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Prevalencia de parasitosis intestinal y estado de nutrición en menores de 11 años en la Cañada, Oaxaca, México

Prevalencia de parasitosis intestinal y estado de nutrición en menores de 11 años en la Cañada, Oaxaca, México

Autora principal: Correa Solís Emmanuel

Vol. XX; nº 18; 987

Prevalence of Intestinal Parasitic Infections and Nutritional Status in Children Under 11 Years of age in La Cañada, Oaxaca, Mexico

Fecha de recepción: 17 de agosto de 2025
Fecha de aceptación: 20 de septiembre de 2025

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com, Volumen XX. Número 18 – Segunda quincena de Septiembre de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 18; 987

Autores:

Correa Solís Emmanuel, Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias «Ismael Cosío Villegas». Ciudad de México, México. ORCID: https://orcid.org/0000-0001-9394-8703
Regalado Santiago Citlalli, Instituto de Farmacobiología, Universidad de la Cañada, Oaxaca, México. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-0872-5837
Vaquero Vera Araceli, Instituto de Farmacobiología, Universidad de la Cañada, Oaxaca, México. ORCID: https://orcid.org/0009-0000-6729-7273
Rosas López Rocío, Instituto de Farmacobiología, Universidad de la Cañada, Oaxaca, México. ORCID: https://orcid.org/0000-0001-7533-8944

Resumen

Introducción: La parasitosis intestinal es un problema de salud pública, especialmente en países en desarrollo, como México, donde se asocia a condiciones sanitarias deficientes, bajo nivel socioeconómico y prácticas inadecuadas de manipulación de alimentos, impactando de manera negativa a niños menores de cinco años, generando desnutrición y otros problemas de salud. Objetivo: identificar la prevalencia de parasitosis intestinal, el estado de nutrición y las condiciones sanitarias de los niños menores de 11 años de dos comunidades de la región de la Cañada, Oaxaca. Material y métodos: Estudio descriptivo y transversal, donde se aplicó un cuestionario epidemiológico, se realizaron mediciones antropométricas y se realizó el análisis coproparasitoscópico en serie de 3. Dicho estudio se realizó con previo consentimiento informado de los padres de familia. Resultados: Se evaluaron 140 niños, en quienes se encontró una prevalencia de parasitosis del 26.4%, siendo Entamoeba coli la más frecuente; además, se identificaron riesgos de desnutrición y obesidad, afectando al 8.5% y 14.2% de los niños respectivamente. Conclusiones: Las condiciones de vivienda y prácticas de higiene, aunque en su mayoría adecuadas, muestran áreas de mejora en atención primara a la salud, especialmente en la manipulación y tratamiento del agua, así como promover la desparasitación y una mejor selección de alimentos que permitan mejorar la salud infantil en zonas rurales marginalizadas.

Palabras clave:

epidemiología, infección por parásitos intestinales, nutrición, alimentación, Oaxaca.

Abstract:

Introduction: Intestinal parasitosis is a public health issue, particularly indeveloping countries such as Mexico, where it is associated with poor sanitation conditions, low socioeconomic status, and inadequate food handling practices. This problem negatively impacts children under five years of age, leading to malnutrition and other health complications. Objective: To identify the prevalence of intestinal parasitosis, nutritional status, and sanitary conditions of children under 11 years of age in two communities within the Cañada region of Oaxaca. Materials and Methods: This was a descriptive, cross-sectional study. An epidemiological questionnaire was administered, anthropometric measurements were taken, and a series of three coproparasitological analyses were conducted. The study was carried out with prior informed consent from the children’s parents. Results: A total of 140 children were evaluated, with an intestinal parasitosis prevalence of 26.4%, the most frequently identified parasite being Entamoeba coli. Additionally, risks of malnutrition and obesity were found in 8.5% and 14.2% of the children, respectively. Conclusions: Although Housing conditions and hygiene practices, although generally adequate, reveal areas for improvement in primary health care, particularly in water handling and treatment, as well as in promoting deworming and better food selection to enhance child health in marginalized rural areas.

Keywords:

epidemiology, intestinal parasitic infection, nutrition, food intake, Oaxaca.

