Fracturas de Hoffa del cóndilo femoral, manejos quirúrgicos
Autor principal: José Pablo Baizán Orias
Vol. XX; nº 04; 142
Hoffa fractures of the femoral condyle, surgical management
Fecha de recepción: 0202/2025
Fecha de aceptación: 25/02/2025
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XX. Número 04 Segunda quincena de Febrero de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 04; 142
Autores:
José Pablo Baizán Orias
Autor independiente
Taylor Steve Cruz Carmona
Autor independiente
Tiffany María Retana Chavarro
Autor independiente
Kimberly Priscilla Solano Brenes
Autor independiente
RESUMEN
El artículo presenta un resumen avanzado sobre las fracturas de Hoffa, que son roturas coronales inusuales pero intrincadas que afectan el cóndilo femoral. El estudio utilizó términos de búsqueda específicos, incluidos “fractura de Hoffa” y “manejo quirúrgico”, para revisar la literatura publicada entre 2014 y 2024 que apareció en PubMed, Cochrane y SciELO. Se incluyeron veinte estudios que incluían revisiones sistemáticas junto con ensayos clínicos e informes de casos escritos en inglés y español. Los resultados evaluados demuestran un progreso sustancial en los métodos quirúrgicos que incluyen tornillos canulados junto con placas de bloqueo y la utilización de procedimientos mínimamente invasivos con artroscopia. El texto enfatiza tanto la necesidad de lograr una reducción anatómica precisa como la estabilización interna para proteger contra complicaciones graves de artritis postraumática. Los hallazgos de la investigación actual muestran que se debe utilizar un tratamiento centrado en el paciente y los avances tecnológicos y biológicos crean nuevas perspectivas para mejorar la recuperación funcional a largo plazo de los pacientes con fractura de Hoffa.
Palabras clave: “fractura de Hoffa”, “fractura del cóndilo femoral”, “manejo quirúrgico de las fracturas de Hoffa”, “fractura del plano coronal”, “clasificación de Letenneur”, “clasificación AO/OTA” y “fijación asistida por artroscopia”
ABSTRACT
The paper presents an advanced summary about Hoffa fractures which are unusual yet intricate coronal breaks that affect the femoral condyle. The study used specific search terms including “Hoffa fracture” and “surgical management” to review published literature between 2014 and 2024 that appeared in PubMed Cochrane and SciELO. Twenty studies were included that included systematic reviews together with clinical trials and case reports written in English and Spanish. The evaluated results demonstrate substantial progress in surgical methods which include cannulated screws alongside locking plates and utilitzation of minimally invasive procedures with arthroscopy. The text emphasizes both the necessity of achieving precise anatomic reduction as well as internal stabilization to protect against serious post-traumatic arthritis complications. Current research findings show that patient-centered treatment must be used and technological and biological advances create new prospects to enhance Hoffa fracture patients’ long-term functional recovery.
Keywords: “femoral condyle fracture”, “surgical management of Hoffa fractures”, “coronal plane fracture”, “Letenneur classification”, “AO/OTA classification” and “arthroscopically assisted fixation”.
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.
INTRODUCCIÓN
Las fracturas de Hoffa, descritas por primera vez por Albert Hoffa en 1904, representan un subconjunto único de fracturas intraarticulares que afectan el plano coronal de los cóndilos femorales. Estas lesiones son relativamente raras, pero plantean desafíos importantes debido a su potencial para alterar la superficie articular de la articulación de la rodilla, lo que lleva a complicaciones a largo plazo, como artritis postraumática y deterioro funcional. Generalmente asociadas con traumatismos de alta energía, como accidentes automovilísticos o caídas desde una altura, las fracturas de Hoffa ocurren cuando las fuerzas axiales se transmiten a través de una rodilla flexionada, lo que resulta en lesiones por cizallamiento en los cóndilos. A pesar de los avances en las técnicas de diagnóstico por imágenes y quirúrgicas, el diagnóstico y el tratamiento de estas fracturas siguen siendo complejos y requieren un conocimiento profundo de su biomecánica, clasificación y principios de tratamiento (1).
