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Relación de habilidades matemáticas y rendimiento en cálculo de dosis en estudiantes de enfermería

Relación de habilidades matemáticas y rendimiento en cálculo de dosis en estudiantes de enfermería

Autor principal: Gonzalo Zepeda-Vallejos

Vol. XIX; nº 1; 21

Relationship of mathematical skills and performance in dose calculation in nursing students

Fecha de recepción: 07/12/2023

Fecha de aceptación: 09/01/2024

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XIX. Número 1 Primera quincena de Enero de 2024 – Página inicial: Vol. XIX; nº 1; 21

Autor: Gonzalo Zepeda-Vallejos

Centro de trabajo actual: Universidad Santo Tomás, La Serena, Chile.

Resumen: El objetivo de este estudio fue evaluar la correlación entre la habilidad matemática, los datos sociodemográficos y el rendimiento en el cálculo de dosis de medicamentos en estudiantes de pregrado de Enfermería en una universidad privada en Chile.

Se evaluaron las habilidades matemáticas a través del promedio de la asignatura «matemática aplicada» y la prueba «Dose calculation skill test», en 41 estudiantes que participaron en el estudio y se analizó su rendimiento en el cálculo de dosis de medicamentos en la asignatura de Integrado de fisiología, fisiopatología y farmacología.

Los resultados del estudio no mostraron correlación entre las variables sociodemográficas estudiadas y éxito en el cálculo de dosis. Por otro lado, se evidenció que existe relación positiva débil entre las habilidades matemáticas y el rendimiento en el cálculo de dosis de medicamentos.

Aunque se requiere de estudios adicionales para identificar otras variables. se sugiere que la habilidad matemática podría influir en el éxito en el cálculo de dosis de fármacos, por lo que estos hallazgos podrían ser útiles para mejorar la enseñanza de las habilidades matemáticas necesarias para el cálculo de dosis de medicamentos en estudiantes de Enfermería a lo largo de la formación en los distintos planes curriculares.

Palabras clave: educación en enfermería; efectos colaterales y reacciones adversas relacionados con medicamentos; errores de medicación; cálculo de dosificación de drogas.

Abstract: The aim of this study was to evaluate the correlation between mathematical ability, sociodemographic data and performance in the calculation of medication doses in undergraduate nursing students at a private university in Chile.

Mathematical skills were evaluated through the average of the subject «applied mathematics» and the «Dose calculation skill test», in 41 students who participated in the study and their performance in the calculation of drug doses in the subject «Integrated physiology, physiopathology and pharmacology» was analyzed.

The results of the study showed no correlation between the sociodemographic variables studied and success in dose calculation. On the other hand, it was evidenced that there is a weak positive relationship between mathematical skills and performance in the calculation of drug doses.

Although further studies are required to identify other variables, it is suggested that mathematical ability could influence success in the calculation of drug doses, so these findings could be useful to improve the teaching of the mathematical skills necessary for the calculation of drug doses in nursing students throughout their training in the different curricular plans.

Keywords: nursing education; drug-related side effects and adverse reactions; medication errors; drug dosage calculations.

Declaración de buenas prácticas: Los autores de este manuscrito declaran que:

  • Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
  • La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la – Salud (OMS).
  • El manuscrito es original y no contiene plagio.
  • El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
  • Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
  • Han preservado las identidades de los pacientes.

INTRODUCCIÓN

En la primera mitad de la década del 2010, se estima que a nivel mundial hubo 421 millones de hospitalizaciones por año, y de ellas en casi 43 millones se produjo un evento adverso (EA), generando en promedio un aumento de 16 días de estadía hospitalaria, 23 millones de años de vida perdidos por discapacidad, y con ello el aumento de los costos económicos para el sistema de salud1. Dado ese escenario, es posible definir que la baja en la producción, calidad y seguridad de los cuidados impacta de manera directa y negativa en la eficacia de los equipos de salud y de toda la red asistencial, y por ello se hace necesario analizar en los factores causales

