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Enfermería ante la deshidratación pediátrica en atención primaria

Enfermería ante la deshidratación pediátrica en atención primaria

La gastroenteritis aguda es una de las enfermedades más frecuentes en los niños y la segunda causa de morbilidad y mortalidad en el mundo.

Autora: María de Orte Pérez. Diplomada en Enfermería

INDICE

1.- RESUMEN

2.- INTRODUCCION

3.- POBLACION DIANA

4.- CONCEPTO Y CLASIFICACION DE LA DESHIDRATACION

5.- VALORACIÓN DE LA DESHIDRATACIÓN

6.- TRATAMIENTO

7.- PREVENCION

8.- CONCLUSIONES

9.- BIBLIOGRAFIA

1.- RESUMEN

En nuestro medio, constituye una las patologías más frecuentes en las consultas de pediatría de atención primaria. Presento en el artículo una serie de signos y síntomas para detectar la deshidratación pediatría desde atención primaria.

2.- INTRODUCCION

El incremento de la demanda asistencial urgente en pediatría es una realidad que afecta tanto al contexto hospitalario como a la atención primaria de salud. Una de las estrategias para mejorar la calidad de la atención prestada en los servicios es la clasificación de las urgencias en niveles de prioridad según gravedad o triage gestionado por el personal de enfermería. En este artículo se define y valora la deshidratación presentando una tabla como instrumento con los signos clínicos más importantes de la deshidratación. El objetivo es dar a conocer los signos y síntomas de la deshidratación de los pacientes pediátricos dentro del contexto de urgencias en atención primaria

3.- POBLACIÓN DIANA

Va dirigido a pacientes pediátricos con deshidratación secundaria a gastroenteritis aguda (GEA) o a cualquier otro proceso agudo que acuda a urgencias en atención primaria

4.- CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN DE LA DESHIDRATACIÓN

La deshidratación puede clasificarse desde el punto de vista cuantitativo, según la pérdida de peso y desde el punto de vista cualitativo relacionando la osmolaridad de los líquidos perdidos respecto a la osmolaridad plasmática.

La rehidratación debe restablecer las funciones (normalización hemodinámica y restablecimiento de diuresis) evitando la rápida sobrecarga hídrica (por riesgo de edema pulmonar y cerebral).

La causa más frecuente de deshidratación aguda es la diarrea; el 80% se produce en lactantes menores de 12 meses.

5.- VALORACIÓN DE LA DESHIDRATACIÓN

La deshidratación es un síntoma guía común a muchos procesos patológicos. Se define como un trastorno metabólico agudo, consecuencia de un balance hidroelectrolítico negativo, que se objetiva por una pérdida de peso y que comporta un compromiso más o menos grave de las principales funciones orgánicas.

En el transcurso de la enfermedad hay que tener en cuenta la cantidad y el tipo de ingesta (agua, electrolitos, etc.), la cantidad y el tipo de pérdidas (micción, diarrea, vómitos, etc.). Las variaciones en el peso nos permitirán calcular las pérdidas y determinar la gravedad de la deshidratación. Las principales complicaciones de la deshidratación aguda serán el shock hipovolémico y la insuficiencia renal aguda.

El rasgo que define a la GEA es el cambio en la consistencia de las deposiciones y un aumento en el número de las mismas. Acompañando a la diarrea, pueden aparecer fiebre, vómitos, dolor abdominal, inapetencia, síntomas respiratorios y signos de afectación del sistema nervioso central (SNC).

La consecuencia más importante, y que condiciona el tratamiento y el diagnóstico de la GEA, es la aparición de deshidratación. La forma más fiable de diagnosticar y medir el grado de deshidratación es la pérdida de peso, pero esto solo es factible en muy pocas ocasiones, ya que normalmente no se suele conocer el peso exacto del niño antes del inicio de la GEA.

La clasificación de los niños según su grado de deshidratación es importante para el tratamiento. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se deberían establecer tres grupos en relación a la pérdida de peso (cuantitativo): niños sin deshidratación o mínima deshidratación (<3% de pérdida de peso corporal), niños con deshidratación moderada (3-9% pérdida de peso) y niños con deshidratación grave (>9% pérdida de peso).

Los datos que son más fiables a la hora de determinar el grado de deshidratación además de los recogidos en la tabla son: irritabilidad, nerviosismo, rigidez, hipertonía, convulsiones, alteración nivel de conciencia, coma, fiebre, sed intensa, pulso débil y rápido, hipotensión y oliguria. Ver tabla nº 1: signos y síntomas de la deshidratación

6.- TRATAMIENTO

Siempre que sea posible la rehidratación será oral. En algunos casos utilizaremos

simultáneamente la vía intravenosa y la oral.

Es el tratamiento de elección en el niño no deshidratado que presenta vómitos y/o diarreas y en el niño con deshidratación leve – moderada. Puede emplearse a cualquier edad. Consiste en el aporte de agua y electrolitos en cantidad suficiente para recuperar las pérdidas calculadas (déficit), aportar las necesidades basales diarias y compensar las pérdidas continuadas (generalmente vómitos y diarreas). Se realizará con soluciones de rehidratación oral (SRO).

Son preferibles las soluciones hipotónicas.