La importancia clínica de las fracturas de Hoffa radica en su impacto en la estabilidad y la función de la rodilla, lo que hace que el diagnóstico preciso y la intervención oportuna sean fundamentales para obtener resultados óptimos. Si bien las fracturas no desplazadas o mínimamente desplazadas pueden tratarse de manera conservadora, las fracturas desplazadas a menudo requieren una intervención quirúrgica para restablecer la congruencia articular y la alineación de la articulación. Los objetivos principales del tratamiento quirúrgico incluyen lograr una reducción anatómica, una fijación interna estable y una movilización temprana para minimizar la rigidez y promover la recuperación (1). Sin embargo, la intrincada anatomía de los cóndilos femorales, combinada con la variabilidad en los patrones de fractura, exige una planificación preoperatoria meticulosa y una ejecución precisa de las técnicas quirúrgicas.
En los últimos años, los avances en las modalidades de diagnóstico por imágenes, como la tomografía computarizada (TC) con reconstrucción tridimensional, han mejorado enormemente la capacidad de caracterizar las fracturas de Hoffa y guiar la toma de decisiones quirúrgicas. De manera similar, las innovaciones en los métodos de fijación, incluido el uso de tornillos canulados y placas de bloqueo, han mejorado los resultados de la reparación quirúrgica. A pesar de estos avances, persisten los desafíos, en particular en los casos que involucran fracturas conminutas, mala calidad ósea o lesiones concomitantes de tejidos blandos (2). Este artículo de revisión tiene como objetivo proporcionar una descripción general completa del estado actual del tratamiento quirúrgico de las fracturas de Hoffa, destacando las prácticas basadas en evidencia, las tendencias emergentes y las áreas de investigación futura para optimizar la atención al paciente y la recuperación funcional.
METODOLOGÍA
Se ejecutó una revisión de literatura científica entre 2014 a 2024 del tipo revisión narrativa para establecer los principales avances y enfoques de tratamiento para las fracturas del cóndilo femoral de Hoffa, enfatizando las intervenciones quirúrgicas. Se accedió a las siguientes bases de datos: Esta investigación analizó la literatura de PubMed Cochrane SciELO y Google Scholar a través de un examen de los descriptores “fractura de Hoffa”, “fractura del cóndilo femoral”, “manejo quirúrgico de las fracturas de Hoffa”, “fractura del plano coronal”, “clasificación de Letenneur”, “clasificación AO/OTA” y “fijación asistida por artroscopia”. Este análisis evaluó más de 20 estudios de investigación que incluyeron metanálisis, revisiones sistemáticas, ensayos clínicos controlados, estudios de cohorte e informes de casos. La revisión de la literatura incluyó estudios en inglés y español que ayudaron a obtener una comprensión completa de la investigación médica mundial. Nuestro análisis de la información extraída identificó patrones significativos al mismo tiempo que abordó las discrepancias y las lagunas de evidencia presentes en la literatura actual. Los investigadores utilizaron este método de investigación para construir una síntesis en profundidad de los procedimientos prácticos junto con los próximos métodos terapéuticos y las lagunas de conocimiento en el tratamiento de la fractura de Hoffa.
RESULTADOS
Epidemiología
Las fracturas de Hoffa son lesiones óseas poco frecuentes, ya que representan menos del 1% de las fracturas femorales y aparecen en el 8-13% de los casos de fracturas de fémur distal. Los jóvenes que sufren traumatismos de alta energía, como accidentes automovilísticos y caídas a gran altura, desarrollan fracturas del cóndilo femoral en el plano coronal debido a peligrosas fuerzas axiales y de corte que afectan predominantemente a esta población. Las fracturas de Hoffa también se producen en pacientes de edad avanzada que padecen osteoporosis, ya que simples caídas sin una fuerza sustancial pueden desencadenar estas lesiones. La prevalencia de pacientes masculinos supera a la de pacientes femeninos debido a la mayor participación de los hombres en actividades peligrosas, mientras que los cóndilos laterales experimentan más lesiones que los mediales debido a las demandas biomecánicas de la articulación de la rodilla (3). Aunque aparecen raramente, las fracturas de Hoffa siguen siendo cruciales para la atención médica porque su manejo inadecuado puede provocar un daño articular extenso junto con discapacidades funcionales duraderas.