En una investigación realizada en Santiago de Chile se observó una incidencia de 3,4% de EA, y de ellos un 77% de situaciones podían ser prevenibles2. En el año 2014, un estudio chileno concluyó que el 6,2% de los pacientes sufrió un EA, causando un aumento del 40,5% en la cantidad de los procedimientos realizados y de 35,1% en los tratamientos administrados3. Luego, Febré y cols, en 2018 demostró que la incidencia de eventos adversos puede ser incluso de 9,4 por cada 100 ingresos y el 46,7% de ellos, está relacionado a profesionales de Enfermería como agente causal, lo que a su vez da cuenta de la necesidad de siempre contar con un sistema de sistema de gestión del riesgo y tecnovigilancia4. Respecto a las situaciones definidas como causales, se mencionan las caídas, accidentes con el paciente, infecciones asociadas a la atención sanitaria, fallas de equipos y dispositivos, déficit de insumos para una adecuada prestación de salud y errores vinculados a los tratamientos farmacológicos. En particular, en relación con los errores de medicación (EM), estos se definen como cualquier error que se haya producido durante la etapa de preparación y/o administración de medicamentos, y están asociados principalmente a factores como procedimientos inadecuados de chequeo, roturas de la técnica aséptica y errores en cálculo de dosis5.

La evidencia indica que en alrededor de uno de cada cinco procedimientos de administración de medicamentos se produce algún error y que, si se consideraran los EM junto con los potenciales EM, en una población de 300 camas ocupadas se producen 40 eventos adversos de este tipo, que cada día el paciente está expuesto a dos EM6 y que cada año ocurren 770.000 situaciones de perjuicios a pacientes, incluso llegando a la muerte de los sujetos de atención7. Si lo ya mencionado es de atención, la realidad podría ser mucho más alarmante, considerando que, durante el año 2014, en un hospital chileno de alta complejidad se demostró que al menos uno de cada tres pacientes sufrió de algún tipo de error de medicación8. Es dentro de este marco, que se establece que los pacientes más expuestos a este tipo particular de eventos adversos corresponden a personas hospitalizadas por más de 10 días, y aquellos usuarios que sean atendidos por profesionales de Enfermería con experiencia laboral menor a 6 meses9, lo que obliga a poner los esfuerzos en el mundo académico, ya que de todos los profesionales, son los recién egresados quienes tienen mayor posibilidad de cometer este tipo de error.

Si se considera que los profesionales de Enfermería deben destinar al menos un 40% del tiempo a los procesos relacionados con la preparación y administración de medicamentos10, es posible inferir que se constituye como una pieza fundamental de las competencias propias del perfil profesional, al tratarse de una tarea que les demanda más de un tercio del tiempo de la jornada laboral y en la que deben mantener, de forma simultánea y permanente, la gestión de cuidados de salud con enfoque integral, humanizado y seguro.

Los estudios sobre errores de medicación son principalmente de predominio descriptivo y frecuentemente centrados en fallos derivados de la acción médica (tales como la prescripción, dosificación y efectos adversos a medicamentos), pero son muy pocos los que profundizan en las causales relacionadas con la gestión del cuidado. Por ejemplo, a pesar de que la evidencia declara que hasta el 30% de los pacientes que sufren de EM son a causa de errores en el cálculo de dosis11 y que el 17% de los fallecidos por errores con fármacos se debe a fallos de este origen11, la comunidad científica no la ha considerado como foco prioritario de interés investigativo.

Si bien es cierto, la literatura científica relacionada con los errores de cálculo de dosis es limitada, de igual manera es posible encontrar información que permite comprender, aunque sea parcialmente, el fenómeno. En un ensayo dirigido a 110 profesionales de Enfermería, se realizó una evaluación escrita de 20 ejercicios de cálculo de medicamentos, arrojando que el 81% obtuvo menos del 90% de aciertos y que el 43,6% del total de individuos obtuvo puntaje menor al 70% de rendimiento12. Media década más tarde, se realizó un estudio similar, el que arrojó que el 56,4% de los Enfermeros no podía contestar más del 90% de ejercicios de cálculo de dosis de drogas y medicamentos13. Dadas estas premisas, se indagó en los fenómenos detrás de esta cantidad importante de errores, y se logra determinar que los recién graduados describieron la enseñanza de los saberes de cálculo de medicamentos como insuficientes14, que el 46,2% de los Enfermeros considera que no tiene conocimientos relacionados con el cálculo de medicamento, mientras que el 79,2% manifestó que la formación en farmacología no es suficiente para la práctica profesional y que el 96,2% indicó que la relación entre farmacología y la práctica clínica es insatisfactoria15. Derivados de estos hallazgos, investigaciones posteriores logran determinar algunos causales de error de cálculo de dosis de medicamentos, identificando la mala interpretación del punto decimal, la dificultad de conversión entre diferentes unidades de peso y la falta de conocimiento referente al sistema métrico y de la multiplicación o división de fracciones16, lo que da señales de que este problema proviene desde la formación universitaria, y que debe ser estudiado a este nivel. Es así entonces como se realizó una investigación centrada en el cálculo de dosis durante el pregrado de Enfermería, en la que se aplicó una evaluación de 30 ejercicios de cálculos de dosis, arrojando como resultados un 16,5 preguntas correctas y solo un 25% de estudiantes fue capaz de obtener 20 o más ejercicios correctamente realizados17; posteriormente, en otro proceso investigativo en estudiantes, se dio cuenta de que la media del rendimiento cálculo de dosis fue de un 63,32%, y solo el 17,3% respondió más del 90%18.