Introducción

La parasitosis intestinal es un problema de salud pública a nivel mundial, particularmente prevalente en países en vías de desarrollo. Su aparición está asociada con factores como la mala disposición de excretas, la carencia de agua potable, el inadecuado tratamiento de aguas residuales, la contaminación, la manipulación inadecuada de alimentos, y la convivencia con animales; especialmente en comunidades de bajos niveles socioeconómicos. Estas condiciones favorecen el desarrollo de infecciones que impactan directamente en la calidad de salud de la población, principalmente en niños menores de 5 años (1, 2).

A nivel mundial, alrededor del 40% de los niños en edad escolar presentan infecciones por parásitos intestinales, con prevalencias que oscilan entre el 6.63% y el 86% en países subdesarrollados, dependiendo de los factores socioeconómicos y de saneamiento (3,4).

En México, según datos del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SINAVE), en el año 2022, la prevalencia nacional de parasitosis intestinales fue de 53.4% para amibiasis, 30.1% para helmintiasis, 10.5% de Ascariasis, 3.1% de Giardiasis y 2.9% de Enterobiasis (5,6). En el estado de Oaxaca, este problema representó el 32.4% del total de los casos a nivel nacional; con prevalencias alarmantes de amibiasis (72.9%) y helmintiasis (11.4%) (7,8). Estas infecciones se concentran en comunidades marginadas y están relacionadas con agentes como Entamoeba histolytica, Taenia sp y casos de multiparasitosis (9).

Derivado de las condiciones ambientales, económicas y del estado de salud, se reconoce que los principales factores de riesgo que se asocian con desnutrición son los síntomas gastrointestinales como vómito, diarrea y dolor abdominal, e incluso condicionar a complicaciones como obstrucción intestinal, apendicitis y daño hepático, afectando principalmente a los niños en edad preescolar, en edad escolar y mujeres en edad reproductiva (1,2,10).

Diversos reportes sugieren que existe una relación entre la parasitosis intestinal, con la presencia de desnutrición, sin embargo, hay que tener presente que esta condición clínica puede estar presente desde antes de la infección por parásitos (11); ya que, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018 (ENSANUT 2018), en menores de 5 a 11 años, existe una prevalencia de bajo peso del 4.8%, una talla baja del 14.2%, emaciación del 1.4%; y a su vez, se presenta 35.5% de obesidad infantil, siendo más alta en niñas en comparación con los niños de esta misma edad (12), por lo que es imperante monitorizar el estado de nutrición en la infancia.

El estado de nutrición subóptimo como la desnutrición, se presenta cuando las condiciones son menos favorables para la población, como en el entorno rural (13); y manifiesta complicaciones en varios aspectos de la vida de los infantes; afectando no solo el desarrollo fisiológico (retraso psicomotor), sino a nivel cognitivo(deficiencia de aprendizaje, bienestar, atención y lenguaje); por lo cual es importante establecer controles sanitarios, para mejorar así los determinantes de la salud en este grupo poblacional (8,14,15).

En otros estudios, se ha descrito la relación existente entre el estado de nutrición y las parasitosis intestinales, las cuales se acentúan cuando existen similitudes geográficas o condiciones socioeconómicas, que pueden ser factores que predisponen a la presencia de estos padecimientos, como se ha demostrado en los estados de Oaxaca, Chiapas y Sinaloa (16,17); tanto en los niños con desnutrición (independientemente del grado de severidad) como en aquellos que presentan sobrepeso u obesidad (1).

Desde el punto de vista nutricional, las prácticas alimentarias de lactancia materna, alimentación complementaria, alimentación en el preescolar y escolar (18,19) determinan también el riesgo de desnutrición y un estado relativo de inmunosupresión, que incrementa el riesgo de infecciones. En México, los alimentos recomendables más consumidos como las frutas, leguminosas y agua, solo se consumen con mayor frecuencia en las localidades rurales, comparadas con las localidades urbanas, reportando un consumo de frutas del 44.3% vs 43.2%, leguminosas 55.2% vs 42.7% y agua sola en 88.9% vs 84.2% respectivamente, favoreciendo en ambos entornos la desnutrición u obesidad en niños y niñas (18).

Considerando los problemas de salud de desnutrición, obesidad y parasitosis intestinal, este estudio tiene como objetivo describir la prevalencia de parasitosis intestinal, el estado de nutrición y las condiciones sanitarias en los niños menores de 11 años en dos comunidades de la región de la Cañada en el estado de Oaxaca, México.