Mecanismo de lesión
Las fracturas de Hoffa surgen de las fuerzas combinadas de carga axial y flexión de la rodilla que producen fuerzas de corte a través de los cóndilos femorales. Las víctimas que sufren estas fracturas experimentan la transmisión de impactos de alta energía que obligan a los cóndilos femorales a romperse a lo largo de su plano coronal mientras las rodillas permanecen flexionadas. Las fracturas de Hoffa generalmente se desarrollan después de un traumatismo de alta energía, incluidos accidentes automovilísticos y caídas de altura notables y eventos industriales dañinos, ya que la rodilla acepta una carga axial significativa durante las posiciones flexionadas. El patrón de alineación distintivo de la rodilla entre las tensiones de tensión y compresión pone en riesgo la cara posterior de los cóndilos femorales de romperse. El cóndilo femoral lateral experimenta más lesiones que el cóndilo medial porque su postura anatómica y los patrones de distribución de fuerza durante el trauma juegan un papel clave (4). El reconocimiento de las fracturas de Hoffa en pacientes con traumatismo requiere una comprensión completa de este mecanismo, ya que estas lesiones afectan comúnmente a pacientes que experimentan dolor de rodilla junto con hinchazón y rango de movimiento limitado debido a incidentes de alta energía.
Anatomía relevante
La articulación de la rodilla requiere de los cóndilos femorales del segmento distal del fémur para realizar sus funciones biomecánicas de manera excelente. Las estructuras convexas redondeadas sirven como uniones importantes con las mesetas tibiales para crear la unión tibiofemoral vital para soportar peso y las capacidades de movimiento. Entre los cóndilos femorales lateral y medial existen pequeñas diferencias dimensionales donde el cóndilo medial muestra características más grandes y curvas para mejorar la estabilidad, pero el cóndilo lateral mantiene una forma más pequeña y plana para soportar la movilidad de la rodilla (5). Estas estructuras colaboran para ejecutar acciones articulares de flexión junto con extensión y rotación. Los cóndilos proporcionan un posicionamiento importante para los ligamentos clave, especialmente los ligamentos cruzados anterior y posterior (LCA y LCP), que ayudan a estabilizar la articulación durante las actividades dinámicas (6). La capa de cartílago articular que cubre los cóndilos asegura el movimiento adecuado de la pierna al reducir la fricción durante los movimientos atléticos, lo que refuerza la importancia de preservar la composición condilar.
La superficie articular de los cóndilos femorales necesita una integridad estructural completa para mantener la función de la rodilla correctamente y evitar que surjan complicaciones futuras. La articulación funciona de manera anormal cuando un daño o una fractura afectan la estructura, lo que provoca fuerzas articulares desiguales y una degeneración avanzada de la superficie articular. La artritis postraumática, junto con el dolor crónico y las limitaciones funcionales, se vuelven más probables debido a estas lesiones. Una línea de fractura del plano coronal en las fracturas de Hoffa daña la naturaleza ininterrumpida de la superficie articular y al mismo tiempo afecta negativamente los movimientos de deslizamiento suaves de la rodilla (1). Esforzarse por preservar la congruencia articular mediante una reconstrucción quirúrgica adecuada y una fijación óptima garantiza los mejores resultados a largo plazo y ayuda a prevenir la degeneración articular. El diagnóstico temprano y la intervención exhaustiva de las lesiones del cóndilo femoral siguen siendo cruciales porque ayudan a proteger la función biomecánica natural de la articulación de la rodilla.
Sistemas de clasificación de fracturas HOFFA
Los expertos médicos utilizan varios sistemas de clasificación para reconocer las fracturas de Hoffa, lo que ayuda a los médicos a gestionar mejor los enfoques de tratamiento y pronosticar los procesos de recuperación. La evaluación de la fractura de Hoffa mediante el sistema de clasificación Letenneur examina cómo la línea de fractura interactúa con el cóndilo femoral y las características anatómicas asociadas para determinar opciones de tratamiento específicas. Divide las fracturas de Hoffa en tres tipos (7):
Tipo I: este patrón de fractura presenta una orientación vertical en el plano coronal que funciona en paralelo a la región cortical posterior del cóndilo femoral. Las fracturas más simples de esta categoría tienden a producir un daño mínimo y brindan una mejor estabilidad durante el tratamiento.
