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Abordaje del pie diabético en atención primaria

Abordaje del pie diabético en atención primaria

La diabetes mellitus es una enfermedad metabólica crónica que afecta a diversos órganos y sistemas, su causa principal es una resistencia en los tejidos diana o una secreción insuficiente de insulina. Su prevalencia oscila entre el 5-10% de la población en general.

AUTOR: Leticia Beloqui Ibiricu. Graduada en Enfermería

PALABRAS CLAVE: diabetes, pie diabético, educación sanitaria.

Las personas que padecen diabetes tienen más riesgo de presentar complicaciones, entre ellas destacar la afección del pie diabético, por ello, el profesional de Enfermería debe abordar en su práctica diaria Educación para la Salud para llevar a cabo una correcta valoración integral y control de la diabetes y conseguir una calidad en los cuidados enfermeros.

Introducción:

Como se ha citado anteriormente una de las complicaciones crónicas de la diabetes mellitus más frecuentes es la alteración del pie diabético, «es el resultado de la existencia de neuropatía somática y/o vasculopatías que favorecen la aparición de lesiones tisulares e infección, la rápida progresión hasta ocasionar gangrena y amputación si estas infecciones no son tratadas correctamente».

Valoración del pie diabético:

En primer lugar se debe hacer una valoración integral del pie y calzado:

Observar las características de los zapatos (tamaño, costuras…)

  • Presencia de deformidades en áreas de alta presión como por ejemplo: hallux valgus, dedos en garra…
  • Presencia de úlceras previas.
  • Valoración y vigilancia de las uñas y de la piel.

En segundo lugar se valora posibles alteraciones vasculares:

Donde se debe realizar una valoración integral, observar la historia clínica, presencia de pulsos y características de los mismos y medir el ITB (índice tobillo-brazo), esta técnica se utiliza para diagnosticar de forma sencilla la enfermedad arterial periférica.

Por último, se debe valorar presencia de alteraciones neuropáticas:

Donde se encuentra la neuropatía periférica,  alteraciones sensitivas, calambres, dolor y alteraciones motoras.

Por ello se explora:

  • Sensibilidad vibratoria con diapasón.
  • Sensibilidad a la presión con monofilamento.
  • Sensibilidad táctil de algodón hidrófilo.

Clasificación de las lesiones de los pies según Wagner:  

  • Grado 0: sin lesión,  pero pie de riesgo.
  • Grado 1: ulcera superficial que afecta a la dermis.
  • Grado 2: ulcera profunda.
  • Grado 3: ulcera profunda con celulitis.
  • Grado 4: gangrena localizada.
  • Grado 5: gangrena extensa.

Cuidados de los pies del paciente diabético:

El lavado diario de los pies con jabón neutro, suave y con agua tibia es imprescindible para evitar la infección de posibles heridas existentes (lesiones, rozaduras o irritaciones). Evitar el agua demasiado caliente, puede producir quemaduras. La temperatura del agua debe ser templada (36º). No prolongar el lavado más de 5 minutos para evitar el reblandecimiento excesivo de la piel.

El secado debe ser cuidadoso, insistiendo en el área interdigital, con una toalla suave dando pequeños toques para evitar frotar la piel. Es importante que los pies queden bien secos.

Una vez lavados los pies, el paciente debe examinarse los pies diariamente valorando la existencia de grietas, manchas, callosidades, enrojecimiento o ampollas. Puede ayudarse de un espejo para examinar la planta de los pies o pedir a un familiar que lo haga por usted. No utilizar talco, porque reseca en exceso la piel y pueden aparecer grietas. Después del lavado aplicar crema hidratante, que previene la aparición de grietas, pero no aplicar crema entre los dedos.

El cuidado de las uñas es también fundamental. Procure mantener las uñas cortas, aunque no demasiado. Cortar las uñas dejando los bordes rectos, es preferible hacerlo después del lavado de los pies (las uñas estarán más blandas). No debe utilizar instrumentos cortantes ni cuchillas. En caso de dificultad para el cuidado de uñas y callosidades acudir a un podólogo.

Es muy importante el calzado, este debe ser cómodo, flexible, con suela antideslizante que sujete el pie sin oprimirlo. Antes de calzarse introducir la mano en el zapato para comprobar que no hay objetos extraños que puedan producir lesión. Llevar calcetines o medias de tejidos naturales y vigilar que los elásticos no aprieten en exceso para asegurar una correcta transpiración del pie y una buena circulación de las piernas. No andar descalzo.

No aplicar calor o frío directo a los pies (manta eléctrica, hielo…), ya que hay peligro de quemadura, porque la sensibilidad puede estar disminuida y provocar lesiones importantes.

Acudir a su enfermera o médico del Centro de Salud: si aparecen heridas o lesiones que no cicatrizan o están infectadas, si tiene calambres, hormigueos o dolor en reposo o al caminar.

Conclusión:

Realizar una valoración y cuidados integrales a paciente diabéticos que presentan este tipo de complicación es fundamental para prevenir dichas alteraciones, lesiones y llevar a cabo un cuidado continuo y de calidad. Por ello, es necesaria una educación sanitaria en autocuidados y una buena protocolización de la asistencia del pie diabético para evitar complicaciones como por ejemplo amputaciones del mismo.

Bibliografía:

  • Registered Nurses’ Association of Ontario (RNAO). Valoración y manejo de las ulceras del pie diabético. Guia de buenas prácticas clínicas. Canada 2009.

2- Bulechek, G.G; Butcher, H.K; Dochterman, J.M; Wagner, Ch.M; Clasificación de Intervenciones de Enfermería (NIC). Cuidados de los pies. Elsevier

3- Standards of medical care in diabetes-2016: summary of revisions. Diabetes Care. 2016:39 Suppl 1:S4-S5. PMID 26696680 ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26696680.

4- Registered Nurses’ Association of Ontario (RNAO). Valoración y manejo de las ulceras del pie diabético. Guía de buenas prácticas clínicas. Canadá 2009.

5- Morillas Herrera, J. C., y Martín Santos, F. J. (2011), «Consulta de Enfermería para pacientes crónicos», Revista Rol de Enfermería 24 (6); 467-47.