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Interferencias electromagnéticas a frecuencia de red (50/60Hz) en el ambiente hospitalario

Interferencias electromagnéticas a frecuencia de red (50/60Hz) en el ambiente hospitalario

El efecto de los campos eléctrico y magnético (interferencia por acoplamiento o radiadas) adquiere particular relevancia cuando influyen sobre el funcionamiento de los equipos médicos, principalmente, en los que monitorean parámetros fisiológicos o se usan como soporte a la vida de pacientes en los cuales la ocurrencia de fallas podría tener un potencial impacto sobre su vida.

Interferencias electromagnéticas a frecuencia de red (50/60Hz) en el ambiente hospitalario

Ing Leonardo Beira Fontaine (1), MSc.Douglas Deás Yero (2)

1 Centro Territorial de Electromedicina Municipio Palma Soriano,

2 Centro Nacional de Electromagnetismo Aplicado (CNEA)

RESUMEN

En este trabajo se presentan los resultados de una búsqueda bibliográfica sobre compatibilidad electromagnética en el ambiente hospitalario, partiendo de las recomendaciones de la norma internacional IEC 61000-4-8 sobre interferencias electromagnéticas a frecuencia industrial (50/60Hz), las directrices para limitar la exposición de los campos eléctricos, magnéticos y electromagnéticos de tiempo variable hasta 300 GHz dadas por la Comisión Internacional de Protección Contra la Radiación No Ionizante (ICNIRP) y las investigaciones realizadas por diferentes autores sobre el tema en diferentes ambientes dentro de una institución hospitalaria.

Los resultados de las investigaciones demuestran la necesidad de la realización de los ensayos de compatibilidad electromagnética (EMC) en los equipos electromédicos (EEM) así como el estudio del ambiente electromagnético para lograr un funcionamiento sostenible de los equipos y minimizar los posibles efectos adversos a la salud.

Palabras clave: Equipos médicos, campo magnético de frecuencia de red o industrial, interferencia electromagnética.

  1. INTRODUCCIÓN

La proliferación de campos eléctricos y magnéticos en el ambiente hospitalario, ha generado el interés de muchos investigadores sobre los posibles efectos en el funcionamiento de los equipos electrónicos de medida, supervisión y control, especialmente en aquellos de uso médico. El cableado eléctrico de una institución hospitalaria está diseñado para alimentar a todos los equipos y sistemas que intervienen en su funcionamiento, incluyendo los equipos médicos. En este tipo de ambiente, los campos son producidos tanto por fuentes internas como externas a la institución [1].

Sin embargo, es conocido que un conductor eléctrico por el cual circula una corriente eléctrica genera un campo magnético alrededor de él, cuya magnitud resultante es proporcional a la cantidad de corriente que circula por él [2]. En un hospital el número de equipos médicos crece rápidamente, lo que indica un incremento de la intensidad del campo magnético en su interior.

Al incrementarse las fuentes de campos electromagnéticos en tales ambientes se hace necesario cuantificar el riesgo potencial de interferencia electromagnética en los equipos médicos y los posibles efectos negativos sobre la salud de las personas. Investigaciones realizadas han detectado errores de funcionamiento o de actuación de los equipos electromédicos (EEM) como es el caso de activación de alarmas, enmascaramiento de datos, presentación de resultados erróneos, el reinicio del sistema y hasta fallas de hardware [3]. Para reducir los riesgos es importante conocer el ambiente electromagnético que puede ser encontrado en los hospitales y clínicas con el objetivo de lograr minimizar su efecto [4].

El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), un organismo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a evaluado los efectos sobre la salud de los campos electromagnéticos (CEM) y ha concluido recientemente la primera etapa del proceso de evaluación de riesgos con la clasificación de los campos estáticos y de extra baja frecuencia (FEB) en función de la solidez de las pruebas sobre si pueden producir cáncer en seres humanos [5.], la evaluación concluyó que los estudios sobre leucemia infantil proporcionaban pruebas suficientes para clasificar los campos magnéticos de extra baja frecuencia (FEB) como posible agente cancerígeno. El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) comenzará la identificación y clasificación de los campos de RF tras la finalización y publicación de su estudio epidemiológico plurinacional para determinar si existe una asociación entre la utilización de teléfonos móviles y el incremento de molestias en la cabeza y en el cuello.

La compatibilidad electromagnética (EMC) es la habilidad de un sistema de no causar interferencias electromagnéticas a otros equipos, pero al mismo tiempo ha de ser insensible a las emisiones que pueden causar otros sistemas [6]. Por otra parte, se puede definir como interferencia electromagnética (EMI) a la emisión de energía electromagnética que degrada o perjudica la calidad de una señal o el funcionamiento de un equipo o sistema [7].

En la Fig. 1 se representa el esquema básico de los elementos que intervienen en un problema de ensayos de compatibilidad electromagnética (EMC). Solo se refiere a interferencia siempre y cuando se provoque un mal funcionamiento en el receptor.

Figura 1 Elementos básicos de un sistema de EMC.

Ver Imágenes – Interferencias electromagnéticas en el ambiente hospitalario, al final artículo

El estudio del efecto provocado por las interferencias electromagnéticas surge a fines del siglo XIX con los primeros sistemas de comunicaciones, ante la interferencia causada por eventos naturales como descargas eléctricas sobre las líneas. En 1933 la Comisión Electrotécnica Internacional (IEC) presentó las primeras normas sobre emisión de interferencias y creó el CISPR (Comité Internacional Especial de Perturbaciones Radioelectrónica) para desarrollar y ampliar estas normas. La Federal Communications Comission (FCC) de Estados Unidos, publicó en 1979 normas limitando las emisiones electromagnéticas en todo el espectro. En 1979, se publicó la primera norma de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de Estados Unidos que regulaba aspectos relacionados con las inter­ferencias electromagnéticas asociadas a los equipos médicos [8]. A partir de entonces, diversos investigadores empezaron a tratar este tema, siendo el trabajo presentado por Silberberg en 1993 [9] uno de los más importantes.

A partir de la comprobación de las interferencias en los equipos médicos, la