Inicio > Enfermería > Insuficiencia renal crónica y accesos vasculares

Insuficiencia renal crónica y accesos vasculares

Insuficiencia renal crónica y accesos vasculares

La insuficiencia renal crónica supone un deterioro renal y, por consiguiente, el fallo en todas las funciones llevadas a cabo por el riñón. La más importante, la eliminación de productos de desecho y que resultan tóxicas para el organismo.

CHRONIC RENAL FAILURE AND VASCULAR ACCESS

Autora: Cristina Marco Corredor. Diplomada en Enfermería por la Universidad de Zaragoza.

Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza, España

Palabras clave: Insuficiencia renal crónica, acceso venoso, peritoneal, hemodiálisis

Inglés: Chronic renal failure, vascular access, peritoneal, hemodyalisis

Resumen: La insuficiencia renal crónica supone un deterioro renal y, por consiguiente, el fallo en todas las funciones llevadas a cabo por el riñón. La más importante, la eliminación de productos de desecho y que resultan tóxicas para el organismo.

Para poder eliminar estas sustancias, hay que hacerlo de manera externa, usando diferentes técnicas: Diálisis peritoneal o hemodiálisis.

Dentro de cada técnica, el acceso vascular va a ser un pilar fundamental. Debe proporcionar unas condiciones de acceso seguras y abordajes repetidos. Es fundamental la labor del personal de enfermería en su vigilancia, cuidado, abordaje, manipulación y detección de problemas potenciales. Así como la educación sanitaria, haciendo partícipe al paciente de su autocuidado.

Inglés: Chronic renal failure involves renal impairment and, consequently, failure in all functions performed by the kidney. The most important, the disposal of waste products that are toxic to the body.

In order to eliminate these substances, it must be done externally, using different techniques: peritoneal dialysis or hemodialysis.

Within each technique, vascular access will be a fundamental pillar. You must provide safe access conditions and repeated approaches. The work of nurses in their surveillance, care, approach, manipulation and detection of potential problems is essential. As well as health education, involving the patient in their self-care

La insuficiencia renal crónica es un cuadro clínico caracterizado por un descenso progresivo e irreversible de la función renal. Los riñones, pierden la capacidad de eliminar potasio, sodio, agua y productos de desecho.

A medida que los riñones pierden la capacidad de funcionar correctamente, se manifiestan una serie de alteraciones tales como: Alteraciones hidroelectrolíticas, oliguria o anuria, trastornos hematológicos, alteraciones en el equilibrio ácido-base, retención de creatinina y urea, alteraciones endocrinas…

Cuando hablamos de insuficiencia renal crónica, hablamos de una situación definitiva y establecida. Para poder depurar la sangre del paciente, hay que recurrir a una técnica de depuración renal sustitutiva, es decir, eliminar de la sangre todos los productos que haría el riñón de una manera artificial. Esta depuración se puede realizar mediante diálisis peritoneal, hemodiálisis o realizar un trasplante renal.

La diálisis peritoneal consiste en utilizar el peritoneo como membrana natural para la eliminación de sustancias de desecho. Es necesario colocar un catéter en el abdomen del paciente. Esta colocación puede realizarse de manera percutánea, con técnica quirúrgica abierta o laparoscópica.

Cuidados postquirúrgicos:

  • Recepción del paciente. Toma de constantes, valorar el estado hemodinámico.
  • Valorar el estado del apósito: Sangrado y humedad.
  • Lavado peritoneal con volúmenes bajos.
  • No mojar el apósito durante el aseo hasta que el proceso de cicatrización haya finalizado.
  • Educación sanitaria al paciente y su familia.

Procedimiento de diálisis peritoneal:

  • Personal de enfermería cualificado.
  • Informar al paciente sobre la técnica a realizar.
  • Colocación de equipos de protección individual. Técnica aséptica.
  • Colgar la bolsa de solución dializadora (estará a temperatura corporal) y conectar al catéter del paciente.
  • Registrar la actividad.

Aquí encontramos la posibilidad de realizar la técnica en el centro hospitalario o el paciente puede realizarla en su domicilio, lo que ofrece mayor independencia en su vida diaria. El paciente puede realizar varios intercambios a lo largo del día (tres diurnos y uno nocturno normalmente). También existe la opción automatizada. Es un modo en el que, durante la noche, un sistema mecánico realiza la entrada y salida de volúmenes de manera automática.

En los pacientes con insuficiencia renal crónica, el método más utilizado es la hemodiálisis veno-venosa. Esta técnica proporciona un aclaramiento de solutos por difusión. Se dispone de un circuito de tubos blandos por el que circula la sangre. Esta sangre es bombeada a través de una membrana semipermeable que se encuentra en el dializador, actuando como si fuera un riñón. Gracias a un gradiente de concentración, el agua y solutos son eliminados.

De manera habitual, esta técnica tiene una duración de 3-4 horas y se repite 3 ó 4 días a la semana.

Para poder iniciar un tratamiento en hemodiálisis, hay que disponer de un acceso vascular que sea seguro y que permita un abordaje reiterado. La calidad de este acceso va a condicionar la eficacia del tratamiento, y, por consiguiente, va a repercutir en el estado del paciente.

