Masas esplénicas por imagen
Autor principal: Enrique Díaz Gordo
Vol. XX; nº 02; 41
Splenic masses by imaging
Fecha de recepción: 19/12/2024
Fecha de aceptación: 14/01/2025
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XX. Número 02 Segunda quincena de Enero de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 02; 41
Autores:
- Enrique Díaz Gordo. Servicio de Radiodiagnóstico. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza. España.
- Juan Ramón y Cajal Calvo. Servicio de Radiodiagnóstico. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza. España.
- Laura Pérez Abad. Servicio de Medicina Interna. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza. España.
- Victoria Murillo Cortés. Servicio de Hematología. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza. España.
- María del Mar Moles Guerrero. Servicio de Hematología. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza. España.
- Juan Vallejo Grijalba. Servicio de Medicina Interna. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza. España.
- Paula Oleaga Gómez. Servicio de Radiodiagnóstico. Complejo Asistencial de Zamora. Zamora. España.
Resumen:
El bazo es un órgano intraabdominal que forma parte del sistema linfático y del sistema inmune. Existe una gran variedad de lesiones esplénicas de comportamiento benigno, intermedio y maligno. Las más frecuentes son las de etiología benigna, destacando los quistes y los hemangiomas esplénicos. A menudo no se le da tanta importancia a su diagnóstico por imagen como a las lesiones que aparecen en otros órganos intraabdominales y es fundamental una correcta diferenciación entre las diferentes masas, que frecuentemente presentarán características radiológicas similares. El correcto diagnóstico por imagen de todas estas lesiones permitirá un tratamiento y un manejo adecuado en cada caso concreto.
Palabras clave: bazo, masa, ecografía, TC, RM.
Abstract:
The spleen is an intra-abdominal organ that is part of the lymphatic and immune systems. There is a wide variety of splenic lesions with benign, intermediate, and malignant behavior. The most common are of benign etiology, with splenic cysts and hemangiomas being the most notable. Often, its diagnosis through imaging is not given as much importance as lesions that appear in other intra-abdominal organs, and it is essential to correctly differentiate between the different masses, which will frequently present similar radiological characteristics. Accurate imaging diagnosis of all these lesions will allow for appropriate treatment and management in each specific case.
Keywords: spleen, masse, ultrasound, CT, MRI.
Declaración de buenas prácticas:
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.
MASAS ESPLÉNICAS POR IMAGEN
El bazo es un órgano que se sitúa en el cuadrante superior izquierdo del abdomen, próximo al páncreas, diafragma y riñón izquierdo y está recubierto por el peritoneo. Tiene una forma aplanada y ovalada, y forma parte del sistema linfático y del sistema inmune, facilitando la destrucción de glóbulos rojos y plaquetas, produciendo linfocitos, almacenando células sanguíneas, y participando durante el período fetal en la hematopoyesis.
Es un órgano muy vascularizado y una rotura del bazo puede provocar un sangrado interno importante. Su tamaño normal es de unos 11 x 7 x 5 cm. Una medida de más de 13 cm se considera esplenomegalia, y un tamaño menor de 7 x 3 cm indica una hipoesplenia.
El diagnóstico diferencial de lesiones esplénicas es muy extenso y comprende anomalías congénitas, masas, procesos difusos infiltrativos, lesiones esplénicas multifocales y roturas e infartos esplénicos. La mayoría de veces se descubren de forma incidental, ya que el bazo no suele ser un foco habitual de patología. Las masas más frecuentes son:
-Masas benignas: quistes, hemangiomas, linfangiomas, hamartomas, transformación nodular angiomatoide esclerosante del bazo (TNAE).
-Masas de comportamiento intermedio: hemangioendotelioma, angioma de células litorales.
-Masas malignas: linfoma esplénico, angiosarcoma, metástasis.
La ecografía será la primera herramienta de diagnóstico, y nos permitirá diferenciar si una masa es sólida o quística.
La tomografía computarizada (TC) es la técnica más común para el correcto diagnóstico y evaluación de las masas esplénicas. Da información sobre el tamaño, forma y densidad de la lesión, además de su comportamiento tras la administración de contraste intravenoso.
La resonancia magnética (RM) proporciona una evaluación detallada de la estructura del bazo, utilizando diferentes secuencias para caracterizar la composición de la masa.
Es importante realizar una correlación clínica con la historia clínica, los síntomas del paciente y otras pruebas complementarias, ya que dicha información nos puede orientar más hacia la etiología de la lesión.
