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El papel del Enfermero en el proceso de cirugía de cataratas

El papel del Enfermero en el proceso de cirugía de cataratas

Autor principal: José Ignacio Guisande Abad

Vol. XVII; nº 24; 956

The role of the nurse in the cataract surgery process

Fecha de recepción: 22/11/2022

Fecha de aceptación: 19/12/2022

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVII. Número 24 Segunda quincena de Diciembre de 2022 – Página inicial: Vol. XVII; nº 24; 956

Autor principal: José Ignacio Guisande Abad, Enfermero en Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza, servicio de Anestesia del Bloque Quirúrgico (Zaragoza, España).

Autores: José Ignacio Guisande Abad, Almudena Tavira Quibus.

RESUMEN

En este trabajo se ha realizado una revisión bibliográfica sobre el papel de la enfermería en la enfermedad de catarata y su cirugía. La enfermedad de catarata es una patología que afecta a la mayoría de la población mayor en España y cuenta con profesionales y herramientas altamente cualificadas. La pandemia por SARS-Cov-19 ha golpeado de forma profunda a la Salud Pública, y es por ello por lo que todas las miradas están centradas en su prevención y cura, debido a la alta prevalencia que ha tenido en el mundo, pero en concreto en España. Debido a ello, en esta revisión, se ha estudiado el origen de la cirugía y también el de las cataratas para ofrecer un contexto histórico sobre la enfermedad y su cirugía, se ha detallado el papel del enfermero quirúrgico y se ha añadido un apartado por el cual el Ministerio de Sanidad y otros organismos competentes de sanidad recomiendan, entre otras, medidas de seguridad, salud e higiene en el contexto quirúrgico y también en el trato con pacientes.

Palabras clave

Enfermería, cataratas, cirugía, Covid-19

ABSTRACT

In this work, a bibliographic review has been carried out on the role of nursing in cataract disease and its surgery. Cataract disease is a pathology that affects the majority of the elderly population in Spain and has highly qualified professionals and tools. The SARS-Cov-19 pandemic has hit Public Health deeply, and that is why all eyes are focused on its prevention and cure, due to the high prevalence it has had in the world, but specifically in Spain. Due to this, in this review, the origin of surgery and also that of cataracts have been studied to offer a historical context on the disease and its surgery, the role of the surgical nurse has been detailed and a section has been added for the which the Ministry of Health and other competent health agencies recommend, among others, safety, health and hygiene measures in the surgical context and also in dealing with patients.

Keywords

Nursing, cataracts, surgery, Covid-19

Declaración de buenas prácticas

Los autores de este manuscrito declaran que:

Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses.

La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El manuscrito es original y no contiene plagio.

El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.

Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.

Han preservado las identidades de los pacientes.

1.     INTRODUCCIÓN

La enfermedad de cataratas se caracteriza por ser un tipo de ceguera curable, y es causa de previas enfermedades como la diabetes o la administración de corticoides en tratamientos farmacológicos por parte de la persona que la padece, y está considerada como una causa principal de enfermedades oculares que pueden dar lugar a una ceguera remediable a largo plazo, causando pérdida de visión (1).

Generalmente esta enfermedad es diagnosticada en personas de la edad de 65 años o más según los últimos datos aportados por Statista (2022), en el que los porcentajes de casos por cataratas en personas de avanzada edad serían de 15,68% (65-74 años), 23,43% (75-84 años) y 23,33% (85 o más años) (2).

En concreto, la Comunidad Autónoma de Aragón (España), es la ciudad con más casos en todo el territorio español, contando en febrero del año 2022 con 656 personas en lista de espera para una intervención quirúrgica de cataratas (3).

Estos datos, han sido contrastados por la Unidad de Alta Resolución de Cirugía de Catarata (ARCCA), ubicada en el Hospital Nuestra Señora de Gracia, o también conocido por sus habitantes como Hospital Provincial, en Zaragoza, y por el doctor Luis Pablo Júlvez, jefe de Oftalmología del Hospital Universitario Miguel Servet, que afirma la realización de 6.000 intervenciones al año (4).

