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Revisión bibliográfica de la hidatidosis

Revisión bibliográfica de la hidatidosis

Autor principal: Javier Laborda Lafuente

Vol. XVII; nº 17; 682

Bibliographic review on hydatidosis

Fecha de recepción: 25/07/2022

Fecha de aceptación: 06/09/2022

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVII. Número 17 Primera quincena de Septiembre de 2022 – Página inicial: Vol. XVII; nº 17; 682

Autores:

Javier Laborda Lafuente. Graduado de enfermería. Experto universitario en atención en neurología para enfermería. Experto universitario en actuaciones en urgencias y emergencias para enfermería. Digestivo. Hospital universitario Miguel Servet. Zaragoza. España.

Marta Gimeno Gómez. Graduada en enfermería. Máster en cuidados paliativos de enfermería. Universidad de San Jorge. Digestivo. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza España.

Patricia Miñés Fernández. Graduada en enfermería. Experto universitario en cuidados de anestesia. Experto universitario en asistencia sanitaria a los accidentes de tráfico. Máster en cuidados paliativos para la enfermería. Universidad de Zaragoza. Hospital de semana. Hospital universitario Miguel Servet. Zaragoza. España.

Clara Ansó Jaraute. Graduada en enfermería. Máster universitario en enfermedades tropicales. Máster en atención de enfermería en urgencias y emergencias. Universidad de San Jorge. Servicio infeccioso. Hospital universitario Miguel Servet. Zaragoza. España

Estefanía Julvez Barranco. Graduada en enfermería. Universidad San Jorge. Neumología. Hospital Royo Villanova. Zaragoza. España.

Elena Vicente Modrego. Graduada en enfermería. Experto universitario en geriatría y en cuidados en la edad adulta para enfermería. Experto universitario en patología vascular para enfermería. Universidad de Valladolid. Digestivo. Hospital universitario Miguel Servet. Zaragoza. España

Andrea Lanas Gascón. Graduada en enfermería. Experto universitario en cuidados de anestesia. Experto universitario en asistencia sanitaria a los accidentes de tráfico. Universidad de Zaragoza. Zaragoza. España.

Los autores de este manuscrito declaran que:

Todos ellos han participado en su elaboración y  no tienen conflictos de interés. La investigación se ha realizado siguiendo las pautas éticas internacionales para la investigación relacionadas con la salud con seres humanos elaboradas por el consejo de organizaciones internacionales de la ciencias médicas en colaboración con la organización mundial de la salud. El manuscrito es original y no contiene plagio. El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otras revistas. Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados. Han preservado las identidades de los pacientes.

  1. RESUMEN

Entre las zoonosis, o enfermedades infecciosas y parasitarias de los animales que pueden transmitirse al hombre en condiciones naturales, una de las de mayor importancia en España es la Hidatidosis.

La Hidatidosis, o Equinococosis Quística, está causada por el Echinococcus granulosus; el cual requiere de diferentes huéspedes para completar su ciclo de vida. Tiene distribución mundial, con mayor prevalencia en zonas templadas. Las zonas de España donde existe mayor incidencia de esta enfermedad son Castilla y León, La Rioja, Navarra, Aragón y la costa Mediterránea; aunque también existen registros en otras comunidades, como Cantabria.

Es una Enfermedad de Declaración Obligatoria (EDO) en España. Los signos y síntomas pueden deberse al quiste en sí, su sobreinfección o reacciones de anafilaxia secundarias a su ruptura.

Debido a su lento crecimiento, el diagnóstico habitualmente se realiza en la edad adulta mediante los síntomas clínicos, las pruebas de imagen y las serológicas. El tratamiento se basa en tres pilares fundamentales: cirugía, drenaje percutáneo y fármacos antiparasitarios.

PALABRAS CLAVE: hidatidosis, enfermedades infecciosas, tratamiento, enfermería.

ABSTRACT

Among zoonoses, or infectious and parasitic diseases of animals that can be transmitted to man under natural conditions, one of the most important in Spain is Hydatidosis.