El tratamiento de las masas esplénicas depende de su naturaleza. Las lesiones benignas no requerirán tratamiento y sólo se realizará un seguimiento en algunos casos, mientras que las lesiones malignas pueden requerir una esplenectomía y tratamiento oncológico adicional como quimioterapia o radioterapia.
Masas benignas:
–Quistes (figuras 1 y 2):
Son las masas esplénicas más comunes. Suelen ser asintomáticos a no ser que sean de gran tamaño. Su aspecto radiológico es similar al de las lesiones quísticas en otras localizaciones. No requieren tratamiento ni seguimiento.
Pueden ser verdaderos o epiteliales (20%), apareciendo de forma solitaria, subcapsular y unilocular, y teniendo un mayor tamaño, de etiología congénita; o falsos o pseudoquistes (80%), con calcificaciones parietales, septos periféricos y debris, a menudo resultados de traumatismos o infecciones antiguas.
–Hemangiomas (figuras 3 y 4):
Son las neoplasias primarias más frecuentes en el bazo, de naturaleza benigna. No dan síntomas, se encuentran incidentalmente y tienen un aspecto similar a los hemangiomas hepáticos. Tienen un tamaño que normalmente es menor de 2 cm.
En la ecografía pueden tener diferentes características, pero lo más frecuente es que presentan una ecoestructura homogénea, predominantemente hiperecogénica.
En la TC sin contraste se presentan con una baja densidad y muestran una captación centrípeta tras la administración de contraste iodado.
En la RM son iso o hipointensos al parénquima esplénico normal en T1, hiperintensos al parénquima esplénico en T2 y muestran un realce centrípeto temprano con realce uniforme tardío tras la administración de contraste intravenoso.
Si aparecen múltiples hemangiomas simultáneamente la entidad se conoce como hemangiomatosis esplénica.
–Linfangiomas:
Se trata de lesiones tumorales benignas poco frecuentes que surgen por dilataciones anormales de canales linfáticos de etiología congénita o adquirida. Generalmente se visualizan en niños. Suelen presentar una localización subcapsular y por imagen se visualizan como lesiones quísticas lobuladas multiloculadas de pared fina sin componentes sólidos ni realce significativo tras la administración de contraste.
–Hamartomas:
Son lesiones benignas poco frecuentes encontradas incidentalmente. Suelen aparecer de forma solitaria, pero pueden ser múltiples en pacientes con esclerosis tuberosa o síndrome de Wiskott-Aldrich.
Constituyen crecimientos desorganizados de parénquima esplénico focales y bien definidos. Por ecografía suelen ser masas sólidas hipoecogénicas que pueden tener aspecto heterogéno por hemorragias o cambios quísticos. Son hipervasculares en Doppler color y tras la administración de contraste.
En TC tienen un aspecto iso o hipodenso respecto al parénquima esplénico y presentan realce heterogéneo.
La RM es la mejor prueba para diferenciarlos de los hemangiomas y la mayoría son isointensos en T1, hiperintensos y heterogéneos en T2 y muestran un realce temprano intenso y heterogéneo tras la administración de gadolinio (clave para su diagnóstico) y un realce tardío intenso y uniforme.
–TNAE:
La transformación nodular angiomatoide esclerosante es una entidad vascular no neoplásica poco común, de etiología incierta, considerada como una variante fibrosa del hamartoma. La lesión es benigna, sin riesgo de transformación a malignidad.
En la ecografía se visualiza como una masa hipoecogénica bien circunscrita.
En TC se identifica como una masa esplénica solitaria bien circunscrita con bordes lisos o lobulares, de tamaño variable, homogénea e isodensa con respecto al parénquima esplénico. Presenta un comportamiento de realce periférico en fases iniciales y progresivamente un relleno centrípeto tras la administración de contraste iodado.
En RM es heterogénea en T1, hipointensa en T2 y presenta captación periférica tras la administración de gadolinio con una cicatriz central hipointensa.
Masas de comportamiento intermedio:
-Angioma de células litorales:
Se trata de una lesión de comportamiento benigno aunque en ocasiones puede tener cierto potencial maligno. A veces se asocian a carcinomas digestivos o renales y meningiomas.
Suele presentarse como múltiples lesiones nodulares bien definidas acompañadas de esplenomegalia, sin asociar adenopatías.
Ecográficamente su apariencia es variable e inespecífica.
En TC aparecen como múltiples nódulos o masas hipodensas respecto al parénquima esplénico. Pueden demostrar realce homogéneo tras la administración de contraste, posterior al realce esplénico.