En el proceso quirúrgico de cataratas, el personal enfermero tiene su papel en las tres fases del proceso: preoperatorio, intraoperatorio y postoperatorio (5). Además, la evidente situación actual de Covid-19, ha precisado la elaboración de unos protocolos adecuados, tal y como recomiendan, la Asociación Española de Cirujanos (AEC), la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Tratamiento del Dolor (SEDAR), la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH), la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) y la Asociación Española de Enfermería Quirúrgica (AEEQ), en el documento técnico publicado por el Ministerio de Sanidad, titulado “Recomendaciones para la programación de cirugía en condiciones de seguridad durante el período de transición de la pandemia Covid-19” (6).

2.     OBJETIVOS

Objetivo General

Promover la actuación de la enfermería en la intervención quirúrgica por cataratas.

Objetivos Específicos

  • Describir las funciones concretas del personal enfermero en todo el proceso de la cirugía por cataratas.
  • Establecer las posibles complicaciones en el proceso quirúrgico y los protocolos a seguir por el personal de enfermería.
  • Recalcar las recomendaciones por parte de las instituciones competentes, sobre higiene y seguridad en un proceso quirúrgico.

3.     DESARROLLO Y ESTADO DEL TEMA

3.1. Antecedentes de Enfermería

3.1.1. La Enfermería desde sus inicios hasta el siglo XIX

Los orígenes de la Enfermería se pueden clasificar en 4 etapas: etapa doméstica, etapa vocacional, etapa técnica y etapa profesional (7).

La etapa doméstica, se remonta a los tiempos de la Antigua Grecia y Roma, donde se precisan los cuidados a enfermos que carecían de buena salud (7). La etapa vocacional se dio más adelante, desde el siglo XV al XVIII y perduró hasta la primera mitad del siglo XIX. A finales de esta etapa, el papel de la Enfermería toma importancia en la iglesia, debido a la eclosión en diversos países del cristianismo (7).

A partir del siglo XVI se empieza a expandir una nueva forma de enfermería, la Enfermería quirúrgica y otros oficios de la rama, aunque se conocían más por barberos, que, con el transcurso de los años, tomaron el nombre de ministrantes y realizaban pequeñas intervenciones, en las cuales, los médicos no participaban y finalmente, a mediados del siglo XIX, se les conocería como practicantes al instaurarse la Ley de Instrucción Pública (7).

En el año 1572, España crea la Orden de San Juan de Dios, que pasó a considerarse el patrón de la Enfermería en España (7). Aunque no fue en el año 1901, cuando se aplicó por primera vez, un real decreto por el que se establecería la obligación de realizar un examen de estudios primarios para poder acceder a la formación de practicante, en la que se enseñaba anatomía, funciones de los órganos, medicación, técnicas básicas en cirugía, asistencia en partos y primeros auxilios y un posterior período de prácticas tutorizadas (7).

En 1915, se permite en España, por primera vez, la dedicación completa a la Enfermería y se fundan colegios de Enfermería por todo el país (7). En la segunda república, los practicantes participaban en misiones de auxilio médico-quirúrgico y en 1932, se creó la especialidad de practicante psiquiátrico (7). A raíz de la creación de esta primera especialidad, fueron surgiendo otras especialidades enfermeras, tales como ayudante de laboratorio y puericultoras (o matronas) (7).

La etapa profesional, empezó a considerarse a mediados del siglo XX cuando se aprueba la titulación de ayudante técnico sanitario (ATS) y por la que se realizaban funciones como las de los practicantes, siendo en 1977, cuando se reconoce la Enfermería como profesión, estableciendo una diplomatura Universitaria de Enfermería, y finalmente, considerada en 2005 como una licenciatura (7).

