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Retirada de cuerpos extraños

Retirada de cuerpos extraños

Resumen:

Los cuerpos extraños son cualquier elemento externo que entra en nuestro organismo y que cómo profesionales de la Enfermería tenemos que hacer frente a ellos a través de una serie de procedimientos. Para ello hemos realizado una revisión bibliográfica a través de la búsqueda de información en diferentes bases de datos como son Dialnet y Scielo.

Autores:

Celia Garrido Manové. Graduada en Enfermería.

Rosa María Ruíz García. Graduada en Enfermería.

Sara Garrido Manové. Graduada en Enfermería.

Palabras clave: cuerpo extraño, extracción y granuloma.

Introducción:

Los cuerpos extraños cuando se introducen en el cuerpo pueden ocasionar complicaciones más o menos importantes si no se actúa a tiempo. Podemos definirlo como cualquier elemento externo que entra en nuestro organismo por alguna vía ya sea la piel, boca, oídos, ojos o nariz, impidiendo el correcto funcionamiento del mismo y pudiendo acarrear daños importantes.

Los signos y síntomas que presentan las personas son diferentes y debemos de tenerlos muy en cuenta y actuar en la mayor brevedad posible.

Podemos hablar de una gran variedad de cuerpos extraños pero cómo profesionales de la Enfermería nos vamos a centrar en aquellos que podemos abordar nosotros, como son aquellos que encontramos en ojos, oídos, nariz y otros cuerpos extraños cómo son los que se enclavan en la piel.

Objetivos:

En el presente trabajo nos marcamos como objetivo el dar a conocer cuáles son los procedimientos que debemos de realizar para la retirada de cuerpos extraños.

Metodología:

Como metodología hemos realizado una revisión bibliográfica a través de la búsqueda de varios artículos en diferentes bases de datos como son Dialnet y Scielo. Para la realización de dicha búsqueda hemos utilizado las palabras claves cuerpo extraño, extracción y granuloma.

Desarrollo:

Un cuerpo extraño es cualquier elemento que se introduce en nuestro cuerpo siendo ajeno a él, pudiéndose alojar en la piel, boca, oídos, ojos o en cualquier otra parte de nuestro organismo.

Debemos de sospechar que la persona presenta un cuerpo extraño cuando:

  • Antecedentes de herida abierta o punzante que produce dolor agudo y circunscrito al palpar sobre ella. Bulto que produce dolor al movilizarlo (a veces el cuerpo extraño se vislumbra a través de la epidermis). Lesión tendinosa o nerviosa.
  • A medio plazo:
    • Herida que no termina de cerrar.
    • Absceso (con cultivo negativo).
    • Drenaje o supuración crónica.
    • Granuloma.
  • Otros indicios o síntomas:
    • Formación quística.
    • Artritis o sinovitis (proceso inflamatorio).
    • Reacción perióstica.
    • Osteomielitis.
    • Pseudotumores óseos.

Los cuerpos extraños enclavados en la piel podemos clasificarlos en función a qué origen tienen:

  • Origen vegetal: como por ejemplo las espinas del pescado, el aguijón de la avispa…
  • Origen animal: aquí encontramos las espinas de las plantas, las astillas de la madera…
  • Telúricos: arena, piedras…
  • Fómites: puntas de bolígrafos o lápices, vidrio, cristales…

Podemos realizar una valoración ante un cuerpo extraño:

  1. Sí el paciente cree sentir que tiene enclavado un cuerpo extraño tenemos que aceptar su posible existencia.
  2. Realizar una pequeña entrevista con el paciente para averiguar que posibles materiales puede presentar o sí recientemente ha sufrido algún tipo de traumatismo.
  3. Y nunca debemos de olvidar la inmunización antitetánica.

El fallo más frecuente que nos encontramos ante este tema es el no poder localizar el cuerpo extraño por lo que en numerables ocasiones es necesaria la realización de un estudio por imágenes para ver cuál es la localización exacta del mismo aunque en la mayor parte de los casos de cuerpos extraños por enclavamiento en la piel se localizan pasando el dedo por la zona.

Y como complicaciones que se dan en mayor proporción encontramos: formación de granulomas (tumor de naturaleza inflamatoria que puede aparecer en ciertas zonas del organismo) e infecciones.

Extracción de cuerpos extraños:

NARIZ: sólo podemos extraer los de fácil acceso. Es más frecuente en niños y deficientes mentales, pueden permanecer inadvertidos mucho tiempo y suelen ubicarse en meato inferior de la fosa nasal.

  • Lo primero que debemos de hacer es forzar el estornudo haciendo que inhale polvo de tabaco o pimienta y siempre tapando el orificio que no está obstruido, o bien pedirle a la persona que se suene la nariz tapando el orificio libre.
  • Sí el cuerpo extraño no sale con lo dicho anteriormente debemos de utilizar la llamada “Técnica de Itard”:
    • Utilizar sonda de Itard o gancho de cuerpo extraño.
    • Introducir gasa orillada con anestésico tópico.
    • Introducir sonda/gancho hasta coana sobrepasando el cuerpo extraño.
    • Girar suavemente e ir arrastrando el cuerpo extraño.

Imagen 1: 

Técnica de Itard
Técnica de Itard

Los signos y síntomas presentados por una persona que presenta un cuerpo extraño en la nariz son: dificultad en la respiración, presenta secreción sanguinolenta y en algunas ocasiones se inflama la nariz.

