La importancia de la dieta preoperatoria en pacientes sometidos a colostomía: una revisión bibliográfica
Autora principal: Irene Torán Bellido
Vol. XX; nº 17; 918
The importance of preoperative diet in patients undergoing colostomy: a literature review
Fecha de recepción: 27 de julio de 2025
Fecha de aceptación: 2 de septiembre de 2025
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com, Volumen XX. Número 17 – Primera quincena de Septiembre de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 17; 918
Autores:
Irene Torán Bellido, Enfermera Especialidades HOP Teruel
Andrea Ibáñez Romero, Enfermera Especialidades HOP Teruel
Patricia Cortés Egeda, Enfermera HOP Teruel
Ana María Luca Simón, Enfermera HOP Teruel
Irene Sanz Gómez, Enfermera HOP Teruel
Resumen
La colostomía es una intervención quirúrgica que crea una abertura en el colon para desviar el contenido fecal, indicándose en enfermedades como cáncer colorrectal, enfermedad inflamatoria intestinal y obstrucciones. Este procedimiento afecta tanto la anatomía como la fisiología digestiva y la calidad de vida del paciente, por lo que una adecuada preparación preoperatoria es esencial, siendo la nutrición un componente fundamental.
La dieta preoperatoria tiene como objetivos optimizar el estado nutricional, reducir la carga intestinal, prevenir infecciones y mejorar la respuesta inmunitaria al trauma quirúrgico. Entre las estrategias más utilizadas destaca la dieta baja en residuos, que limita la ingesta de fibra insoluble para disminuir el volumen fecal y facilitar la limpieza intestinal previa a la cirugía. Además, las guías modernas recomiendan una carga controlada de carbohidratos líquidos hasta pocas horas antes del procedimiento para reducir el catabolismo y mejorar el metabolismo.
La inmunonutrición, que incluye nutrientes con efectos moduladores del sistema inmune como arginina y ácidos grasos omega-3, ha demostrado disminuir complicaciones infecciosas y acelerar la recuperación, especialmente en pacientes con cáncer gastrointestinal.
La evaluación nutricional previa es clave para personalizar la dieta, considerando factores como el índice de masa corporal, pérdida de peso y niveles de albúmina. También es fundamental mantener una hidratación adecuada para evitar desequilibrios electrolíticos. El enfoque nutricional debe ser interdisciplinario, involucrando cirujanos, nutricionistas, enfermería especializada y otros profesionales para garantizar una atención integral.
En conclusión, la dieta preoperatoria es una herramienta terapéutica indispensable que mejora la seguridad quirúrgica, reduce complicaciones y optimiza la recuperación en pacientes sometidos a colostomía, por lo que debe integrarse en los protocolos clínicos estándar.
Palabras clave
Nutrición, colostomía, estoma, cirugía, preoperatorio, dieta.
Abstract
A colostomy is a surgical procedure that creates an opening in the colon to divert fecal content, indicated in conditions such as colorectal cancer, inflammatory bowel disease, and obstructions. This procedure affects both the anatomy and digestive physiology as well as the patient’s quality of life, making proper preoperative preparation essential, with nutrition being a fundamental component.
The preoperative diet aims to optimize nutritional status, reduce intestinal load, prevent infections, and improve immune response to surgical trauma. Among the most used strategies is a low-residue diet, which limits insoluble fiber intake to decrease fecal volume and facilitate bowel cleansing before surgery. Additionally, modern guidelines recommend controlled carbohydrate loading with liquids up to a few hours before surgery to reduce catabolism and improve metabolism.
Immunonutrition, which includes nutrients with immune-modulating effects such as arginine and omega-3 fatty acids, has been shown to decrease infectious complications and accelerate recovery, especially in patients with gastrointestinal cancer. Preoperative nutritional assessment is key to personalizing the diet, considering factors such as body mass index, weight loss, and albumin levels. Adequate hydration is also essential to prevent electrolyte imbalances.
The nutritional approach should be interdisciplinary, involving surgeons, nutritionists, specialized nursing, and other professionals to ensure comprehensive care.