Material y métodos

Se trata de un estudio descriptivo y transversal, realizado en niños y niñas desde etapa lactante, hasta la edad escolar en las comunidades de Mazatlán Villa de Flores y Teotitlán de Flores Magón de la región de la Cañada, Oaxaca derivado del proyecto de investigación «Detección de riesgo nutricional y parasitosis intestinal en niños menores de 11 años en el Municipio de Mazatlán de Villa de Flores (PFI-02/23).», autorizado por la Universidad de la Cañada como parte de las actividades de vinculación con la sociedad a través de instancias gubernamentales estatales y escuelas primarias cercanas.

El tipo de muestreo fue no probabilístico (por conveniencia), considerando como criterios de inclusión a niños y niñas menores de 11 años, que tuvieran la autorización y el consentimiento informado firmado de los padres o tutores; a quienes se les leyó y explicó el objetivo y los pasos del proyecto de investigación; destacando que la evaluación se adhirió a los principios de la Declaración de Helsinki y la normativa para protección de los participantes (20,21). Se incluyeron los participantes que cumplieran con las mediciones antropométricas y entregaran una muestra de heces para la evaluación coproparasitoscopica.

Se diseñó y aplicó un cuestionario ad hoc, el cual solo se validó por expertos en el área, con la intención de identificar el estado de nutrición y sus posibles factores de riesgo; el cual incluía variables sociodemográficas (género, edad en años y meses), antropométricas como peso, talla o estatura, circunferencia de brazo, así como cambios de peso, consumo de alimentos, síntomas gastrointestinales y alimentación; así como variables relacionadas con las condiciones ambientales (servicios de vivienda, atención en centro de salud y preparación de alimentos). La encuesta se aplicó por parte de los investigadores y estudiantes de la Licenciatura en Nutrición y Química Clínica, quienes previamente fueron capacitados para su aplicación.

Se realizaron estudios coproparasitoscópicos, donde las muestras fueron colectadas del tamaño de una nuez (1-5 gramos) en frascos estériles y etiquetados, los cuales fueron transportados al laboratorio de la Universidad para su procesamiento de las muestras. En el análisis parasitológico se utilizó el método directo en solución salina fisiológica, en el que las muestras se homogeneizaron a una dilución 1:10 y se procedió a la observación bajo la luz de un microscopio convencional (Marca: VELAB / Cat.VE-146YT) en campo claro a 40X. Posteriormente, para facilitar la búsqueda de quistes, se realizó la tinción con yodo y se repitió la observación para visualizar la presencia de quistes y huevos de parásitos de importancia médica.

Para establecer el diagnóstico nutricional se midieron las variables antropométricas de peso corporal (kg), talla o estatura (m), circunferencia media de brazo (cm), utilizando una báscula digital (Marca Tanita BC-601FS), un estadiómetro portátil (Marca Seca BM217) y una cinta métrica metálica (Marca Lufkin). Para las mediciones se capacitó en técnica antropométrica para la toma de peso corporal, estatua y circunferencia de brazo y para el llenado de cuestionario diseñado a los estudiantes e investigadores que participaron en el proyecto. Además se solicitó el apoyo de padres o tutores para estar presente en la evaluación y que pudieran colocar a los niños con el mínimo de ropa para facilitar las mediciones. Para la interpretación de los datos obtenidos, se identificó la fecha de nacimiento para obtener la edad en años y meses y posteriormente comparar con las tablas de crecimiento de referencia de la OMS (Peso /Edad, Talla /Edad) o el IMC/Edad de la OMS utilizando el software WHO-ANTHRO Plus. Para el análisis de las mediciones antropométricas y se utilizaron las tablas de crecimiento de la OMS 2006 y 2007 para la evaluación de niños menores y mayores de 5 años respectivamente; considerando para para el diagnóstico de desnutrición un percentil <10, peso normal entre percentil 10-85, sobrepeso >85 percentil y obesidad >95 percentil.

Para el análisis estadístico se utilizó estadística descriptiva (medias, desviación estándar, frecuencias) con el programa SPSS v.25.