OJOS: realizamos la tinción con fluoresceína. Se le aplica una gota y se le dice que parpadee suavemente, luego cerrar el ojo durante un minuto y con suero templado echarle lentamente desde el ángulo interno hacía afuera (lavado ocular).

  • Derivamos al especialista cuando el cuerpo extraño sea una partícula de materia sólida que no pueda eliminarse irrigando suero estéril o usando torunda humedecida.
  • Algunos cuerpos extraños metálicos pueden extraerse con un imán.
  • Podemos utilizar una torunda: emplear torunda de algodón, empapada en suero y evitar arrastrar sobre la córnea el cuerpo extraño, especialmente si se trata de una esquirla metálica.
  • Empleo de una lazada: sí carecemos de torunda de algodón adecuada, podemos utilizar la seda de una sutura, montada en el extremo del porta agujas en forma de lazada.
  • Cubrir el ojo colocando apósito oclusivo.

Imagen 2:

 lavado ocular.
Lavado ocular

Los signos y síntomas que aquí nos podemos encontrar son: enrojecimiento de dicho ojo, inflamación, sensación de ardor y dolor, lagrimeo del mismo y presentan además dificultad para poder dejar el ojo abierto.

OÍDOS: para extraer un cuerpo extraño del oído nunca debemos de utilizar pinzas, las únicas que podríamos utilizar son las llamadas “pico-pato” que se usan a través de un otoscopio. Previa a la extracción el paciente debe firmar un consentimiento informado.

  • Sí el cuerpo extraño está visible podemos ayudarnos con el otoscopio y una pequeña sonda a la que pondremos un poco de pegamento (no mucha cantidad) en la punta. Una vez que la punta de la sonda toque el cuerpo extraño debemos esperar 2-3 minutos y luego la extraemos.
  • Para extraer tapones utilizamos agua templada (en dirección hacia arriba y hacia afuera) nunca hacía el tímpano. Y es importante no realizar irrigación sí hay antecedentes de perforación timpánica, infección u otras patologías.
  • En el caso de encontramos ante chicles, pegamento o poliestireno expandido utilizamos acetona.
  • Y sí el cuerpo extraño es un insecto vivo primero tenemos que poner un foco de luz intensa. Sí el insecto no sale tenemos que matarlo con aceite mineral tibio, alcohol de 70º o aceite de bebé (templado) y luego realizar un lavado del oído.
  • Derivar al especialista a los pacientes no colaboradores, sí no se ve el cuerpo extraño, sí no parece fácil su extracción, sí existe patología previa del oído, sí se presenta dolor de oído, salida de pus o sordera.

Imagen 3: 

extracción de un tapón
Extracción de un tapón

Los síntomas y signos que presentan estas personas son: dolor debido a la inflamación, sensación de movimiento sí el cuerpo extraño se trata de un insecto, puede encontrarse disminuida la audición y en algunas ocasiones marcha inestable.

PIEL: previo a la retirada de cuerpos extraños debemos de realizar una valoración del alcance de las lesiones que puede haber ocasionado. En muchas ocasiones dichos cuerpos extraños se encuentran taponando alguna arteria por tanto debemos de extremar las precauciones para evitar una posible hemorragia.

  • Siempre que sea posible debemos de retirarlos con un poco de anestésico local.
  • Para extraer astillas de madera, púas… debemos de realizar una incisión transversa en la piel, a la altura de la zona media del cuerpo extraño donde se atrapa con unas pinzas. Luego se realiza otra incisión en su punto declive, para poder asomar uno de sus extremos. Una vez realizada ambas incisiones con unas pinzas desplazamos el cuerpo extraño en dirección a la incisión por donde asoma el extremo.
  • Los cuerpos extraños de vidrio o cristal se localizan tocando con instrumental metálico. Una vez que se retiran se puede suturar la herida o dejarla que cierre por segunda intención.
  • Aquí podemos encontrarnos con anzuelos enclavados en la piel. Para su retirada se infiltra anestesia local y se quita realizando el mismo recorrido, no a la inversa.
1º Aquí observamos el anzuelo enclavado.
1º Aquí observamos el anzuelo enclavado.

 

2º Tenemos que sacar la punta del anzuelo.
2º Tenemos que sacar la punta del anzuelo.
3º Una vez que esté fuera la cortamos.
3º Una vez que esté fuera la cortamos.

 

         

4º Extraemos el resto del anzuelo.
4º Extraemos el resto del anzuelo.

Conclusiones:

Como enfermeros a lo largo de nuestra trayectoria profesional vamos a encontrarnos con una gran cantidad de personas que presentan cuerpos extraños en su organismo y por lo tanto debemos de conocer cuáles son los procedimientos a seguir porque puede verse comprometida la vida de la persona si  no actuamos en la mayor brevedad posible. Por lo tanto pensamos que dicho tema tiene un gran interés y que todos los profesionales de la Enfermería deberían de conocer y llevarlo a la práctica.

Bibliografía:

  • Cuestas, G., & Rodríguez, H. (2014). Cuerpos extraños en faringe.Rev Faso, 21(2), 30-32.
  • Vázquez, H., Maestu, P. L., Diez, J. M., Iñigo, L. D., Fernández, G. L., & Martín, R. J. (2003). Extracción de cuerpos extraños de la vía aérea.Rev Patol Respir6(4), 167-9.
  • Domínguez, M., Galiana, J.A. & Pérez, F.J. (2016). Cuerpos extraños enclavados. En Manual de Cirugía Menor (309-314). Cádiz: GADICime.