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Esquizofrenia de inicio muy temprano. Desafío diagnóstico. Reporte de un caso y revisión de la literatura

debut de la enfermedad, con una duración estimada de entre 3 y 5 años. En esta fase pueden surgir síntomas positivos de moderados a graves, deterioro cognitivo moderado, aislamiento social y conductas disruptivas. También pueden surgir síntomas negativos moderados, pero no suficientes para causar otro ingreso hospitalario, y los déficits cognitivos y del funcionamiento social que impiden alcanzar el nivel del estadio premórbido. (15,16)

Fase subcrónica

Esta fase se caracteriza porque los pacientes presentan numerosas recaídas, muchas de las cuales llevan a reingresos hospitalarios, que suponen un retroceso en la evolución del trastorno.

Aparece sintomatología positiva atenuada y síntomas negativos o residuales moderados. Se produce un deterioro clínico progresivo y el impacto de la enfermedad es evidente, tanto a nivel físico como psicológico.

Fase crónica

A pesar que no existe una definición unificada de lo que es la esquizofrenia crónica, esta se puede establecer cuando los pacientes cuentan con más de cinco años desde el debut, tienen una mala evolución de la enfermedad, varias recaídas y muestran dificultades en retomar las actividades que se llevaban a cabo antes del inicio de la enfermedad. Se observa la presencia de síntomas negativos y residuales graves: empobrecimiento de la expresión de emociones y sentimientos; limitación del pensamiento y del lenguaje; falta de energía; dificultad para experimentar

Ver Tabla nº1: fases de la esquizofrenia, al final del artículo.

Ver Tabla nº2: objetivos terapéuticos de cada estadio de la esquizofrenia.

Caso clínico

Paciente femenino de 12 años, soltera, estudiante de sexto primaria, cohabita con ambos padres con los que se describe una relación distante, madre portadora de diagnóstico psiquiátrico no especificado de larga evolución con mal adherencia al tratamiento, la paciente sin ningún antecedente personal patológico o no patológico, desarrollo psicomotor aparentemente normal, tiene una hermana de 15 años, con la cual refiere la relación más cercana, se describe por sus familiares como muy seria, tranquila, selectiva al elegir amigos, poca socialización, introvertida.

Su padecimiento inicia hace 24 meses tras mudanza y casamiento de su hermana, la paciente comienza con aislamiento, irritabilidad, agresividad verbal hacia compañeros de clases, así como deterioro escolar, cuadro que dura por 12 meses, posteriormente se canaliza a consulta externa de psiquiatría donde se le diagnóstica como reacción evasiva en la niñez y adolescencia, se indica terapia psicológica, a la cual no acude. A los seis meses los familiares refiere se añade al cuadro clínico: hiporexia, pérdida de peso no cuantificada, y mutismo selectivo, razón por la que es de nuevo canalizada a urgencias psiquiátricas, donde tras valoración, se confirma alteración en la sensopercepción, alucinaciones auditivas de tipo peroyativo, idea delirante de persecución, soliloquios, mutismo selectivo, donde se le diagnóstica y trata como una depresión mayor con sintomatología psicótica, se da cita de seguimiento, sin embargo no acuden.

Tras 3 meses, la madre de la paciente ante la persistencia de la paciente de no ingerir ninguna clase de alimento la lleva al Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), donde se comienza a realizar intervención familiar, observándose pobre red familiar, madre con antecedente de cuadro psiquiátrico, así como probable abuso por parte del padre, se decide poner en cuidado tutela del DIF y recanalizar a consulta de paidopsiquiatria, a donde es acompañada por personal del DIF así como por su madre y hermana, tanto el personal del DIF como familiares, la refieren continúa poco cooperadora, retraída, y con mutismo selectivo, se canaliza a valoración por neurología donde se descarta alguna otra enfermedad. Otros estudios que se realizan: tomografía axial computadorizada de cráneo: negativo, hemoquímica sanguínea: negativa, perfil tiroideo: negativo, electroencefalograma negativo. Entrevista familiar diagnóstica: disfuncional, con crisis de desorganización, pobre comunicación, mala distribución de los roles y mala situación económica.

Juicio clínico

La exploración realizada, respaldada por la entrevista diagnóstica Kiddie-Schedule for Affective Disorders & Schizophrenia,Present & Lifetime Version (K–SADS–PL), así como descartar enfermedades médicas que, secundariamente, causaran estados similares, dirigen a una enfermedad psiquiátrica: esquizofrenia de inicio muy temprano.

A la paciente se le indicó tratamientos psicológico y con antipsicóticos atípicos. Fue egresada del servicio de consulta externa de paidopsiquiatria tras 6 meses de seguimiento, se mantiene con una propuesta terapéutica: seguimiento por consulta externa de psiquiatría de su hospital general de zona, con revaloración por el área de paidopsiquiatria cada 6 meses, intervención psicoterapeuta individual y vigilancia tutelar por DIF.

Conclusiones

Se planteó como diagnóstico definitivo una esquizofrenia de inicio muy temprano que cumplía con los criterios diagnósticos del tipo A establecidos en la Clasificación Internacional de enfermedades 10, así como con el DSM IV. (4)

La esquizofrenia de inicio muy temprano, es poco frecuente y sus síntomas se hacen, en ocasiones, difíciles de precisar. La demora en su diagnóstico también puede llevar a cometer errores que pudieran ser desfavorables en el pronóstico. Se acepta la concepción de la esquizofrenia en la infancia como un trastorno multicausal.