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Indicaciones de transfusión de hemocomponentes irradiados

Indicaciones de transfusión de hemocomponentes irradiados

Autora principal: Ana Gómez Martínez

Vol. XX; nº 11; 613

Indications for transfusion of irradiated blood components

Fecha de recepción: 27 de abril de 2025
Fecha de aceptación: 6 de junio de 2025

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com, Volumen XX. Número 11 – Primera quincena de Junio de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 11; 613

Autores:

Ana Gómez Martínez, Hematología, Hospital Ernest Lluch, Calatayud (Zaragoza, España)
Valeria Estefanía Delgado Pinos, Hematología, Hospital Ernest Lluch, Calatayud (Zaragoza, España)

Resumen

La transfusión de componentes sanguíneos irradiados constituye una medida preventiva fundamental frente a la enfermedad injerto contra huésped asociada a transfusión, una complicación infrecuente, pero de elevada mortalidad. Esta revisión analiza las indicaciones clínicas actuales del uso de hemocomponentes irradiados. La irradiación inactiva los linfocitos T del donante, previniendo su proliferación en receptores inmunodeprimidos o con haplotipos HLA compartidos, que presentan alto riesgo de desarrollar dicha complicación. Se identifican situaciones de indicación obligatoria, como en receptores de trasplantes hematopoyéticos, neonatos con antecedentes de transfusión intrauterina, pacientes tratados con análogos de purinas y en transfusiones entre familiares. El conocimiento actualizado de estas recomendaciones, junto con su correcta implementación técnica y el fortalecimiento de la vigilancia transfusional, resulta clave para garantizar la seguridad del paciente y el uso eficiente de los recursos disponibles en los servicios de hemoterapia.

Palabras clave

Transfusión, hemocomponentes, irradiación, enfermedad injerto contra receptor asociada a transfusión, hemovigilancia.

Abstract

Transfusion of irradiated blood components is an essential preventive measure against transfusion-associated graft-versus-host disease, a rare but high-mortality complication. This review analyzes the current clinical indications for the use of irradiated blood components. Irradiation inactivates donor T lymphocytes, preventing their proliferation in immunocompromised recipients or recipients with shared HLA haplotypes, who are at high risk of developing this complication. Situations of mandatory indication are identified, such as in hematopoietic transplant recipients, neonates with a history of intrauterine transfusion, patients treated with purine analogues and in transfusions between family members. Up-to-date knowledge of these recommendations, together with their correct technical implementation and the strengthening of transfusion vigilance, is key to guarantee patient safety and the efficient use of the resources available in hemotherapy services.

Keywords

Transfusion, hemocomponents, irradiation, transfusion-associated graft-versus-recipient disease, hemovigilance.

INTRODUCCIÓN

La transfusión de componentes sanguíneos representa una herramienta terapéutica esencial en la medicina moderna, permitiendo el soporte hemodinámico, hematológico e inmunológico en una amplia gama de patologías agudas y crónicas. Este acto clínico, aunque generalmente seguro, no está exento de complicaciones. Entre las complicaciones más infrecuentes, pero de mayor gravedad se encuentra la enfermedad injerto contra huésped asociada a transfusión (EICH-T). La irradiación de hemocomponentes celulares supone una medida de prevención para la aparición de EICH-T. Este procedimiento inactiva los linfocitos T impidiendo su proliferación clonal en el receptor y por tanto la aparición de esta temida complicación.

Las principales guías internacionales y nacionales, como las elaboradas por la Sociedad Española de Transfusión Sanguínea y Terapia Celular (SETS), establecen criterios clínicos precisos para la indicación de hemocomponentes irradiados, diferenciando entre situaciones de uso obligatorio, recomendado o no indicado.

El conocimiento riguroso de estas indicaciones es fundamental para garantizar la seguridad transfusional y optimizar el uso racional de los recursos disponibles en los servicios de hemoterapia. Además, resulta crucial establecer protocolos homogéneos en las unidades de Banco de Sangre hospitalarias que contemplen no solo las indicaciones clínicas, sino también las especificaciones técnicas del proceso de irradiación, la trazabilidad del componente y los mecanismos de hemovigilancia posteriores a la transfusión.

