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Educación para la salud como prevención del síndrome de la muerte súbita del lactante

Este riesgo es dosis dependiente, es decir, a mayor cantidad de cigarrillos fumados diariamente, mayor incidencia y riesgo del SMSL. Seis estudios muestran que, ante una madre no fumadora, el riesgo del SMSL atribuible al hábito de fumar del padre es de 1,5. El cigarrillo durante el embarazo disminuye la función pulmonar del lactante, aumenta el índice de apneas obstructivas y tiende a que los bebés tengan menos despertares ante distintos estímulos. Muy pocas madres fumadoras durante el embarazo cambian su comportamiento luego del nacimiento del bebé. La exposición posnatal de los niños a un ambiente con humo se asocia con un aumento de las enfermedades respiratorias, disminución de la función pulmonar y también con aumento de la incidencia del síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL).

Evitar los colchones blandos. Los riesgos se pueden minimizar si se asegura que la superficie en la cual duerme el bebé sea dura. El colchón debe ser firme y cubierto exclusivamente por una sábana fina,  asegurándonos que los brazos del bebé queden por fuera de la ropa de cama, evitando de esta manera que el bebé pueda deslizarse por debajo de ésta y duerma con su cabeza cubierta.

Con el objeto de evitar que la cara del bebé quede cubierta durante el sueño, se aconseja que la cuna esté libre de almohadas, almohadones, ropa enrollada, muñecos y juguetes. Se ha argumentado que la posición prona, cuando el bebé duerme sobre superficies blandas o con la cabeza cubierta, aumenta las probabilidades de inhalación del aire exhalado y/o sobrecalentamiento.

Evitar el sobrecalentamiento. El incremento del riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) asociado con sobrecalentamiento es particularmente evidente cuando los niños duermen boca abajo, pero es menos claro cuando lo hacen boca arriba. Entonces, evitar el sobreabrigo en los bebés que duermen boca abajo es fundamental, debido a que en esta posición la pérdida de calor se minimiza con respecto a la posición boca arriba.

Dormir en la misma cama de los niños. Como una alternativa para el colecho, los padres podrían considerar ubicar la cuna cerca de su cama para facilitar el amamantamiento y el contacto con ellos. Los bebés que duermen en una habitación separada de sus padres tienen mayor riesgo del SMSL. Si la madre elige que duerma con ella para amamantarlo, debe cuidarse de poner siempre al bebé boca arriba, evitar superficies blandas, acolchados, sábanas sueltas y el posible atrapamiento de la cabeza del bebé entre el colchón y la pared o los barrotes de la cama. Un reciente metaanálisis muestra que, cuando la madre fuma, el colecho duplica el riesgo de SMSL, mientras que si la madre no fuma, el colecho no sería un riesgo para el SMSL.

Promover la lactancia materna. Varios estudios retrospectivos han demostrado un efecto protector de la lactancia en el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). Los mecanismos postulados por los cuales la lactancia materna podría ser un factor de protección para el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) son:

– prevención de infecciones.

– prevención y/o modificación de la forma en que los bebés succionan el pezón aumentando el diámetro de la faringe.

– aumento de la capacidad para girar la cabeza en posición prona.

– factores psicosociales: por regla general, las madres fumadoras amamantan menos tiempo a sus hijos que las no fumadoras. El amamantamiento es considerado el modo óptimo de nutrición de los lactantes. Sus ventajas incluyen beneficios para la salud general, nutricional, inmunológica, de desarrollo, psicológica, social, económica y ambiental.

-Preocupación por una posible aspiración de contenido gástrico. No constituye un problema en los bebés que duermen boca arriba: Los niños sanos no tienen mayor riesgo de aspiración del contenido gástrico cuando duermen boca arriba. En aquellos países donde se ha cambiado la posición de los niños para dormir (de boca abajo a boca arriba), no se observó un aumento de la incidencia de eventos de aparente amenaza a la vida y la mortalidad infantil posneonatal presentó una disminución importante.

CONCLUSIÓN

Ante cada caso de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), asistimos  a una tragedia y a un fracaso. Por lo tanto, nuestros esfuerzos deben ir dirigidos por un lado a la investigación de los mecanismos etiopatogénicos, identificación de los factores de riesgo y al estudio de su epidemiología, para su posible prevención y por otro lado debemos ejercer de educadores de salud ya que una sociedad correctamente informada disminuiría sensiblemente la incidencia de dicho síndrome.

BIBLIOGRAFÍA

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