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Plasmaféresis (PMF) en unidades de cuidados intensivos (UCI)

  • Sheldinger, para poder tener un buen flujo de sangre por facultativo intensivista utilizando las medidas del Protocolo de Bacteriemia Zero. Recomendable un calibre mínimo de 11F.
  • Líquido elegido para el tratamiento (albúmina o Plasma Fresco Congelado (PFC))
  • El paciente debe estar monitorizado en todo momento.
  • Montaje del sistema y puesta en marcha del tratamiento:
  • El set se compone de: plasmafiltro, línea previa a la bomba de sangre (no utilizada), línea de sustitución (donde conectamos el líquido a sustituir), línea de efluente (ultrafiltrado, lo desechado), línea de jeringa (donde se conecta la jeringa con heparina) línea de entrada al plasmafiltro (de salida del paciente), línea de salida del plasmafiltro (línea de entrada al paciente), varias tomas de presión, cámara de desaireación (atrapa burbujas), detector de rotura capilar, clamp de seguridad de detector de aire, pinza de seguridad de retorno, tres membranas para tomas de muestras.
  • Requerimos los parámetros pautados por el facultativo, Hematocrito previo y peso del paciente.
  • Después de conectar el set al equipo lo cebaremos (purgado) con la cantidad de solución que nos solicite (Suero fisiológico al 0´9% 1000cc con 5000ui de Heparina Sódica). Conectaremos la jeringa con heparina, la bolsa de efluente y volumen a sustituir (albúmina/ Plasma Fresco Congelado (PFC)) para el cebado.
  • Una vez llevado a cabo el cebado y diagnóstico, se deshecha el SF con heparina que hay en el sistema y se conecta al paciente una vez impregnado de su sangre. Se pondrá un bolo de heparina sódica pre-filtro cuando éste quede cebado de la sangre del paciente, a la hora y media de inicio de la terapia (tras control analítico) y si fuese necesario cada hora hasta finalizar, dependiendo de las presiones del filtro y previa prescripción facultativa siempre.
  • El flujo de sangre es conveniente mantenerlo entre 80-100ml/min (flujos inferiores pueden causar coagulación del filtro y superiores hemólisis). La presión transmembrana es conveniente mantenerla inferior a 50mmHg (cifras superiores no aseguran el tratamiento y existe riesgo de hemólisis).
  • Controles a llevar a cabo durante el tratamiento:
    • Se comprobará el buen funcionamiento del catéter antes de conectar al paciente.
    • Extracción de analítica previa (coagulación e iones).
    • A la hora y media del tratamiento nuevo control analítico de coagulación e iones.
    • Al finalizar la terapia control analítico completo (coagulación, bioquímica y gases venosos o arteriales).
    • Si se incrementa la PTM > 50-60mmHG avisar al facultativo responsable.
    • Realizar una valoración continua del estado clínico y hemodinámico del paciente.
  • Tras la finalización del tratamiento se le retornará la sangre al paciente, desconectamos del sistema (previo pinzamiento de todas las luces y vías).
  • Lavar el catéter con suero fisiológico y dejaremos heparinizado según indicaciones del catéter.
  • Proteger el catéter con paño estéril hasta la siguiente sesión. Vigilar diariamente el punto de inserción.

Toda manipulación del catéter se deberá realizar de la forma más aséptica posible: mascarilla, paño estéril, guantes estériles y material necesario (gasas, jeringa, suero, agujas, etc.).

  • Posibles complicaciones que pueden surgir durante el tratamiento:
  • Alteraciones respiratorias y hemodinámicas: hipotensión, bradicardia, insuficiencia respiratoria, etc.
  • Alteraciones hematológicas: se produce disminución de los factores de coagulación, que se normalizarán a las pocas horas de finalizar.
  • Alteraciones metabólicas: hipocalcemia, hipopotasemia, etc.
  • Si reponemos con Plasma Fresco Congelado (PFC): reacciones anafilácticas, escalofríos, infecciones, urticaria, etc.

CONCLUSIONES

La plasmaféresis es un tratamiento que se debe llevar a cabo en UCI ya que es necesaria la contínua valoración por parte de un enfermero de constantes y estado general del paciente, además del equipo. Es una técnica de gran complejidad que precisa de personal preparado tanto a nivel de conocimientos como de praxis, aunque la técnica «en sí» es sencilla de llevar a cabo gracias a los avances tecnológicos.

Normalmente, en los hospitales con Servicio de Nefrología, este tratamiento se llevaría a cabo en el mismo, pero existen limitaciones, como que el centro no disponga de ese servicio o que el paciente esté ingresado en UCI por inestabilidad clínica y hemodinámica, conectado a ventilación mecánica invasiva, entre otros, que nos llevan a la optimización de recursos, es decir, utilizando los dispositivos para las terapias continuas de depuración extracorpórea (TCDE) ubicados en UCI llevarla a la cabo en esta unidad, puesto que es realizada por el personal de la misma, ya que están preparados para ello, además, de que no hay que trasladar al enfermo a otro centro y los gastos que esto implica.

BIBLIOGRAFÍA

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