METODOLOGÍA

Se ha realizado una revisión bibliográfica de la literatura científica centrada en las indicaciones de transfusión de hemocomponentes y concretamente en los hemocomponentes irradiados, incluyendo guías clínicas, estudios observacionales, ensayos clínicos aleatorizados y documentos de consenso.

OBJETIVOS

El objetivo principal de esta revisión es el de actualizar las indicaciones del uso de hemocomponentes sanguíneos irradiados según los estándares actuales ya que el conocimiento riguroso de estas indicaciones es fundamental para garantizar la seguridad transfusional y optimizar el uso racional de los recursos disponibles en los servicios de hemoterapia.

DISCUSIÓN

Los componentes sanguíneos celulares en casos seleccionados son irradiados para evitar complicaciones directas derivadas del acto transfusional: EICH-T.

La EICH-T es una complicación de la infusión de linfocitos T viables del donante (mediado a través de la transfusión de hemoderivados); a pacientes que presentan una situación de inmunosupresión severa y/o a pacientes inmunocompetentes que comparten algún haplotipo HLA con el donante; injertando y atacando dichos linfocitos T del donante a los distintos órganos y tejidos celulares del receptor (piel, intestino, hígado, bazo y médula ósea principalmente) resultando en una complicación fatal.

La frecuencia de aparición de ésta es rara, pero de extrema gravedad, presentando una mortalidad >90% que da lugar a una hipoplasia intensa de médula ósea. Por todo ello, a pesar de su baja frecuencia tiene gran relevancia clínica y es importante conocer en qué casos es preciso la transfusión de componentes hemoderivados irradiados.

Clínicamente los pacientes que presentan EICH-T cursan con manifestaciones que involucran a los distintos aparatos o sistemas mencionados anteriormente e inician entre el día +2 y el día +42 post transfusión. Principalmente se caracterizan por presentar síntomas como fiebre, exantema cutáneo, vómitos, diarrea, hepatomegalia, etc. Analíticamente se caracterizan por presentar pancitopenia y alteración de la función hepática (patrón de colestasis).

El diagnóstico de confirmación es anatomopatológico y precisa la realización de una biopsia del tejido afectado, así como evidencia de quimera mixta en serie blanca.

Actualmente, no existe ningún tratamiento estandarizado para esta complicación. Sin embargo, se recomienda instaurar medidas de soporte y tratamiento sintomático en caso de que aparezca.

Profilácticamente se recomienda la transfusión de componentes sanguíneos irradiados en aquellos pacientes que presenten elevado riesgo de padecer EICH-T (pacientes inmunodeprimidos y aquellos que a pesar de ser inmunocompetentes comparten un mismo haplotipo con su donante, como ocurre en las donaciones de familiares) para evitar la aparición de dicha complicación.

Recomendaciones y consideraciones técnicas respecto al uso de hemocomponentes irradiados

Prevención de la EICH-T mediante irradiación validada

Se recomienda la irradiación de componentes sanguíneos celulares, incluyendo hematíes, plaquetas y granulocitos, a través de sistemas validados de rayos gamma o X. Esto constituye así una medida preventiva frente a la EICH-T.

Dosis de irradiación

La dosis mínima absorbida en el componente irradiado debe ser de 25 Gy, asegurando que ninguna parte de este reciba >50 Gy (dosis máxima permitida).

Control y documentación del proceso de irradiación

El proceso de irradiación debe ser monitorizado mediante dispositivos sensibles a la radiación. Asimismo, dicho proceso debe ser documentado adecuadamente a través de registros manuales y/o electrónicos, disponibles en cada centro.

Etiquetado de hemocomponentes irradiados

Todos los componentes sanguíneos irradiados deben estar claramente etiquetados e identificados como tales. Preferiblemente es aconsejable el uso de etiquetas con códigos de barras que indiquen la irradiación.