3.1.2. La Enfermería quirúrgica a partir del siglo XIX

Entrado el siglo XIX en España, la profesión de Enfermería comienza a cobrar importancia y visibilidad, y de este modo, siguiendo a Martínez García et al., (2019), el papel del enfermero quirúrgico fue evolucionando, desde una perspectiva centrada en el material y la técnica, hasta una profesionalización más completa, orientada a la seguridad y el bienestar del paciente con la implementación de protocolos destinados al seguimiento personalizado de tales cuidados (8).

El papel del enfermero quirúrgico por aquel entonces estaba limitado a tareas como: circulante, coordinación, técnicas quirúrgicas, posición y protección del paciente, instrumentos y materiales a usar, normativas de asepsias y esterilización, quedando así, marcado su papel como coordinador del funcionamiento de la sala de quirófano y personal, y garantizando unos cuidados de calidad (8).

La evolución de la tecnología a finales del siglo XX determinó también una nueva forma de entender el papel del enfermero en quirófano, no tanto por el grado de conocimientos prácticos, sino más bien por un conocimiento “humanizado” por el cual el enfermero quirúrgico debía tomar más responsabilidad en el paciente en cuanto a “crear un clima flexible, abierto, respetuoso, aplanado que haga sentir a los pacientes y familiares, la mayor seguridad y confianza posible” (8) (p. 3).

3.2. Antecedentes de la enfermedad de cataratas

“Las cataratas se desarrollan gradualmente a lo largo del tiempo, en individuos de más de 40 años, generalmente con una historia familiar de cataratas y como resultado del envejecimiento. Felizmente las investigaciones realizadas durante siglos nos permiten en la actualidad contar con tratamientos muy precisos y no hay razón alguna para demorar en poner fin a la pérdida de la visión causada por las cataratas, que interfieren las actividades de la vida diaria. Se cuenta además con una pléyade de profesionales destacados en la especialidad, que aseguran el éxito en más del 90 % de los pacientes operados, que recobran una visión beneficiosa” (9) (p. 82)

3.3. Evolución y estado actual de la cirugía por cataratas

A lo largo de la historia, se han practicado numerosas intervenciones quirúrgicas debido a la enfermedad por cataratas, incluso cuando aún no existía la anestesia (10).

Hace 4.000 años, los egipcios practicaban la Técnica de la Reclinación para tratar la vista nublada, y más tarde, en el siglo II, un médico griego retiró por primera vez el cristalino nublado del ojo, utilizando material de bronce (10).

Más tarde, el padre de Fernando el Católico, Juan II, perdió la vista durante su mandato en el Reino de España y el médico Leridiano Abiabar, consiguió, utilizando la técnica de Reclinación del Cristalino, devolverle la vista, mediante la introducción en el ojo de una aguja para quitar el cristalino opaco (10).

A mediados del siglo XVIII, Jackes Daviel, inventó la técnica extracapsular, que consiste en realizar una incisión bajo la córnea para extraer el cristalino, vendando posteriormente el ojo para su compresión (10).

En el siglo XX, con el avance de la tecnología, se empezó a usar una lente intraocular para la intervención quirúrgica en cataratas, con el uso de polimetacrilato de metilo para hacer un reemplazo de las lentes del ojo en personas con cataratas, aunque dicha técnica, finalmente no tuvo éxito (10).

En 1967, el Dr. Charles Kelman, desarrolló la técnica de Facoemulsificación, por la que se utilizaban vibraciones ultrasónicas para romper las cataratas en fragmentos pequeños (10). Doce años más tarde, el Dr. Kai-Yi Zhou, realizó por primera vez, un implante ocular plegable de silicona para facilitar la inserción gracias a su posible doblaje (10). Aunque no fue hasta el año 1981, cuando la Dra. Patricia Bath inventó la Sonda LáserPhaco, por la que se eliminaban las cataratas gracias a la energía luminosa, siendo completada en 1986 y patentada en 1988 (10).

En la actualidad, la cirugía por cataratas es una intervención muy común y cuenta con tecnología avanzada como las lentes multifocales intraoculares, utilizando la técnica de láser femtosegundo, que permite realizar la intervención de forma más precisa y refractiva (10).