Tipo II: este patrón de fractura consiste en una orientación oblicua que apunta hacia el aspecto posterior del cóndilo femoral. Las fracturas de tipo II se consideran más difíciles de tratar porque presentan una trayectoria oblicua que puede extenderse hacia la superficie del cóndilo posterior.
Tipo III: una fractura tangencial u horizontal presenta líneas que se cruzan perpendicularmente a la corteza femoral posterior. Estas fracturas tienen un daño grave en la superficie articular junto con múltiples segmentos de fractura, lo que las convierte en la afección más difícil de tratar mediante cirugía.
Existe un sistema de clasificación más amplio para las fracturas femorales distales, incluidas las fracturas de Hoffa, a través del sistema AO/OTA (Arbeitsgemeinschaft für Osteosynthesefragen/Orthopaedic Trauma Association). Las fracturas de Hoffa se clasifican en función de su grado de afectación articular y se clasifican como extraarticulares (tipo A), articulares parciales (tipo B) o articulares completas (tipo C) (8). Específicamente :
El tipo de clasificación B3 representa fracturas de Hoffa aisladas que afectan a un solo cóndilo femoral cuando la fractura se extiende a través de un plano coronal.
Las fracturas de tipo C3 consisten en fracturas de Hoffa bicondíleas que afectan a ambos cóndilos y generalmente conducen a una destrucción articular grave además de problemas de inestabilidad.
El sistema AO/OTA sirve como un método eficaz para la comunicación profesional porque organiza las fracturas de Hoffa dentro del marco más amplio de las lesiones femorales distales. El sistema AO/OTA ofrece un amplio análisis anatómico de las fracturas y los detalles específicos sobre los patrones de fracturas complejas del cóndilo provienen de la clasificación de Letenneur. A través de estos marcos de clasificación, los profesionales médicos identifican pautas de tratamiento que les permiten elegir las técnicas quirúrgicas más apropiadas al evaluar los resultados de los pacientes con fractura de Hoffa (1).
Principales síntomas
Un paciente con fracturas de Hoffa muestra signos y síntomas de disfunción de rodilla a través de múltiples indicadores de diagnóstico y características clínicas afectadas según la gravedad de la lesión. La mayoría de los pacientes experimentan un dolor de rodilla notable que se intensifica cuando mueven la rodilla afectada o soportan peso sobre ella. El área del dolor se encuentra directamente alrededor del cóndilo femoral con una hinchazón articular grave que lo acompaña debido a hemartrosis o daño en los tejidos blandos. La hinchazón en el espacio articular produce sensaciones de plenitud y tirantez que restringen el movimiento de la articulación. Los pacientes suelen mostrar un rango de movimiento de rodilla reducido ya que la superficie articular rota interfiere con la estructura natural de la articulación (9).
Un control físico de la rodilla revela una hinchazón pronunciada junto con puntos de dolor sensibles cuando los médicos presionan en el área específica del cóndilo femoral. Los resultados de la evaluación muestran que los pacientes no pueden pararse correctamente sobre su pierna lesionada porque soportar peso intensifica su dolor e inestabilidad dentro de la articulación de la rodilla. Las pruebas de diagnóstico a través de la prueba de crepitación pueden ayudar a los médicos a detectar topografías inusuales de la superficie articular o cambios de fractura mientras los pacientes se mueven. Existe la posibilidad de que se produzca laxitud e inestabilidad cuando los ligamentos colaterales o cruzados de la rodilla sufren lesiones asociadas. Los médicos deben estar atentos a la hora de evaluar los síntomas de la rodilla, ya que las fracturas de Hoffa pueden imitar inicialmente afecciones como desgarros de menisco y esguinces de ligamentos, lo que afecta al diagnóstico adecuado en pacientes con antecedentes traumáticos importantes o síntomas persistentes. La conexión entre los resultados del examen físico y los diagnósticos por imágenes avanzados sigue siendo esencial para un diagnóstico preciso y la selección adecuada del tratamiento médico (10).
