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Mindfulness y Atención Primaria

más psicólogos que imparten programas de entrenamiento en Mindfulness (atención plena), programas que se que se practican desde hace años en Estados Unidos y en aquellos países donde el capitalismo es puro y consecuentemente muy duro y existen pocas ayudas sociales.

De hecho, la prestigiosa base de datos de investigación biomédica Pubmed acaba de publicar un estudio realizado a 136 pacientes que sufrían dolor físico o emocional y a los cuales se les aconsejó practicar la meditación –Mindfulness- diaria durante ocho semanas. Los resultados revelaron que todos los pacientes que participaron en este estudio redujeron su percepción de dolor y aumentaron su bienestar tras practicar meditación durante 8 semanas, 20 minutos al día. Tras un año de seguimiento, estos pacientes experimentaron mejoras cuantificables en su percepción del dolor tanto físico como emocional. (9) Se observó que mejora considerablemente el rendimiento. Cada vez tiene más su importancia en la aplicación de la medicina de familia. Isabel Larrauru habla del minfulness como herramienta terapéutica ante la multitarea del médico, y la estructura de las agendas en consulta. Y por si fuese poco, la práctica de Mindfulness también se ha revelado efectiva para ayudarnos con la otra gran plaga de la vida moderna: la multitarea. A todos nos gustaría que nuestra atención fuese infinita, pero no lo es. No podemos hacer dos cosas a la vez. Lo que en realidad hacemos es cambiar nuestra atención rápidamente de una tarea a otra. Y eso significa que no dedicamos tanta atención a una sola cosa, y que sacrificamos la calidad de nuestra atención. Perdemos por tanto cantidad y calidad.

Aunque a corto plazo, la ilusión de eficacia que proporciona estar y parecer muy ocupado, tranquiliza, los neurocientíficos insisten en que el cerebro humano no es bueno saltando de una tarea a otra, pues se dispersa con más facilidad de la que estamos dispuestos a aceptar. El nuevo desafío intelectual es, por tanto, la lucha por recuperar la atención.

En 2012, investigadores de la Universidad de Washington examinaron los efectos del entrenamiento en Mindfulness sobre personas que actúan en modo multitarea. Para ello, se coloco a cada participante en una oficina con un ordenador y un teléfono y se les pidió que realizaran varias funciones en un tiempo determinado. Después estos participantes se dividieron en tres grupos. Uno de ellos tomó un curso de meditación de 8 semanas, otro invirtió el tiempo en un curso de relajación corporal y el tercero simplemente descanso. Después todos los participantes fueron sometidos a una nueva ronda de trabajo multitarea. Sólo el primer grupo mejoro considerablemente su rendimiento.

La atención basada en la reducción del estrés. (10) Es un programa de grupo estructurado, que utiliza la meditación de mindfulness para aliviar el sufrimiento, asociado con los trastornos, físicos, psicosomáticos y psiquiátricos. Los estudios empíricos que se realizaron, en 2004, incluían un amplio espectro de poblaciones clínicas. Dolor, cáncer, enfermedades cardíacas, depresión y ansiedad, así como diversos grupos con estrés. Por lo que se deduce que el mindfulness, puede ayudar a una amplia gama de sujetos, para hacer frente a sus problemas clínicos. La mayoría de las enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer y otras enfermedades crónicas están causadas por estilos de vida modificables, y estas modificaciones, constituyen los pilares del tratamiento para estas patologías. Así puede fortalecer sus recursos personales, para optimizar las prevenciones primaria y secundaria, de su enfermedad. (11) También en la enfermedad incurable, ésta terapia puede modular la experiencia subjetiva de dolor, o mejorar la capacidad para afrontar dolor y la discapacidad. Ha formado parte de la buena práctica en la medicina, facilitando la actitud compasiva en la relación médico-paciente.

Hay estudios que ha demostrado que en la aplicaciones clínicas el mindfulness, mejora la capacidad de regular las emociones, de combatir las disfunciones emocionales, de mejorar las pautas cognitivas, y de reducir os pensamientos negativos, aparte de que los procesos de curación, la respuesta inmunitaria, la reactividad al estrés, y la sensación general de bienestar físico, funcionan de manera mucho más eficaz. Así también, puede actuar sobre la enfermedad y la discapacidad, por: disminución de la percepción del dolor severo, disminución del estrés ansiedad y depresión, mejorar la capacidad de decisión, aumento de la adherencia terapéutica, aumentos de la motivación para realizar cambios, de los estilos de vida y otras conductas, enriquecimientos de las relaciones personales, modificación de diferentes caminos en la manera de enfermar, en los sistemas nerviosos autónomo, función neuroendocrina, y sistema inmune y plasticidad y cambios funcionales en el cerebro, ya que el mindfulness, modifica el cerebro, al ejercitarlo se observa una activación amplia de la zona prefrontal, así como menor actividad de la amígdala. Por ello, puede ser un modo eficaz en la medicina, de mejora de funciones cerebrales, endocrina e inmune, actuando sobre variables fisiológicas y psicológicas importantes para la consecución de la calidad en la salud.

Las aplicaciones clínicas se han ido aumentando y diversificando y aumentando: la prevención (12) de la recaída de la depresión, la bulimia, y la prevención de las recaídas en el abuso de substancias. En el dolor y calidad de vida, los estudios avalan que hubo una mejoría con la práctica del mindfulness en las personas que padecían dolor crónico, dolor espalda, dolor cuello-hombro y cefaleas. Sólo a corto plazo en los pacientes que sufren de dolor de espalda baja, se necesitan ensayos adicionales con un tamaño de muestra más grande, grupo de control activo y seguimiento más largo. Reducción del estrés y en el nivel de sobrecarga en los cuidadores principales, aunque se hacen necesario medidas de seguimiento en éstos cuidadores.

En Oncología, se valoró su repercusión en el estado anímico y en la reducción del estrés, encontrándose una reducción global del 31% en los síntomas del estrés y 65% en los estados de ánimo. Cada vez se utiliza más en los trastornos mentales, en la ansiedad, depresión y somatización. (13) Además mejora la hostilidad, impulsibilidad y trastornos de somatización y depresión. Mejora la calidad de vida del profesional sanitario y aumenta su empatía y disminuye el estrés. En el suicidio, cáncer, adicciones, agresividad, dolor, artritis y fibromialgia. Sus efectos sobre la ansiedad y depresión (14) son inapreciables, suicidio, cáncer, adicciones, agresividad, artritis y fibromialgia.

Los entornos médicos en los que se han empleado, son variados, de la comunidad, atención primaria, consultas psiquiátricas, especializadas, hospitalización psiquiátrica, hospital general e instituciones hospitalarias. Por lo tanto, la