Inicio > Medicina del Deporte > La práctica del nordic walking y sus beneficios en la salud

La práctica del nordic walking y sus beneficios en la salud

La práctica del nordic walking y sus beneficios en la salud

Resumen

El Nordic Walking (NW) consiste en añadir el uso activo de un par de bastones especialmente diseñados para la forma natural de caminar y con técnica propia. De esta manera se integra la activación de la parte superior del cuerpo al acto de caminar, impulsándolo hacia adelante mediante el uso de los bastones. Es un movimiento suave pero a su vez muy efectivo, mejorando el sistema cardiovascular, la coordinación, la movilidad y la fuerza muscular.

Autoras

María del Rocío Ruiz Calzado, DUE. Hospital Reina Sofía, Córdoba.

Amparo Camacho Reyes, DUE, Oncología pediátrica. Hospital Universitario La Paz, Madrid.

María Jesús Carrasco Monterde, DUE, Unidad de cuidados neonatales, Complejo hospitalario de Huelva.

Se estima que más de 20 millones de personas lo practican en la actualidad en todo el mundo, cifras que seguirán subiendo de forma acrecentada. Por lo que resulta de nuestro interés analizar los beneficios que tiene sobre la salud.

Objetivo

Analizar los beneficios del nordic walking en determinados grupos de población con problemas de salud o enfermedades como son; personas con resistencia a la insulina, Parkinson, mujeres con menopausia relacionada con sobrepeso y cáncer de mama.

Palabras clave: nordic walking, marcha nórdica, salud, bastones, enfermedad.

Introducción

El nordic walking es un término anglosajón que traducido al castellano significa marcha nórdica. Consiste en añadir el uso activo de un par de bastones especialmente diseñados para la forma natural de caminar y con técnica propia. Los bastones incluyen en su empuñadura una especie de medio guante conocida como “dragonera”, la cual va anclada al bastón. De esta forma, nos permite tener éste bien sujeto cuando le damos mayor amplitud en la extensión del brazo atrás. Se permite trabajar de forma más efectiva, ya que se ejercita el 90% de los músculos del cuerpo, y con menos sensación de cansancio que caminando sin bastones.

Marcha nórdica NW tiene su origen en Finlandia, aproximadamente de los años 30. En Finlandia se conoce con el término de Sauvakävely (caminar con bastones), donde los practicantes de esquí de fondo, lo usaban como alternativa durante la época estival para mantener la forma física durante todo el año. En la década de los 80 en EEUU, Tom Rutlin introduce el caminar con bastones con beneficios para la salud conocida como “Exesrstrider”.

En la década de los 90, un estudiante de Ciencias del Deporte de la Universidad de Vierumaki de Finlandia, realizó una tesina de fin de carrera acerca de caminar con bastones, donde explicaba el caminar con bastones con la técnica diagonal derivada del esquí de fondo. Más tarde, un fabricante finlandés de material de esquí, compró la idea y desarrolló los bastones específicos para marcha nórdica. En el 1998 lanzó al mercado el primer modelo de bastones y rebautizó la técnica como nordic walking, término con la que hoy se le conoce mundialmente.

El nordic walking se ha convertido en un método de entrenamiento revolucionario en los países nórdicos y centroeuropeos en las últimas décadas. Su éxito radica en que su práctica está al alcance de personas de todas las edades y condiciones físicas. Existen varias técnicas posibles para realizar el nordic walking. Es muy versátil, por lo que se puede realizar en condiciones muy diversas. Se puede desarrollar en tres vertientes; salud – terapéutica, turística y deportiva-competitiva. Tiene múltiples beneficios para la salud, y según estudios científicos, esta actividad tiene múltiples ventajas para personas con determinadas patologías.

Ácido úrico, triglicéridos y resistencia a la insulina

Encontramos un artículo que relaciona el nordic walking con el ácido úrico, con triglicéridos altos y con la resistencia a la insulina. El ácido úrico en suero (SUA) y los triglicéridos (TG) están fuertemente correlacionados con la resistencia a la insulina. Se realizó un estudio en el que se incluyeron 100 mujeres posmenopáusicas de unos 68 +/- 7 años de un pueblo rural de Japón.