7.- PREVENCION

Medidas del cuidado en la prevención y evitación del contagio de la enfermedad y su propagación: dado que la principal vía de contagio es la fecal-oral, para prevenir la transmisión de las infecciones que producen diarrea, la medida de higiene más importante es el lavado de manos con agua y jabón o con desinfectantes hidroalcohólicos después del contacto con el paciente o sus secreciones. Esta es la principal medida en la que se debe insistir, tanto a nivel familiar como en colegios y guarderías, para evitar la aparición de brotes en estas instituciones.

Desde el punto de vista de la enfermería, se puede ofrecer un asesoramiento muy útil a padres y cuidadores en materia nutricional y de hábitos higiénicos, así como en el uso racional de los medicamentos y de los cuidados domiciliarios. Por lo tanto, en los servicios de urgencias, la enfermería tiene un importante rol respecto al cuidado y en las instrucciones a las familias y padres para los cuidados en el domicilio, de esta manera pueden actuar correctamente evitando los temores y los miedos que suscita.

La Educación para la salud desempeña un papel importante en la diarrea /vomito infantil. La eficacia para disminuir las complicaciones y los procesos severos de la enfermedad, va a depender en gran medida en la participación de los padres. Ellos serán los que tendrán que administrar correctamente la terapia de rehidratación oral, así como aplicar el resto de indicaciones dadas. La educación de los familiares y especialmente de los padres, puede lograrse por medio de una adecuada educación sanitaria, a través de la comunicación interpersonal, poniendo ejemplos, y haciéndoles preguntas para comprobar que lo han entendido. El personal de enfermería utilizando sus habilidades de comunicación, va a tener la posibilidad de capacitar al responsable del cuidado del niño para su manejo en el hogar, incluyendo el reconocimiento de los signos de alarma ante los cuales deben de consultar de manera inmediata. Con métodos de educación participativa, se dotará a los padres de la capacidad sobre medidas preventivas para evitar nuevos episodios de diarrea: alimentación adecuada, lavado de manos, preparación y conservación de alimentos, entre otros.

8.- CONCLUSIONES

La gastroenteritis aguda es un problema muy frecuente en la infancia, sobre todo en los tres primeros años de vida. En principio es una enfermedad leve y raras veces se complica. Sin embargo, la gastroenteritis está asociada a un alto nivel de hospitalización y costes elevados. La severidad de la gastroenteritis está más relacionada con la etiología que con la edad del niño, y los rotavirus son los responsables en la mayoría de los casos. La deshidratación es el principal signo clínico de la gastroenteritis aguda y generalmente refleja la severidad de la enfermedad. Pérdida de peso, retraso en el relleno capilar, disminución de la turgencia de la piel y patrón respiratorio anómalo, son los signos clínicos más importantes de deshidratación.

La enfermera como cuidadora del niño debe observar signos de empeoramiento o aparición de posibles complicaciones (pulso alterado, fiebre, taquipnea, hipotensión, oliguria…), para avisar al pediatra, ya que esta patología en su estado más grave puede causar la muerte del niño así como como establecer una educación sanitaria a sus padres para su prevencion.

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9.- BIBLIOGRAFIA

1.- García Hernández, MN. Diseño, prueba e incorporación de un sistema estructurado de valoración en un servicio de urgencias pediátrico de atención primaria. 2014 – riull.ull.es

2.- Guillermo Álvarez Calatayud, Guillermo; Taboada, Luz; Arnoldo Rivas, A. Deshidratación, etiología, diagnóstico y tratamiento. Anales de Pediatría Continuada. Hospital San Rafael. Madrid. España. Vol. 4 Núm.5. http://www.apcontinuada.com/es/deshidratacion-etiologia-diagnostico-tratamiento/articulo/80000209/

3.- Goldmana, Ran; Jeremy; N Friedmanb Jeremy;  C Parkinb, Patricia. Validación de la escala de deshidratación clínica para niños con gastroenteritis aguda. Revista Elsevier. Vol. 66. Núm. 3.  2008. http://www.elsevier.es/es-revista-pediatrics-10-articulo-validacion-escala-deshidratacion-clinica-ninos-13127743

4.- González Fernández, Lucia; Ganado Alejandro, Alberto. Manejo de la Gastroenteritis Aguda en Pediatría. Nuberos Científica. Fundación de la enfermería de Cantabria. http://www.index-f.com/nuberos/2016pdf/2056.pdf

5.- Cruz Cabrera, Inmaculada; Hidalgo Díaz, Maria Cristina; cruz Cabrera, Manuela. Diarrea aguda infantil. Bottom of FormHygia de Enfermería. http://www.colegioenfermeriasevilla.es/wp-content/uploads/Hygia88.pdf

6.- Álvarez-Calatayud, G; Taboada, L; Rivas, A. Anales de Pediatría Continuada. ISSN: 1696-2818. 2006, 4 (5): 292-301, 0 ref.

7.- F. de Miguel Durán, M. Perdomo Giraldi. Gastroenteritis aguda. Revista pediatría integral. VOLUMEN XIX NÚMERO 1, 2015

https://www.pediatriaintegral.es/wp-content/uploads/2012/03/Pediatria-Integral-XV-1.pdf