El sistema sanguíneo ABO y Rh y su posible relación con el desarrollo de ciertos tipos de cáncer
Autora principal: Eva María Valella López
Vol. XV; nº 10; 459
The ABO and Rh blood system and its possible relationship with the development of certain types of cancer
Fecha de recepción: 06/04/2020
Fecha de aceptación: 12/05/2020
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XV. Número 10 – Segunda quincena de Mayo de 2020 – Página inicial: Vol. XV; nº 10; 459
Autora: Eva María Valella López (Técnico especialista en laboratorio clínico y biomédico en el Hospital Universitario Central de Asturias)
Resumen:
Karl Landsteiner, comprobó que en ciertas ocasiones los glóbulos rojos se aglutinaban llegando a formar grumos completamente visibles. Con este hallazgo descubrió el sistema que hoy conocemos como ABO, y gracias a este sistema se demostró la gran importancia que tiene este sistema en las transfusiones sanguíneas. Landsteiner junto con Wiener inyectaron eritrocitos de una especie de simio llamado Macacus Rhesus en otras especies obteniendo un suero que aglutinaba dichos eritrocitos. Las especies por las que la sangre se aglutinaba con el suero anti-Rhesus, pasó a ser denominada como Rh positivo, mientras que los sueros que no aglutinaban con esta sangre se denominaron Rh negativo.
El sistema ABO, se compone únicamente por dos tipos de antígenos o aglutinógenos, los A y los B. También se encuentran los anticuerpos correspondientes a estos dos antígenos o aglutininas, es decir, el anti-A y el anti-B.
Dentro de la especie humana, encontramos cuatro tipos de grupos sanguíneos, los cuales son A, B, AB Y O. Dentro de este sistema podemos encontrar tres genes, los cuales, controlan la expresión de los aglutinógenos ABO.
Es sistema Rh es polimórfico y se compone por 56 antígenos definidos mediante métodos serológicos. Los antígenos con mayor importancia de todos los que posee este sistema son el D, C, c, E y e.
El sistema AB0 se encuentra relacionado con diferentes tipos de patologías como varios tipos de cáncer como son: el cáncer gástrico, cáncer de ovarios o cáncer pancreático.
Palabras clave: sistema AB0, sistema Rh, hematíes, antígenos, anticuerpos.
Abstradct:
Karl Landsteiner, verified that in certain occasions the red globules were agglutinating arriving to form completely visible lumps. With this finding, he discovered the system that we know today as ABO, and thanks to this system, the great importance that this system has in blood transfusions was demonstrated. Landsteiner together with Wiener injected erythrocytes of a species of ape called Macacus Rhesus in other species obtaining a serum that agglutinated said erythrocytes. Species for which the blood was agglutinated with the anti-Rhesus serum, became known as Rh positive, while the sera that did not agglutinate with this blood were called Rh negative. The ABO system consists of only two types of antigens or agglutinogens, A and B. There are also the antibodies corresponding to these two antigens or agglutinins, that is, anti-A and anti-B. Within the human species, we find four types of blood groups, which are A, B, AB and O. Within this system we can find three genes, which control the expression of ABO agglutinogens. The Rh system is polymorphic and consists of 56 antigens defined by serological methods. The most important antigens of all that this system has are D, C, c, E and e. The AB0 system is related to different types of pathologies such as various types of cancer such as: gastric cancer, ovarian cancer or pancreatic cancer.
Keywords: AB0 system, Rh system, red blood cells, antigens, antibodies.
Introducción:
Comienzos del grupo sanguíneo ABO:
Las diferencias entre antígenos en especies distintas, ya fueron observadas incluso antes del descubrimiento de las diferencias entre individuos de la misma especie. Landois, observó que mezclando sangre de cordero con suero de otro animal de raza diferente e incubándolas a 37 grados, dicha sangre experimentaba una lisis en un periodo cercano a los 2 minutos (1).
