Correlación clínica y microbiológica de fistulas y abscesos bucales en pacientes que acuden a servicio de salud dental en Unidad Médica Familiar No.39 de Tecate, Baja California, México
Las fistulas y abscesos odontogénicos incluyen un amplio grupo de infecciones agudas que se originan en los dientes o en el periodonto y son las causas principales para que los pacientes soliciten asistencia de emergencia en la clínica odontológica. La causa de las fístulas es, por lo tanto, un proceso infeccioso que provoca una colección localizada de pus y exudado en alguna parte del cuerpo.
Candolfi Arballo, Ofelia*; Murillo Rábago, Elvira Ivonne**; Dávila Lezama, Amanda***; Narváez Hernández, Erik****.
Maestría en Ciencias con orientación en Microbiología*; Maestra en Ciencias de la Salud**; Maestría en Ciencias con orientación en Biotecnología***; Médico especialista en otorrinolaringología****
Universidad Autònoma de Baja California,
Escuela de Ciencias de la Salud, Valle de las Palmas.
RESUMEN
En la cavidad bucal, la mayoría de las fístulas tienen su origen en la necrosis de la pulpa con la consiguiente formación de un absceso periapical o en abscesos de origen periodontal. El objetivo principal del presente estudio fue correlacionar la presencia de abscesos y fistulas bucales con otras lesiones y patologías, así como analizar la microbiota bucal aislada de dichas infecciones y poder elucidar si la presencia de ciertos microorganismos se encuentra relacionada con el origen del absceso.
Se realizó un estudio de tipo cuantitativo descriptivo observacional, se diagnosticaron infecciones odontológicas y las lesiones asociadas a pacientes que acudieron a atención en la Unidad Medico Familiar UMF No. 39 Tecate Baja California, México y se les tomó muestra microbiológica para el aislamiento e identificación bacteriana. Las patologías diagnosticadas fueron caries dental, tártaro dental y necrosis pulpar. Se localizaron abscesos pericoronal y gingival, así como agudos y crónicos.
Los microorganismos identificados correspondieron a Streptococcus del grupo viridans, Porphyromonas gingivalis, Aggregatibacter actinomicetemcommitams, Prevotella sp, Lactobacillus spp. y Peptostreptococcus sp. La patología más frecuentemente asociada con abscesos y fístulas fue la caries dental. El estudio demuestra que no existe una relación entre la localización de los abscesos y los microorganismos asilados, pero si entre la evolución y origen de los abscesos y la microbiota infecciosa.
Palabras Clave: Fistula, absceso, microbiología oral, infección bucal.
ANTECEDENTES
Las infecciones odontogénicas tienen su origen en piezas dañadas por caries y/o hábitos higiénicos deficientes, por lo cual podrían desarrollarse enfermedades periodontales y en casos aislados a través del alveolo desocupado luego de una exodoncia dental (Salado R, Alvarez S, & Brunetto M, 2009).
Los abscesos odontogénicos incluyen un amplio grupo de infecciones agudas que se originan en los dientes o en el periodonto y son las causas principales para que los pacientes soliciten asistencia de emergencia en la clínica odontológica (Salinas M, Millàn I, & Leòn M, 2008).
Dependiendo de su origen, los abscesos odontogénicos han sido definidos como abscesos endodónticos o periapicales, abscesos periodontales y abscesos pericoronarios. Los términos de absceso dental, periapical o dentoalveolar deben usarse cuando se refieres a abscesos de origen endodóntico para evitar confusiones con la nomenclatura. Entre los abscesos odontogénicos, los abscesos dentoalveolar son la patología aguda más frecuente, seguidos de las pericoronaritis y los abscesos periodontales (Salinas M, Millàn I, & Leòn M, 2008).
Cuando los abscesos se clasifican por la localización de la infección se dividen en los siguientes grupos: Absceso Gingival, caracterizado por ser una infección purulenta localizada en la encía marginal o papila interdental; Absceso Periodontal, caracterizado por ser una infección purulenta localizada con destrucción del ligamento periodontal y hueso alveolar y; Absceso Pericoronal o Pericoronario, caracterizado por ser una infección purulenta localizada alrededor de una corona de un diente parcialmente erupcionado.
Los terceros molares mandibulares son los dientes que con mayor frecuencia tienen absceso pericoronario, sin embargo, también se afectan los terceros molares maxilares o los molares distales de cualquier arco (Salinas M, Millàn I, & Leòn M, 2008).