Con esto, el aparente origen de la situación se instala en las malas habilidades matemáticas básicas como las responsables de las deficiencias en el cálculo de dosis. Para ello, se propuso la clasificación de estos fallos, separando en error de tipo de “medición”, referido a la incapacidad de cálculo matemático de multiplicación y división muy extensos, y en error de tipo “matemático”, mencionado como la incapacidad para entender principios de aritmética, razones y proporciones17.

Existe una segunda visión más amplia que busca la causa de este déficit, y plantea que la habilidad matemática no es el único problema por resolver, sino que también hay un 28% de estudiantes que presentan problemas de conceptualización de la información disponible para el cálculo de dosis14. En una investigación en la que se controló la variable de habilidad matemática por medio del uso de calculadora y así evitar errores de medición, se obtuvo que el 73% de quienes usaron este equipo tuvieron más de 85% de acierto, versus que quienes no la utilizaron solo el 55% tuvo sobre 85%. Esto da cuenta de que la calculadora solo controla el error de tipo de medición, no así el conceptual, generando una falsa sensación de seguridad18.

Se entiende entonces que existen dos líneas de pensamiento distintas (la primera referida al gran impacto que la matemática genera sobre el cálculo de dosis, y la segunda al impacto de la conceptualización sobre esta misma materia), pero también se reconoce que el proceso de enseñanza-aprendizaje de cálculo de drogas no se ha estudiado de manera profunda, por lo que no se puede establecer alguna de ellas como la más o menos importante. Desde este escenario, esta investigación propone determinar la relación entre las habilidades matemáticas y el rendimiento en cálculo de dosis de medicamentos en estudiantes de Enfermería, y desde ahí colaborar en resolver el debate académico sobre el riesgo de que las evaluaciones podrían no ser suficientemente válidas para medir si los estudiantes han alcanzado niveles de acierto en ejercicios de cálculo de dosis19.

MATERIAL Y MÉTODO

Investigación cuantitativa no experimental, transversal, correlacional. De una población de 53 estudiantes de segundo año de la carrera de Enfermería de una universidad privada de Chile, se obtuvo una muestra no probabilística por conveniencia de 41 sujetos que cumplieron los criterios de inclusión definidos, referidos a cursar por primera vez la asignatura de Integrado de fisiología, fisiopatología y farmacología, responder una encuesta de datos sociodemográficos y haber rendido todas las instancias evaluativas de la asignatura, además de la prueba diagnóstica Dose calculation skill test20. Respecto a esta última mencionada, se trata de un instrumento que recoge información del tipo cuantitativo, con un índice global de validez de 0,71 de consenso entre 10 expertos, y frecuentemente utilizado en la literatura en la literatura afín. Para su aplicación se realizó la trascripción de las instrucciones y las preguntas al castellano por parte de un profesional de traducción, aun cuando no se ha validado en el país donde se desarrolla esta investigación.

Los instrumentos aplicados, fueron evaluados considerando las notas en escala chilena, es decir, desde el 1,0 representando 0% de aciertos, hasta el 7,0 presentando a 100% de acierto. Por lo anterior, y para permitir que estos resultados fueran comparados con otras investigaciones, se convirtió esta nota a porcentaje, significando un rendimiento óptimo a las notas 6,3 a 7,0 (90 a 100% de acierto), rendimiento regular a las notas 4,9 a 6,2 (70 a 89% de acierto) e insuficiente a las notas igual o menores a 4,8 (igual o menor al 69% de acierto).

Para el análisis estadístico se utilizó el software SPSS Statistics 21.0®. En las variables del tipo descriptivo se usaron medidas de tendencia central. En el análisis bivariado se utilizó la prueba de correlación ρ (rho) de Spearman, con nivel de significancia de p < 0,05.