3.4. Estado actual de la enfermedad de cataratas en España

Una de las principales causas de pérdida de visión en personas mayores, es la enfermedad de cataratas, siendo su prevalencia de un 80% en personas de 60-70 años y de un 100% en personas de 80 o más años, siendo esta reversible (11, 12).

Los últimos datos publicados por Statista sobre el porcentaje de personas mayores con cataratas en España son actualizados del año 2022, quedando así su incidencia:

Tabla 1. Prevalencia de enfermedad por cataratas en personas mayores en España.

EDAD

(años)

PORCENTAJE DE CASOS EN ESPAÑA (2022)
65-74 15,68%
75-84 23,43%
85 + 23,33%

Fuente: Statista (2022) www.ine.es

La actual pandemia por Covid-19, ha precisado una serie de acciones para proteger a los pacientes con enfermedades oftalmológicas, con el fin de evitar complicaciones posoperatorias, reduciendo las posibilidades de infección por SARS-CoV-2 entre pacientes y personal sanitario (13).

3.4.1. Estado actual de la enfermedad de cataratas en Aragón

La Comunidad Autónoma de Aragón (España), dispone de la Unidad de Alta Resolución de Cirugía de Catarata (ARCCA), ubicada en el Hospital Nuestra Señora de Gracia (Zaragoza) y por la que se realizan unas 6.000 intervenciones al año, tomando como referencia a hospitales de la zona, como el Hospital Universitario Miguel Servet , cuyo jefe de Oftalmología, el doctor Luis Pablo Júlvez destaca que dichos hospitales de las zonas I y II de Zaragoza, cuentan con unos estándares de calidad que se fundamentan en tres pilares básicos: la Asistencia, la Docencia y la Investigación (4).

Los problemas de la vista suponen un 90% de las cirugías en Oftalmología siendo la intervención rápida, segura y ambulatoria, de tal manera que se garantiza al paciente poder seguir con su ritmo de vida normal sin influenciar en la calidad de la misma ni en la autonomía personal del paciente (4).

Además, debido a la pandemia por Covid-19, las listas de espera en febrero del año 2022 aumentaron un 9,2% con respecto al mes de enero del mismo año en Aragón, siendo un total de 656 personas las que se encuentran pendientes de una operación por cataratas (3).

3.5. La enfermería en cirugía de cataratas

3.5.1. El papel del enfermero en la cirugía de cataratas

            3.5.1.1. Identificación de la patología

Los síntomas más comunes en la enfermedad de cataratas suelen ser (14):

  • Recurrentes cambios en la graduación visual
  • Visión doble por uno de los ojos
  • Molestias por la intensidad de la luz
  • Pérdida perceptiva de la tonalidad de los colores
  • Pérdida de visión de forma lenta y gradual

Las técnicas más utilizadas para su diagnóstico según Vintanel López et al., (2021) se diferencian en:

  • Examen de agudeza visual: utilizando una tabla optométrica para identificar series de letras. Evaluación individual de cada ojo. Determinación del deterioro a través de una tabla de visualización.
  • Examen con lámpara de hendidura: permite observar la estructura del ojo, utilizando una línea de luz intensa que permite a la hendidura iluminar la córnea, el iris, el cristalino y el espacio entre el iris y la córnea.
  • Examen de retina: consiste en la dilatación de las pupilas utilizando unas gotas que permiten observar la retina, para posteriormente, poder identificar signos de cataratas gracias al oftalmoscopio.

            3.5.1.2. Plan de cuidados para la fase preoperatoria

Preparar la sala de quirófano para intervenir unas cataratas, requiere el uso de unos equipos especiales para llevar a cabo la cirugía. De este modo, el Dr. Santiago Ortiz Pérez (15), del Servicio de Oftalmología del Hospital Clínico de Barcelona, sugiere un elemento crucial para la operación de cataratas: el facoemulsificador. Esta máquina genera ultrasonidos para romper las cataratas y consta de un mando central, una pieza manual y un pedal y conviene por parte del personal enfermero conocerlo, ya que algunos cirujanos saben manejarla, pero otro no y su no uso en una operación de cataratas hoy es prácticamente inaceptable (15).