En RM las masas son hipointensas en T1 y T2 por contener depósitos de hemosiderina.
-Hemangionedotelioma:
Neoplasia vascular con potencial maligno variable (intermedia entre hemangioma y angiosarcoma). Afecta a jóvenes.
En la ecografía suele verse una lesión hipoecogénica y circunscrito, con áreas quísticas y señal Doppler en las zonas sólidas.
En TC aparece hipodensa con hiperrealce en las partes sólidas tras la administración de contraste con respecto al parénquima esplénico.
En RM suele tener un aspecto heterogéneo, siendo hipointenso en T1 y T2.
Masas de comportamiento maligno:
–Linfoma esplénico:
Son las neoplasias malignas más frecuentes del bazo. La mayoría son secundarios, como por ejemplo por una afectación del bazo por un linfoma de Hodgkin o por un linfoma no Hodgkin, pudiendo presentar síntomas B. La esplenomegalia y la presencia de adenopatías en el hilio esplénico son frecuentes. Hay varios patrones de afectación: difuso, miliar, masa única y nódulos-masas.
En la ecografía se observa como un aumento de tamaño del bazo en la forma difusa y como nódulos bien circunscritos hipoecogénicos en la enfermedad focal.
Tras la administración de contraste iodado en la TC las lesiones focales son hipodensas respecto al parénquima esplénico y son mejor apreciadas en una fase venosa tardía.
En la RM tanto la forma individual como la enfermedad multifocal se presentan como masas bien definidas. Respecto al parénquima esplénico son hipo-isointensas en T1, hipo-isointensas en T2, presenta leve realce menor que el parénquima tras la administración de gadolinio y presentan restricción en la difusión. En el PET-TC aparecen como lesiones metabólicamente activas.
–Angiosarcoma:
Es la neoplasia maligna esplénica primaria no linfoide más frecuente del bazo, aunque su incidencia es muy baja. Suele aparecer en pacientes a partir de la 6ª década, con clínica variable y un comportamiento muy agresivo. Hasta el 30% se complica con rotura esplénica, por lo que una esplenectomía puede prevenirla y mejorar la supervivencia. Es más frecuente una infiltración difusa del bazo que una masa única y metastatiza con frecuencia a hígado y pulmón.
En la ecografía se observa esplenomegalia con ecoestructura muy heterogénea, con componentes intraesplénicos sólidos y quísticos y vascularización aumentada en el Doppler.
En TC se puede visualizar como una masa solitaria o múltiples masas nodulares heterogéneas en un bazo aumentado de tamaño, con áreas de necrosis y hemorragia. Son irregulares y con contornos mal definidos, con una apariencia hiperdensa por sus componentes hemorrágicos en el TC basal y un realce periférico tras la administración de contraste. En algunas ocasiones se observan colecciones intraesplénicas o adyacentes al bazo.
En la RM las masas tienen apariencia heterogénea en T1 y T2 con realce intenso heterogéneo tras la administración de gadolinio por las áreas de necrosis y hemorragia.
–Metástasis (figuras 5, 6 y 7):
Sólo el 7% de los pacientes oncológicos presentan metástasis esplénicas, siendo más frecuentemente encontradas en la autopsia que en los estudios de imagen. Las más frecuentes provienen de melanoma y de tumores de pulmón, mama y estómago.
En la ecografía se presentan masas bien definidas solitarias o múltiples generalmente hipoecoicas, en el TC se observan como masas hipodensas que pueden presentar componentes quísticos y en la RM son hipointensas en T1, hiperintensas en T2 y con realce variable tras la administración de gadolinio, según la procedencia del tumor primario.
Conclusión:
El diagnóstico diferencial de las masas esplénicas puede ser muy extenso. Históricamente a las lesiones del bazo se les ha dado menos importancia en su estudio por imagen que a las que aparecen en otros órganos intraabdominales. Aunque con mucha mayor frecuencia las lesiones son benignas, como los quistes o los hemangiomas, existen otras lesiones que debemos conocer. Los angiomas de células litorales y los hemangioendoteliomas presentan un comportamiento intermedio con potencial maligno y se pueden hallar neoplasias malignas como los angiosarcomas, los linfomas y las metástasis de otros tumores.
Muchas lesiones presentan características radiológicas similares. Es importante un enfoque sistemático, una correcta diferenciación por imagen de sus hallazgos principales y una correlación con la historia clínica del paciente para realizar un preciso informe radiológico que permita su posterior manejo y tratamiento y la prevención de complicaciones.
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