In conclusion, the preoperative diet is an indispensable therapeutic tool that improves surgical safety, reduces complications, and optimizes recovery in patients undergoing colostomy, and should therefore be integrated into standard clinical protocols.
Keywords
Nutrition, colostomy, stoma, surgery, preoperative, diet.
Introducción
La colostomía es un procedimiento quirúrgico que implica la creación de una abertura en el colon (estoma) para desviar el contenido fecal hacia el exterior del cuerpo a través de una bolsa adherida a la piel. Esta intervención puede ser temporal o permanente, y es indicada en casos de patologías como el cáncer colorrectal, enfermedad diverticular complicada, enfermedad inflamatoria intestinal (como colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn), obstrucciones intestinales, traumatismos abdominales o complicaciones posquirúrgicas severas.1,2
Una intervención quirúrgica de esta naturaleza no solo altera la anatomía del paciente, sino también su fisiología digestiva y su calidad de vida. Por ello, es fundamental preparar al paciente de forma integral antes de la operación, siendo la nutrición un pilar clave en esa preparación. La dieta preoperatoria cumple varias funciones esenciales: optimizar el estado nutricional del paciente, reducir la carga intestinal, prevenir complicaciones infecciosas y mejorar la respuesta inmunológica frente al trauma quirúrgico.1,2
Diversas guías clínicas y estudios científicos han enfatizado la relevancia de la nutrición preoperatoria, particularmente en cirugías mayores como las del aparato digestivo. No obstante, todavía existe variabilidad en las prácticas clínicas y falta de estandarización en muchas instituciones de salud. Esta revisión bibliográfica tiene como objetivo analizar la importancia de la dieta preoperatoria en pacientes que serán sometidos a colostomía, detallando los tipos de dietas recomendadas, sus objetivos fisiológicos, las evidencias científicas que las sustentan y las recomendaciones actuales de las guías clínicas internacionales.2
Desarrollo
Contexto fisiopatológico de la colostomía y necesidades nutricionales
La colostomía modifica de forma significativa el tránsito intestinal y la fisiología digestiva. Dependiendo de la localización del estoma (ascendente, transverso, descendente o sigmoideo), la consistencia de las heces y la capacidad de absorción varían. En los segmentos más proximales del colon, el contenido fecal es más líquido, mientras que en las colostomías distales las heces son más formadas, lo cual tiene implicaciones nutricionales relevantes.1,3
Los pacientes candidatos a colostomía suelen presentar estados de inflamación crónica, pérdida de peso involuntaria, desnutrición proteico-calórica o desequilibrios hidroelectrolíticos. Estas condiciones aumentan el riesgo de complicaciones quirúrgicas, como dehiscencia de suturas, infecciones de sitio quirúrgico, retraso en la cicatrización y aumento de la estancia hospitalaria.3
La Sociedad Europea de Nutrición Clínica y Metabolismo (ESPEN) y la American Society for Parenteral and Enteral Nutrition (ASPEN) coinciden en que el soporte nutricional preoperatorio es indispensable en pacientes con riesgo nutricional o desnutridos, recomendando iniciar una intervención nutricional al menos 7–14 días antes de la cirugía si el estado clínico lo permite.3
Dieta baja en residuos
Una de las estrategias más utilizadas en el preoperatorio de colostomía es la dieta baja en residuos. Esta dieta consiste en limitar la ingesta de fibra insoluble, semillas, pieles, granos enteros y ciertos vegetales o frutas que pueden aumentar el volumen fecal, la motilidad intestinal y la producción de gases.2
Lo que se quiere conseguir estableciendo una dieta baja en residuos sería reducir la carga fecal del colon, disminuir la distensión abdominal, facilitar el vaciado intestinal previo a la cirugía y prevenir el riesgo de contaminación intraoperatoria.2,3