Los enfermeros encargados de participar en la cirugía por cataratas deben preparar al paciente antes de entrar en el quirófano, y serán los responsables de las tareas siguientes (14):

  • Realización de pruebas analíticas con coagulación y un ECG
  • Proporcionar al paciente anestesia local y sedación
  • Realizar una previa radiografía de tórax (recomendable)
  • Encuesta de salud: toma de fármacos, antecedentes médicos y quirúrgicos
  • Suspender los antiagregantes y anticoagulantes sanguíneos (unos días antes)
  • Explicar al paciente los procedimientos quirúrgicos y anestésicos y asegurarse de que firman los documentos pertinentes

Unas horas antes de la cirugía, cuando el paciente llega al hospital, el equipo de enfermería le atenderá en la consulta de preoperatorios, donde se llevará a cabo lo siguiente (13):

  • Cambiar al paciente de ropa
  • Asegurarse de que no lleva nada metálico (anillos, pendientes, dentaduras…)
  • Preguntar al paciente si ha hecho el ayuno requerido (8 horas por lo general)
  • Saber si vienen acompañados

Respecto a cuestiones específicas de especialidad, Ortiz (15) recomienda lo siguiente:

  • La pupila debe estar en midriasis máxima, bien por medio de colirios o mediante dispositivos de liberación controlada de fármacos (aunque no es estrictamente necesario siempre).
  • El “checklist”: es una herramienta muy útil y sencilla por la que se lleva un orden de las cosas que hay que hacer antes de entrar en el quirófano para tenerlo todo preparado y así evitar complicaciones innecesarias por olvido.

            3.5.1.3. Plan de cuidados para la fase intraoperatoria

Siguiendo a Ortiz (14), las funciones del enfermero varían según su papel dentro del proceso quirúrgico, existiendo un enfermero/ instrumentista, circulante y de anestesia.

Aunque cada uno tiene su papel, es importante que trabajen en equipo, pues las distintas funciones de cada uno son fundamentales para llevar a cabo el proceso de forma exitosa (13).

Estas funciones, comunes a todos los enfermeros de la sala independientemente de su labor especializada, serían, según Ortiz (13):

  • Prestar atención a la preparación de la sala de quirófano antes de la intervención.
  • Conocer a la perfección el funcionamiento de la cirugía en todo momento:
  1. Incisiones
  2. Inyección de viscoelástico
  3. Capsulorrexis
  4. Hidrodisección
  5. Facoemulsificación del cristalino
  6. Aspiración de fragmentos
  7. Eliminación de masas
  8. Implante de lente intraocular (LIO)
  9. Eliminación del viscoelástico
  10. Inyección de antibiótico
  11. Cierre y comprobación de las incisiones

            3.5.1.4. Plan de cuidados para la fase postoperatoria

El papel de la enfermería en la fase postoperatoria comprende una serie de tareas (12):

  • NOC 1: Conocimiento del procedimiento terapéutico
  • Descripción del proceso de terapia
  • Descripción de las posibles restricciones durante el proceso
  • Descripción de posibles efectos secundarios

Siguiendo a Vintanel López et al., (2021), la asimilación por parte del paciente de estos parámetros se medirá mediante escalas, cuyas puntuaciones se establecen de la siguiente manera:

1 → Ninguno

2 → Escaso

3→ Moderado

4 → Sustancial

5 → Extenso

  • NOC 2: Conocimiento del régimen terapéutico
  • Descripción de la medicación prescrita
  • Descripción de la actividad prescrita

Estos, como los anteriores, se medirán por escalas con iguales puntuaciones e ítems que la anterior.

