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Revisión sobre problemas mamarios puerperales relacionados con la técnica de lactancia

servicios de salud de distintas de comunidades autónomas.

Para la lectura y análisis de los artículos, se ha seguido el esquema de Jacobo Díaz Portillo, que consiste en:

  1. Ojear el artículo
  2. Leer el resumen del artículo.
  3. Hacer una primera lectura rápida.
  4. Buscar en un diccionario especializado o en páginas web acreditadas los conceptos que no se entiendan.

5. Volver a leer por segunda vez el artículo, esta vez detenidamente y conociendo la terminología científica del tema tratado.

6. Reflexionar con espíritu crítico sobre el artículo leído.

Para la selección y análisis de la documentación, se contó con la colaboración de dos matronas expertas independientes.

Masaje previo a la extracción.

Ilustración nº 1

Técnica de amamantamiento correcta

Antes de dar el pecho debe lavarse las manos y tener a mano aquello que se vaya a necesitar.

Para una técnica correcta de amamantamiento, es fundamental:

Observar en el niño signos de posición del cuerpo eficaz. Hay dos tendencias:

  • Agarre dirigido por la madre: el niño bien apoyado, vuelto hacia la madre y situado a la altura de su pecho.
  • Agarre dirigido por el niño: el niño bien apoyado, y situado boca abajo entre los pechos de la madre, que está inclinada hacia atrás, semiincorporada. No es recomendable forzar al bebé a tomar el pecho. En esta posición, los bebés están tranquilos y en algún momento deciden tomar el pecho, para lo que ellos solos, con la sola sujeción para evitar que caigan, reptarán hasta el pecho y harán una toma. Conviene que la madre y el bebé estén sin ropa, o con algo que los cubra a los dos (sábana o manta), ya que el contacto piel con piel, facilita que el bebé esté dispuesto a mamar por sí mismo. Independientemente de la postura adoptada, debe ser él o ella quien se acerque al pecho y no el pecho al bebé.

Observar en el niño signos de agarre de la boca eficaz:

  • Boca bien abierta.
  • Labios evertidos.
  • La barbilla contacta con el pecho.
  • El agarre es asimétrico (hay más areola visible por encima de la boca del bebé que por debajo).

Observar en el niño signos de transferencia de leche:

  • Patrón de succión/deglución/respiración con ritmo sostenido, con pausas periódicas de descanso.
  • Se escucha la deglución que hace el bebé.
  • Los brazos y manos del bebé se van relajando a lo largo de la toma.
  • La boca del bebé está húmeda al final de la toma.

 Observar en la madre signos de transferencia de leche:

  • La mama se va ablandando a lo largo de la toma.
  • Relajación y somnolencia.
  • Sed.
  • Contracciones uterinas y aumento del flujo de loquios durante o tras la toma.
  • Goteo de leche del otro pecho mientras el bebé mama.
  • Tras la toma el pezón aparece elongado pero no aplastado (5).

El lactante debe vaciar por completo el pecho, por lo que no hay que retirarlo aunque lleve tiempo en el mismo, ya que la última leche es más densa y rica en grasa. Se recomienda cambiar las posturas de las tomas a lo largo del día, para que se vacíen adecuadamente todas las partes de la mama. La tasa de secreción de leche puede presentar diferencias entre ambas mamas, cuando en una de ellas se realiza la succión con mayor frecuencia y durante un periodo de tiempo mayor (6). Es importante empezar con el pecho que se terminó en la última toma, para asegurar que la producción de leche es lo más homogénea posible en las dos mamas.

Problemas mamarios más frecuentes

Los problemas mamarios relacionados con mayor frecuencia con el acto del amamantamiento, son los siguientes:

  • Dolor al inicio de la succión. El dolor transitorio en los primeros días, se debe generalmente a la aplicación de una mayor presión negativa generada en los conductos en los que todavía no hay demasiada leche. Grietas en el pezón. De no corregir la causa, el dolor puede progresar hasta producir pequeñas lesiones que pueden evolucionar a grietas profundas.
  • Ingurgitación mamaria. Es la distensión de la glándula mamaria. En los 2-4 primeros días de postparto, existe de forma fisiológica, un aumento del flujo sanguíneo y linfático a las mamas que dan lugar a la sensación de tensión y dolor que acompaña a la ingurgitación mamaria. Es un signo de producción de leche     pero no de volumen de leche. Suele estar correlacionada con: retraso de las primeras succiones, frecuencia            escasa de las tomas, limitación en el tiempo de succión y la suplementación con fórmula adaptada o sueros.
  • Obstrucción de un conducto, por leche retenida en una mama congestionada.
  • Constituye la inflamación de la mama, que puede estar acompañada o no por infección. Se produce aproximadamente en un 5-33% de las mujeres que amamantan, siendo entre un 3 y 12% bilaterales. Desde el punto de vista médico, las mastitis constituyen la principal causa de destete precoz.

Los cuadros de ingurgitación y de obstrucción de un conducto lácteo, no tratados o con tratamiento inadecuado, así como las grietas en el pezón se han considerado hasta ahora los principales factores predisponentes a la mastitis (7).

Estas situaciones están relacionadas entre sí, de forma que la técnica inadecuada puede hacer que aparezca el dolor en el pezón o las grietas, como consecuencia se produzca un vaciado ineficaz de los conductos, que provoque el estasis de leche en los conductos, lo que puede contribuir a la aparición de ingurgitación , galactocele y mastitis.

Medidas preventivas.

Tabla nº 1

Resultados

Se incluyeron un total de 15 estudios en los que se analizaban las variables, técnica/frecuencia de amamantamiento y los problemas producidos en las mamas. Las conclusiones más relevantes de estos estudios se muestran en la siguiente tabla.

Tabla nº 2: Resultados de la revisión bilbiográfica

Conclusiones

Una de las razones más comunes para abandonar la lactancia materna es la aparición de dolor en el pezón.

Los cuadros de ingurgitación y obstrucción de un conducto lácteo, sin tratamiento o con un tratamiento inadecuado, se han considerado como los principales factores predisponentes de la mastitis, que es la principal causa médica de destete precoz.

Una posición y agarre adecuados, minimizan la inflamación y el trauma del pezón, y por tanto el dolor y la aparición de lesiones.

El uso de biberones o chupete, pueden provocar confusión en la succión del bebé, lo que aumenta el riesgo de producirse algún problema en las mamas.

Toda situación que dificulte la lactancia de forma correcta, favorece la aparición de problemas en las mamas.

No es suficiente una sola intervención en la sala de maternidad, para mejorar la técnica de amamantamiento y disminuir la probabilidad de aparición de dolor en el pezón, ingurgitación y mastitis. El apoyo para la lactancia materna, debe brindarse antes y después del parto, para prevenir la aparición de problemas mamarios puerperales.

El vaciamiento ineficaz de la leche, como resultado de una mala técnica de lactancia, es una causa subyacente importante en la aparición de la mastitis.

El vaciamiento eficaz de la leche, con una técnica de lactancia correcta, o mediante un método manual si la succión del bebé no es suficiente, forma parte de las medidas encaminadas a prevenir y paliar los problemas mamarios.

No se ha encontrado evidencia que sugiera que se debe abandonar la lactancia, cuando existan problemas mamarios puerperales, salvo en los casos muy graves.

Las evidencias señalan que continuar con la lactancia materna de forma correcta, forma parte de la