Esta dieta puede iniciarse entre 3 a 5 días antes de la intervención, dependiendo de la indicación médica, y suele acompañarse de laxantes, enemas o soluciones evacuantes como el polietilenglicol, para lograr una limpieza completa del intestino grueso.2,4
Un estudio retrospectivo de Lee et al. (2018) demostró que los pacientes que siguieron una dieta baja en residuos antes de la cirugía colorrectal presentaron menores tasas de íleo postoperatorio y recuperación intestinal más rápida que aquellos que no recibieron recomendaciones dietéticas específicas.4
Ayuno preoperatorio y carga de carbohidratos
Tradicionalmente, los pacientes eran sometidos a ayuno prolongado antes de una cirugía, lo cual se ha cuestionado en los últimos años. Actualmente, las guías ERAS (Enhanced Recovery After Surgery) recomiendan ayunos más breves y el uso de soluciones líquidas ricas en carbohidratos hasta 2 horas antes de la cirugía en pacientes sin riesgo de aspiración.2
Los beneficios que se encuentran derivados del uso de carbohidratos preoperatorios son los siguientes: reducción del catabolismo proteico, mejora de la sensibilidad a la insulina, menor pérdida de masa muscular y reducción del estrés metabólico quirúrgico.2
Estas soluciones suelen contener maltodextrina y tienen alta osmolaridad. Un metaanálisis publicado en Surgery Today (2021) encontró que los pacientes que recibieron carga de carbohidratos antes de cirugía abdominal mayor presentaron menores niveles de glucosa postoperatoria, menor estancia hospitalaria y mejor tolerancia a la dieta postoperatoria.3,5
Inmunonutrición
La inmunonutrición es una intervención nutricional especializada que incorpora nutrientes con efectos inmunomoduladores, como arginina, ácidos grasos omega-3, nucleótidos y glutamina.
Estos compuestos han demostrado mejorar la respuesta inmune, disminuir la inflamación sistémica y reducir la tasa de infecciones postquirúrgicas. La ESPEN recomienda la inmunonutrición preoperatoria en pacientes con cáncer gastrointestinal o malnutrición, especialmente si la cirugía es mayor.5
Un estudio clínico controlado realizado por Braga et al. (2002) mostró que los pacientes con cáncer colorrectal que recibieron inmunonutrición durante 5–7 días antes de la colectomía tuvieron menor tasa de infecciones y recuperación más rápida que el grupo control.1,4
Evaluación del estado nutricional
Antes de indicar cualquier pauta dietética, es fundamental realizar una evaluación nutricional completa. Las herramientas comúnmente empleadas incluyen:
– IMC (Índice de Masa Corporal).
– Pérdida de peso involuntaria (>10% en 6 meses).
– Albúmina sérica.
– Test de Mini Nutritional Assessment (MNA).
– NRS-2002 (Nutritional Risk Screening).3
Según la ASPEN, los pacientes con albúmina <3.0 g/dL y pérdida de peso significativa presentan un riesgo elevado de complicaciones, por lo que deben recibir intervención nutricional intensiva incluso antes del ingreso hospitalario. La evaluación permite individualizar la dieta, decidir si se requiere nutrición oral, enteral o parenteral, y diseñar una estrategia que se adapte a la situación clínica del paciente.4,5
Hidratación y balance electrolítico
La correcta hidratación es otro aspecto esencial en el manejo preoperatorio. Los pacientes con enfermedades digestivas suelen presentar diarrea, vómitos o ingesta insuficiente, lo que genera hipovolemia e hiponatremia.2
La ingesta de líquidos debe mantenerse adecuada hasta el momento del ayuno quirúrgico. Se recomiendan bebidas claras como caldos, agua, infusiones suaves o soluciones con electrolitos, especialmente si se están usando laxantes o evacuantes intestinales. El uso de soluciones de rehidratación oral (SRO) también está recomendado en ciertos casos para garantizar el equilibrio hidroelectrolítico antes del procedimiento.2,4
Recomendaciones dietéticas según el tipo de colostomía
La localización de la colostomía influye en la estrategia dietética tanto antes como después de la cirugía:
Colostomía ascendente
El contenido fecal es más líquido, hay mayor pérdida de agua y electrolitos.