Durante el desarrollo de este estudio, se llevó un cuidado irrestricto de las consideraciones éticas de la investigación en humanos, resguardando la integridad de cada individuo, respetando la voluntariedad de su participación y comprometiendo la rigurosidad del proceso investigativo por medio la firma de consentimiento informado, con ello dando cumplimiento a los requisitos propuestos por Ezequiel Emanuel.

RESULTADOS

La población estudiada de acuerdo con el género correspondió a femenino al 92,7% (n=38) y masculino al 7,3% (n=3); respecto a la generación sociodemográfica de origen clasificados según lo indicado por Silvestre et al21, pertenece a generación X (nacidos en 1965-1982) el 2,4% (n=1), a la generación Y o millenials (1983-1999) el 82,92% (n=34), mientras la generación Z o centenials (2000 en adelante) el 14,6% (n = 16).  En relación con los estudios de educación superior previo al ingreso a Enfermería, el 39% (n=6) cursa por primera vez educación universitaria, 7,3% (n=3) estudió carreras de disciplinas no sanitarias, el 14,7% (n=6) estudió otras carreras de salud (incluyendo TENS incompleto); el 39% (n=16) completó Técnico en Enfermería de Nivel Superior, y de ellos, 12 sujetos trabajaron como tal en distintos centros de salud.

Respecto a la habilidad matemática al ingreso de la asignatura, se midió con dos diferentes variables. La primera de ellas corresponde al promedio de la asignatura “matemática aplicada”, materia inmediatamente anterior a la que cursan los sujetos en investigación, distribuyéndose en óptimo (6,3 a 7,0) al 17,1% (n=7), regular (4,9 a 6,2) al 63,4% (n=26), mientras los que obtuvieron un rendimiento insuficiente (1,0 a 4,8) al 19,5% (n=8); la segunda variable que midió la habilidad matemática, fue la prueba “Dose Calculation Skill Test” arrojando resultados óptimo (6,3 a 7,0) en 51,22% (n=21), regular (4,9 a 6,2) en 31,71% (n=13), mientras los que obtuvieron un rendimiento insuficiente (1,0 a 4,8) al 17,07% (n=7). En la prueba final de cálculo de dosis, los resultados observados correspondieron a óptimo (6,3 a 7,0) a 46,3% (n=19), regular (4,9 a 6,2) al 48,8% (n=20), mientras los que obtuvieron un rendimiento insuficiente (1,0 a 4,8) al 4,9% (n=2)

Por otro lado, en los resultados obtenidos luego del análisis bivariado se puede observar que al cruzar las variables de rango del promedio de la asignatura “matemática aplicada” y rango de notas de la prueba final de cálculo de dosis, se obtiene un coeficiente de correlación rho de Spearman de 0,407, permitiendo establecer con un 0,008 de significancia bilateral, que existe una relación positiva débil entre ambas variables.

VER ANEXO 1

En cuanto al cruce de variables entre el rango de notas de la prueba diagnóstica “Dose calculation skill test” y rango notas de prueba la final de cálculo de dosis, se evidencia un coeficiente de correlación rho de Spearman de 0,311, permitiendo establecer con un 0,048 de significancia bilateral, que también existe una relación positiva débil entre ambas variables mencionadas.

VER ANEXO 2

Finalmente, se analizaron otras variables del tipo sociodemográfica con el éxito en cálculo de dosis, sin obtener resultados con significancia menor al 0,05.

DISCUSIÓN

La caracterización de los sujetos de estudio corresponde a 92,7% de género femenino, distribuidos mayoritariamente en la generación sociodemográfica Y o millenials, de manera similar a como lo demuestran diversas investigaciones de los últimos 10 años  permitiendo contrastar estos resultados con otra evidencia científica, dado que comparten características y fenómenos socioculturales similares18,20,22,23,24. En relación con las habilidades matemáticas, medidas con el promedio de la asignatura matemática aplicada, se observa que el 63,4% obtiene un rendimiento regular (70-89% de aciertos), similar a como lo declaran Yapucu et al20 y Roykenes et al22, con 50% y 59% estudiantes con este mismo rango de resultados, respectivamente.

Un elemento que se destaca en esta investigación es la medición de las habilidades matemáticas mediante el instrumento “Dose calculation skill test” previo al inicio de los contenidos de cálculo de dosis, donde se obtuvo que el 51,22% contesta sobre el 90% de las preguntas planteadas, prácticamente el mismo resultado obtenido por Coyne23 con un 52% de éxito entre los sujetos de investigación.