Antes y después de la intervención, ácido úrico en suero (SUA), triglicéridos, se midieron los factores relevantes de evaluación del modelo de homeostasis de resistencia a la insulina (HOMA-IR). Los cambios en triglicéridos, ácido úrico en suero (SUA), y γ-glutamil transferasa (GGT) se asociaron significativamente con los cambios en el HOMA-IR. Además de sus asociaciones directas, se observó una asociación sinérgica entre los cambios en triglicéridos y ácido úrico en suero (SUA) y los cambios en el HOMA-IR.

Los participantes se dividieron en tres grupos (terciles) de acuerdo a los cambios en triglicéridos y ácido úrico en suero (SUA). Los terciles de los cambios en el ácido úrico en suero (SUA) correlacionaron significativamente con los cambios en HOMA-IR en los participantes en el tercil con la mayor disminución de triglicéridos (r = 0,525, p = 0,001), pero no en los otros dos terciles hubo cambio en triglicéridos (r = 0,049, p = 0,699). Hubo una interacción significativa entre el ácido úrico en suero (SUA) y triglicéridos para los cambios en el HOMA-IR (β = 0,281, p = 0,005).

Estos resultados sugieren que los cambios en triglicéridos y ácido úrico en suero (SUA) son factores sinérgicos asociados con los cambios en la resistencia a la insulina después de un programa de ejercicio de nordic walking de 12 semanas en mujeres mayores que viven en comunidad.

Parkinson

Analizamos otro estudio donde se compararon los efectos del nordic walking en un grupo de pacientes con enfermedad de Parkinson idiopática de 33 personas. Se dividieron en dos grupos al azar, uno mantuvo nordic walking 2 veces por semana durante 6 semanas y el otro simplemente caminaba sin bastones. Las características basales se compararon a través de un análisis de la varianza (ANOVA). Los datos analizados con el programa SPSS.

En ambos grupos mejoraron; los parámetros funcionales como la capacidad motora y el equilibrio (P <0,001), toleraban mejor ir a una velocidad forzada (P <0,001), como rehabilitación del aparato locomotor (P <0,001). El grupo NW mostró diferencias significativas (P <0,001) en comparación con el grupo de que caminaba sin bastones (FW) para la movilidad funcional. Por lo que son claros sus beneficios.

Menopausia, perfil lipídico (sobrepeso y obesidad) y colesterol

Encontramos un artículo que valora el efecto de un programa de entrenamiento de marcha nórdica durante 10 semanas en relación con las concentraciones en sangre de la hormona del crecimiento (GH) y la hormona luteinizante (LH), y su relación con los valores de enfermedades inflamatorias, metabólicas, y los parámetros de lesión muscular en las mujeres posmenopáusicas con sobrepeso y obesidad.

La muestra fue de 32 mujeres posmenopáusicas con sobrepeso u obesidad (índice de masa corporal de 30,5 ± 4,1 kg / m (2)), con edades entre 59,6 ± 5,9 años.

Las concentraciones de proteína GH, LH, C-reactiva, colesterol total, de baja densidad (LDL) y lipoproteína de alta densidad (HDL) colesterol, los triglicéridos y la albúmina, así como la actividad de plasma de enzimas musculares como la creatina quinasa y lactato deshidrogenasa, eran examinado antes y después de los participantes terminaron un programa de rehabilitación de la marcha nórdica de 10 semanas.

Después del entrenamiento, hubo un aumento significativo en las concentraciones en sangre de GH (mediana 47,5%) y el colesterol HDL (una media del 0,1%), así como una disminución de los valores de LH (una media del 19 %), colesterol total, colesterol LDL y triglicéridos (todo en un promedio similar entre un 0,1 y un 0,2%), la creatina quinasa (una media del 14%), lactato deshidrogenasa (una media del 4%), proteína C-reactiva (se encontraron un promedio de 24%), y el índice de masa corporal (una media del 5,7%).