Posteriormente Levine, en 1930, detectó un anticuerpo, en el suero de la sangre de una mujer que acababa de dar a luz, que aglutinaba el 85% de las sangres humanas.
Karl Landsteiner, un profesor de anatomía patológica de Viena, cuyo campo de investigación fue la genética de la sangre humana, viendo el trabajo realizado por Landois, quiso comprobar si se podían encontrar algún tipo de diferencias entre individuos de la misma especie, esto lo probó mezclando suero y hematíes de diferentes humanos. Realizado esto comprobó que en ciertas ocasiones los glóbulos rojos se aglutinaban llegando a formar grumos completamente visibles. Con este hallazgo descubrió el sistema que hoy conocemos como ABO, y gracias a este sistema se demostró la gran importancia que tiene este sistema en las transfusiones sanguíneas (1,2).
En el año 1940, Landsteiner junto con Wiener inyectaron eritrocitos de una especie de simio llamado Macacus Rhesus en otras especies como conejos o cobayas, obteniendo un suero que aglutinaba dichos eritrocitos. Las especies por las que la sangre se aglutinaba con el suero anti-Rhesus, pasó a ser denominada como Rh positivo, mientras que los sueros que no aglutinaban con esta sangre se denominaron Rh negativo. Una vez descubierto esto confrontaron el suero resultante con las sangre humana (1,2).
Fisiología de los hematíes:
Los glóbulos rojos o hematíes, son células anucleadas con forma de disco bicóncavo. Son el tipo de células más abundantes en el cuerpo humano, variando su número en función del sexo, edad y elevación del hábitat del individuo (2).
Los hematíes se crean a partir de la eritropoyesis en la médula ósea roja mediante división y diferenciación, dando lugar a células inmaduras llamadas proeritroblastos. Estas células se van dividiendo, creando otras que tras muchas divisiones dan lugar a un tipo de células ya sin núcleo, llamadas reticulocitos. Estos pasan de la médula ósea a la sangre transformándose en células maduras llamadas eritrocitos o hematíes (2,3)
Los hematíes, poseen sobre su membrana, cerca de 30 tipos de antígenos. Todos estos antígenos pueden llegar a desarrollar reacciones de tipo antígeno-anticuerpo. Los principales grupos de antígenos que pueden desarrollar estas reacciones son los del grupo ABO y el sistema Rh (3).
Sobre la membrana del eritrocito se encuentra una sustancia llamada ceramida. La unión de esta sustancia a un grupo de cuatro azúcares, origina la llamada sustancia precursora, a partir de la cual se realiza la unión de otros azúcares que son los encargados de originar la especificidad de cada antígeno del sistema ABO (3).
Composición del sistema ABO:
El sistema ABO, se compone únicamente por dos tipos de antígenos o aglutinógenos, los A y los B. Los antígenos son glicoproteínas producidas por genes alélicos en un locus único. También se encuentran los anticuerpos correspondientes a estos dos antígenos o aglutininas, es decir, el anti-A y el anti-B aunque estos se localizan en el plasma sanguíneo (3).
El sistema ABO posee un gen, llamado a su vez ABO, en la zona terminal del brazo largo del cromosoma 9, en el cual existen tres tipos de alelos, donde dos de ellos, el A y el B, son codominantes; esto significa que ambos alelos se comportan como dominantes y el otro alelo el O es recesivo, es decir, que aunque no se hace presente en el fenotipo del que lo posee, pueden manifestarse en su descendencia (4).
El sistema ABO se encuentra basado por la constitución de tetrasacáridos presentes en proteínas o lípidos de la membrana de los eritrocitos, dos enzimas transferasas, dan lugar a las dos especificidades características de este sistema. Una mutación en un solo de los nucleótido presentes en el gen A, traslada el marco de trascripción produciendo una parada prematura (codón de parada) con una transferasa truncada que no está activa, lo que origina muchos de los casos de grupo O. Sus 6 combinaciones producen los 4 grandes fenotipos ABO según el azúcar terminal inmunodominante (5).
