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Guía de actuación ante estatus convulsivo y cualquier tipo de convulsión pediátrica

Guía de actuación ante estatus convulsivo y cualquier tipo de convulsión pediátrica

RESUMEN

Una crisis epiléptica puede manifestarse de muchas formas clínicas, pero es característico un comportamiento involuntario, estereotipado e incontrolable por parte del paciente. Dado que la sintomatología suele ser alarmante tanto para el paciente como para su entorno, va a ser un motivo frecuente de consulta en urgencias, incluso en el caso de pacientes epilépticos ya conocidos. Entre las medidas a tratar más importantes es asegurar la vía aérea permeable, proteger la cabeza, colocar al niño en decúbito lateral, control de glucemia, canalizar vía venosa periférica.

Autores: Tania Sánchez Guio 1, David Delgado Sevilla 2

  • Doctoranda Universidad de Zaragoza. Master de Enfermería de Urgencias, Emergencias y Transporte Sanitario, Universidad CEU San Pablo. Máster Universitario en Gerontología Social, Facultad de Ciencias de la Salud de Zaragoza. Hospital Universitario Miguel Servet.
  • Master de iniciación a la investigación, Universidad San Jorge. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.

PALABRAS CLAVE: convulsión, enfermería, pediatría, status epiléptico.

Una crisis epiléptica puede manifestarse de muchas formas clínicas, pero es característico un comportamiento involuntario, estereotipado e incontrolable por parte del paciente. Dado que la sintomatología suele ser alarmante tanto para el paciente como para su entorno, va a ser un motivo frecuente de consulta en urgencias, incluso en el caso de pacientes epilépticos ya conocidos.

MEDIDAS GENERALES DE ACTUACIÓN

  • Medidas de soporte vital básico y avanzado, permeabilidad de la vía aérea inserción de cánula de Guedel, aspiración de secreciones si precisa, oxigenoterapia, monitorización de la saturación de oxígeno, inmovilización del cuello en traumatizados. Control de constantes.
  • Protección de la cabeza durante la crisis evitando que se golpee. No intentar sujetar al paciente durante la crisis, controlar y guiar sus movimientos para evitar lesiones.
  • Colocar al niño en decúbito lateral para evitar el riesgo de aspiración.
  • Desabrochar las prendas ajustadas que limiten los movimientos.
  • Control de glucemia, si hipoglucemia administrar glucosa.
  • Vía venosa, evitando la sobrehidratación.
  • Si está en coma ó con sospecha de ingesta de opiáceos, naloxona 0,01-0,1 mg/kg máximo 2 mg en dosis inicial.
  • Si pH es menor de 7,10 poner 1mEq/kg de bicarbonato 1 molar, no administrar indiscriminadamente.
  • Antitérmicos si existe hipertermia.
  • Examinar al niño en busca de posibles lesiones, examinando la cavidad bucal ya que existe con frecuencia lesiones de la mucosa oral y lengua.

MEDIDAS ESPECÍFICAS DE ACTUACIÓN

Inicio del tratamiento farmacológico específico es primordial para que ceda el status convulsivo o cualquier convulsión.

Iniciar el tratamiento con benzodiacepinas

  • Diacepam IV 0,3 mg/kg máximo 10 mg. Puede repetirse cada 5 minutos dos veces más.
  • Riesgo de depresión respiratoria, aumenta con dosis sucesivas o si la convulsión es prolongada.
  • Puede administrarse vía rectal a 0,5mg/KG hasta un máximo de 20mg, pudiendo repetirse a los 10 minutos.
  • Midazolam 0,1-0,3 mg/kg IV, IM (aunque menos usada actualmente) máximo 5 mg. Puede repetirse a los 5 minutos,

Si las convulsiones persisten.

  • Fenitoína IV 15-20 mg/kg máximo 1200 mg a una velocidad inferior a 0,7 mg/kg/min, siempre con monitorización cardiaca y control de la TA, si alteraciones hemodinámicas enlentecer la perfusión. Es un fármaco incompatible con las soluciones glucosadas, por lo que se ha de lavar bien la vía.
  • Fenobarbital IV 20 mg/Kg., máximo 1 gr. A una velocidad de infusión menor de 100mg/min. Vigilar estrechamente el riesgo de depresión respiratoria e hipotensión, que será mayor si se han administrado previamente benzodiacepinas.
  • Si el estatus es refractario se recomienda recurrir a la inducción del coma barbitúrico mediante la administración de una dosis de carga seguridad de una infusión continua de pentobarbital o tiopental. Esta terapéutica a requiere de un adecuado control de la vía aérea y de la ventilación con intubación y asistencia respiratoria, además de monitorización continua y apoyo hemodinámico.

Entre las causas más comunes por edad se encuentran:

Neonato (< 1 mes)

  • Hipoxia perinatal
  • Hemorragia intracraneal
  • Infecciones del sistema nervioso central (SNC)
  • Trastornos metabólicos
  • Abstinencia de tóxicos
  • Alteraciones genéticas
  • Alteraciones del desarrollo

Lactante y niño (1 mes a 12 años)

  • Crisis febriles
  • Alteraciones genéticas
  • Infecciones del sistema nervioso central (SNC)
  • Alteraciones de desarrollo
  • Traumatismos
  • Idiomáticas

Adolescentes (12 a 18 años)

  • Traumatismos
  • Idiopáticas
  • Alteraciones genéticas
  • Tumores
  • Consumo de tóxicos

BIBLIOGRAFÍA

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