Motricidad humana: ciencia compleja y transdisciplinaria
Autora principal: Reyes Lugo Nercida Coromoto
Vol. XVIII; nº 20; 1031
Human motor skills: complex and transdisciplinary science
Fecha de recepción: 25/03/2023
Fecha de aceptación: 20/10/2023
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVIII. Número 20 Segunda quincena de Octubre de 2023 – Página inicial: Vol. XVIII; nº 20; 1031
Autores:
Nércida Coromoto Reyes Lugo. Especialista en Medicina Física y Rehabilitación Magíster en Educación Superior Mención Ciencias de la Salud. Docente agregado de Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado Decanato ciencias de la Salud. Paradas Tula Asunción. Licenciada en Enfermería. Magister en Gerencia Salud. Magister en Investigación Educativa. Barquisimeto Edo. Lara. Venezuela.
Las consideraciones sobre la motricidad humana hay que ubicarla en la comprensión del movimiento en su amplio significado como fenómeno natural de vida, y en su silueta específica al de movimiento humano. Es así como éste, ha sido uno de los conceptos centrales para comprender el universo y, para el caso particular de la vida humana, se une al ambiente para satisfacer las necesidades, expresar las emociones, creencias y como elemento de comunicación por la interacción que permite con el espacio y con los otros sujetos con los que cohabita.
Desde el punto de vista epistemológico, las construcciones conceptuales que se han elaborado sobre el movimiento humano están determinadas por los diferentes paradigmas científicos que abordan al sujeto, ya sea como realidad escindida o como integralidad ciencia compleja. Asimismo, al referirnos a la ciencia nos enfocamos hacia el conocimiento cierto de las cosas por sus principios y causas, considerada como un conjunto de hipótesis en el cual deben ser probadas para explicar o describir aspecto del mundo. Entonces al hablar de epistemología (Teoría del Conocimiento) dentro de una comunidad como la nuestra, requiere de la disponibilidad de un arsenal de justificaciones prácticas, casi anecdóticas para sensibilizar sobre la condición de dotar de coherencia y rigurosidad al corpus científico que acoge al ser humano.
Según Bavaresco (1994) la ciencia se puede interpretar en tres elementos: a) su propia teoría o su contenido: ideas en cuanto el hombre solo puede captar el mundo que lo rodea, es decir, la realidad en forma conceptual. b) un campo de acción o de actuación: la realidad observable, lo empírico, de allí el “referente empírico” el mundo en que se vive, se descarta lo no verdadero y lo falso. c) forma de actuación: que viene hacer su propio método (procedimiento) método científico. (Corrales y otros, 2010).
Comprender cabalmente la ciencia es comprender su origen, sus posibilidades, su significación para la vida humana, es decir, entenderla como un fenómeno humano
particular. La objetividad del método científico requiere que la ciencia trascienda lo particular del objeto y lo subsuma bajo alguna ley general. Desde Aristóteles, la episteme, es decir, el conocimiento científico, es conocimiento de lo universal, de lo que existe invariablemente y toma la forma de la demostración científica. (Martínez, 1997: 18).
Además resulta indispensable destacar la obra del filósofo portugués Manuel Sergio con su propuesta de Ciencia de la Motricidad Humana; quien en el año 1987 anuncia en su tesis doctoral un corte epistemológico para la Motricidad Humana, que exige un nuevo proceso de producción de conocimiento científico en el seno de la educación física y el deporte. Este episteme con influencia foucaltiana y althuseriana se articula en torno al pasaje de lo físico a la motricidad (Sergio 2003, citado por Rey y Canales 2007).
Según este autor, su cambio paradigmático de la simplicidad a la complejidad actualiza el discurso de la corporeidad y la motricidad con las teorías de la información, la cibernética y la teoría de los sistemas; “A motricidade humana significa un novo paradigma do saber e do ser: porque todos os paradigmas classicos, simplificadores e fragmentados, diverao transformar se em complexos e dialogantes; porque só se é, verdadeiramente, no movimiento intenconal da trascendencia” (ob. cit).