Formas de diagnóstico
El proceso de diagnóstico de las fracturas de Hoffa requiere múltiples exámenes de diagnóstico por imágenes que brindan información específica sobre la lesión y sus atributos acompañantes. El proceso de diagnóstico generalmente comienza con radiografías estándar que utilizan vistas AP y laterales y proyecciones tangenciales como las vistas Skyline y Merchant. Las radiografías estándar ayudan a los médicos a observar la alineación general de la fractura y la participación de la articulación junto con el desplazamiento, pero estas imágenes pueden oscurecer las vistas de la fractura del plano coronal debido a la superposición anatómica. La vista lateral resulta esencial para visualizar las fracturas condilares posteriores porque revela anomalías en la superficie articular, incluidos los escalonamientos y los espacios. Las fracturas de Hoffa no desplazadas no se pueden detectar a través de radiografías simples, por lo que se deben realizar estudios de diagnóstico por imágenes para confirmar su presencia (11).
La evaluación de la fractura de Hoffa requiere una tomografía computarizada (TC) con reconstrucción 3D como el método más eficaz que brinda imágenes claras de la estructura y el posicionamiento de la fractura al tiempo que muestra la extensión del desplazamiento. Las imágenes de TC revelan una visualización clara de las fracturas del plano coronal al mismo tiempo que evalúan la incongruencia articular y las condiciones de la corteza posterior para ayudar a guiar las estrategias quirúrgicas. Las imágenes reconstruidas en 3D de la lesión proporcionan a los cirujanos un conocimiento espacial completo que ayuda a desarrollar una planificación preoperatoria precisa y seleccionar los métodos de fijación adecuados. Los profesionales médicos se benefician significativamente de esta técnica de diagnóstico porque ayuda a caracterizar con precisión las heridas que consisten en detalles complejos o fragmentarios necesarios para obtener resultados excelentes(6).
En los casos que involucran lesiones sospechosas de tejidos blandos, la resonancia magnética funciona como una herramienta de diagnóstico esencial que contribuye al proceso de evaluación general. La resonancia magnética demuestra una sensibilidad superior para detectar lesiones del ligamento cruzado anterior y posterior junto con desgarros de ligamentos colaterales y patologías intraarticulares que se desarrollan con frecuencia junto con las fracturas de Hoffa. La evaluación de la salud del cartílago articular y las condiciones de los tejidos blandos con resonancia magnética permite a los profesionales médicos tomar decisiones informadas sobre los planes de tratamiento y los protocolos de rehabilitación posoperatoria. Las radiografías estándar combinadas con TC y resonancia magnética trabajan juntas para establecer un enfoque de diagnóstico exhaustivo que facilita la detección precisa de fracturas de Hoffa y la evaluación de lesiones concomitantes para una planificación eficaz del tratamiento(12).
Formas de tratamiento
El curso afectivo y el tratamiento quirúrgico de las fracturas de Hoffa dependen de la gravedad del daño y de la medida en que los fragmentos se desplazaron de su posición y del estado de la superficie articular. Tanto los métodos quirúrgicos como los no quirúrgicos sirven como opciones de tratamiento para lograr la rehabilitación articular mediante la restauración de la estabilidad y la congruencia funcional y la prevención de complicaciones médicas asociadas, como la artritis postraumática(8).
Tratamiento no quirúrgico
El tratamiento no quirúrgico se centra en el tratamiento de las fracturas de Hoffa que no muestran un desplazamiento significativo cuando la superficie articular muestra un daño mínimo con un escalón inferior a 2 mm. El método de tratamiento requiere que los pacientes usen rodilleras articuladas o yesos que ayuden a mantener la alineación de la articulación y proteger los tejidos de la rodilla en proceso de curación. Una posición de inmovilización de la rodilla a 20-30 grados funciona mejor para reducir la tensión en la cápsula posterior y los cóndilos. Los médicos sugieren restringir la carga de peso del paciente inmediatamente después de la operación, pero abogan por protocolos de carga de peso progresivos que suelen oscilar entre seis y doce semanas según los exámenes de rayos X que muestren la curación ósea. El inicio temprano de la fisioterapia ayuda a mantener la fuerza muscular y, al mismo tiempo, previene la rigidez de la zona afectada. Los enfoques no quirúrgicos siguen siendo poco comunes, ya que pueden provocar problemas como la consolidación viciosa o la falta de consolidación o el desplazamiento secundario, especialmente cuando se tratan fracturas con compromiso articular sustancial o inestabilidad(13).