Hydatidosis, or Cystic Echinococcosis, is caused by Echinococcus granulosus; which requires different guests to complete its life cycle. It has a worldwide distribution, with greater prevalence in temperate zones. The areas of Spain where there is a higher incidence of this disease are Castilla y Leon, La rioja, Navarra, Aragon and the Mediterranean coast; although there are also records in other communities, such as Cantabria.

It is a notifiable disease (EDO) in Spain. Signs and symptoms may be due to the cyst itself, its superinfection, or anaphylaxis reactions secondary to its rupture.

Due to its slow growth, the diagnosis is usually made in adulthood through clinical symptoms, imaging and serological tests. Treatment is based on three fundamental pillars: surgery, percutaneous drainage and antiparasitic drugs.

KEYWORDS: Hydatidosis,infectious diseases, treatment, nursing.

2.     INTRODUCCIÓN

La Equinococosis o Hidatidosis es una zoonosis parasitaria producida por una tenia del género Echinococcus, del que se existen cuatro especies relevantes: E. granulosus, E. multilocularis, E. vogeli y E. oligarthrus. Recientemente se han identificado otras dos, E. shiquicus y E. filidis, aislados respectivamente en pequeños mamíferos de la meseta tibetana y en leones africanos. Sin embargo, aún se desconoce su capacidad patógena.

El E. granulosus es el principal responsable de la Hidatidosis en humanos, en su forma de Equinococosis Quística (EQ), que afecta al 95% de los 2-3 millones de personas que se estima padecen esta zoonosis. (1) (Figura 1)

Es la menor de las tenias que parasitan vertebrados; el gusano adulto tiene un tamaño de 4-6 mm de largo por 0,5 mm en su parte más ancha. Está formado por 3-5 anillos o segmentos, generalmente 3, que aumentan de tamaño a medida que se alejan de la cabeza. Esta tiene cuatro ventosas y de 28 a 50 ganchos en una corona doble. Estos ganchos son de dos tamaños: grandes (de 22 a 30 μ de largo) y pequeños (de 18 a 22 μ).

El gusano adulto vive habitualmente en el intestino delgado del perro, chacal, zorro y lobo, introducido entre sus vellosidades y sujeto a su pared mediante las coronas de ganchos. Este parásito no posee aparato digestivo, por lo que se nutre de los principios nutritivos que llegan al intestino del huésped a través de sus membranas. (2)

Es hermafrodita, es decir, el parásito adulto posee ambos sexos. De los tres anillos habituales el primero no posee órganos genitales.  El segundo sí los contiene, tanto el elemento macho como él hembra plenamente desarrollados, y el tercer anillo es grávido, es decir, está cargado de huevos.

Cuando el tercer anillo se llena de huevos (500-800) se desprende del resto del parásito y sale al exterior con las heces del huésped, rompiéndose generalmente y diseminándose.

En ambientes secos los huevos suelen persistir unos 15 días, pero a bajas temperaturas pueden permanecer vivos varios meses. En agua pueden sobrevivir de 150 a 300 días.

La forma larvaria nace cuando el huevo es ingerido por un huésped intermediario adecuado, generalmente ganado ovino, caprino, bovino y equino. Cerdos, camellos y otros herbívoros son también huéspedes intermediarios de esta tenía. Atraviesa la pared intestinal del huésped y por la sangre se distribuye por su organismo deteniéndose en algunos órganos, preferentemente en hígado y pulmón. Allí empieza a desarrollarse, pudiendo alcanzar un diámetro de 4-5 mm a los 3 meses, de 15-20 mm a los 5 meses y llegar hasta 10 cm de diámetro, siempre en forma de quiste.

Este quiste está formado por tres paredes: la externa, creada por la reacción de los tejidos del huésped alrededor del parásito; la media, propia de éste, quitinosa, blanco-amarillenta, y la interna o membrana germinativa de la que brotan cápsulas o vesículas que contienen escólex, que se desprenden en el interior del quiste que está lleno de un líquido transparente. En este líquido que, por su aspecto se ha llamado «agua de roca», pueden apreciarse unos granitos blancos diminutos denominados «arena hidatídica», que son los escólex citados. Estos tienen forma ovalada y, como la tenia adulta, tienen 4 ventosas y una corona de ganchos. En un quiste puede haber cientos de miles de escolex. (Figura 2)

Cada uno de éstos, cuando sea ingerido por un huésped definitivo adecuado (perro, chacal, lobo), se convertirá en una nueva tenia. Si un quiste se rompe, estos escólex pueden asentar en otro órgano (peritoneo, pleura) y producir nuevos quistes (hidatidosis secundaria).