Momento de irradiación de los componentes

Cada componente presenta tiempos de irradiación diferentes. En el caso de los hematíes, éstos pueden ser irradiados en cualquier momento, desde el día 0 de extracción hasta el día +14 post-extracción. Sin embargo, en el caso de las plaquetas, no hay tiempo límite para irradiación. En este caso, pueden ser irradiadas en cualquier momento de su período de almacenamiento.

Componentes que requieren irradiación

Se recomienda irradiar todos los concentrados de hematíes (CH), plaquetas y granulocitos destinados a pacientes con riesgo de EICH-T. No es necesario, sin embargo, la irradiación del plasma fresco congelado, el crioprecipitado ni tampoco los productos de fraccionamiento plasmático (albúmina humana, inmunoglobulinas, factores de la coagulación, etc.). Esto es debido a que dichos productos no contienen células viables que puedan inducir EICH-T.

Hemovigilancia

Una vez se realiza el proceso de irradiación y se lleva a cabo la transfusión, de acuerdo con las indicaciones que se exponen más adelante, es necesario que existan sistemas de hemovigilancia. Es recomendable, en caso de EICH-T la notificación de éste al sistema nacional de Hemovigilancia, al igual que se hace con las reacciones transfusionales, así como todos los posibles errores en el proceso de administración de hemocomponentes irradiados, especialmente en pacientes de alto riesgo aún en ausencia de complicaciones graves derivadas del acto transfusional.

Indicaciones clínicas para la administración de hemocomponentes irradiados

La irradiación de componentes celulares está indicada en situaciones clínicas específicas con el objetivo de prevenir la aparición de enfermedad injerto contra huésped asociada a transfusión (EICH-T) como hemos comentado previamente. Se encuentra especialmente indicada en pacientes inmunocomprometidos o con riesgo elevado de sensibilización inmunológica.

Sin embargo, en situaciones de urgencia vital, la administración inmediata de componentes no irradiados (hematíes o plaquetas) está justificada si el riesgo de retrasar la transfusión supera el beneficio potencial de la irradiación. En estos casos, se recomienda una monitorización clínica estrecha durante al menos seis semanas para la detección precoz de signos de EICH-T y la notificación de la misma de forma precoz.

A continuación, se detallan las indicaciones en las que se recomienda la utilización de hemocomponentes irradiados:

1. Transfusiones de componentes procedentes de donantes familiares de primer o segundo grado, independientemente del estado inmunológico del receptor.
2. Pacientes con inmunodeficiencias combinadas severas con afectación de la inmunidad mediada por linfocitos T.
3. Receptores de trasplantes alogénicos de progenitores hematopoyéticos (TPH), desde el inicio del acondicionamiento hasta al menos seis meses después del injerto, o hasta que se alcance una recuperación inmunológica con linfocitos ≥ 1×10⁹/L.
4. Individuos con enfermedad injerto contra huésped crónica activa o en tratamiento inmunosupresor sostenido.
5. Receptores de TPH autólogo, desde el inicio del acondicionamiento hasta tres meses post-trasplante, o seis meses en aquellos casos en que se haya empleado irradiación corporal total.
6. Pacientes diagnosticados con linfoma de Hodgkin, tanto en edad pediátrica como adulta, que requieran soporte transfusional, para quienes se recomienda mantener el uso de componentes irradiados de forma indefinida.
7. Transfusiones intrauterinas (TIU), las cuales deben realizarse con componentes irradiados como medida preventiva estándar.
8. Exanguinotransfusiones (ET) en neonatos, si no se compromete la urgencia del procedimiento; también se indica cuando existe antecedente de TIU o la unidad proviene de un familiar de primer o segundo grado.
9. Recién nacidos prematuros o a término que hayan recibido TIU, hasta seis meses después de la fecha estimada de parto, o cuando el donante sea un familiar cercano.
10. Trombocitopenia fetal por mecanismo autoinmune, donde se recomienda irradiar las plaquetas administradas durante la TIU y mantener esta medida hasta seis meses tras la fecha probable de parto.
11. Pacientes sometidos a recolección de progenitores hematopoyéticos autólogos (médula ósea o sangre periférica), desde siete días antes y durante el procedimiento.
12. Donantes de progenitores hematopoyéticos, a quienes se les administren transfusiones en los siete días previos o durante la extracción.
13. Pacientes bajo tratamiento con fármacos inmunosupresores del grupo de los análogos de purinas, como bendamustina y clofarabina.
14. Individuos previamente expuestos a análogos de purinas, tales como fludarabina, cladribina o pentostatina (deoxicoformicina).
15. Pacientes que reciben alemtuzumab, un anticuerpo monoclonal dirigido contra el antígeno CD52, que induce una profunda inmunosupresión.
16. Personas con anemia aplásica tratadas con globulina antitimocítica (GAT) y/o alemtuzumab.