Resultados

Se evaluó un total de 147 niños hombres y mujeres menores de 11 años, sin embargo, solo 140 participantes se consideraron para el análisis, ya que, siete pacientes no cumplían con todos criterios de inclusión para este estudio. Del total de participantes (n=140), el 62.1% fueron mujeres y en su mayoría de la localidad de Teotitlán de Flores Magón (81.4%). Durante el estudio, se recolectaron únicamente muestras para el análisis coproparasitoscópico en un 47.8%(n=67), ya que, los padres de familia o cuidadores no acudieron a la medición con la muestra, por lo que únicamente se realizó el cuestionario y evaluación antropométrica; sin embargo, a pesar de estas limitantes, se identificó la presencia de parasitosis intestinal en 26.4% (n=27), siendo más prevalente la presencia de Entamoeba coli (19.4%), Entamoeba histolytica (8.9%) y Enterobius vermicularis (8.9%) (Tabla 1).

Considerando los factores de riesgo para desarrollar una parasitosis intestinal, se identifica que las condiciones de vivienda (Tabla 2) parecen ser óptimas, ya que, el 90%(n= 126) de los participantes cuentan con un piso de cemento y el 92.9% refieren contar con inodoro en sus hogares. Sin embargo, se reportó la convivencia con animales, siendo en mayor frecuencia con perros (62.1%), gallinas (35.7%) y gatos (32.9%) como se observa en la tabla 2.

Asimismo, los padres de familia o cuidadores de los infantes, refirieron la presencia de algunos síntomas gastrointestinales al momento de la evaluación, lo cual puede estar asociado a la presencia de parásitos intestinales (221); refiriendo en este estudio que los síntomas más frecuentes fueron falta de apetito (32.1%), prurito anal (28.5%), estreñimiento (27.8%), dolor abdominal (27.8%) y en menor porcentaje se presentó náuseas (11.4%), diarrea (14.2%) y vómito (5%).

Se identificó una estatura promedio de 109.20 cm +/- DE 16.53, un peso corporal de 17.63 kg +/- DE 2.38, una circunferencia de brazo de 21.05 cm +/- DE 8.67 y un índice de masa corporal (IMC) de 16.59 +/- De 2.89; encontrando que con la relación Peso/ Edad (P/E) un riesgo de desnutrición en el 8.5% (n=12) de la muestra, siendo más prevalente en las niñas. De igual manera, el 8.5% (n=12) presentó riesgo de obesidad, siendo más frecuente en los niños (Figura 1).

Por otro lado, la medición de la talla para la edad (T/E), permite evaluar el crecimiento lineal del niño o la niña, siendo útil para detectar problemas de una ingestión insuficiente de nutrimentos de manera prolongada; por lo que en este estudio se identificó un riesgo de desnutrición crónica en el 15% (n=21) de los participantes y un 2.8% (n=4) de riesgo de obesidad por tener talla alta para la edad, siendo un indicador de vigilancia importante a largo plazo en esta población (Figura 2) (23).

La evaluación del IMC para la edad (IMC/E), puede realizarse a partir de los 2 hasta los 19 años para la identificación temprana de sobrepeso y obesidad (24), por lo que los niños evaluados en este estudio presentaron 2.8%(n=4) bajo peso, mientras que el 12.1%(n=17) y el 14.2% (n=20) presentaron riesgo de sobrepeso y obesidad respectivamente (Figura 3); reflejando la necesidad de identificar los factores que promueven esta alteración nutricional en el contexto semiurbanizado y rural, ya que, de los que presentaron parásitos intestinales, el 2.7% presentó desnutrición o bajo peso; mientras que el 2.7% presentó obesidad en la región de Mazatlán Villa de Flores. Por otra parte, en Teotitlán de Flores Magón, se observó que el 16.2% presentó sobrepeso y el 10.8% presentó obesidad.

Asimismo, se demostró que, entre las prácticas de higiene de las comunidades evaluadas, encaminadas a la prevención de parasitosis, se encuentra el lavado de manos, ya que, el 100% de los niños realizan dicha práctica; el 96% de la población usa cloro y jabón para lavar alimentos. En cuanto al lavado de los alimentos, y considerando que en la comunidad se carece de sistemas de potabilización, y el agua para el consumo humano proviene de los caudales naturales (especialmente en la comunidad de Mazatlán Villa de Flores), se observó que el 25.5% de los participantes emplea agua de la llave, el 7.9% usa agua del pozo, de los cuales, el 76.3% y el 87.8% no hierven el agua de la llave o el pozo respectivamente. Asimismo, se suma que el 52% de ellos ha recibido tratamiento antiparasitario en los últimos 6 meses previos a la evaluación y solo un 16.8% recibe tratamiento con herbolaria conocida en la localidad, mediante el uso de epazote (Chenopodium ambrosioides) (Tabla 3).