Como factores de riesgo de adquisición de la EQ, se han propuesto el bajo nivel socioeconómico, la escasa educación sanitaria, la adscripción a áreas rurales y la relación con perros que estén en contacto con ganado o despojos de animales. (2)

3.     EPIDEMIOLOGÍA

El Echinococcus granulosus tiene una distribución geográfica mundial y en todos los continentes habitados hay presentes focos endémicos. En la Figura 3 puede observarse que aquellos países que se encuentran en las zonas templadas, como son varias zonas de Europa y Asia (las regiones del Mediterráneo, centro de Rusia, Asia central, China), Australia, algunas regiones de Estados Unidos (especialmente América del Sur) y en el norte y este de África, es donde se encuentra mayor prevalencia de hidatidosis en hospedadores humanos. (3)

En las regiones endémicas, las tasas de incidencia de la Equinococosis Quística en el ser humano pueden ascender a más de 50 por 100 000 personas-año, y la prevalencia puede alcanzar el 5-10% en algunas zonas de Argentina, Perú, África Oriental, Asia Central y China. (4)

Dentro de las fronteras españolas, la Hidatidosis es una enfermedad endémica en algunas partes del norte-oriental, central y occidental, donde en los últimos años se ha registrado un repunte en las tasas de prevalencia de la enfermedad. España está considerada un área de alta endemicidad dentro de Europa. (3, 5)

Aunque los programas de control específicos frente a E. granulosus iniciados en 1986 han dado lugar a notables reducciones de las tasas de infección, en España la enfermedad sigue siendo un problema de salud pública especialmente importante en Extremadura, Castilla y León, La Rioja, Navarra, Aragón y la costa mediterránea (6). Estos programas de control se basaban en tres pilares fundamentales en el control de la enfermedad: la desparasitación y control de perros, control de vísceras en mataderos y cadáveres en el campo, e información y educación sanitaria (7). La reducción de estos programas debido a la falta de recursos económicos puede tener consecuencias catastróficas, lo que lleva a una enfermedad grave, la pérdida económica considerable, y un problema de salud pública definida de creciente preocupación. De este modo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) está trabajando para lograr la validación de estrategias de control de la Equinococosis Quística eficaces para el año 2020 (4).

En el año 2014 se declararon 150 casos de Hidatidosis en España (tasa de 0,3 casos por 100.000 habitantes), lo que supuso un ligero descenso respecto al año anterior. El número de casos fue disminuyendo hasta el año 2011 (111 casos), y aumentó en 2012 (162), manteniéndose en niveles similares desde entonces. La incidencia en hombres superó ligeramente a la de mujeres, excepto en los años 2010 y 2011 donde se igualó (Figura 3). De los 150 casos declarados, 77 (51%) fueron confirmados. En 2014 declararon casos ocho Comunidades Autónomas (CCAA), siendo la más alta Castilla y León (2,1 casos por 100.000 habitantes), seguida por Aragón (1,6 casos por 100.000 habitantes), y Castilla-La Mancha (0,8) (Figura 4). Históricamente Aragón ha sido una de las CCAA con mayor cantidad de casos declarados de esta enfermedad, y Zaragoza la provincia con más casos declarados en 2013. (7)

Estas CCAA del centro, noroeste y oeste se consideran las regiones de mayor endemia debido al sistema de explotación ganadera extensivo o semiextensivo y a la importancia de sus cabañas ganaderas. (5) Esta enfermedad difiere de unas provincias a otras, siempre en relación con el número de ovinos y el régimen de explotación de los mismos (pastoreo o régimen intensivo), por ello es superior su incidencia en zonas rurales respecto a las urbanas. (7)