3.5.2. Posibles complicaciones en el quirófano

Ortiz, enumera algunas de las complicaciones que conciernen al personal enfermero que colabora en una intervención quirúrgica por cataratas y que pueden cambiar el curso de la operación de forma imprevista, por lo que hace algunas recomendaciones sobre todo dedicadas al enfermero/a instrumentista, y que deben ser controladas y conocidas a la perfección para poder actuar con rapidez y eficacia (13):

  • Pérdida de la capsulorrexis: el personal enfermero deberá tener en cuenta que los parámetros del facoemulsificador estarán bajo mínimos, por ejemplo, menor aspiración.
  • Rotura de la cápsula posterior: ante este imprevisto, el personal enfermero tendrá que hacer algunas modificaciones, por ejemplo, bajar los parámetros del facoemulsificador, usar la función de vitrectomo su ha pasado si ha pasado vítreo a la cámara anterior, hacer uso de otros instrumentos opcionales o usar un LIO diferente al previsto.

3.5.3. Higiene y seguridad en el proceso quirúrgico

No se debe olvidar que la pandemia por Covid-19, aún sigue afectando a la población, y por tanto, se deben tomar medidas cautelares, especialmente en lo relacionado con aspectos que conciernen a la salud pública para garantizar la seguridad y la higiene tanto en pacientes como en personal sanitario, en este caso, en un proceso quirúrgico, y por el que las autoridades sanitarias realizaron, en junio de 2020, un “documento técnico” con recomendaciones, en las que son partícipes el Ministerio de Sanidad principalmente, junto con la AEC, SEDAR, SEMPSPH, SEIMC y la AEEQ (6) (p. 5-7):

  • Consideraciones generales
  • El retraso de una cirugía puede condicionar el pronóstico de algunas enfermedades.
  • Se ha comunicado un aumento de la morbimortalidad perioperatoria de los pacientes quirúrgicos con infección por SARS-CoV-2 (COVID-19), ya sea conocida preoperatoriamente o no conocida y desarrollada en el postoperatorio.
  • La cirugía y la anestesia general de pacientes con infección por SARS-CoV-2 (CoVID-19) son procedimientos de alto riesgo de contaminación para el personal sanitario involucrado.
  • Es necesario tener en cuenta la disponibilidad de recursos para la creación y mantenimiento de circuitos No-COVID-19 necesarios para la realización de las intervenciones quirúrgicas.
  • Puede ser de gran utilidad la aplicación dinámica de escenarios de alerta propuesta por la AEC en función de la ocupación de recursos asistenciales para la toma de decisión de qué tipo de cirugías programar. La ocupación por enfermos COVID-19 debería estar como máximo en torno al 5% para poder volver a toda la actividad electiva.
  • Es importante evaluar de forma continua las condiciones epidemiológicas de la población donde se encuentra el centro hospitalario y, por tanto, el riesgo de infección de pacientes y profesionales.

Con el objetivo de reanudar la cirugía minimizando el riesgo de infección a los pacientes y profesionales, RECOMENDAMOS:

  • La inclusión de expertos en COVID-19 en la comisión quirúrgica.
  • La identificación, en la medida de las posibilidades de cada centro, de un circuito

independiente para cirugía programada en un entorno libre de COVID-19.

  • La reorganización de la actividad de profesionales para la atención perioperatoria de la cirugía programada por un equipo que no tenga contacto con pacientes afectos por COVID-19.
  • Valorar el reinicio de la Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA) en el caso de que se cree un circuito físico y de profesionales libre de COVID-19.
  • La conveniencia de despistaje inicial para SARS-CoV-2 de profesionales que atiendan la cirugía programada en todo su proceso.
  • La detección precoz de infecciones en personal sanitario y la declaración a Medicina Preventiva/Prevención de Riesgos Laborales, para estudio de contactos y aplicación racional de la cuarentena.

