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El maltrato infantil: medidas para detectarlo

El maltrato infantil: medidas para detectarlo

Actualmente, el maltrato infantil es uno de los temas que más controversia generan en la población mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recoge que una cuarta parte de la población adulta ha manifestado haber sufrido maltratos físicos de niños.

Autores

Alexa Rojas Álvarez. Graduada en Enfermería.

María del Rocío Rubio Gómez. Graduada en Enfermería.

Resumen

La bibliografía recoge que los niños/as que han sufrido abuso presentan grandes dificultades en el desarrollo de su personalidad, por esta razón es tan importante detectarlo y encontrar respuestas lo antes posible.

Palabras clave: maltrato infantil, abuso, detección, enfermería,

Introducción

El maltrato infantil es definido por la OMS como abusos y desatención a los que son sometidos los menores de 18 años, esto incluye todo tipo de maltrato físico y psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o de cualquier otro tipo que provoque daño a la salud, el desarrollo o la dignidad del menor, poniendo en peligro su supervivencia, esto ocurriendo en un contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder. La exposición a la violencia de pareja también es considerada a veces una forma de maltrato infantil.

El maltrato infantil es actualmente uno de los temas que más controversia generan en la población mundial, desde la OMS se recoge que una cuarta parte de la población adulta ha manifestado haber sufrido maltratos físicos de niños.

La violencia se clasifica según la OMS por el autor del acto cometido, en los que se encuentra la violencia autoinfligida (dirigida contra uno mismo), colectiva (realizada por miembros de un grupo contra otro grupo, en la que los dos se reconocen como miembros de dichos grupos) y la interpersonal que se divide en dos, la comunitaria (entre individuos que no tienen relación entre sí, violencia juvenil, agresiones sexuales de extraños) y la intrafamiliar que se presenta entre miembros de la familia, compañeros sentimentales o cuidadores, ya sea violencia de género, maltrato a ancianos o el maltrato infantil.

La OMS reveló en 2006 que los menores de edad son los que más riesgo corren de padecer violencia por algún familiar y/o persona responsable de él.

La bibliografía recoge que los niños/as que han sufrido abuso presentan grandes dificultades en el desarrollo de su personalidad, por esta razón es tan importante detectarlo y encontrar respuestas lo antes posible.

Objetivos

  • Conocer los tipos de maltrato infantil que se incluyen en su definición.
  • Saber cómo se puede detectar el maltrato infantil.

Metodología

Se ha realizado una búsqueda bibliográfica en las siguientes bases de datos: Dialnet, Scielo, Cochrane y el buscador Google Académico. Las palabras empleadas para la búsqueda han sido: maltrato infantil, abuso, detección y enfermería, combinándolas con los operadores booleanos AND y OR.

Se han revisado 12 artículos de los cuales se han seleccionado 6 y los criterios de selección han sido: idioma español y artículos publicados en 2018.

Resultados

El maltrato Infantil provoca alteraciones en la salud mental y física de quien lo padece, perdurando sus efectos durante toda la vida. Se distinguen las siguientes formas para definir el maltrato infantil:

  • Abuso físico: acto o lesión no accidental, como cardenales pequeños hasta fracturas graves o la muerte. Son producidos por puñetazos, patadas, mordiscos, sacudidas, asfixias o golpes con objetos tales como palos o cinturón, también puede haber quemaduras u otra forma de causar daño, todos estos causados por los padres o persona al cargo del niño/a.
  • Negligencia: provocado por el padre, tutor, guardián u otra persona responsable del cuidado, se caracteriza por la falta de cuidados básicos del menor. La negligencia puede tener carácter físico, médico, educativo o emocional.
  • Abandono: es una forma de negligencia.
  • Violencia: acción ejercida con fuerza y coacción hacía una persona que le producen la muerte o lesiones sobre su integridad física o moral.
  • Abuso sexual: es toda clase de acción vinculada al placer sexual con un menor por parte de un adulto desde una posición de autoridad. El contacto físico no es indispensable para considerarse abuso sexual, ya que todo acto que utilice al niño como objeto de estimulación sexual también se incluye.
  • Abuso emocional: en esta situación el menor no recibe afecto, ni protección, ni estimulación que le apoye a un desarrollo óptimo. No hay respuesta de los padres a las expresiones emocionales del niño/a.
  • Maltrato institucional: comprende todo trato institucional, ya sea legislativo, procedimental, actuación o de omisión de los poderes públicos o de profesionales, como negligencias, comportamiento abusivo, seguridad inadecuada, que vulneren los derechos del menor.
  • Síndrome de Münchausen por poderes: los padres o responsables del menor le exponen constantemente a exploraciones médicas, administración de medicamentos o ingresos hospitalarios, refiriendo malestar o síntomas que son inventados por el progenitor.

