Paciente con hipertensión pulmonar. Intervención enfermera
La hipertensión pulmonar es un aumento de la presión media en las arterías pulmonares por encima de 15 mmHg y la presión sistólica por encima de los 30 mmHg, por lo que la parte derecha del corazón debe realizar mayor esfuerzo. Ésta puede ser primaria o secundaria.
Autores:
– Miriam Domínguez Campos. Enfermera.
– Sonia Aljama Noguera. Enfermera.
– Zahira Villa Campos. Enfermera.
La primaria es de origen desconocido y la secundaria tiene una etiología identificable, se produce por cuatro causas: elevación de las presiones de llenado del ventrículo izquierdo, incremento del flujo sanguíneo por la circulación pulmonar y por una obstrucción o vasoconstricción del lecho vascular pulmonar.
Valoración de Enfermería: realizaremos una valoración de Enfermería prestando atención a:
- Sistema respiratorio: en el que observaremos si se produce disnea tanto en reposo como al esfuerzo. Valoraremos también, la existencia de estertores, cianosis y taquipnea.
 - Sistema cardiovascular: examinaremos se el paciente presenta dolor torácico precordial, mareo, síncope, soplos de insuficiencia tricúspide, insuficiencia pulmonar, edema periférico o venas yugulares distendidas.
 - Estado psicosocial: nos fijaremos especialmente en las preocupaciones del paciente que le provoquen ansiedad.
 
Diagnósticos de Enfermería:
- (00030) Deterioro del intercambio gaseoso r/c la hipoxia.
 - (00092) Intolerancia a la actividad r/c la disnea
 - (00146) Ansiedad r/c el cambio en el estado de salud
 
Planificación (NOC): los objetivos que pretendemos alcanzar con el paciente son:
- Mejorar el intercambio gaseoso.
 - Realizar actividades habituales sin fatiga ni disnea.
 - Reducir la ansiedad y la desesperación.
 
Intervenciones (NIC): las intervenciones que realizaremos en estos pacientes son:
- Monitorización respiratoria.
 - Manejo de la energía.
 - Disminución de la ansiedad.
 
Actividades:
- Observar la frecuencia, profundidad y ruidos respiratorios para valorar la eficacia del intercambio gaseoso.
 - Valorar signos de hipoxia como el nivel de conciencia y coloración de la piel.
 - Administrar oxígeno y vasodilatadores según prescripción.
 - Realizar gasometría, hemograma y Rx de tórax de forma pautada para determinar la cantidad de oxígeno, su transporte y la afección pulmonar.
 - Mantener vías aéreas permeables.
 - Para mejorar la tolerancia a la actividad valoraremos el patrón del sueño y planificaremos periodos de descanso para disminuir la fatiga.
 - Aconsejar técnicas de respiración y mantener cerca los objetos de mayor uso para reducir el trabajo respiratorio.
 - Para disminuir la ansiedad debemos proporcionar al paciente información acerca de su enfermedad y alentarlo a que manifieste su grado de ansiedad y los miedos que se la provocan.
 
Evaluación:
- Determinaremos que el intercambio gaseoso ha mejorado, mediante gasometría arterial y advirtiendo que el paciente respira sin dificultad.
 - Confirmaremos que puede realizar actividades de la vida diaria sin fatigarse.
 - Valoraremos la manifestación por parte del paciente de una disminución de la ansiedad y del conocimiento, por su parte, de la enfermedad y los cuidados a seguir en el domicilio.