
Iron is an essential mineral for life, playing a versatile role in many basic cellular processes in the body. These include the production of hemoglobin, the protein that transports oxygen from the lungs to all parts of the body, DNA synthesis, cellular metabolism and respiration, and the mechanisms of cell growth and death through proteins. It is essential for healthy muscles, bone marrow, and organ function, as well as for the production of some hormones.
Keywords
Iron, iron deficiency, iron metabolism, iron and diet
Introducción
El hierro es un micronutriente esencial, con un papel fisiológico muy importante en el cuerpo humano. Interviene en múltiples procesos, desde el transporte de oxígeno, la síntesis de ADN y los mecanismos de crecimiento y muerte celular. El cuerpo utiliza el hierro para fabricar la hemoglobina, la proteína de los glóbulos rojos que transporta el oxígeno desde los pulmones a diferentes partes del cuerpo. Además, también es utilizado por la mioglobina, una proteína que suministra oxígeno a los músculos. Por tanto, tanto su exceso como su déficit van a cursar con alteraciones metabólicas muy importantes. Es normal que, si existe un déficit de hierro, nuestro cuerpo no funcione de forma correcta.
Funciones principales del hierro
Transporte de oxígeno: El hierro forma parte de la hemoglobina (proteína de los glóbulos rojos que lleva oxígeno de los pulmones a todas las células del cuerpo, permitiendo que todos los tejidos y órganos funcionen de manera adecuada).
Suministro a los músculos: El hierro es necesario para la mioglobina, una proteína similar a la hemoglobina, capaz de almacenar y liberar oxígeno en los músculos, permitiendo de esta forma su correcto funcionamiento.
Desarrollo cognitivo: Es imprescindible para el desarrollo del cerebro y el resto de funciones cognitivas, como la memoria y la concentración.
Sistema inmunológico: Participa en el buen funcionamiento del sistema inmunitario, ayudando en la prevención de infecciones.
Producción de energía: Nuestro cuerpo utiliza el hierro para producir hormonas, enzimas y el ATP (adenosín trifosfato, molécula que actúa como «moneda energética» para las células), clave para mantenernos activos.
La cantidad de hierro que necesita cada persona depende de múltiples factores (edad, sexo…).
Tabla I: Ingesta diaria recomendada de hierro por edades.
El hierro se puede obtener de forma natural a través de la ingesta de alimentos, siendo, unos de los nutrientes con mayor predominio en muchos alimentos, tanto de origen animal como vegetal. Actualmente también tenemos muchos productos alimenticios enriquecidos en este mineral. Entre los alimentos con alto contenido en hierro, se pueden incluir:
Mariscos (almejas, berberechos, mejillones)
Vísceras y derivados (morcilla de sangre, corazón, hígado, riñones…)
Frutos secos (nueces, almendras, avellanas…), semillas (sésamo, chía) y algunas frutas secas, como las pasas o piñones.
Legumbres (alubias blancas, lentejas, espinacas, habichuelas rojas, guisantes…)
Huevos (yema, entero, clara..)
Panes y cereales para el desayuno enriquecidos con hierro.
Además, en hierro puede clasificarse en dos tipos: hierro hemo y hierro no hemo. El primero, el hierro hemo, se encuentra principalmente en la carne, pescado y aves, teniendo una biodisponibilidad mucho más alta, y siendo absorbido en torno al 20 – 30 % del hemo de nuestra alimentación. Por la contra, el hierro no hemo está disponible en cantidades mucho más variables, y esencialmente en alimentos de origen vegetal. Su disponibilidad se ve muy afectada por la presencia de inhibidores de absorción (fitatos, oxalatos, polifenoles, calcio..) y de potenciadores (tejido muscular y la vitamina C, entre otros). Por tanto, se estima que la biodisponibilidad del hierro no hemo, es del 15 %, en las dietas ricas en vitamina C y proteínas animales, y del 10% en las dietas ricas en cereales y vitamina C.
Por tanto, cabe destacar la importancia de combinar alimentos ricos en hierro, con alimentos ricos en nutrientes que favorezca su absorción, como es la vitamina C o las proteínas animales. La vitamina C aumenta la biodisponibilidad del hierro, encontrándose principalmente en frutas cítricas, verduras y hortalizas, como el brócoli, el pimiento verde, rojo…
Por otro lado, es importante no complementar con alimentos que actúan en sentido contrario, produciendo la alcalinización de la secreción gástrica y no permitiendo que el hierro se conserve en su estado ferroso para su absorción. Entre los alimentos que limitan su absorción se encuentran:
Los lácteos
Los fosfatos (cereales integrales, soja…)
Lignina (semillas, vegetales de hoja y en algunas frutas secas)
Los taninos del té, café y el vino tinto.
El metabolismo del hierro
El hierro cumple una serie de procesos en el organismo que son vitales para tener salud, es ahí donde la radica la importancia de su metabolismo. El ciclo que sigue el hierro en nuestro cuerpo consiste en una serie de procesos, en los que está incluida la absorción, el transporte, su almacenamiento y su eliminación. Veamos cada una de ellas:
Absorción del hierro a nivel intestinal: Es la etapa de captación del hierro a través de la ingesta de alimentos, de donde vamos a obtener, dos tipos de hierro:
Hierro hemo: representa una pequeña parte del hierro total de los alimentos de origen animal. Presenta una mayor absorción, y es independiente de los factores dietéticos.