Colostomía transversa
Se produce una mezcla entre contenido líquido y formado.
Colostomía descendente/sigmoidea
Las heces son más sólidas, menor riesgo de pérdida de líquidos.1
En colostomías más proximales, puede ser necesario un control más estricto del volumen y consistencia del bolo fecal, por lo cual la dieta preoperatoria debe estar muy bien ajustada para evitar sobrecarga intestinal.1
Trabajo interdisciplinario
El éxito de la intervención nutricional preoperatoria no depende solo del nutricionista, sino de un trabajo en equipo que involucre tanto al cirujano y médico tratante, como a enfermería especializada en estomas, nutricionista clínico, y, en algunos casos, psicólogo por el impacto emocional de la colostomía.4
Este enfoque integral permite educar al paciente sobre los cambios que experimentará, resolver dudas alimentarias, establecer pautas claras para el pre y postoperatorio, y mejorar la adherencia al tratamiento.4,5
Conclusión
La nutrición preoperatoria desempeña un papel fundamental en la preparación integral del paciente que será sometido a una colostomía. Como se ha evidenciado en esta revisión, una dieta adecuada antes de la intervención quirúrgica no solo mejora el estado nutricional del paciente, sino que también contribuye a reducir complicaciones postoperatorias, acelerar la recuperación funcional y optimizar los resultados clínicos a largo plazo.5
Entre las estrategias más destacadas se encuentran la dieta baja en residuos, la carga de carbohidratos preoperatoria, la inmunonutrición y la hidratación adecuada, cada una con objetivos específicos que en conjunto permiten afrontar la cirugía con un mejor pronóstico. Asimismo, la evaluación nutricional individualizada es esencial para detectar deficiencias y diseñar intervenciones personalizadas que consideren tanto la condición clínica como la localización de la colostomía.3
El abordaje nutricional no debe considerarse una medida complementaria, sino una intervención terapéutica indispensable que requiere de la coordinación entre distintos profesionales de la salud. El trabajo interdisciplinario garantiza que el paciente reciba una atención integral que contemple no solo los aspectos quirúrgicos, sino también los fisiológicos, nutricionales y emocionales.4,5
En conclusión, la dieta preoperatoria en pacientes con colostomía representa una herramienta clínica de alto impacto que, al ser aplicada correctamente, contribuye de manera significativa a la seguridad quirúrgica, la calidad de vida y la eficiencia del sistema de salud. A la luz de la evidencia científica disponible, resulta indispensable su implementación como parte de los protocolos estándar en la atención quirúrgica de estos pacientes.5
Bibliografía
1. Loon MM, Goshe M, Rashid M, et al. Impact of preoperative nutritional support on surgical outcomes in gastrointestinal surgeries: a systematic review. Cureus. 2024 Mar 18;16(3):e56416. doi: 10.7759/cureus.56416.
2. Zhao Q, Zhang Y, Zhang Y, et al. Effectiveness of preoperative oral nutritional supplements in colorectal cancer patients undergoing surgery: A systematic review and meta-analysis. Clin Nutr Open Sci. 2024;56:152–165. doi:10.1016/j.nutos.2024.06.002.
3. Burgos Peláez R. Nutrición enteral frente a nutrición parenteral en el período preoperatorio. Endocrinol Nutr. 2005;52(S2):110–115. doi:10.1016/S1575-0922(05)74662-3.
4. Chapple LS, Fetterplace K, Ridley EJ. Nutrition support practices in colorectal surgery: a narrative review. World J Gastrointest Surg. 2023 Apr 27;15(4):659–670. doi:10.4240/wjgs.v15.i4.659.
5. Fernández de Bustos A, Creus Costas G, Pujol Gebelli J, Virgili Casas N, Pita Mercé AM. Nutrición precoz por vía oral en patología colo-rectal tributaria de cirugía asistida por laparoscopia. Nutr Hosp. 2006;21(2):122–131.
Declaración de buenas prácticas:
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses.
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.