Primeros auxilios ante una crisis epiléptica

INTRODUCCIÓN

El término epilepsia deriva del griego “epilambaneim”, que significa ‘coger por sorpresa’. La epilepsia es un trastorno del cerebro provocado por el aumento de la actividad eléctrica de los grupos de células nerviosas en alguna zona del cerebro, estas células nerviosas llamadas neuronas envían señales erróneas esporádicas, interrumpiendo las funciones normales del cerebro y provocando que la persona tenga convulsiones recurrentes.

Autores

– Estrella Alba García Gavilán (DUE en Servicio Andaluz de Salud)

– Miguel Ángel Gavilán López (DUE en HU Reina Sofía de Córdoba)

– Ángela Gavilán López (DUE en Servicio Andaluz de Salud)

La epilepsia tiene su origen en unos cambios breves y repentinos del funcionamiento cerebral, por esta razón, se trata de una afección neurológica crónica.

Este trastorno cerebral puede hacer que las personas tengan sensaciones y emociones extrañas, comportarse de una manera anormal, afectar al nivel de conciencia (perder la noción de lo que sucede alrededor de uno) y afectar funciones del movimiento (tener espasmos musculares violentos) o hasta perder el conocimiento.

En personas epilépticas su único síntoma son las crisis epilépticas que presentan ocasionalmente, el resto del tiempo realizan sus actividades de la vida diaria con normalidad.

Crisis epiléptica o comúnmente llamado “ataque epiléptico”, es cuando la persona epiléptica sufre repentinamente una serie de convulsiones o movimientos corporales incontrolados de forma repetitiva. Suelen durar generalmente unos segundos o unos minutos, posteriormente cesa y el cerebro vuelve a funcionar con normalidad. El tipo de convulsión y su duración depende de la parte del cerebro afectada y la causa que tenga la epilepsia.

Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), los casos de epilepsia en España alcanzan los 400.000 afectados, un 2% de la población. Y se considera la segunda causa de consulta ambulatoria neurológica. Es la enfermedad neurológica más antigua de la humanidad y aun así es de las más desconocidas. Por ello es importante conocer cómo actuar ante una crisis epiléptica.

METODOLOGÍA

Se ha llevado a cabo una búsqueda y revisión bibliográfica acerca de “primeros auxilios ante una crisis epiléptica” en las principales bases de datos y en los siguientes metabuscadores: Google académico y The Cochrane Library.

PALABRAS CLAVE: primeros auxilios, epilepsia, crisis convulsiva.

TIPOS

Generalizadas: estas crisis epilépticas afectan a todo el cerebro, son más potentes y llevan a que la persona pierda el conocimiento.
Parciales o focales, la descarga eléctrica tiene su origen en una zona concreta y localizada del cerebro, aunque que puede extenderse posteriormente al resto de la corteza cerebral.

COMO ACTUAR ANTE UN ATAQUE EPILÉPTICO

En primer lugar hay que mantener la calma, la crisis epiléptica se presenta de forma imprevista y hay que tener claro cómo ayudar a la persona para no provocar lesiones.
lo más importante y nuestra función principal será evitar que la persona se lesione durante la crisis epiléptica, por ello intentaremos tumbar al paciente de manera cuidadosa y retiraremos los objetos que puedan ser peligrosos de alrededor como pueden ser aristas de muebles, objetos punzantes…
Colocaremos algo almohadillado bajo la cabeza de la persona, para evitar que se golpee contra el suelo y evitar un posible traumatismo encéfalo craneal. Si no tenemos nada acolchado a mano, colocaremos nuestras manos debajo de la cabeza de la persona.
Aflojar las prendas de ropa de alrededor del cuello (corbatas, camisa…).
Si la persona vomita durante la crisis debemos colocarla de lado para evitar una aspiración.
Observar la duración de la crisis epiléptica (cuando empiezan y cuando acaban). Generalmente la crisis epiléptica finaliza en dos o tres minutos, tras lo cual la persona se recupera con normalidad.
No dejaremos a la persona nunca sola, nos apartaremos hasta que la crisis epiléptica finalice y la persona vuelva a la normalidad.
Una vez haya cedido la convulsión, colocaremos al paciente de costado, en posición de seguridad, colocándolo con cuidado en decúbito lateral, para facilitar la expulsión de saliva y evitar aspiraciones.
Una vez finalizada la crisis, elevaremos el mentón de la persona, palparemos el pulso y miraremos su pecho, para comprobar si mantiene pulso y está respirando.
Intentaremos crear un ambiente de calma durante la crisis y posteriormente mientras la persona se recompone, ya que se encontrara somnoliento y confuso (estado postcrítico).

QUE NO SE DEBE HACER DURANTE UNA CRISIS EPILÉPTICA

No se debe tratar de inmovilizar a la persona por la fuerza durante la crisis epiléptica, ya que de esta manera podemos lesionarla, generarle un esguince…. Hay que dejar que convulsione libremente.
No se debe introducir ningún objeto en la boca, ya que la mandíbula de la persona en crisis epiléptica puede ejercer mucha presión y podría ser peligroso si rompe y traga el objeto introducido ya que podría quedar este alojado en las vías respiratorias taponándolas, agravando aún más la situación, además de las posibles lesiones orales al intentar introducirlo a la fuerza e incluso romper sus dientes. Igualmente no debemos introducir ningún dedo ya que la persona no es consciente y ejercen mucha fuerza mandibular.
No realizar respiración boca a boca a la persona durante la crisis convulsiva. La falta de aire momentánea es normal debido a la rigidez que presenta la persona, la respiración solo queda bloqueada unos segundos. Solo realizaremos maniobras de reanimación si la persona pasada la crisis convulsiva no respira.
Nunca se debe dar agua, alimentos o medicación por la boca durante la crisis ni durante la recuperación posterior ya que podría inducir un vómito y este puede resultar peligroso debido a la alteración cerebral momentánea y provocar una aspiración.
No es necesaria la administración de medicación sedante en la persona, ya que pasada la crisis la persona recupera sus funciones normales. Solo se procederá a la administración de medicación en los casos en que la crisis se prolongue o por indicación médica.

CASOS EN LOS QUE SE REQUERIRÁ ATENCIÓN ESPECIALIZADA

Generalmente las crisis epilépticas terminan se presentan de forma muy rápida y con una duración corta, y posteriormente la persona se recuperara progresivamente, con lo cual no es necesario trasladar a la persona a un servicio de urgencias. Pero si será necesario en estos casos concretos:

Si no se recupera y la crisis epiléptica se prolonga por más de 5 minutos.
Si la crisis epiléptica vuelve a recurrir en un corto espacio de tiempo.
Si la persona que ha sufrido la crisis epiléptica está embarazada.
Si la persona después de sufrir la crisis epiléptica no recupera por completo la situación de normalidad que tenía anterior a la crisis.
Si la persona sufrido un traumatismo importante durante la crisis epiléptica.
Si se trata de una persona que no sea epiléptica y el motivo de la epilepsia puede deberse a alguna enfermedad aguda como puede ser una meningitis, trombosis cerebral, una intoxicación…que requiera un diagnóstico y/o un tratamiento urgente.

REFERENCIAS

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