La irradiación de hemocomponentes no siempre está indicada en las situaciones previamente expuestas de forma rutinaria.

Por ejemplo, no se recomienda la irradiación de forma rutinaria en transfusiones destinadas a recién nacidos, ya sean prematuros o a término, en ausencia de otros factores de riesgo inmunológico. Del mismo modo, no se considera necesario irradiar los componentes celulares destinados a neonatos o niños sometidos a cirugía cardíaca, ni en aquellos afectados por infecciones virales activas o en pacientes pediátricos o adultos que presenten serología positiva frente al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), ya que en estos contextos la evidencia disponible no ha demostrado un beneficio clínico significativo.

En los pacientes con diagnóstico de leucemia aguda, la transfusión de componentes sanguíneos irradiados tampoco se considera una indicación estándar. Sin embargo, se contemplan excepciones en casos donde las plaquetas han sido seleccionadas por antígenos HLA o cuando los componentes provienen de donaciones familiares de primer o segundo grado, debido al mayor riesgo de reacción inmunológica por aloinmunización.

Por otra parte, el tratamiento con rituximab, un anticuerpo monoclonal dirigido contra el antígeno CD20, no requiere el uso sistemático de componentes irradiados, dado que este agente no induce una inmunosupresión celular suficientemente profunda como para justificar dicha medida.

En pacientes sometidos a cirugía, con tumores sólidos, enfermedades autoinmunes o que han recibido un trasplante de órgano sólido, tampoco se recomienda el empleo habitual de componentes irradiados. La única excepción a esta recomendación se presenta cuando el paciente ha recibido alemtuzumab, un anticuerpo monoclonal dirigido contra el antígeno CD52, como parte del tratamiento de acondicionamiento, dada la intensidad de la inmunosupresión inducida por este fármaco.

CONCLUSIONES

La transfusión de hemocomponentes irradiados es una medida clave para prevenir la EICH-T, una complicación infrecuente pero grave. Su uso debe reservarse para pacientes con riesgo inmunológico elevado, como pacientes inmunodeprimidos, receptores de trasplantes hematopoyéticos, neonatos con antecedentes de transfusión intrauterina y en situaciones de donación familiar con haplotipos compartidos.

El proceso de irradiación debe ser realizado mediante sistemas validados, con control riguroso de dosis, documentación adecuada y correcta identificación de los componentes tratados. La implementación de programas de hemovigilancia, así como la notificación de incidentes o errores en el manejo transfusional, son fundamentales para mantener la seguridad del proceso.

En conclusión, el conocimiento actualizado de las indicaciones clínicas y de los aspectos técnicos asociados al uso de hemocomponentes irradiados es indispensable para optimizar la práctica transfusional, prevenir complicaciones graves y asegurar una atención segura y eficaz en los servicios de hemoterapia.

BIBLIOGRAFÍA

1. Sociedad Española de Transfusión Sanguínea y Terapia Celular. Guía sobre la transfusión de componentes sanguíneos y derivados plasmáticos. 5ª ed. Barcelona: SETS; 2015. p. 119-125.
2. Manual Práctico de Hematología Clínica. 7º edición. Miguel Ángel Sanz y Enric Carreras. Coordinadores de la 7º edición: Monserrat Rovira y Jaime Sanz. ISBN: 978-84-09-38822-6.
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6. Webert KE, Hume HA. Clinical Guide to transfusion medicine. Canadian Blood Services 2014. Chapter 13. Neonatal and Pediatric transfusion.

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