La combinación de alelos AA/AO, da lugar al grupo A.
La combinación de alelos BB/BO, da lugar al grupo B.
La combinación de alelos AB, da lugar al grupo AB.
La combinación de alelos OO, da lugar al grupo O (5).
Dentro de la especie humana, encontramos cuatro tipos de grupos sanguíneos, los cuales son A, B, AB Y O.
- Grupo sanguíneo A: contiene aglutinógenos de tipo A sobre la membrana plasmática de los hematíes y aglutininas anti-B en el plasma sanguíneo.
- Grupo sanguíneo B: contiene aglutinógenos de tipo B en la superficie de los hematíes y en el plasma sanguíneo contiene aglutininas de tipo anti-A.
- Grupo sanguíneo AB: contiene los dos tipos de aglutinógenos, es decir, el A y el B y presenta ausencia de aglutininas anti-A y anti-B dentro del plasma sanguíneo.
- Grupo sanguíneo O: la superficie de los glóbulos rojos no presentan aglutinógenos de ningún tipo, en cambio, en el interior del plasma sanguíneo encontramos los dos tipos de aglutininas, la anti-A y la anti-B (6)
Genética del sistema ABO:
Dentro de este sistema podemos encontrar tres genes, los cuales, controlan la expresión de los aglutinógenos ABO. Uno de estos genes es el H. Este gen se encuentra en el cromosoma 19 codificando la productividad de la enzima transferasa H, la cual enlaza una molécula de L-fucosa a la Galactosa final de una sustancia precursora que se encuentra a su vez unido a los lípidos o proteínas de la membrana del glóbulo rojo. Esta unión da lugar al antígeno H. Este antígeno se considera el paso previo a la formación de los diferentes antígenos de los grupos sanguíneos ABO. Los genotipos que tienen un gen presente en forma de dos alelos semejantes en cromosomas homólogos (homocigoto) para el gen hh, no reproducen el antígeno H, aunque si dan lugar a los anticuerpos anti-H. Estas personas al no desarrollar el antígeno H, tampoco producen los aglutinógenos A ni B ya que se encuentran bloqueados por el antígeno H, en cambio, su suero sanguíneo posee todos los anticuerpos del sistema ABO, es decir, el anti-A, el anti-B y el anti-H. Cuando esto pasa se desarrolla el fenotipo conocido como Bombay (3, 4, 5).
Anticuerpos pertenecientes al sistema ABO:
Si un individuo carece de cierto antígeno, su suero debe poseer el anticuerpo que va dirigido contra ese antígeno del que carece. Si en el suero encontramos dicho anticuerpo, es porque el sistema inmune del individuo ya se vio expuesto a ese antígeno, bien sea en el útero materno, en el postparto o como una respuesta a la exposición a aglutinógenos de carácter similar que se pueden encontrar en las partículas de polen, ciertos alimentos y en las bacterias y los virus (6,7).
Los anticuerpos del sistema ABO, suelen ser detectables en niños de edades comprendidas entre los 3 y los 6 meses, en edad más temprana son considerados acertados debido a la transferencia placentaria de anticuerpos IgG maternos. Según se va incrementando la edad, también crecen los niveles de anticuerpos en el individuo, llegando al nivel de adulto a una edad comprendida entre los 5 y los 10 años. Una vez pasada la edad adulta los niveles de anticuerpo comienzan a descender (7).
Sistema Rh:
Es sistema Rh es polimórfico y se compone por 56 antígenos definidos mediante métodos serológicos. Los antígenos con mayor importancia de todos los que posee este sistema son el D, C, c, E y e. Estos antígenos se han numerado mediante la nomenclatura que describió Rosenfield (9).