En cuanto al diseño del circuito de atención quirúrgica programada, RECOMENDAMOS:

  • La reducción de las consultas presenciales mediante la potenciación de las consultas no presenciales o con agendas mixtas, siempre que sea posible.
  • En caso de requerir una consulta presencial, habilitar un sistema de despistaje previo de infección activa por SARS-CoV-2 y la implantación de medidas para el distanciamiento físico, higiene, uso de mascarillas y otros elementos de barrera para pacientes y profesionales.
  • Evitar las exploraciones y curas que supongan un riesgo de generación de aerosoles y salpicaduras, o su realización utilizando el equipo de protección individual correspondiente.
  • El ingreso en el mismo día de la cirugía y la evaluación del soporte sociofamiliar y de asistencia domiciliaria disponible para una posible alta precoz.
  • La formación y restricción del número de visitantes y acompañantes al máximo durante la estancia hospitalaria.
  • El estricto seguimiento de las recomendaciones de distanciamiento físico, higiene y uso de mascarillas por parte de pacientes, visitantes, acompañantes y profesionales durante el periodo de estancia hospitalaria.
  • La vigilancia activa y separación del circuito de cirugía electiva para su aislamiento de aquellos pacientes que desarrollen síntomas o signos compatibles con COVID-19.

En relación con el despistaje de infección activa de pacientes previo al procedimiento quirúrgico programado, RECOMENDAMOS:

  • La adecuación local de un proceso preoperatorio de despistaje de infección activa de SARS-CoV-2 a todos los pacientes.
  • Una primera evaluación de la clínica y de los antecedentes epidemiológicos con aproximadamente 14 días de antelación para detectar síntomas o riesgo de

COVID-19

  • Aconsejar un control riguroso de las medidas de distanciamiento físico y protección las dos semanas previas a la cirugía para disminuir las posibilidades

de infección.

  • La realización de un despistaje de infección activa por SARS-CoV-2 mediante una PCR en una muestra nasofaríngea lo más cercana posible a la cirugía, dentro de las 72 horas previas.
  • Realizar una segunda evaluación de la clínica y de los antecedentes epidemiológicos en las 72 horas previas a la cirugía para detectar síntomas o

riesgo de COVID-19.

  • Adecuar el proceso de despistaje de infección activa por SARs-CoV-2 al escenario e alerta del hospital, epidemiología del área y riesgo del paciente y del

procedimiento.

  • Evitar el uso sistemático de serología de SARS-CoV-2, TAC torácico y analíticas específicas, reservando la indicación al diagnóstico de casos sospechosos en función del contexto clínico.

En relación a la priorización de las cirugías programadas, RECOMENDAMOS:

  • La priorización de pacientes quirúrgicos en lista de espera valorando una escala

que tenga en cuenta los factores

  1. Relacionados con la patología que motiva la indicación
  2. Relacionados con el procedimiento
  3. Relacionados con el estado del paciente.
  • El uso orientativo de la escala de la ECOG (Eastern Cooperative Oncology Group) para la priorización de pacientes oncológicos.

Con el fin de minimizar el riesgo en los profesionales, RECOMENDAMOS:

  • La formación continua de profesionales en el uso de Equipos de Protección

Individual, así como la generalización de quimioprofilaxis o inmunoprofilaxis en el momento que se encuentren disponibles.

  • El estricto lavado de manos siguiendo las recomendaciones de la OMS.
  • El uso de mascarilla quirúrgica por profesionales, pacientes y acompañantes.
  • El uso de protección adicional (mascarilla FFP2 o superior, bata anti-salpicaduras y pantalla o gafas cerradas) en los procedimientos que puedan generar aerosoles.

Respecto a la información a pacientes y familiares, RECOMENDAMOS:

  • La información pormenorizada de los riesgos y beneficios de someterse a la intervención quirúrgica en situación de transición de pandemia COVID-19 y de los riesgos en caso de demora de la cirugía.
  • La educación a pacientes y familiares en las medidas de prevención de infección de SARS-CoV-2.