En cuanto a la distribución de los casos por sexo y edad, en 2014 en España el número de casos fue superior en hombres con 86 (57,3%) casos frente a 64 (42,6%) casos en mujeres. Los grupos de edad con mayores tasas fueron los de 65-74 años en hombres y los mayores de 84 en mujeres. En niños solo hubo dos casos en el grupo de 10-14 años. (7)

Es interesante destacar que existe otra forma clínica de la enfermedad en la que el hospedador definitivo es el zorro, denominada hidatidosis alveolar y producida por E. multilocularis. Esta enfermedad presenta mayor gravedad en humanos y está adquiriendo cierta relevancia en algunos países de Europa. Esto se ha tenido en cuenta en los nuevos protocolos de vigilancia en los que se ha incluido información sobre la especie de Equinococo. (7)

4.     PATOGENIA

El ciclo vital del Echinococcus granulosus consta de dos huéspedes, definitivo e intermediario. (8) Tal y como se muestra en la Figura 5 el parásito vive en el huésped definitivo (el perro) y elimina sus huevos a través de las heces del mamífero. Estos huevos, que se encuentran en la hierba y los pastos, se introducen dentro de los huéspedes intermediarios (ganado) cuando pastan de ellos. Es en el interior de sus órganos donde se desarrolla la forma larvaria del parásito, que contiene un gran número de escólex.

En un momento dado, las vísceras de los huéspedes intermediarios son ingeridas por los perros, de manera que los quistes desarrollados en ellos se rompen y los escólex pasan a ser gusanos adultos que vivirán en su intestino. De esta manera se cierra el ciclo vital del parásito. Aproximadamente a las 7 semanas el perro elimina los huevos por las heces, aunque no presenta síntomas de la enfermedad.

El ser humano consta como un intermediario dentro del ciclo vital del parásito, y su forma más habitual de infección suele ser el contacto directo con el perro (hocico y pelaje) o indirecto, con verduras mal lavadas que han estado en contacto directo previamente con el animal o sus desechos. Una vez que el parásito entra dentro del ser humano la formación de los quistes se realiza igual que en otros animales, siendo los órganos más afectados el hígado (75%), los pulmones, riñones (2’1%), bazo (2’3%), hueso (1’1%), cerebro (1’4%). Como las larvas pueden atravesar varias membranas es frecuente que la infección se produzca en varios órganos a la vez. (1)

5.     CLÍNICA

La hidatidosis normalmente permanece en silencio durante años antes de que los quistes causen síntomas de agrandamiento de los órganos afectados, por ello, las manifestaciones clínicas van desde la infección asintomática hasta enfermedad grave. Aproximadamente la mitad de los pacientes que reciben tratamiento médico para la infección pocos años después de ser infectados.(4) Aunque el crecimiento es muy variable, y puede estar influido por factores relacionados tanto con el propio quiste como con el tejido circundante, se calcula que el diámetro aumenta una media de 1-5 cm al año.

En algunos casos los quistes son múltiples afectando a diversos órganos y produciendo en ellos daños muchas veces irreparables, puesto que la sintomatología no depende sólo del tamaño del quiste y de su número, sino del efecto masa que tenga lugar en el órgano afectado, y de la repercusión sobre los tejidos circundantes. Así mismo, puede comprimir estructuras vecinas, produciendo la clínica correspondiente. (1)

Los principales síntomas en los pacientes con equinococosis hepática son el dolor abdominal y la hepatomegalia. Cursa también con ictericia, anorexia y efecto masa en los quistes abdominales, y fracturas espontáneas o compresión vascular en la afectación ósea. La afectación del sistema nervioso central también puede dar lugar a vómitos, como parte de la clínica secundaria a la hipertensión intracraneal. Otros síntomas pueden ser convulsiones o ataxia.

Entre las complicaciones de la hidatidosis quística destaca, por una parte, la fistulización o ruptura del quiste, lo que puede dar lugar tanto a la diseminación de la infección a otros órganos como al desarrollo de reacciones anafilácticas. Este último efecto es especialmente grave, presentándose hasta en el 10% de todas las roturas peritoneales.