Tratamiento quirúrgico
Cuando las fracturas de Hoffa presentan un desfase articular mayor a 2 mm o muestran conminución o lesiones ligamentosas, los médicos suelen recomendar la intervención quirúrgica como la opción de tratamiento principal. La cirugía tiene como objetivo lograr tres objetivos fundamentales: restaurar la superficie articular a su anatomía adecuada mediante técnicas de reducción mientras se realizan mecanismos de fijación estables y luego movilizar a los pacientes de manera temprana para minimizar la rigidez y ayudar a los resultados funcionales.
Abordajes quirúrgicos
Abordaje lateral
Esta técnica brinda a los cirujanos acceso al aspecto lateral de la rodilla ingresando a través del cóndilo femoral lateral.
Abordaje medial
El acceso quirúrgico al cóndilo medial se vuelve factible a través de esta técnica cuando se tratan huesos condilares femorales fracturados.
Abordajes combinados o extendidos
Las fracturas bicondíleas, así como los patrones complejos que afectan ambos cóndilos, hacen que estos procedimientos sean imperativos para el tratamiento.
Técnicas de fijación
Tornillos canulados: los tornillos canulados sirven como la técnica de fijación estándar utilizada principalmente para fracturas sencillas debido a su eficacia. La colocación de tornillos a lo largo de la línea de fractura, ya sea en posiciones paralelas o divergentes, ayuda a lograr compresión y estabilidad durante la fijación. La técnica quirúrgica mantiene una alteración mínima de los tejidos blandos circundantes.
Placas de bloqueo: los médicos adoptan placas de bloqueo para tratar pacientes complejos que tienen fracturas conminutas u osteoporóticas porque estas placas brindan estabilidad adicional. Este método restringe la angulación no deseada y distribuye la fuerza de manera uniforme en toda la zona fracturada (14).
Fijación asistida por artroscopia: el uso disperso de la artroscopia ofrece a los médicos fotografías detalladas durante la reducción de la superficie articular con una reducción del daño de los tejidos blandos durante el procedimiento. Esta técnica proporciona a los médicos una herramienta de diagnóstico precisa y una solución de tratamiento para las lesiones intraarticulares (12).
Cuidado posoperatorio
El plan posoperatorio se centra en proteger las reparaciones quirúrgicas e iniciar la recuperación mediante la estimulación del rango de movimiento. Luego, se implementan de inmediato aparatos ortopédicos de rodilla con bisagras cuando los pacientes comienzan los ejercicios pasivos de rango de movimiento en su primera semana. El equipo médico inicia protocolos de carga de peso según las indicaciones radiográficas y la estabilidad de la fractura hasta que los pacientes alcanzan la capacidad total de carga de peso entre ocho y doce semanas después de la cirugía. El papel clave que desempeña la fisioterapia incluye ayudar a los pacientes a recuperar su fuerza y, al mismo tiempo, mejorar su flexibilidad junto con las limitaciones de movilidad funcional (15).
La intervención quirúrgica sigue siendo la base para una recuperación óptima cuando se tratan fracturas de Hoffa desplazadas o complejas, aunque las fracturas estables no desplazadas a menudo se benefician de las estrategias no quirúrgicas. Los avances continuos en las prácticas quirúrgicas permiten a los cirujanos lograr mejores resultados al reparar la estabilidad de las articulaciones y mejorar la funcionalidad del paciente a través de planes personalizados que se adaptan a las características específicas de la lesión de cada paciente.
Avances recientes y retos futuros
Las estrategias modernas de tratamiento de fracturas de Hoffa funcionan para mejorar las capacidades de diagnóstico mientras se desarrollan procedimientos quirúrgicos mejorados y mejores resultados posoperatorios. Los avances tecnológicos buscan soluciones para la naturaleza compleja de estas fracturas del húmero distal y sus complicaciones más importantes: osteoartritis postraumática y rigidez articular. A continuación, se presentan algunos de los desarrollos clave que han dado forma a los enfoques modernos para el tratamiento de fracturas de Hoffa (10):
- Avances en la obtención de imágenes y la planificación preoperatoria
Tomografía computada de alta resolución con reconstrucciones 3D: los técnicos ahora utilizan exploraciones avanzadas de tomografía computarizada (TC) reconstruidas en tres dimensiones (3D) como una herramienta preoperatoria crucial para la planificación. Las metodologías de obtención de imágenes modernas revelan fracturas con precisión tridimensional precisa que permite a los cirujanos observar la alineación de la fractura junto con las áreas conminutas y el impacto en las superficies articulares. Las capacidades avanzadas de procesamiento de imágenes a través de tomografías computarizadas permiten una toma de decisiones precisa que mejora los resultados quirúrgicos (16).