Es por ello que en España Eugenia Trigo y Colaboradores (1999) siguiendo la epistemología estructurada de Manuel Sergio realiza una clarificación conceptual de las formas expresivas de la motricidad humana, adaptando el término de Paidomotricidad para suplantar el término de Educación Física realizando una distinción de los términos de cuerpo-corporeidad, movimiento-motricidad y sus respectivos adjetivos: corporal- corpóreo y motor-motriz-motríceo. Esta multiplicidad que reina en la consideración científica del ámbito del estudio de la motricidad, apunta a la consolidada idea de la realidad compleja como estrategia cognitiva para afrontar la comprensión del mundo en el fenómeno de la motricidad (Morín 1997, Maturana 1996).
De hecho la ciencia experimenta una metamorfosis hacia un eclectismo y flexibilidad sistémica en su artejo epistémico; es conciencia de que construye no revela el objeto a ser conocido, la verdad científica no es, sino se construye. Es decir la realidad existe en el momento en que el sujeto la percibe, por lo que cada individuo crea su propia realidad. La motricidad es una sustantividad que se erige como objeto de conocimiento material sistémico, con notas psíquicas, somáticas, naturales, centrípetas y centrifugas, su estudio formal es matizado desde diferentes problemáticas dando como resultado una episteme multidisciplinar y transdisciplinar.
A partir de los años sesenta se comienza a utilizar el discurso de lo complejo con un sentido tan amplio donde se incluía casi todo lo que consideraba interesante, atractivo y de actualidad, no siendo fácil, ya que lo complejo apuntaba más a una comprensión que a una disciplina, teoría o nueva religión (Morín, 1980 y 1990); por lo que se sitúa ineludiblemente en el campo de la epistemología y de un nuevo método para abordar la realidad entre la subjetividad y objetividad, entre lo vivo del sujeto y lo vivo del objeto. Bajo este panorama epistemológico, el conocimiento del ser humano se construye a partir de la relación dialógica entre la realidad externa al sujeto y la aprehensión subjetiva de esa realidad por parte del sujeto, posicionándose en un contexto socio- político-económico-cultural, de experiencia cognoscente.
Según Morín (1994) nuestra realidad es “cosmos-físico-bio-antropo-sociológica” una realidad que se mueve, dinámica y en transcendencia, por estas razones la ciencia de la motricidad humana nace en el mundo social y cultural como problema ontológico, como problema epistemológico y como problema político.-
Como problema ontológico: por la carencia de un paradigma estructurado que dirija la práctica e investigación del ser humano en el acto de la transcendencia, pues concede prioridad al objeto cognoscente de su movimiento intencional y no solo el físico o al cuerpo-objeto.
Como problema epistemológico: porque a través del viraje paradigmático, crea un discurso nuevo, que a través de su práctica despierta horizontes de posibilidad en donde las personas hacen de su discurso un panorama de lo que es posible hacer. Es por eso que una epistemología de la motricidad humana no puede olvidar que no es un área de físicos, sino de sujetos en movimiento intencional de transcendencia (acto-acción), donde lo físico está integrado pero superado.
Como problema político: es una ciencia que tiene en cuenta la incorporación del poder como algo establecido en la constitución de prácticas estructuralmente situadas.
De modo que, el paradigma de la complejidad con su requerimiento de una epistemología de un pensamiento complejo, es un desafío para las ciencias en especial de la motricidad humana ya que implica un proceso de discernimiento cognitivo, la inclusión de la labor cognoscente del sujeto, en donde la producción sea obra del auto aprendizaje, del trabajo colaborativo y con la interrelación con la evolución del tiempo y su propio devenir bio-socio-antropo-eco-cultural-histórico en este mundo cambiante y lleno de incertinidad, señala Morín (1994) que: “De ahora en adelante, la necesidad legitima de solo sujeto cognoscente, quien quiera que sea, donde quiera que esté, debería ser: ningún conocimiento sin conocimiento del conocimiento” (p253).
La motricidad humana es un fenómeno complejo que compete a varias ciencias y a varias profesiones (sociología, psicología, medicina, antropología, fisiología,….), cuyo modelo epistemológico basado en la complejidad constituye un punto de vista macro- amplio que tiende a estimular un pensamiento crítico, reflexivo y no reduccionista (no fragmentado) sobre el cuerpo, considerándolo en su rol de constructor y transformador de lo social, cultural; por lo que así mismo provoca la regeneración de la posibilidad de crear mundos con formas de vida humana menos estereotipadas.
