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Intervencion enfermera con las estrategias de afrontamiento

Intervención enfermera con las estrategias de afrontamiento

Introducción: El presente artículo tiene por objeto dar a conocer los estilos y las estrategias de afrontamiento de las que disponemos para controlar las situaciones estresantes. Si presentamos un afrontamiento eficaz o adaptativo, la situación no perturbará nuestro bienestar físico y/o mental, sin embargo, si habitualmente utilizamos estrategias de afrontamiento desadaptativas, pueden llevarnos a manifestar un problema de salud.

Intervención enfermera con las estrategias de afrontamiento

PARTICIPANTES:

Mª Tamara Ferres Carrascosa, Residente de Enfermería de Salud Mental del Área de Gestión Sur de Granada.

Lucia Bravo Lliñas, Residente de Enfermería de Salud Mental del Área de Gestión Sur de Granada.

Eva Mª Ortega Justicia, Enfermera Especialista en Salud Mental.

RESUMEN

Metodología: Se realizó la búsqueda y análisis crítico de la bibliografía científica reciente, como metabuscador: Google académico. Los descriptores utilizados fueron: estrategias de afrontamiento, estrés, inventario de estrategias de afrontamiento, intervención enfermera.

Además, se realizó un estudio cuantitativo de tales estrategias en los usuarios de un Hospital de Día de Salud Mental, utilizando como herramienta el Inventario de Estrategias de Afrontamiento (CSI).

Resultados: Se han descrito las diversas estrategias y estilos de afrontamientos. El análisis del Inventario de Estrategias de Afrontamiento revelo que la estrategia más utilizada por los usuarios fue—-y la menos utilizada fue—-. Así mismo, se realizó un análisis factorial individualizado para valorar que estrategias eran las más frecuentemente utilizadas, o no, a nivel individual.

Conclusiones: tenemos claro cuáles son las limitaciones de nuestro estudio, en cuanto a que los datos no son generalizables a la población, sin embargo, nos aporta una gran herramienta de trabajo, a través de la cual Enfermería puede planificar intervenciones individualizadas y centradas en proporcionar herramientas útiles para asesorar y facilitar una intervención proactiva de nuestros usuarios. De este modo aumentaremos el autocontrol y la gestión de su propia salud.

Según Lazarus y Folkman, podemos definir las estrategias de afrontamiento como: “El esfuerzo cognitivo y conductual que debe realizar un individuo para manejar esas demandas externas (ambientales, estresores) o internas (estado emocional) y que son evaluadas como algo que excede los recursos de la persona”.

El modelo transaccional del estrés sugiere que ante una situación de estrés hay que tener en cuenta:

  • La valoración o apreciación que la persona hace de los estresores
  • Las emociones y afectos asociados a dicha apreciación
  • Los esfuerzos conductuales y cognitivos realizados para afrontar dichos estresores.

Los estilos de afrontamiento serian aquellas disposiciones personales que se activan cuando tenemos que hacer frente a las situaciones. Las estrategias de afrontamiento son los procesos concretos y específicos que se ponen en marcha en los diferentes contextos y que pueden cambiar en función de la situación desencadenante.

Estilos de afrontamiento:

Activo-Pasivo – evitativo: el primero está dirigido a la acción y a la resolución del problema o situación amenazante y el segundo no está dirigido a la acción ni a la resolución del problema, se consideran que son disfuncionales porque ignoran la realidad. El estilo más adecuado es el estilo activo. Algunos ejemplos de ellos son:

  • Activo: resolución de problemas, reestructuración cognitiva, expresión de emociones y apoyo social.
  • Pasivo: evitación de problemas, pensamientos ansiosos, autocrítica y retirada social.

Adaptativo-Desadaptativo: en el estilo adaptativo se consigue un buen ajuste ya que además de reducir el estrés, promueven la salud mental a largo plazo. En el caso del estilo desadaptativo, solo actúa disminuyendo el estrés, por lo que no es una estrategia adecuada a largo plazo y que puede generar más problemas de salud (estrés, ansiedad generalizada, etc).

Cognitivo-Afectivo-Conductual:

Afrontamiento cognitivo: Buscar un significado al suceso (comprenderlo), valorarlo de manera que resulte menos aversivo, o enfrentarlo mentalmente.

Afrontamiento afectivo: Centrarse en mantener el equilibrio afectivo, o aminorar el impacto emocional de la situación estresante.

Afrontamiento conductual: Afrontar la situación estresante de forma directa, a través de un proceso que optimice el resultado, o bien no reaccionar de ninguna manera, ni empleando ninguna estrategia de las anteriores.