Planificación quirúrgica virtual (VSP): ciertos centros utilizan software de modelado tridimensional específico para el paciente para la planificación quirúrgica virtual para simular métodos de reducción ósea y opciones de fijación. Los cirujanos se benefician de esta tecnología al pronosticar posibles complicaciones e identificar métodos quirúrgicos ideales a través de la planificación preoperatoria.
- Técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas
Reducción y fijación asistidas por artroscopia: las intervenciones de fracturas de Hoffa utilizan con frecuencia métodos artroscópicos al tratar casos mínimamente desplazados o aquellos que presentan daño intraarticular. La visualización directa de la superficie articular a través de la artroscopia permite a los cirujanos lograr una reducción anatómica precisa al limitar el daño a los tejidos blandos. Las técnicas artroscópicas superan a las técnicas abiertas tradicionales porque brindan resultados de recuperación superiores con menos dolor posoperatorio y tiempos de curación más rápidos (17).
Fijación percutánea con tornillos: los médicos generalmente eligen la fijación percutánea con tornillos canulados para tratar fracturas simples de Hoffa no conminutas. La naturaleza mínimamente invasiva de esta técnica quirúrgica favorece la preservación del tejido al tiempo que evita la interrupción del suministro de sangre, lo que acelera la curación. Las innovaciones en el diseño de tornillos modernos incorporan tornillos de compresión sin cabeza para una estabilidad optimizada y una visibilidad reducida del hardware.
Mejoras biológicas y terapias complementarias
Aumento biológico: los productos biológicos, como el plasma rico en plaquetas (PRP) combinado con concentrado de aspirado de médula ósea (BMAC) y sustitutos sintéticos de injerto óseo, mejoran la curación de las fracturas gracias a sus ventajas en casos con mala calidad ósea o patrones conminutos. Estos componentes biológicos estimulan la formación de tejido óseo, lo que reduce el tiempo de rehabilitación y los riesgos de fracaso del tratamiento (18).
Técnicas de reparación del cartílago: el tratamiento de las fracturas de Hoffa enfrenta desafíos debido al posible daño del cartílago, por lo que los proveedores de atención médica están estudiando la implantación de condrocitos autólogos (ACI) y la implantación de condrocitos autólogos inducidos por matriz (MACI) para remediar las lesiones del cartílago. Estas técnicas desarrolladas en laboratorio tienen un estado experimental, pero parecen prometedoras para reducir el riesgo a largo plazo de desarrollar artritis postraumática. 4. Dispositivos y materiales de fijación mejorados (11).
Placas de bloqueo y estructuras híbridas: el tratamiento de fracturas complejas o conminutas ahora depende generalmente de placas de bloqueo debido a sus propiedades mejoradas de estabilidad angular y capacidades de distribución de fuerza en los sitios de fractura. Los avances médicos en tecnología de fijación utilizan placas de perfil bajo infundidas con estructuras híbridas que unen las placas con tornillos para una mayor estabilidad durante el tratamiento (19).
Implantes bioabsorbibles: el uso de tornillos y clavijas bioabsorbibles sigue aumentando porque los especialistas en ortopedia los eligen a menudo para pacientes más jóvenes. Los implantes bioabsorbibles ofrecen varias ventajas que eliminan la necesidad de retirar el hardware al tiempo que reducen los riesgos de protección contra el estrés, pero los estudios continúan investigando su posible degradación y efectos de reacción inflamatoria.
- Protocolos de rehabilitación mejorados
Movilización temprana y carga de peso: los métodos de fijación modernos permiten a los cirujanos establecer una carga de peso temprana combinada con protocolos de movilización que ayudan tanto en la prevención de la rigidez como en la recuperación funcional. Los programas de rehabilitación suelen incluir aparatos ortopédicos dinámicos junto con máquinas de movimiento pasivo continuo (CPM) que mejoran los programas de movilidad y preservan la reconstrucción quirúrgica(20) .