Hierro no hemo: está presente en cantidades variables en alimentos de origen animal y vegetal, y representa la mayor parte del hierro que ingerimos en los alimentos.
Casi todo el hierro liberado por la descomposición de la hemoglobina (Hb) de los eritrocitos, alrededor de 20 – 25 mg / día, se reutiliza, y sólo se pierden 1 – 2 mg de hierro al día, que son los que deben reponerse con la alimentación.
Transporte: El hierro utiliza la transferrina como medio de transporte para circular por el cuerpo. Ésta es sintetizada, principalmente, en el hígado, y viaja hasta la médula ósea, uniéndose a la molécula de la hemoglobina de los glóbulos rojos (hematíes). En casos normales, cuando el cuerpo funciona con total normalidad, este proceso se realiza de forma eficaz, y un mínimo de 10 veces al día.
Reciclado: Durante este proceso de metabolismo del hierro, ocurre también una degradación de los glóbulos rojos en el organismo. Es la fase donde se realiza el intercambio de este nutriente.
Almacenamiento: Es la cantidad de hierro que almacena el cuerpo. En condiciones normales, al no haber un mecanismo de eliminación de hierro activo, la homeostasis se controla a nivel de absorción intestinal. El contenido medio de hierro en el organismo es de 3 – 4 g. En las personas cuyo organismo funciona de forma correcta este hierro se encuentra distribuido en eritrocitos, macrófagos del sistema reticuloendotelial (SRE), hígado, médula ósea, músculos y otros tejidos.
Carencia de hierro: la anemia
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la anemia causada por un insuficiente metabolismo de hierro es la segunda en millones de habitantes de todo el mundo. Existen varios tipos de anemia (megaloblástica, ferropénica, hemolítica…), siendo la más común, la producida por la deficiencia de hierro, la anemia ferropénica. Prevalece mayoritariamente en mujeres embarazadas y en niños menores de un año. Entre las causas más comunes que dificultan la obtención de hierro, se encuentran:
Pérdida de sangre (hemorragias, sangrados menstruales abundantes…)
Embarazadas o mujeres en lactancia.
Bebés (especialmente si son prematuros, o con bajo peso al nacer)
Personas que son donantes de sangre, frecuentes.
Enfermos de cáncer, enfermedades digestivas o insuficiencia cardíaca
Pacientes en diálisis renal
Baja ingesta de hierro (dieta insana, dietas veganas mal planificadas…)
Los síntomas más frecuentes derivados de un déficit de hierro son el cansancio, debilidad, la palidez (especialmente en la cara, ojos y labios), dolor de cabeza, mareos…
Exceso de hierro
Por otro lado, una acumulación y exceso de hierro en el cuerpo también puede ser perjudicial, causando problemas de estreñimiento, náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarreas. Los niveles altos de hierro pueden causar problemas más graves, desde úlceras, daño en varios órganos, coma y muerte.
La acumulación de hierro en el cuerpo, enfermedad comúnmente conocida como hemocromatosis, es hereditaria (se transmite de padres a hijos). Generalmente se trata extrayendo sangre (y hierro) del cuerpo de forma regular.
Objetivos
Este trabajo tiene como objetivo principal revisar la bibliografía científica actual sobre la importancia de la ingesta de hierro en la dieta, así como ver los beneficios y riesgos de este mineral en la salud humana. Además, se pretende explicar las medidas higiénico – dietéticas básicas que nos permitan tener un equilibrio en la ingesta de hierro a través de la dieta, ver su biodisponibilidad y los diferentes tipos de hierro, así como su metabolismo, almacenamiento y utilización.
Metodología
Para la realización de este trabajo, se ha llevado a cabo una investigación consistente en una revisión bibliográfica, búsqueda y análisis de diferentes artículos. Para ello se emplearon las bases de datos más conocidas (Pubmed, Scielo, Elservier, Medline y Google Académico). Se revisaron para el estudio publicaciones en varios idiomas (español e inglés), siendo un motivo excluyente la fecha de publicación.
Las palabras clave que se han utilizado para la revisión fueron: hierro, déficit de hierro, exceso de hierro, recomendaciones nutricionales de hierro, metabolismo de hierro.
Resultados y conclusiones
El hierro es un nutriente esencial para el cuerpo humano, con un papel fisiológico imprescindible para la vida, siendo partícipe en múltiples funciones. La anemia ferropénica (la más común de las anemias), puede resultar en efectos adversos y perjudiciales sobre el bienestar físico (cansancio, fatiga), pero también sobre funciones psicológicas y mentales.
Este trabajo trata de hacer comprender los aspectos metabólicos más importantes del hierro, por lo que se debe prestar especial atención, en la prevención y promoción de la salud, y de estilos de vida saludables, para prevenir las deficiencias y excesos de este tipo de nutrientes, insistiendo en una ingesta dietética adecuada a través de la dieta, o de suplementación, en caso de ser necesario.
Anexo
Bibliografía
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7. FESNAD (Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética), IDR para el Fe (2010).
Declaración de buenas prácticas:
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.