Se encuentran localizados sobre dos proteínas expresadas en la membrana de los glóbulos rojos: RhD y RhCE. La primera proteína lleva al antígeno D y sus variantes, mientras que la segunda proteína lleva los antígenos C, E, c y e siendo hecho en diversas combinaciones (9,10).
Relación del sistema ABO Rh con ciertas enfermedades y tipos de cáncer:
Cáncer gástrico:
La bacteria gástrica Helicobacter pylori, es una de las principales causas de la gastritis crónica. Esta patología gástrica está íntimamente relacionada con la patología del cáncer, debido a los cambios que produce en la mucosa gástrica. De hecho, esta misma bacteria se definió como carcinógeno tipo I al ser sobradamente demostrada su relación con el adecarcinoma gástrico (10).
El Helicobacter pylori puede resultar una bacteria tanto asintomática como virulenta, pudiendo llegar a producir atrofia gástrica multifocal y metaplasia intestinal predisponiendo al desarrollo del cáncer gástrico. El porqué de esta predisposición de momento es de origen desconocido (10,11).
La gastritis producida por Helicobacter pylori se encuentra relacionada con factores de virulencia de esta bacteria, principalmente con la citotoxina vacuolizante (VacA), que es una toxina oligomérica activada por niveles bajos de PH, generando erosiones en el epitelio gástrico tras la secreción activada por la bacteria; y el antígeno citotóxico asociado A (CagA). Este antígeno fosforila las células haciendo que incremente la erosión en la mucosa (9,10).
De manera reciente se ha descubierto un factor de adherencia bacteriana “BabA”, siglas de Blood group antigen binding Adhesin, presente en los grupos sanguíneos A y O, esto provoca que se activen de manera directa la entrega de factores bacterianos VacA o CagA, dañando el epitelio gástrico o llegando a producir reacciones inflamatorias o autoinmunes (12).
Aunque son principalmente los factores ambientales los que de manera primordial pueden llegar a provocar que se desarrolle el cáncer gástrico, también hay una gran asociación con los factores genéticos, como en individuos con grupo sanguíneo de tipo A. Puede que el cáncer gástrico difuso se encuentre asociado con este tipo de grupo sanguíneo (13).
Cáncer de ovario:
El gen ABO codifica par a la enzima glucosiltransferasa, permitiendo la formación de los antígenos de este grupo sanguíneo al catalizar el paso de azúcares a la sustancia H; esto puede desarrollarse en distintas células, unas de ellas son las del epitelio ovárico. Se produce por tanto un cambio en la enzima, debida a la alteración de las células cancerígenas, crucial por su función inmunológica contra la glucoprotína MUC1, esta glucoproteína ayuda a la transfección inflamatoria producida en la génesis tumoral. La glucotransferasa paralizaría la formación del carcinoma en el ovario, por lo que al encontrarse alterada provocaría una gran predisposición del padecimiento de la enfermedad (14).
Cáncer pancreático:
Uno de los riesgos de cáncer pancreático más significativo estadísticamente hablando pertenece al locus ABO. Este gen codifica la enzima glicosiltransferasa, la cual es la encargada de dar origen a los antígenos de este mismo sistema (15).
Variaciones en la secuencia de un solo nucleótido del gen ABO determina la especificidad de la glicosiltransferasa. Por lo que añadiendo N-acetil-d-galactosamina o d-galactosa para el antígeno precursor H, las glicosiltransferasas A y B producen antígenos A o B, respectivamente, en la superficie celular. La eliminación de un par de bases, produce la inactivación de la enzima codificada, esto implica la alteración del antígeno H. Todo esto produce un gran desequilibrio del punto de enlace con el alelo T, este alelo se encuentra relacionado con la asociación de la disminución de la susceptibilidad al cáncer de páncreas. De manera consecuente, los individuos que poseen el grupo sanguíneo O tienen un riesgo menor de padecimiento de esta enfermedad que los que tienen otros grupos sanguíneos (16).
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