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La polimedicación en los ancianos

La polimedicación en los ancianos

Resumen.

Las personas mayores están en tratamiento con muchos fármacos, por ello es importante conocer si realmente son necesarios esos fármacos y, si no, realizar una deprescripción de los mismos;  puesto que en muchas ocasiones los efectos secundarios de la polimedicación son mayores que los beneficios de los tratamientos.

Ana Belén Fuertes Hernández. Graduada en Enfermería por la Universidad de Zaragoza.

Palabras clave: ancianos, polimedicación, fármacos, deprescripción.

El envejecimiento es motivo constante de interés para los seres humanos, y así se ha hecho evidente a través de la Historia en múltiples áreas del saber y del hacer de la Humanidad.

Esta etapa de la vida es un proceso de deterioro fisiológico, al que están expuestos todos los organismos vivos desde el momento de su concepción. Por tanto, es el período que predispone al individuo a la aparición de enfermedades y consumo de medicamentos(1).

Las personas mayores muchas veces están en tratamiento simultáneo de numerosos medicamentos debido a la comorbilidad que presentan. Asociado al uso inapropiado de medicamentos y a otros problemas, como disminución del cumplimiento terapéutico o mayor riesgo de efectos secundarios o de interacciones medicamentosas (motivado por los cambios que ocurren con la edad en la farmacocinética y farmacodinamia de los medicamentos). Se estima que entre un 10% y un 20% de los casos atendidos en los servicios de urgencias y hasta un 20% de los ingresos hospitalarios en pacientes mayores tienen que ver con eventos adversos relacionados con los medicamentos. Además, el consumo de más de 4 fármacos en personas mayores se ha asociado con un mayor riesgo de caídas(2).

En España un 34,2% de los ancianos son ancianos polimedicados(3.)

Por tanto, la polimedicación en las personas mayores es una preocupación de los servicios de salud, debido al número creciente de personas en esta situación y a los problemas que de ella pueden derivarse(4)(5).

El término polimedicación, no está consensuado al completo. De un modo literal, se define como la toma simultánea de muchos medicamentos. Esta definición cuantitativa parte del hecho de que a más medicamentos mayor probabilidad de problemas relacionados con la medicación de consecuencias negativas en la salud. Esta correlación parece particularmente más acusada cuando se superan los cinco fármacos (Gnjidic D, 2012). Desde el punto de vista cualitativo, la polimedicación se define como el uso de fármacos no indicados o no apropiados, independientemente de su número (Shelton PS, 2000). En cualquier caso, ambas definiciones son complementarias, tienen similares causas y consecuencias y, en realidad, forman parte del mismo fenómeno (Gavilán E, 2011)(6).

El número más extendido parece ser el de 5 medicamentos utilizados de forma crónica, cifra a partir de la cual, hay una relación independiente con el uso inadecuado de los medicamentos. Rollason y Vogt distinguen tres posibles situaciones:

  • Polimedicación adecuada, cuando el paciente toma muchos fármacos, pero todos ellos tienen indicación clínica. Se pretende mejorar la adecuación terapéutica.
  • Polimedicación inadecuada, cuando se toman más medicamentos de los clínicamente necesarios. Se tendría que reducir al máximo posible el número de fármacos inapropiados.
  • Pseudopolimedicación, que sería el caso del paciente en cuyo historial están registrados más fármacos de los que realmente toma. Los profesionales tendrían que actualizar los registros (7).

El principal factor asociado a un mayor consumo de fármacos, es el número de diagnósticos. Sin embargo esto no implica que todos los fármacos que se consumen sean necesarios. Cada especialista prescribe muchas veces sin tener en cuenta las patologías de base del paciente o los tratamientos previos, ocasionando un aumento innecesario del gasto, un excesivo consumo de fármacos, y como no podía ser de otra manera, un aumento de la iatrogenia. Existen publicaciones que relacionan el sexo femenino con un mayor consumo de fármacos y los pacientes institucionalizados consumen más fármacos que los que viven habitualmente en su domicilio, hablándose de hasta tres veces más(8).

Algunos  de los condicionantes de la polimedicación son los siguientes:

.Factores físicos: edad anciana, sexo femenino, problemas cognitivos, limitaciones funcionales físicas y perceptivas, consumir determinados fármacos (ansiolíticos, antidepresivos, antiplaquetarios, analgésicos), tener 3 o más enfermedades crónicas, padecer ciertas enfermedades o presentar factores de riesgo (enfermedad pulmonar crónica, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, diabetes) y síntomas digestivos.

.Factores psicológicos: presentar síntomas depresivos y de ansiedad.

.Factores sociales: situación económica deficiente, nivel educativo bajo, soledad, situación de dependencia, vivir en zonas rurales.

.Factores propios del sistema sanitario: ingreso hospitalario o institucionalización reciente e interconsultas entre especialistas(6).