La evaluación de la dieta, permitió identificar un bajo consumo de verduras (60.7%), de aguacate como fuente de grasas (28.5%) y de agua simple (76.4%), siendo las mujeres, las que consumen menor cantidad de estos alimentos; asimismo, existe un alto consumo de refrescos (50.7%) en los niños (Tabla 4).

Discusión

Es importante reconocer, que las prácticas de higiene y las condiciones socioeconómicas se relacionan con el estado nutricional; ya que, existe una asociación entre la presencia de parásitos intestinales con respecto a la edad y/o el estado nutricional de los niños (25). Sin embargo, el problema no solo está relacionado a la desnutrición, sino que ahora el problema está relacionado al problema extendido del sobrepeso y la obesidad en la población infantil (26), ya que, en este estudio el 2.8% presentó bajo peso y el 26.3% de los niños presentó sobrepeso y obesidad, lo cual es congruente con los hallazgos de la ENSANUT (2024), en la cual se registró que el 13.9% de las niñas y niños menores de cinco años tienen baja talla o desnutrición crónica; 3.9% bajo peso; 1.2% emaciación y 7.7% sobrepeso; siendo la desnutrición crónica la más prevalente en las localidades rurales (16.9%) (27); mientras que en los niños escolares y adolescentes se tuvo una prevalencia de sobrepeso y obesidad de 36.5 y 40.4% en escolares y adolescentes (28).

Con estos hallazgos en el estado de nutrición en la región de la Cañada, se debe poner mayor atención en las estrategias para la prevención de sobrepeso y obesidad, enfocadas en manejo higiénico de alimentos y orientación alimentaria para la prevención de este problema para la salud pública a nivel local, estatal y nacional.

En este estudio, la toma de muestra para el estudio coproparasitoscópico fue limitada, ya que, los familiares o tutores olvidaban la entrega de los frascos con la muestra solicitada. En este sentido, fue limitado establecer la relación entre el estado de nutrición y la presencia de parásitos intestinales, sin embargo, se ha descrito que los problemas nutricionales son latentes aunado a la presencia de parasitosis intestinales en el 26.4% de los participantes. A pesar de las limitantes que se presentaron en este estudio, la prevalencia que se reporta es similar a otros países como en Ecuador, en donde se reportaron monoparásitos en un 60% y poliparásitos en un 22.3%, siendo más prevalentes los quistes de Entamoeba coli (38.36%), Entamoeba histolytica (19.02%) en niños menores de 12 años (10).

Así mismo otra de las limitaciones del presente estudio fue el tamaño de la muestra poblacional y la entrega del material biológico para el estudio coproparasitoscópicos. Asimismo, la interpretación del estado de nutrición se realizó de manera general y no estratificada por grupo de edad, considerando los criterios de inclusión, sin embargo, se reconoce que la parasitosis intestinal es más frecuente en niños menores de 3 años (29), aunque este problema de salud en ocasiones no discrimina ni el sexo ni la edad cuando el entorno no garantiza un adecuado estado de salud (30).

Por otro lado, en tres municipios del estado de Chiapas (Pantepec, Chanal y Larrainzar) en México, se reportó una asociación estadísticamente significativa (p<0.05) entre desnutrición y la presencia de parásitos intestinales solo en niños de Pantepec, lo anterior indicó un riesgo de hasta 2.4 veces más la presencia de parásitos intestinales en niños desnutridos(OR=2,41 [0,98-5,9]) (31).

En las comunidades evaluadas en el estado de Oaxaca, existen condiciones socioeconómicas y ambientales que ponen en desventaja el estado de salud y nutrición de la población infantil, ya que, los problemas nutricionales que se presentan no son consecuencia exclusiva de una dieta inadecuada, sino que tienen un origen multifactorial; entre los que incluyen la presencia de infecciones, las cuales interfieren con la utilización de los nutrientes, inequidad en el acceso a los alimentos, falta de acceso al agua potable, deficiente calidad de servicios básicos de salud, falta de información y educación pertinentes; así como elementos socioeconómicos como la desigualdad de género, el bajo nivel educativo de los padres, aspectos geográficos, étnicos y culturales, que generan una alta morbilidad por enfermedades infecciosas y parasitarias (14), así como problemas nutricionales por exceso como el sobrepeso y obesidad, los cuales son resultado de las intervenciones y políticas de alimentación que se plantearon para solucionar el problema de desnutrición en los países de ingresos medios y bajos (32).