La exposición a la violencia de pareja también es considerada a veces una forma de maltrato infantil.

Cómo se puede detectar el maltrato infantil

Las manifestaciones del niño/a maltratado pueden ser físicas, emocionales y conductuales. A las señales de alarma se les llama indicadores o pilotos de detección, estos pueden ser por ejemplo un niño apático, vago o agresivo.

Los niños/as que experimentan maltrato infantil suelen poner a los profesionales de la salud o a sus profesores en alerta, lo realizan de diferentes formas:

  • El niño/a cuenta lo que le está ocurriendo directamente.
  • Puede expresar lo que le ocurre a otra persona, por ejemplo una amiga.
  • Puede mostrarlo por su comportamiento.
  • Puede presentar lesiones frecuentes.

Indicadores que se reflejan como señal:

  • Marcas físicas como cardenales, magulladuras, quemaduras, etc.
  • Descuido en su higiene diaria.
  • Apatía o cansancio permanente.
  • Agresividad con marcadas rabietas de forma persistente.
  • Conductas sexuales y conocimiento del tema inadecuado para su edad.
  • Conductas masturbativas en público.
  • Actitud alerta, vigilante, receloso.
  • Niños a los que se les ve evitación de volver a casa, prefieren estar en el colegio.
  • Presentan pocos amigos.
  • Muestra poco interés.
  • Baja motivación para las actividades escolares.
  • Tienen problemas alimenticios. Glotonería o pérdida de peso.
  • Conductas antisociales como pequeños robos.
  • Sintomatología depresiva.
  • Retraso en el crecimiento.
  • Refleja dolores que no se corresponden con ninguna causa aparente.
  • Discontinuidad o falta de cuidados médicos básicos.

Indicadores para identificar a los padres de los que se sospecha malos tratos hacia los niños:

  • Parecen no tener preocupaciones hacia el niño.
  • Suelen faltar a reuniones en los colegios.
  • Desvaloran al niño/a en público.
  • Expresan propiedad hacía el niño.
  • Los contactos sociales están reducidos.
  • Suelen estar siempre fuera de casa.
  • Abuso de sustancias tóxicas.
  • No tratan a todos los hijos de la misma manera.
  • Las ausencias escolares no las suelen justificar.
  • Se justifican por dar una disciplina rígida y de autoridad.
  • Celosos y la protección que muestran hacía el niño es exagerada.

Hay que diferenciar los padres maltratadores de los padres con dificultades, ya que los primeros siempre rechazan el apoyo o cualquier tipo de ayuda, sin embargo los segundos admiten sus dificultades y reciben ayuda.

Actitud de los profesionales ante una situación de malos tratos:

  • Si se identifica una situación de maltrato, hay que evitar las respuestas emocionales o alarma exagerada, ya que esto puede empeorar la situación. El objetivo es ayudar al niño/a y a su familia.
  • El profesional que identifica esta situación se debe hacer responsable de la atención específica al niño/a del que sospecha esta situación:
    • Escuchar de forma activa.
    • Dando tranquilidad, reduciendo su ansiedad y quitándole o reduciéndole su sentimiento de culpa.
    • Alentarle y animarle, dejándole claro que denunciarlo es lo correcto.
    • Registrar todo los datos e información aportada. Recordando la confidencialidad.
    • Buscar apoyo si esto genera sentimientos que desbordan y superan emocionalmente.

En Andalucía, la junta presenta un protocolo a seguir para estas situaciones. Hay una hoja de detección y notificación que sirve como instrumento principal para la comunicación de casos y la obtención de datos, todo esto se integrará en el sistema de maltrato infantil. Esta hoja está destinada a los titulares de los servicios públicos y al personal de los mismos (servicios educativos, sanitarios, centros de atención socioeducativos, agentes policiales, justicia, servicio sociales, etc), se puede hacer uso de esta por medio de certificado digital. Esta hoja presenta unas instrucciones que son necesarias leer antes de rellenarla.

La hoja de detección y notificación incluye los datos de identificación del o la menor, la fuente de detección y los datos del centro, la tipología, los indicadores y la valoración del maltrato, las instancias a las que se comunica la situación, el origen del maltrato y  las observaciones.

Referencias bibliográficas

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  • Elorza, M. U (2018).Formación online sobre abuso sexual infantil. Teknologia Berrien Erabilera Eta Gaur Egungo Hezkuntza Joerak Uso De Nuevas Tecnologías y Tendencias Actuales,
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