Las consecuencias de la polimedicación, evaluadas desde diferentes ámbitos se citan a continuación:

.Consecuencias clínicas:

  • Disminución adherencia terapéutica
  • Efectos adversos a los medicamentos
  • Interacciones fármaco-fármaco y medicamento-enfermedad
  • Riesgo de hospitalización, de prolongación de la misma y de reingreso
  • Riesgo de caídas y de lesiones provocadas por las mismas
  • Disminución funcionalidad física
  • Deterioro calidad de vida relacionada con la salud
  • Aumento de la morbilidad
  • Aumento de la mortalidad

.Consecuencias legales

  • Responsabilidad civil en caso de daños resarcibles
  • Responsabilidad penal por imprudencia o dejación de funciones que ocasionen daño a la vida o a la integridad física

.Consecuencias éticas

  • Deterioro relación clínica
  • Pérdida de confianza en la asistencia sanitaria

.Consecuencias sociales

  • Alteraciones en el rol y funciones sociales del individuo

.Consecuencias económicas

  • Gastos directos: gasto farmacéutico (hospitalario y por receta), consultas y hospitalizaciones por efectos adversos, pruebas diagnósticas, etc.
  • Costes sanitarios no directos: cuidados y adaptaciones domiciliarias por discapacidades
  • Costes indirectos: productividad perdida asociada al daño producido por los medicamentos
  • Costes intangibles: daño moral, disminución calidad vida, deterioro bienestar, etc.

.Consecuencias en la política sanitaria y en la salud pública

  • Medidas legislativas y administrativas
  • Políticas y planes de salud

Las consecuencias de la polimedicación van más allá del nivel asistencial. En última instancia, se ha visto asociada de manera independiente a una mayor mortalidad en personas ancianas, aunque no debemos olvidar sus efectos a nivel clínico sobre la calidad de vida y la dependencia (9).

Con el fin de evitar los efectos de la polimedicación, citados anteriormente. La OMS elaboro 8 pasos para una prescripción adecuada.

  1. Evaluar y definir claramente el problema del paciente.
  2. Especificar el objetivo terapéutico.
  3. Seleccionar el medicamento adecuado.
  4. Iniciar el tratamiento cumplimentando los datos apropiados y detallados, considerando las terapias no farmacológicas.
  5. Proporcionar información, instrucciones y advertencias.
  6. Evaluar regularmente el tratamiento.
  7. Considerar el coste de los medicamentos al prescribir.
  8. Usar los ordenadores y otras herramientas para reducir los errores de prescripción(10).

Todo lo mencionado, pone de manifiesto la necesidad de un modelo diferente de intervención que tenga en cuenta la situación funcional y clínica además del contexto socio familiar, que se centre en la mejora de resultados orientados al paciente, como la calidad de vida, y en adaptar el régimen terapéutico a la realidad de la situación de fragilidad de muchos ancianos y sus expectativas de vida. Consecuente de ello surge una nueva aproximación al manejo del paciente polimedicado como es la deprescripción.

La deprescripción es el proceso de desmontaje de la prescripción por medio de su análisis, mostrando sus contradicciones y ambigüedades. Para ello hay que reconsiderar la prescripción, comenzando  por conocer el estado de base y la situación del paciente hasta el diagnóstico de sus problemas de salud, junto con  la indicación de los medicamentos y su seguimiento posterior.

Se trata de un proceso singular, continuo e individual, que concluye con la modificación de dosis, sustitución o eliminación de unos fármacos y la adición de otros que están infrautilizados. Los condicionantes para poder llevarla a cabo de una forma segura y aceptada son la disponibilidad de evidencias científicas ,la funcionalidad física y social, calidad de vida, comorbilidad y preferencias del paciente, los factores farmacológicos de los medicamentos (farmacodinámica y farmacocinética, indicaciones y contraindicaciones, interacciones) y los no farmacológicos (contexto social y familiar, aspectos psicológicos, funcionamiento del sistema sanitario, recursos de la comunidad, expectativas, relación médico-paciente). Parte, pues, de un modelo diferente a las intervenciones propuestas en el apartado anterior, al considerar aspectos de la persona y de su entorno al mismo tiempo que los biomédicos(9).

Bibliografía

  1. Serra M, Germán JL. Polifarmacia en el adulto mayor. Rev Habanera Ciencias Médicas. 2013;12(1):142–51.
  2. Molina T, Caraballo M, Palma D, López S, Domínguez JC, Morales JC. Prevalencia de polimedicación y riesgo vascular en la población mayor de 65 años. Aten Primaria. 2012;44(4):216–22.
  3. Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria. Manejo de pacientes polimedicados en Atención Primaria. Resumen bibliográfico. 2010;1–12.
  4. Valderrama E, Rodríguez F, Palacios A, Gabarre J,Pérez J. Consumo de medicamentos en los ancianos: resultados en un estudio poblacional. Rev Esp Salud. 1998;72.
  5. Baena JM, Gorroñogoitia A, Martín I, De Hoyos M, Luque A, Litago C, et al. Actividades preventivas en los mayores mayores para mejorar la prescripción farmacológica en las personas mayores. Aten Primaria. 2007;39(Supl 3):109–22.
  6. Guía clínica de Polimedicación y medicación inapropiada [Internet]. [cited 2016 Dec 3]. Available from: https://www.fisterra.com/guias-clinicas/polimedicacion-medicacion-inapropiada/
  7. Villafaina A, Gavilán E. Pacientes polimedicados frágiles, un reto para el sistema sanitario. Inf Ter Sist Nac Salud. 2011;35(4):114–23.
  8. Blasco E, Martínez J, Villares P, Jiménez A. El paciente anciano polimedicado: efectos sobre su salud y sobre el sistema sanitario. Inf Ter Sist Nac Salud. 2005;29:152–62.
  9. Gavilán-Moral E, Villafaina-Barroso A, Jiménez-de Gracia L, Gómez MC. Ancianos frágiles polimedicados: ¿es la deprescripción de medicamentos la salida? Rev Esp Geriatr Gerontol. 2012;47(4):162–7.

10.       Alaba J, Arriola E, Beobide I, Calvo JJ, Muñoz J.Guía farmacoterapéutica para los pacientes geriátricos. 2012.