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Proceso de atención enfermero en paciente con complicación de herida quirúrgica

Para realizar la cura de la herida quirúrgica realizamos una técnica aséptica con guantes estériles, limpiamos la herida con solución salina metiendo con un abocath solución por la abertura de la herida. Cogemos una muestra de líquido seroso para que sea analizado por microbiología. Después pondremos povidona yodada y tapamos con apósito. Explicamos a paciente y familia como realizar la cura para que la lleven a cabo en su domicilio tal y como la hemos hecho en consulta y comunicamos signos y síntomas de infección, si nota rubor o calor en la zona de la herida, si se enrojece el lecho de la herida o si observa alguna anomalía tiene que ponerse en contacto con nosotros para nueva evaluación y control. Insistimos en la necesidad de lavarse las manos, higiene diaria para evitar infecciones.

Incidimos en el riesgo de caídas; evitar alfombras, mobiliario nuevo, calzado adecuado y control de tensión arterial ya que nos dicen que tiene en casa un tensiómetro eléctrico.

Observando que el paciente ha perdido peso, hacemos hincapié en que debe de comer primero la proteína (el segundo plato y posteriormente el primero) y a su esposa le recomendamos que no insista continuamente al paciente a comer, sino que la hora de la comida sea un momento agradable para poder facilitar al paciente que coma sin presiones ya que refiere que se siente agobiado con las insistencias de su esposa.

Recomendamos el ejercicio diario creando una tabla semanal para que pueda reflejar la actividad física aprovechando que en su domicilio tiene pedales y posee también unas mancuernas para ejercitar brazo y sobre todo proponer paseos diarios por la calle aumentando en cantidad y en intensidad para poco a poco ir mejorando. Explicamos la necesidad de salir a la calle a pasear diariamente debiendo hacer cada día más recorrido que el anterior si ve que lo va aguantando para ir ejercitando poco a poco el corazón. Recomendamos dar paseos por zonas con bancos por si nota cansancio poder descansar, así como la necesidad de hacerlo acompañado, a lo que la esposa está completamente decidida a hacer con él.

EVALUACION

Una semana después el paciente es citado de nuevo en Consulta.

En su historia clínica vemos reflejado que en el cultivo del líquido proveniente de la herida quirúrgica no ha crecido ninguna bacteria, por lo tanto, nos indica que no debemos de poner ningún antibiótico tópico ni oral.

El paciente está afebril, con buenas cifras de tensión arterial,120/70, y me comenta que en casa ha mantenido esas tensiones sin hacer ninguna hipotensión ni hipertensión; las trae todas apuntadas en un papel que miramos con detenimiento, pero entregamos de nuevo al paciente para que siga en esa línea.

Al retirar el apósito de la herida quirúrgica vemos que está limpio, ha cedido la salida de líquido seroso. Observamos que la herida tiene buen aspecto, no está enrojecida, el orificio que podíamos observar la semana pasada a día de hoy es mínimo, casi imperceptible, intentamos meter suero con un abocath, pero no entra por lo que podemos apreciar que está cerrado y cicatrizado.

El paciente trae anotado en la tabla de ejercicios que previamente le entregamos en la consulta anterior, todo el ejercicio que ha ido realizando a lo largo de esta semana viendo que con el paso de los días su actividad ha ido en aumento refiriendo mejoría clara en la deambulación. Se ve más seguro realizando las actividades de la vida diarias y la cuidadora refiere que le ayuda en las labores instrumentales del día a día sin fatigarse ni marearse.

Claramente ha habido una mejoría en el paciente, también lo refiere así él mismo.

Aconsejamos que siga realizando ejercicio como ha venido haciendo esta semana anterior. Seguirá curándose la herida, realizando cura plana con povidona yodada y por parte de enfermería le volveremos a realizar una revisión de la herida quirúrgica en dos semanas para volver a valorarla y evaluar situación del paciente.

Bibliografía:

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