El análisis descriptivo permite establecer que la medición final del proceso, arroja que el 48,8% de los estudiantes alcanzan sobre el 90% de acierto en cálculo de dosis, mostrando un éxito marcadamente menor que otras experiencias similares, donde se observó hasta 85% de rendimiento óptimo20,23. Al revisar detalladamente la metodología de estas investigaciones referenciales, se logra dar cuenta que en el proceso de entrenamiento se incorporó un software de práctica de cálculo de dosis y otros recursos digitales pertinentes al contenido. Una vez realizado el análisis bivariado, este estudio concuerda con otras investigaciones, en lo referido a que elementos sociodemográficos no son estadísticamente significativos al momento de explicar el rendimiento del cálculo de dosis; donde hubo una correlación fue entre la habilidad matemática y el éxito en este tipo de ejercicios, aunque dejando espacio a que otros factores no considerados en esta investigación igualmente puedan tener algún grado de incidencia en el resultado.

Durante el año 2008, la enfermera investigadora Kerry Wright luego de observar que solo 25% de los estudiantes tuvo un buen desempeño en cálculo de dosis, realizó una investigación sobre la materia, esta vez incorporando programas de computación de práctica de cálculo de dosis de acceso abierto y cambios en la estrategia académica, para con ello fomentar la exposición permanente a este tipo de preguntas, lo que permitió aumentar hasta un 85% de preguntas correctamente respondidas de mencionado contenido25. Esto dio pie para retomar una tendencia abandonada por la comunidad científica de los años 1990, donde Bliss-Holtz27, Kapborg28 y Calliari29 señalan dos elementos teóricos vinculados al buen rendimiento en el cálculo de dosis: (a) la matemática impacta la capacidad de desarrollar ejercicios de cálculo de dosis, pero solo permite resolver el problema matemáticos sobre el uso de razones y proporciones, por lo que (b) no logra dar una respuesta completa a la necesidad de la conceptualización y comprensión de los ejercicios de cálculo.

CONCLUSIONES

Considerando todos los antecedentes entregados, es posible concluir que la habilidad matemática medida con el promedio de la asignatura “matemática aplicada” y la prueba “Dose calculation skill test” tiene una correlación positiva débil con el rendimiento en cálculo de dosis de medicamentos en estudiantes de Enfermería, por lo que es posible indicar que la matemática tiene una ligera implicancia sobre el éxito en el cálculo de dosis de fármacos, y que se requiere ampliar el campo de estudio para la identificación de otras variables que pudieran estar incidiendo de manera más importante, tal como podría ser la conceptualización deficiente de los ejercicios de cálculo de medicamentos.

Por lo anterior, esta investigación permite dejar de manifiesto, que los esfuerzos académicos en la disciplina deben estar puestos en dos ejes. El primero es el referido al fortalecimiento de la habilidad matemática para un aumento en el rendimiento en cálculo de drogas, medicamentos, soluciones y ejercicios de similares características tanto en la sala de clases como en los talleres/laboratorios, con permanente repetición y evaluación de los resultados, ya sea de forma sumativa o formativa. En segundo término, se deben aumentar los esfuerzos del mundo académico con la intención de  empoderar a los estudiantes de una mayor y mejor conceptualización, pensamiento lógico y análisis crítico de todos los procesos clínicos asociados a los fármacos, que permita hacer la bajada de información desde el ejercicio hacia el papel durante la etapa de formación universitaria, y posteriormente desde la indicación médica en la ficha clínica, hacia el usuario que requiere de cuidados farmacológicos, para así propiciar la preparación y administración de medicamento de forma segura, con estándares de calidad y que resguarde el bienestar de los pacientes25.

Así entonces, esta investigación propone realizar cambios profundos en la didáctica de los programas curriculares donde se imparta el contenido de cálculo de dosis, incorporando esta competencia como elemento transversal a desarrollar a lo largo de toda la trayectoria académica del alumno durante el pregrado. Por lo anterior se sugiere:

  • En la asignatura de “matemática aplicada” o su homólogo correspondiente: (a) fortalecer contenidos de razones y proporciones, pero además incluir temas relacionados con lógica matemática, (b) el académico de esta asignatura debe contar con el acompañamiento y guía de un profesional de Enfermería para orientar la entrega de contenidos matemáticos en virtud del lenguaje, intereses y desarrollo profesional de la gestión del cuidado, (c) permitir al menos una vez al mes, que el docente de la asignatura de matemática sea acompañado en el aula por Enfermera y (d) considerar otorgar puntos extras en las evaluaciones sumativas por medio la incorporación de preguntas de cálculo de dosis, a fin de fomentar el interés e importancia de este aprendizaje.
  • En la asignatura de farmacología o en aquella donde se incluyan contenidos de cálculo de dosis: (a) redoblar los esfuerzos en el desarrollo de habilidades por parte del estudiante, de tal forma que esta asignatura no esté centrada en conocer los aspectos teóricos, farmacocinéticos o farmacodinámicos de los medicamentos, sino también en la repetición y práctica permanente de ejercicios de cálculo de dosis y en la comprensión profunda de la conceptualización del cálculo de dosis más allá de la mirada meramente matemática, (b) en los talleres de Farmacología, así como en asignaturas que se dicten de manera paralela según sea la factibilidad técnica, incorporar actividades de cálculo de dosis en laboratorios de simulación procedimental de preparación de medicamentos, (c) considerar como parte de los contenidos en la asignatura, los aspectos relacionados con los efectos adversos derivados de la sobredosis o infradosis, como consecuencia de errores de medicación y cálculo de dosis, (d) dado que la literatura declara que el error más frecuente en el cálculo de dosis es el referido a dificultades del tipo aritmético, causando ejercicios de operaciones básicas incorrectas o errores vinculados con la ubicación de los decimales, esta investigación recomienda la utilización de calculadora básica en cualquier prueba de cálculo de dosis, (e) se sugiere que en la pregunta de cálculo de dosis esté explicitada la forma de presentación y preparación del medicamento, con la intención que el estudiante no ocupe recursos cognitivos en la memorización de estos datos, y más aún cuando se considera que la Enfermera en el ejercicio de su profesión debe leer cada medicamento previo a su administración con el fin de verificar que sea el fármaco correcto, (f) integrar preguntas de cálculo de dosis en todas las evaluaciones de Farmacología, sea solemne, tipo quiz, formativas y sumativas, y de esta manera fomentar el entrenamiento permanente.
  • En asignaturas posteriores a Farmacología: (a) debe ser obligatorio que en todas las evaluaciones teóricas y prácticas de los diferentes asignaturas disciplinares, se incluyan al menos un ejercicio cálculo de dosis, de tal manera que exista una exposición constante a esta actividad, (b) previo al ingreso al internado profesional, el estudiante debe realizar una evaluación que integre los conocimientos básicos de Enfermería, y de esta manera consignar que el alumno cuenta con los contenidos básicos que permitan realizar una adecuada y segura gestión del cuidado, incluido lo referido a cálculo de dosis de medicamentos.
  • Otras sugerencias académicas: (a) el contenido de cálculo de dosis debe ser impartido en la asignatura de Farmacología, (b) el perfil propuesto para el académico que dicte el programa de Farmacología o en el que se imparta sobre cálculo de dosis debe priorizar a los profesionales de Enfermería, (c) el cuerpo de docentes disciplinares de la carrera, debe acordar una metodología en común para el abordaje de este contenido, (d) considerar la adquisición de licencias de software de entrenamiento de cálculo de dosis, que permitan que los estudiantes puedan practicar de manera autónoma, libre y asincrónica, (e) realizar seguimiento especial a estudiantes con dificultades en cálculo de dosis, a fin de brindar herramientas que faciliten el empoderamiento de esta habilidad y (f) realizar un seguimiento especial a los estudiantes que en la asignatura matemática previa a Farmacología tenga un 4,8 o menor de promedio, ya que es este rendimiento se asocia a una menor habilidad de cálculo de dosis de medicamentos.

LIMITACIONES

Las principales limitaciones presente en esta investigación son del tipo metodológicas. La primera es la referida a la escasa muestra obtenida y a la poca heterogeneidad de los sujetos en estudio, dado que está focalizado en una sola institución de educación superior, con un perfil académico determinado. Por otra parte, es posible señalar como gran foco de dificultad es la escasa literatura disponible existente sobre cálculo de dosis, factores que inciden en su éxito y otros que pudieran ser similares; esto es más marcado aún si la búsqueda bibliográfica se limita a Latinoamérica e hispanohablantes.

Por lo anterior, es que se plantea fomentar que el cálculo de dosis medicamentos sea considerado como línea de investigación en educación y con ello abrir el interés de la comunidad académica de Enfermería al desarrollo de estudios con otros diseños, como lo podría ser del tipo experimental, con poblaciones y muestras de mayor tamaño, o exploraciones del tipo cualitativo.

Ver anexo

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