Estrategias de afrontamiento

Afrontamiento cognitivo:

  • Aceptación: (reconocer, respetar, tolerar)

“Uno no se queja del agua porque está mojada, ni de las rocas porque son duras… La persona que se autorrealiza encara la naturaleza humana en sí mismo y en los demás de la misma manera en que el niño mira al mundo con ojos muy abiertos, inocentes y sin crítica, simplemente apreciando y observando lo que corresponde y sin discutir las cosas ni pretender que sean diferentes” (Abraham Maslow).

“Cuando el cliente experimenta la actitud de aceptación que el terapeuta tiene hacia él, es capaz de asumir y experimentar esta misma actitud hacia sí mismo. Luego, cuando comienza a aceptarse, respetarse y amarse a sí mismo, es capaz de experimentar estas actitudes hacia los demás” (Carl Rogers).

  • Anticipación: Anticipar problemas o situaciones conflictivas posibles.
  • Autoanálisis: Reflexionar sobre los propios pensamientos, motivaciones, sentimientos y comportamientos, reconociendo la propia responsabilidad en el origen, mantenimiento o manejo del problema, y actuar en base a ésta reflexión. La relajación o la meditación son técnicas que pueden optimizar éste análisis porque amplían el campo de conciencia.
  • Humor: El sentido del humor permite afrontar conflictos, o situaciones potencialmente angustiantes, de forma humorística, acentuando los aspectos cómicos o irónicos.
  • Planificación: Pensar y estudiar el problema, analizando los diferentes puntos de vista u opciones, y desarrollar estrategias para solucionarlo.
  • Reevaluación positiva: Modificar el significado de la situación estresante, especialmente atendiendo a los posibles aspectos positivos que tenga, o haya tenido (fijarse en lo positivo), que expresa optimismo, y una tendencia a ver el lado positivo de las cosas y considerarse afortunado.
  • Otros: Reestructuración mental, Preocupación, Poder mental.

Afrontamiento afectivo:

  • Agresión pasiva: Expresión de agresividad hacia los demás de forma indirecta y no asertiva.
  • Hostilidad: la agresión pasiva se entiende como mecanismo de defensa, ya que la agresividad se ha desvinculado de su motivo o de su objeto, pudiendo haber conciencia o no del sentimiento.
  • Aislamiento social: Retirarse de la interacción social (respecto a familiares, amigos, compañeros y personas significativas), ya sea desde una necesidad positiva de afrontar los problemas desde la soledad, ya sea una huida de los demás por reserva (para que no conozcan su problema), o ambas cosas.
  • Apoyo social: Implica compartir los problemas con otros, pero sin tratar de hacerles responsables de ellos (sin culpar a los que nos ayudan o apoyan).
  • Autocontrol: Esfuerzos para controlar y ocultar los propios sentimientos y respuestas emocionales.
  • Catarsis: Liberar las emociones, expresar los propios sentimientos y estados emocionales intensos (llorar, gritar, liberar la agresividad), puede ser eficaz para afrontar determinadas situaciones difíciles.
  • Escape/evitación: Apartarse del problema, no pensar en él, o pensar en otra cosa, para evitar que afecte emocionalmente (“Saco el problema de mi mente) Actividades como distracción (diversiones relajantes como ver televisión, oír música, leer un libro o tocar un instrumento musical; conductas de autocuidado, como arreglarse, vestirse bien, o hacer deporte; ordenar cosas, salir con amigos – o solo – a divertirse), o estrategias reductoras de tensión (paliativas) como comer, fumar, beber alcohol, o usar otras drogas o medicamentos.
  • Supresión: Consiste en la evitación intencional de ideas, recuerdos (pensar en problemas), deseos, sentimientos, impulsos o experiencias que son desagradables (que producen malestar).

Afrontamiento conductual:

  • Afrontamiento directo: Afrontar directamente la situación mediante acciones directas, agresivas, o potencialmente arriesgadas.
  • Autoafirmación: Reacción que expresa directamente los pensamientos o sentimientos de forma no agresiva, coercitiva, ni manipuladora (asertividad).
  • Falta de afrontamiento: Refleja la incapacidad del sujeto para enfrentarse al problema, debido a la percepción de falta de control sobre el mismo, o a considerarlo irresoluble, y la tendencia a desarrollar síntomas psicosomáticos, o reacciones depresivas: “No tengo forma de afrontar la situación”.
  • Postergación: Esperar hasta que aparezca la ocasión adecuada para actuar, postergar todo tipo de actividades hasta adquirir mayor y mejor información sobre la situación.

BIBLIOGRAFIA

  • Hernández Hernández, P. (2002): Los moldes de la mente. Más allá de la inteligencia. La Laguna: Tafor Publicaciones.
  • Lazarus, R. y Folkman, S. (1986): Estrés y procesos cognitivos. Barcelona: Ediciones Martínez Roca.
  • uji.es/artículos/numero37/article6
  • com/defensa/estrategias-de-afrontamiento
  • CSI: inventario estrategias de afrontamiento: http://personal.us.es/fjcano/drupal/files/csi.pdf