Planes de rehabilitación personalizados: los sensores portátiles y las tecnologías de análisis de movimiento ayudan a desarrollar planes de rehabilitación personalizados. La posibilidad de seguimiento en tiempo real permite a los terapeutas modificar y mejorar los programas de ejercicios para maximizar los efectos de curación y, al mismo tiempo, prevenir lesiones innecesarias (21).
- Tecnologías emergentes
Sistemas de navegación y robótica: se están explorando la cirugía asistida por robot y los sistemas de navegación por computadora para mejorar la precisión de la reducción y fijación de fracturas. Estas tecnologías ofrecen retroalimentación y orientación en tiempo real, lo que reduce el riesgo de mala reducción y mejora los resultados generales (22).
Impresión 3D: se están desarrollando implantes personalizados impresos en 3D y guías específicas para el paciente para abordar patrones de fractura complejos. Estas innovaciones permiten soluciones personalizadas que se adaptan a la anatomía única de cada paciente, lo que mejora la precisión de la reconstrucción quirúrgica.
- Enfoque en los resultados a largo plazo
Medidas de resultados informadas por el paciente (PROM): existe un énfasis creciente en la evaluación de los resultados funcionales a largo plazo utilizando sistemas de puntuación validados como la puntuación de Lysholm, la puntuación del Comité Internacional de Documentación de la Rodilla (IKDC) y la Puntuación de resultados de lesiones de rodilla y osteoartritis (KOOS). Estas métricas ayudan a evaluar no solo la recuperación física, sino también la satisfacción y la calidad de vida del paciente. Prevención de la artritis postraumática: se están realizando esfuerzos para identificar biomarcadores y predictores de imágenes de la artritis postraumática después de las fracturas de Hoffa. Se están investigando estrategias de intervención temprana, como técnicas de conservación del cartílago y terapias antiinflamatorias, para mitigar esta complicación común(23).
CONCLUSIONES
Las fracturas de Hoffa del cóndilo femoral generan un daño tisular intraarticular complejo que requiere una evaluación detallada y una cirugía compleja junto con protocolos de rehabilitación bien diseñados para lograr una recuperación exitosa. La superficie articular de la articulación de la rodilla enfrenta graves riesgos, ya que estas fracturas ocurren con frecuencia debido a accidentes de alta energía, lo que conduce a complicaciones a largo plazo, incluida la artritis postraumática junto con rigidez articular y deterioro funcional. La combinación de la tecnología de TC con capacidades de reconstrucción tridimensional ha revolucionado nuestra capacidad para interpretar la anatomía de las fracturas y desarrollar estrategias de planificación quirúrgica. Las innovaciones que abarcan desde técnicas artroscópicas hasta implantes bioabsorbibles avanzados han mejorado la precisión quirúrgica, lo que conduce a una mejor estabilidad en las reparaciones para que los pacientes puedan movilizarse antes y lograr resultados funcionales superiores. Junto con el progreso en este campo, los médicos continúan enfrentándose a desafíos en el tratamiento de fracturas con múltiples secciones o estructuras óseas debilitadas o daño tisular simultáneo que requieren enfoques personalizados especializados para la condición de cada paciente individual.
Las investigaciones sobre aplicaciones robóticas combinadas con sistemas de navegación junto con tecnologías de impresión 3D mejorarán las futuras prácticas de manejo de fracturas de Hoffa. Nuevas terapias para la protección de las articulaciones y la prevención de la artritis postraumática podrían surgir ampliando el conocimiento de las mejoras biológicas y los métodos de reparación del cartílago. La creación de resultados óptimos para los pacientes requiere el desarrollo futuro de la cirugía ortopédica junto con la radiología, la rehabilitación y la biomecánica en un marco multidisciplinario integrado. Las mejoras continuas en el tratamiento de las fracturas de Hoffa se derivan del seguimiento de prácticas basadas en la evidencia y la adopción de futuras técnicas innovadoras que mejoren las capacidades diarias de los pacientes y su calidad de vida.
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