4.     DISCUSIÓN

La enfermedad de cataratas es una patología muy común en España, contando con entre un 15-23% de casos a nivel nacional. Es por ello que se debe trabajar en investigación sobre esta enfermedad para poder dar soluciones efectivas y aportar información sobre la enfermedad a los pacientes, en terapias educacionales que expliquen por qué aparece la enfermedad, a qué se debe, las consecuencias y síntomas para poder concienciar a los pacientes que sean propensos a sufrir la enfermedad (+ 65 años aprox. ) para que pueden llevar el transcurso de la enfermedad de forma supervisada desde el principio y además dando herramientas para que se pueda evitar o al menos la evitación basarse en que las listas de espera no sean un caos, pudiendo con antelación someterse a pruebas para verificar si existe esta patología o no, con la finalidad de poder descartarla.

Esta también sería una manera de evitar el solapamiento en los centros de salud u hospitales, teniendo en cuenta que la pandemia por SARS-Cov-19 es todavía un riesgo y de hecho existen algunos repuntes (entre 1-2%,) (15). En este sentido, los profesionales de la salud competentes deben dar recomendaciones necesarias (como las vistas en este trabajo por el Ministerio de Sanidad) de tal forma que se garantice la protección higiénica y de cuidados de salud tanto a pacientes como a sanitarios, que también están en constante riesgo cuando trabajan en centros de salud u hospitales (6, 17).

El hospital de León Nuestra Señora de Gracia, es un centro de referencia para la enfermedad de cataratas debido a su investigación, especialmente en esta enfermedad (entre otras), ya que cuenta con equipos y personal altamente especializados y cualificados para abordar esta problemática que concierne a la Salud Pública, no obstante, la investigación en medicina en general, es cambiante en el sentido en que los avances en esta rama se producen muy fugazmente y es cuanto menos complicado mantenerse actualizado al mismo tiempo que avanza dicha ciencia debido principalmente a que se debe contrastar la información y tomar en cuenta los foros científicos internacionales a nivel mundial.

5.     CONCLUSIONES

Las principales conclusiones que podríamos sostener de este trabajo de revisión serían:

Entre las funciones concretas del personal enfermero en cirugía por cataratas estarían: identificación de la patología, plan de cuidados en fases pre, intra y postoperatoria.

Se enumeran detalladamente las posibles complicaciones en el proceso quirúrgico en el que iría antes de una pérdida de capsulorrexis hasta la rotura de la cápsula posterior, en la cual el enfermero quirúrgico debe controlar los parámetros del facoemulsificador y diversas modificaciones en éste y / o en otras maquinarias de uso quirúrgico.

Las recomendaciones por parte de los organismos competentes en materia de salud, seguridad e higiene, en un proceso quirúrgico, se resumen en protección tanto de pacientes como de sanitarios.

Este trabajo de revisión, cuyo objetivo principal era detallar las competencias necesarias por parte del enfermero quirúrgico en una intervención de cirugía por cataratas, se ha logrado mediante la consecución de los objetivos específicos, que, de forma respectiva, en lo que se refiere a describir las funciones del personal enfermero en cirugía por cataratas, eran enumerar las posibles complicaciones del proceso quirúrgico de cataratas y por otro lado, mencionar las recomendaciones por parte de los organismos competentes, como el Ministerio de Sanidad por ejemplo, para no dejar de lado la evidencia de las afectaciones por el SARS-Cov-19.

6.     BIBLIOGRAFÍA

  1. Buscador. (s/f). Cun.es. Recuperado el 10 de octubre de 2022, de https://www.cun.es/resultado-busqueda?queryStr=catarata
  2. Cataratas: incidencia en personas mayores por edad 2017. (2022). Statista. Recuperado el 10 de octubre de 2022, de https://es.statista.com/estadisticas/638474/porcentaje-de-personas-mayores-con-cataratas-por-edad-en-espana/
  3. Lisbona, J. (2022, febrero 23). Las listas de espera aumentan otro 9,2% por la séptima ola y afectan ya a 8.935 pacientes. Heraldo de Aragón. https://www.heraldo.es/noticias/aragon/2022/02/23/las-listas-de-espera-aumentan-otro-9-2-por-la-septima-ola-y-afectan-ya-a-8-935-pacientes-1555184.html
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