La expansión de los quistes puede producir la compresión de la vena porta o de los conductos biliares, lo cual puede dar lugar a la atrofia de determinados segmentos o lóbulos hepáticos. Otra complicación es la fistulización de quiste a la vía biliar, con la consiguiente colangitis secundaria. La liberación de las vesículas a los conductos biliares también puede producir obstrucción biliar. También es posible la aparición de infecciones bacterianas e incluso abscesos en el seno o en el entorno de los quistes, llegando a producirse esta complicación hasta en el 40% de los pacientes. Por último, cabe señalar aquellas complicaciones por lesión del parénquima hepático, como pueden ser la hipertensión portal o la ascitis. (1)

6.     DIAGNÓSTICO

La clínica de la hidatidosis depende del órgano afectado y de la presencia de complicaciones. Es remarcable mencionar que hay muchas personas asintomáticas en las cuales la presencia de quistes es un hallazgo accidental por una prueba de diagnóstico por imagen dirigida a otros motivos. (9)

Podremos diagnosticar una hidatidosis cuando observamos una masa quística (sobre todo en el abdomen o en el tórax) a través de las pruebas por imagen y antecedentes epidemiológicos (lugar de origen, contacto con perros, familiar con diagnóstico de hidatidosis), además de recurrir al examen físico y las pruebas serológicas. (9)

La ecografía por su alta sensibilidad y especificidad del 95% y un diagnóstico superior a la serología (3/1 contra ELISA), además de por su bajo costo operativo y accesibilidad, constituye el método de elección para el diagnóstico precoz de la hidatidosis hepática aplicada en forma de encuestas masivas a poblaciones de riesgo. (10)

La hidatidosis se presenta en el 90% de los casos en el hígado o pulmón, siendo más común en el hígado que en el pulmón, en pacientes con síntomas clínicos.

El método más frecuente para diagnosticar una hidatidosis hepática es la ecografía debido a su mayor sensibilidad y especificidad. Se debe considerar este examen para el diagnóstico en pacientes sintomáticos, para el control del tratamiento y el cribado en población de riesgo asintomática en asociación a la serología. Otros métodos de diagnóstico por imágenes como la resonancia magnética y la tomografía computarizada (TC) se utilizan para los casos de selección y/o ecografías dudosas. (9)

Por otro lado, en los casos de hidatidosis pulmonar la técnica diagnóstica más utilizada es la radiografía de tórax (con las proyecciones básicas posteroanterior y lateral). La tomografía computarizada o la resonancia magnética se reservarán para casos seleccionados o con radiografía dudosa. (9)

Esta patología puede ser puede ser diagnosticada por médicos generalistas bien entrenados, ya que son ellos los que seleccionan los casos aunque son los médicos especialistas los que confirmaron el diagnóstico de hidatidosis. (9)

7.     TRATAMIENTO

El tratamiento de elección en la hidatidosis humana va a depender de la localización, estado y tamaño del quiste teniendo en cuenta además la individualidad de cada paciente, a fin de poder identificar y evaluar aquellas situaciones particulares (edad, enfermedades previas, contraindicaciones específicas, ocupación, domicilio, posibilidades de realizar los controles necesarios, etc.) que puedan hacer necesario adecuar el tratamiento.

  • Tratamiento quirúrgico.

La cirugía constituye el tratamiento de elección en los quistes hidatídicos, pudiendo realizarse cirugía convencional (conservadora o radical) o laparoscópica según el caso en particular. La técnica quirúrgica a emplear y la vía de abordaje dependerá de la localización, del estado del quiste, de su tamaño y de la experiencia del equipo quirúrgico (9).

Los principios quirúrgicos incluyen:

  • Eliminación de los quistes parasitarios.
  • Corrección de los efectos de la presencia del quiste en el órgano afectado
  • Tratamiento de las complicaciones provocadas por la evolución del quiste (fístulas biliares o pleurales, siembra peritoneal, pleural, etc.). (11)
  • Tratamiento percutáneo.

Otra opción para el tratamiento de casos de hidatidosis, especialmente hepática, es la técnica de punción, aspiración, instilación y respiración (PAIR), cuyas siglas derivan de los pasos involucrados en este procedimiento. La punción se efectúa bajo monitoreo ultrasonográfico, más tarde se aspira el contenido y se instilan agentes escolicidas dentro de la cavidad para luego reaspirar al cabo de diez minutos de haber dejado actuar la solución.