El tratamiento de dichas infecciones consiste en establecer un drenaje oportuno y eliminar la causa. Si el paciente presenta fiebre o desequilibro del estado general, se deben administrar antibióticos apropiados (Rojas Hernández, y otros, 2017).
Los abscesos agudos aparecen de forma rápida, en muchos casos puede expulsarse el contenido purulento del margen gingival mediante la presión digital. Generalmente la elevación es de forma ovoide en la encía con una coloración roja y edematosa. Al no tratarse o tratarse mal podrá evolucionar al tipo crónico (Salinas M, Millàn I, & Leòn M, 2008).
Dentro de su sintomatología se encuentra sensibilidad del diente que cede al presionar continuamente el diente en su alvéolo. Posteriormente el dolor es severo, pulsátil, con inflamación de tejidos blandos. El diente se siente alongado, doloroso y móvil, afectando a los dientes vecinos (Hernández Millán, y otros, 2015).
Por su parte, los abscesos crónicos se presentan como una fístula (apertura en mucosa o piel de una vía de drenaje que el propio organismo crea para permitir la salida de material purulento hacia el medio externo y permitir el drenaje natural de un absceso) que se abre a nivel de la mucosa gingival. Realizando un sondaje se localiza un trayecto fistuloso en la profundidad de los tejidos periodontales. Suele ser asintomático en los períodos de latencia; se reagudiza esporádicamente y presenta dolor, elevación del diente y movilidad, la exudación es de tipo intermitente (Salinas M, Millàn I, & Leòn M, 2008).
La causa de las fístulas es, por lo tanto, un proceso infeccioso que provoca una colección localizada de pus y exudado en alguna parte del cuerpo. En la cavidad bucal, la mayoría de las fístulas tienen su origen en la necrosis de la pulpa con la consiguiente formación de un absceso periapical o en abscesos de origen periodontal (Fernández Cuevas & Rodas Díaz, 2011).
Las fistulas erosionan los huesos hasta formar una apertura en la superficie cutánea y con frecuencia son mal diagnosticadas. Se pueden confundir con lesiones traumáticas, infecciones bacterianas no odontogénicas y fúngicas, neoplasias, presencia de cuerpo extraño, granuloma piógeno, tuberculosis cutánea crónica u osteomielitis, entre otras enfermedades. El diagnóstico se hace basado en la sospecha clínica y se confirma al realizar radiografías panorámicas, periapicales y fistulogramas con medio de contraste. El tratamiento consiste en terapia del conducto radicular o extracción quirúrgica, según sea el caso (Fernández Cuevas & Rodas Díaz, 2011).
Microbiología
La cavidad bucal humana ofrece el portal perfecto de entrada a virus y bacterias del medio ambiente, por lo tanto, es uno de los hábitats más densamente poblados del cuerpo humano. Contiene alrededor de 6 mil millones de bacterias y potencialmente 35 veces más de virus (Cruz Quintana, Díaz Sjostrom, Arias Socarrás, & Mazón Baldeón, 2017). A la fecha se ha observado que, en adultos, los microorganismos anaerobios frecuentemente observados son: Bacteroides melaninogenicus, Prevotella intermedia, Peptostreptococcus spp., Bacteroides spp, Fusobacterium nucleatum, Porphyromonas spp., y aerobios como Streptococcus viridans, Staphylococcus spp., Campylobacter spp y Corynebacterium spp. En el caso de los niños, un menor número de estudios, poco actualizados, donde se incluyen las infecciones bucomaxilofaciales, muestran en la microbiología, la presencia de anaerobios como: Peptoestreptococcus spp., Bacteroides melaninogenicus, Fusobacterium spp. y Veillonela spp., así como en los aerobios: Streptococcus spp, Haemophilus spp., Staphylococcus albus y epidermidis. (Leitao A, Pedemonte T, & Basili E, 2004). La microbiota específica de los abscesos, está dominada por especies bacilares inmóviles (Rojas Hernández, y otros, 2017).
El objetivo principal del presente estudio fue correlacionar la presencia de abscesos y fistulas bucales con otras lesiones y patologías, así como analizar la microbiota bucal aislada de dichas infecciones y poder elucidar si la presencia de ciertos microorganismos se encuentra relacionada con el origen del absceso.