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Náuseas y vómitos postoperatorios. Anestesia total intravenosa vs. anestesia inhalatoria

La edad de los pacientes de la muestra estaba comprendida entre 20 y 80 años. La media era de 58.3.

Se vio una mayor presencia de mujeres en el estudio, ya que había un porcentaje del 67% (66% en el grupo anestesia total intravenosa (TIVA) y 68% en el grupo de anestesia inhalatoria); el 33% restantes eran hombres (34% en el grupo anestesia total intravenosa (TIVA) y 32% en el grupo de anestesia inhalatoria).

El estado físico de los pacientes se clasificó según el sistema ASA. La mayoría de ellos, el 77% pertenecían al grupo ASA II (76% en el grupo TIVA y 78% en el grupo de anestesia inhalatoria). EL 23% correspondía al grupo ASA I (24% en el grupo anestesia total intravenosa (TIVA) y 22% en el de inhalatoria).

EL 71% de los encuestados había sido operado bajo anestesia general (72% en el grupo anestesia total intravenosa (TIVA) y 70% en el grupo de anestesia inhalatoria), teniendo antecedentes de náuseas o vómitos postoperatorios (PONV) el 43% del los mismos.

Respecto al hábito de fumados o no, el 60% de ellos fumaban (64% en el grupo de anestesia total intravenosa (TIVA) y 56% en el grupo de anestesia inhalatoria). Había un 40% de no fumadores (36% en el grupo de anestesia total intravenosa (TIVA) y 44% en el grupo de anestesia inhalatoria).

Se administraron relajantes musculares, AINEs, benzodiacepinas y opioides como coadyuvantes de ambos tipos de anestesia. Sólo en dos casos hubo que revertir la acción de los relajantes musculares (en el grupo de anestesia inhalatoria), y no padecieron náuseas o vómitos postoperatorios (PONV).

El tiempo de duración de la anestesia general fue entre 40 y 150 minutos.

No se observó ninguna complicación en ambos grupos.

Al analizar los resultados se observó que la incidencia acumulada en las 24 horas del postoperatorio de náuseas o vómitos postoperatorios (PONV) en el grupo de anestesia intravenosa fue del 48%. Comparado con el 54% del grupo de anestesia inhalatoria. La p del estudio fue de 0,681. La odds ratio del estudio fue de 1,289, con un intervalo de confianza del 95% comprendido entre 0,384-4,331, es decir, hay una incidencia de 1,2 veces más de náuseas o vómitos postoperatorios (PONV) en el grupo de la anestesia inhalatoria que en el grupo de anestesia intravenosa.

En el análisis de los datos se aprecia una incidencia de náuseas o vómitos postoperatorios (PONV) mayor en el sexo femenino que en el masculino. En el grupo anestesia total intravenosa (TIVA), se vio una incidencia de NVPO en mujeres del 63·% frente al 23% de hombres; respecto al grupo de anestesia inhalatoria, la incidencia de náuseas o vómitos postoperatorios (PONV) en mujeres fue del 73% frente al 32% en hombres. Por lo cual, se ve que las náuseas y vómitos postoperatorios son alrededor de 2,5% más frecuentes en mujeres que en hombres, perteneciendo además al grupo de anestesia inhalatoria.

6.            DISCUSIÓN

A pesar del importante avance farmacológico y de las técnicas anestésicas, la emesis postoperatoria continúa siendo un problema frecuente, dependiente de gran variedad de factores perioperatorios y con un amplio abanico de incidencias relacionadas con el tipo de cirugía. El control de los episodios eméticos en el período postoperatorio sigue siendo un reto para el anestesiólogo, el cirujano y el paciente. (15,17)

Las técnicas anestésicas utilizadas en cirugía se dividen, según se utilicen fármacos inhalatorios (sevoflutano) o intravenosos (propofol). En estudios previos se ha demostrado que el propofol tiene propiedades antieméticas intrínsecas, sobre todo cuando se usa en el mantenimiento de la anestesia (13,14) por lo cual, se reduce la incidencia de náuseas o vómitos postoperatorios (PONV) y el tiempo de estancia en la REA. (19 – 21)

En el estudio llevado a cabo, se observó que la incidencia acumulada de náuseas o vómitos postoperatorios (PONV) fue más baja en el grupo de los pacientes que recibieron anestesia total intravenosa (TIVA) (48%), que en los del grupo que recibieron anestesia inhalatoria (54%). La OR fue de 1,2. Estos datos concuerdan con los obtenidos en otros estudios o metaanálisis (22,23) .Estos investigadores encontraron que el NNT de pacientes en el grupo de anestesia total intravenosa (TIVA) fue de 6 ó 7 pacientes, respectivamente.

El efecto de la técnica anestésica es más evidente en las primeras veinticuatro horas del postoperatorio, donde la incidencia de náuseas o vómitos postoperatorios (PONV) es mayor, ya que oscila entre el 5% y el 50%, dependiendo del riesgo basal del paciente y del tipo de cirugía al que va a ser sometido (15,24).

El sexo femenino tiene un riesgo tres veces mayor de padecer náuseas o vómitos postoperatorios (PONV) que los hombres (26). Aquí se ha visto un riesgo de, aproximadamente, 2,5 veces mayor en mujeres que en hombre.

Los resultados obtenidos no son estadísticamente significativos (p=0.681); por eso recomiendo hacer un estudio prospectivo, en una población más amplia y heterogénea, y con pacientes procedentes de diferentes servicios quirúrgicos, que vayan a ser sometidos a cirugías de duración variables, para conseguir resultados más contundentes.

En conclusión, este estudio demuestra que la anestesia total intravenosa tiene menos incidencia de NVPO que la anestesia inhalatoria en las 24 horas siguientes del postoperatorio; así, se puede intuir que el bienestar podría ser mayor en este grupo de pacientes.

7. BIBLIOGRAFÍA

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