Sin embargo, los entornos rurales y urbanos siguen presentando este problema como en el caso de la Ciudad de México, Veracruz y Sonora quienes presentaron prevalencias del 19.1%, 30.3% y 28%(zonas urbanas), 46.1%(zonas rurales) y 44.6%(zonas suburbanas) respectivamente, en niños desde los 2 hasta los 12 años de edad (23,33,34).

Es importante considerar, que en los municipios evaluados en la región de la Cañada, es imperante promover la asistencia a las unidades médicas cercanas para atención de estos padecimientos, o incrementar la participación en las campañas de desparasitación para el control de salud y nutrición, ya que, se observó que el 48.5% de los padres no lleva al centro de salud a sus hijos. Aunado a ello, y acorde al Plan Regional-Oaxaca 2020, en la región de la Cañada, la cobertura en servicios de salud es escasa y la distancia para trasladarse hacia un centro de salud, pueden provocar que no se reciba atención médica o tratamiento antiparasitario a lo largo del año (35).

Por otro lado, la alimentación del infante influye en el crecimiento y desarrollo durante la infancia y las etapas de vida posteriores, ya que, en México, se ha identificado que los alimentos recomendables más consumidos por los niños son las frutas, leguminosas y agua sola, siendo más frecuente el consumo en las localidades rurales, comparadas con las localidades urbanas; reportando un consumo de frutas del 44.3% vs 43.2%, leguminosas 55.2% vs 42.7% y agua sola en 88.9% vs 84.2% respectivamente (18). Sin embargo, en este estudio llamó la atención que existe un consumo elevado de refresco, reportando que existe un consumo hasta en el 50% de la población estudiada.

Es por ello, que se deben realizar acciones que mejoren las prácticas alimentarias de la región desde etapas tempranas como el embarazo, la lactancia y la alimentación complementaria, así como realizar programas de monitoreo en el estado de salud y nutrición en los infantes, para poder tener disminuir estos problemas de salud pública en la región de la Cañada y en el estado de Oaxaca a corto y a largo plazo.

Conclusiones

Este estudio permitió realizar el primer perfil epidemiológico en el que se identificó una prevalencia de parasitosis intestinal aunado a un estado de malnutrición por exceso de peso en los infantes en las dos comunidades de la región de la Cañada de uno de los estados más marginados del sur de México. Dichos hallazgos, serán el punto de partida para diseñar y proponer estrategias para su control de estas condiciones de salud, tales como, orientación alimentaria y campañas de sanitización, así como el uso preventivo de antiparasitarios, las cuales se deben mantener a largo plazo para garantizar la efectividad de dichas medidas, ya que por ejemplo, los parásitos por helmintos se caracteriza por ser persistente como en el caso Taenia sp., Trichiuris trichiura y Ascaris lumbricoides; lo que incrementa el riesgo de reinfección y afectar el crecimiento de la población infantil (9).

Tomando en cuenta que el presente estudio será el primero en la región, sus resultados podrán ser útiles para desarrollo de estrategias en programas o políticas públicas de salud y alimentarias para gobierno actual a nivel regional.

Es por ello, que este acercamiento con las comunidades, crea la posibilidad de mejorar los mecanismos para que se acceda a un servicio de salud o dar vigilancia de manera continua (al menos cada 6 meses) para reforzar los conocimientos que se brindan la promoción de la salud y la orientación alimentaria en la región de la Cañada en el estado de Oaxaca, ya que, se hacen presentes los problemas infecciosos y crónico degenerativos; ya que, impacta en el potencial de crecimiento y desarrollo físico, así como en el ámbito cognitivo y educativo en esta etapa de la vida.

Agradecimientos y financiamiento

Agradecemos a la Universidad de la Cañada, a los profesores investigadores y estudiantes de séptimo y décimo semestre de las licenciaturas de Química Clínica y Nutrición que participaron en este proyecto, así como a la instancia de la mujer de Mazatlán Villa de Flores, la escuela primaria «Revolución» y el jardín de niños «Gabriela Mistral» de la comunidad de Teotitlán de Flores Magón, Oaxaca, por permitirnos desarrollar este trabajo de investigación.

Anexo

Referencias

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Declaración de buenas prácticas:
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.