Analizamos otro estudio, el cual evalúa los efectos de un programa de actividad física nordic walking y clases de gimnasia-baile (G-D) de 12 semanas, aplicado a las mujeres posmenopáusicas con respecto a la mejora de su composición corporal y los índices bioquímicos del estado de lípidos y carbohidratos. Se hicieron dos grupos, uno realizaba nordic walking y el otro G-D. El nordic walking estaba en el nivel del 60% FC máxima, mientras que fue seleccionado intensidad de los ejercicios G-D basado en una evaluación subjetiva del esfuerzo de acuerdo a la escala de la American College of Sports Medicine.

El resultado fue similar para ambos grupos, se vio un descenso estadísticamente significativo de los niveles de colesterol total y de la fracción de lipoproteínas de baja densidad (LDL). Se observó un aumento en el nivel de colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL), mientras que los valores de triglicéridos (TG) no cambiaron. El nivel promedio de glucosa en sangre en ayunas disminuyó significativamente. Cambios similares se observaron para el nivel de insulina. Los índices biométricos-estructurales del cuerpo analizado no cambiaron significativamente.

Revisamos otro estudio que evalúa el efecto de un programa de nordic walking de 5 veces por semana durante 10 semanas, en los parámetros antropométricos elegidos y nivel de lípidos básicos en la sangre de mujeres posmenopáusicas con sobrepeso y obesidad. Se eligieron 32 mujeres de entre 50-68 (media: 59,7 ± 5,9 años). Al mismo tiempo que sometieron a entrenamientos de nordic walking también se les puso una determinada dieta baja en calorías (1.500 kcal.). Los resultados terapéuticos del estudio se midieron a través de cambios en los parámetros antropométricos y bioquímicos. Los resultados mostraron que los participantes perdieron peso disminuyendo su índice de masa corporal, los niveles de colesterol total, LDL y triglicéridos, mientras que el nivel de HDL aumentó. Las personas obesas se caracterizaron por una menor pérdida de peso.

Cáncer de mama

Encontramos un artículo que determinar los efectos del nordic walking en el sistema osteoarticular del tren superior de 12 mujeres sobrevivientes de cáncer de mama. Los participantes habían sido previamente tratadas con 1 o varios de los siguientes procedimientos: mastectomía, terapia de conservación del seno, extirpación de ganglios linfáticos axilares, quimioterapia o radiación. Los participantes fueron aleatoriamente colocado en grupo experimental (n = 6) y un grupo control (n = 6). Se reunieron con un instructor de nordic walking especialista en ejercicio del cáncer 2 veces por semana durante 8 semanas.

El grupo experimental utilizaba bastones para caminar durante 20 minutos, mientras que el grupo de control, realizó 20 minutos de otros ejercicios aeróbicos. El análisis de medidas repetidas de la varianza (ANOVA) reveló mejoras significativas en la resistencia muscular, medida por el press de banca (P = .046) y en el lanzamiento del balón medicinal (P = 0,013) del grupo de experimental sobre el grupo de control.

En el grupo que no usó bastones se encontraron mejoras menos significativas. Los datos sugieren que el uso de una rutina de ejercicio de nordic walking durante 8 semanas mejoró significativamente la resistencia muscular en el tren superior del cuerpo en personas con cáncer de mama, que sería claramente beneficioso para ayudar a los sobrevivientes de cáncer de mama a realizar actividades de la vida diaria y recuperar un estilo de vida independiente.

Conclusión

De esta breve revisión podemos sacar en claro que los efectos del nordic walking son favorables para cualquier tipo de persona independientemente de su edad y condición física como cualquier deporte y tiene ventajas concretas para ciertas poblaciones con determinadas patologías como son pacientes con problemas de resistencia a la insulina, para pacientes con Parkinson, para mujeres menopáusicas, y mujeres con Cáncer de mama. Además el nordic walking tiene un añadido, y es que, lo puede practicar casi cualquier persona independientemente de su estado físico.