En ese sentido, la motricidad humana, como un nuevo objeto conceptual así como la visión humanística y renovadora de Manuel Sergio representa un camino prometedor para algunas profesiones implicados en este proceso. No obstante, es preciso considerar, que la discusión epistemológica al respecto de la educación física, también ocurría en otros países de donde surgieron diferentes propuestas de objetos de estudios como: cinantropometría, cineantropología, cinesiología, ciencias del deporte, ciencias del ejercicio, Praxiología.
De este modo, la Ciencias de la Motricidad Humana (CMH), se configura como una propuesta más, entre otras, para la definición de un objeto de estudio para la educación física, hecho que influyo en la evaluación, por parte de profesionales de esta área, sobre todo en Brasil. Hay que referir que la CMH, al contrario de la educación física, es aceptada en América Latina antes de ser aceptada en Europa. Mientras la educación física es impuesta en América Latina por una ideología eurocéntrica, la CMH es vista como un saber que se integra en el proceso de liberación de América Latina.
A medida en que se dio y se da, por un lado, un proceso de difusión de las ideas sobre la motricidad humana más allá del circulo de la educación física y, por otro lado, un avance en la reflexión sobre la CMH como área de conocimiento autónoma, fue quedando clara la necesidad de reafirmar la autonomía disciplinar de dicha ciencia y su apertura hacia contribuciones de otras personas con los más diversos conocimientos. En esta perspectiva, la CMH no puede ser considerada como territorio epistémico exclusivamente vinculado a un área de formación profesional, ni como sub-área de cualquier campo de conocimiento constituido y legitimado académicamente.
La Motricidad es concebida como un fenómeno interdependiente de los procesos humanos, constituyéndose en su forma de expresión, como acto consciente e intencionado con características neuro-cibernéticas que incluyen también factores subjetivos que van más allá de los procesos biológicos y neurofuncionales, para situarse en un proceso de complejidad humana: cultural, simbólico, social, volitivo, afectivo, intelectual y además motor, aunque diferenciable por sus particularidades características dentro del contexto general educativo.
Se evidencia que la motricidad asume como uno de sus componentes el movimiento (entendido como ejecución mecánica) pero lo trasciende a fenómenos más integrales y complejos en la comprensión del ser, dado que la motricidad es una expresión potencial del ser humano quien, por medio de las expresiones motrices, desarrolla la capacidad de relacionarse consigo mismo, con los otros y con el mundo físico; transmite y recrea valores determinados cultural, geográfica, política e históricamente. Este nuevo paradigma de un ser corpóreo dotado de complejidad, expresa toda su integralidad a través de la motricidad. Así, aleja a la Educación Física de ese estigma netamente técnico-mecanicista donde se direcciona solo el hacer humano desde la potenciación de capacidades y habilidades físicas, asignándole el carácter de una disciplina preocupada por los aspectos del crecimiento, desarrollo y trascendencia desde la complejidad del ser humano.
Con base en lo expuesto y que no existe una ciencia única de la motricidad humana, se abre un paradigma emergente, poniendo a cuestión un pensamiento vigente que propone una reflexión en conceptos de universalidad, complejidad y totalidad, una transformación fundamental de nuestros modos de pensar, percibir y valorar.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
- Corrales y otros (2010): La Formación Docente en Educación Física. Perspectivas y Noveduc 1era edición. Buenos Aires. Argentina.
- Jean Carlos Guzmán (2013): Metódica para abordaje una investigación desde una Perspectiva
- Martínez Miguélez, Miguel (1997): El Paradigma Hacia una nueva teoría de la racionalidad científica. 2ª edición. México
- Matías Alonso Morán Bravo (2013): Motricidad humana y el ser Una mirada desde los Paradigmas Complejo y Sistémico.
- Morín, 1997. Introducción al Pensamiento Complejo. Barcelona: Gedisa.
- Morín, E. 2001. La Mente Bien Ordenada. Barcelona: Seix
- Rey, y Canales, I. (2007). Discurso Epistémico para una Ciencia de la Motricidad. Cinta de Moebio 28: 104-123. www.moebio.uchile.cl/28/rey.html
- Sergio, (1996). Epistemología da Motricidade Humana. Lisboa: Edições FMH.
- Sergio, (2003). Algunas teses sobre o desporto. Lisboa: Compendium.
- Sergio, (2006). Para um novo paradigma do ser e do saber. Coímbra: Ariadna