Podemos disponer de un catéter, que se inserta en una vena central, siendo de elección la vena yugular interna. Dispone de dos luces, una luz servirá para obtener la sangre, y la otra luz para devolverla. La manipulación de estos catéteres debe ser en condiciones de asepsia y por personal entrenado. Es muy importante la observación del punto de inserción, así como los cuidados de la piel de su alrededor. También hay que advertir a los pacientes que notifiquen cualquier cambio o molestia. Mientras el catéter no se usa, deben sellarse las luces de éste según el protocolo de cada unidad.

Estos catéteres se pueden infectar si la manipulación no es correcta, o el paciente no dispone de información suficiente y clara acerca de su autocuidado. Por ello, la labor del personal de enfermería es esencial. El catéter también se puede dañar, o incluso romper, o producir heridas por decúbito.

El acceso de elección es la fístula arteriovenosa interna (FAVI). Se realiza en quirófano, bajo los efectos de un anestésico local o sedación. Si se puede, se realizará en el brazo no dominante del paciente. Consiste en realizar una anastomosis entre una arteria y una vena, con el fin de obtener una red venosa arterializada con capacidad para disponer de un flujo sanguíneo adecuado que permita el acceso y canalización con agujas de gran calibre.

Tras la realización de la FAVI, el personal de enfermería deberá realizar las siguientes tareas:

  • Recepción del paciente. Toma de constantes, valorar el estado hemodinámico.
  • Identificar zona de realización de la FAVI.
  • Vigilar apósito. No debe haber vendajes compresivos.
  • Valorar thrill y soplo.
  • Extremidad elevada.
  • Confort, seguridad, control del dolor.
  • Educación sanitaria al paciente y su familia. Incidir en la importancia de disponer de un acceso venoso de calidad.

Las FAVI se pueden localizar en:

  • Radio-cefálica: Es la más frecuente. Consiste en anastomosar la arterial radial con la vena cefálica.
  • Radio-basílica: Se anastomosa la arterial radial con la vena cubital.
  • Braquiocefálica: Se anastomosa la arterial braquial con la vena cefálica.

Existe una variante en la realización de la FAVI que consiste en utilizar material protésico para crear la fístula arteriovenosa.  Quedan bajo la piel y su uso es muy similar al de una FAVI autóloga.

Los cuidados y vigilancia de la FAVI no solo se limitarán al post operatorio inmediato, si no que han de prolongarse durante todo el proceso de maduración de la FAVI y mientras el paciente este en el programa de hemodiálisis.

Cuidados y vigilancia de la FAVI:

  • Higiene cuando realice su higiene corporal, con agua y jabón.

  • Vigilancia diaria. Se debe incidir en ello al paciente y su familia. Es importante que el paciente sepa valorar el thrill, colocando su mano encima de la FAVI y notando la vibración del flujo de sangre. Además, realizará inspección, atento a cualquier cambio que pueda sugerir infección (enrojecimiento, dolor, calor o supuración) o isquemia (dolor, palidez o frialdad).
  • Evitar las tomas de tensión arterial en el brazo de la FAVI, así como las punciones para la extracción de sangre o administración de sueroterapia.
  • Evitar ropa apretada, pulseras o correas que puedan comprimir en el brazo de la FAVI.
  • Evitar golpes, rozaduras o levantar peso con el brazo de la FAVI.

Punción de FAVI:

  • El personal de enfermería debe estar cualificado. Deberá conocer el lugar donde se encuentra la FAVI, preverá acontecimientos adversos y proporcionará cuidados en los diferentes momentos de desarrollo de la FAVI.
  • Para la punción se creará un campo con paños y gasas estériles.
  • Se informará al paciente del procedimiento a realizar.
  • Colocación del equipo de protección individual.
  • Inspeccionar la zona de punción.
  • Colocar el compresor.
  • Puncionar en el lugar adecuado, comprobando que la aguja está bien colocada.
  • Fijar la aguja a la piel del paciente.
  • Realizar el mismo proceso con la segunda aguja en el caso de bipunción.
  • Conexión del paciente al monitor de diálisis y establecer los parámetros de la sesión.
  • Registro de la actividad realizada.

Complicaciones de las FAVI:

  • Infecciones: Si hay prótesis puede producir su retirada.
  • Hemorragias: Tras la punción.
  • Hematomas
  • Trombosis
  • Edema de la extremidad.
  • Síndrome de robo: Frialdad y parestesias.
  • Estenosis
  • Aneurismas

BIBLIOGRAFÍA:

  • McCann M, Einarsdottir H, Van Waeleghem JP, Murphy F, Segwick J. CE: Continuing Education Article Vascular Access management I: an overview. Journal of Renal Care, 2008; 34: 77-84
  • Miranda-Camarero MV. Cuidados de las fístulas arteriovenosas. Intervenciones y actividades del profesional de enfermería. Diálisis y trasplante.
  • Gándara M. El acceso vascular. En: Alonso R, Pelayo R. Manual de enfermería nefrológica. Barcelona: Pulso ediciones. 2012: 137-158.
  • Polo JR, Echenagusia A. Accesos vasculares para hemodiálisis. En: Jofré R, López JM, Luño J, Pérez R, Rodríguez P. Tratado de hemodiálisis. Segunda edición actualizada. Barcelona. Editorial Médica Jims. 2006: 213-242.
  • Roca-Tey R. El acceso vascular para hemodiálisis: la asignatura pendiente. Nefrología. 2010; 30:280-7.Roca-Tey R