la falta de higiene bucal, tabaquismo, o alcoholismo, también hay coincidencia en cuanto a que estas entidades y su interactuar son detectables en la acumulación de placa bacteriana, de cálculo dental, y en la presencia de estomatitis en la mucosa bucal, sólo en el alcohólico crónico y el fumador dependiente. ¿Podría haber a nivel molecular estadios iníciales que no se detectan morfológicamente desde la clínica y al parecer son los responsables de que la supervivencia de implantes no alcance el valor del 99.0% a cinco años, como reportan el Profesor Bränemark y colaboradores (13) en su investigación?
En un trabajo publicado en el 2009 por el Profesor Takaaki Tomofuji y colaboradores (14), de la Facultad de Medicina, Odontología y Farmacia, de la Universidad de Okayama, Japón, se sustenta el criterio del estrés oxidativo y del exceso de moléculas reactivas del oxígeno, como eventos comunes en la actividad de los factores de riesgo de periodontitis: diabetes, tabaquismo, alcoholismo y nutrición insuficiente, análogos a los de la mucositis periimplantar.
Luego, hay evidencia para decir que existe insuficiente conocimiento en cuanto a la osteointegración y la mucositis, en cuanto a su relación con la presencia en exceso de moléculas reactivas del oxígeno, y la subsiguiente manifestación de estrés oxidativo, promovidas por factores moleculares de riesgo, lo cual define un problema científico, para cuya solución se presenta el objetivo del presente trabajo: Explicar la asociación entre los factores moleculares de riesgo del estrés oxidativo y la osteointegración y la mucositis.
MÉTODO
En la investigación se aplicó el método cualitativo de la Teoría Fundamentada (15), a fin de reorganizar de forma comparada (tabulada o por simple inspección), la información cualitativa obtenida de la fuente. Medline, en relación con la osteointegración y la mucositis.
DESARROLLO
La definición clásica de osteointegración dada por Profesor Bránemark (1), como: “La unión directa, tanto funcional como estructural entre el hueso vivo y la superficie de un implante sometido a carga” (1).
Se modifica por el Profesor J A Martínez Vásques de Parga (16), para dar lugar a la siguiente nueva definición: “La unión directa, tanto funcional como estructural entre el hueso vivo y la superficie de un implante sometido a carga, dada la existencia de una capa basal de glicoproteínas que actúan como adhesivo del osteocito a la superficie del implante”
Luego, sin la formación de la capa basal adhesiva de glucoproteínas, no se fija el osteocito a la superficie del implante, no hay adecuada osteointegración y hay movilidad; por tanto, no hay éxito en la supervivencia del implante. Queda bien explícito el papel fundamental de las moléculas glucoproteínas.
Desde el puno de vista histoquímico, en dos reportes de investigación publicados en el año 2010, respectivamente, por los doctores Martínez (16) y Nahas (17), se asignan importantes papeles a las glucoproteínas, y a la colágena, en el proceso de osteointegración, que no es más que un proceso de osteogénesis inducido en las arcadas del paciente. Así, en la osteogénesis embrionaria las células mesenquimáticas dan origen primero a moldes de cartílago hialino, con matriz compuesta de colágena y de sulfato de condroitina; los moldes se transforman en hueso por el proceso de osificación endocondral, con deposición de osteocitos en la matriz (18,19). La presencia de sulfato de condroitina (que normalmente se asocia con proteínas formando glucoproteínas aminadas) disminuye el efecto inflamatorio, y la pérdida de colágena y de hueso, en la osteoartritis (20).
Pero se conoce que la vitamina C es necesaria como cofactor de las prolina y lisina hidroxilasas en la biosíntesis de la proteína colágena. Si los residuos de prolina y lisina no son hidroxilados no tiene lugar la formación de la triple hélice colágena estabilizada por puentes de hidrógeno (21). Si las fibras de colágena resultan inestables presentan menor capacidad de soportar cargas. A su vez, el catión Zn2+ es constituyente de más de 300 enzimas y de más de 2 000 factores de transcripción, y juega un papel fundamental en la síntesis de proteínas en general (22), y del colágeno en particular (21). Pero, al mismo tiempo, tanto el catión Zn2+, como la vitamina C, forman parte de las barreras antioxidantes que impiden que las especies reactivas del oxígeno (anión superóxido, peróxido de hidrógeno, radical hidroxilo), se produzcan en exceso con relación a las concentraciones necesarias para sus funciones normales intracelulares, y haya manifestación subsiguiente de estrés oxidativo (23,24).
Por otro lado, se ha demostrado que la administración oral de vitamina C es efectiva en prevenir la reabsorción ósea, así como en deprimir concentraciones en exceso de especies reactivas del oxígeno producidas por eventos inflamatorios infecciosos (25, 26). A su vez, otros estudios han confirmado que los huesos que presentan déficit de zinc en su composición, contienen menos colágena en su matriz, y la enzima fosfatasa alcalina presenta baja actividad, con proliferación y diferenciación de los osteoblastos, muy disminuidas, todo lo cual favorece la reabsorción ósea (27, 28, 29), con tendencia a la aparición de hipercalciuria idiopática.
La hipercalciuria idiopática se define como el aumento en la excreción urinaria de calcio en ausencia de hipercalcemia. Para los doctores Ana Guillén, José Florín y Nancy Cazorla, del Hospital “Juan