Esta técnica, poco invasiva, ha demostrado tener excelentes resultados en pacientes en los cuales la cirugía no era posible o estaba contraindicada. Según normas de la OMS previamente a la realización de la técnica PAIR, deben administrarse benzimidazoles a modo de profilaxis.

Con esta técnica, el tiempo de hospitalización es menor y, por tanto, también el gasto sanitario (9)

  • Tratamiento médico.

El tratamiento farmacológico no es el tratamiento definitivo, sino que se utiliza en casos seleccionados como en la siembra peritoneal o pleural, en pacientes pediátricos con quistes menores a 5 cm de diámetro y un vesiculares o en pacientes con quistes hepáticos asintomáticos.

El fármaco más utilizado en el tratamiento médico de la hidatidosis es el albendazol. Este medicamento impide que el parásito utiliza la glucosa provocando una disminución de la energía y, por tanto, su muerte, lo que permite su reabsorción por los tejidos y en el caso de siembras masivas con quistes grandes, favorece el manejo quirúrgico (11).

El tratamiento suele realizarse con una dosis de 10 mg/kg de peso y día, en 2 tomas diarias, por 3 ciclos de 30 días cada uno sin interrupciones, siendo la dosis máxima diaria de 400 mg en niños y 800mg en adultos.

No debe usarse en caso de embarazo o lactancia, epilepsia, hepatopatía crónica, hipersensibilidad a alguno de sus componentes y en niños menores de 2 años por su toxicidad(12)

8.     CUIDADOS DE ENFERMERÍA

Los cuidados principales que se tienen que realizar ante el diagnóstico de Hidatidosis los podemos englobar en tres áreas:

  • Educación para la salud en atención primaria para evitar la infección.

Desde la consulta de enfermería de atención primaria se debe informar al paciente sobre la enfermedad, su método de transmisión y precauciones que debe tomar para evitar su contagio.  La mejor prevención consiste en impedir que los perros, especialmente los de caza, vagabundos etc. se infectan por consumir vísceras contaminadas. Para ello se debe impedir el acceso de estos perros a vísceras y cadáveres de rumiantes abandonados en el campo, cocer la carne que se da a los perros y destruir los órganos parasitados. En zonas endémicas conviene reducir el número de perros vagabundos y los perros domésticos deben tratarse periódicamente con cestodicidas para evitar que sean portadores de esta enfermedad. (13)

En la población general, es importante la educación para que evite la exposición a las heces de perro. Insistir en las prácticas higiénicas básicas, como lavarse las manos, lavar frutas y verduras y restringir el contacto con los perros infectados. E. granulosus no causa daños al ganado. No obstante, es importante prevenir las infecciones mediante el decomiso de los órganos afectados tras la inspección en matadero (casi siempre hígados y pulmones) y su posterior destrucción higiénica. Se basa en el antígeno recombinante EG95 obtenido de oncosferas del parásito.

El periodo de incubación es variable, de meses a varios años, dependiendo del número y localización de los quistes y de la rapidez con que se desarrollen. No se transmite directamente de una persona a otra ni de un huésped intermediario a otro. Los perros empiezan a expulsar los huevos del parásito alrededor de 45 días después de la infestación se centran en el tratamiento específico del enfermo. El examen de los miembros de la familia debe hacerse en busca de tumores sospechosos. Se debe comunicar el caso a los servicios veterinarios para una revisión de perros que vivan en la casa o en su cercanía en un intento de identificar el origen y las prácticas que culminan en la infestación. Lavado por arrastre de verduras y hortalizas que se vayan a consumir crudas. Impedir que los perros ingieran cadáveres de animales y vísceras crudas. Si no existen campañas de desparasitación generales, se procederá a la desparasitación de los perros, al menos cada 45 días. Lavado por arrastre de verduras y hortalizas que se vayan a consumir crudas. (14)

Los antecedentes de esta enfermedad indican la necesidad y conveniencia de abordar este problema de salud pública en forma integral, con énfasis en educación en salud, no sólo a nivel rural, sino también a nivel urbano, mejorar la detección de la infección en grupos de riesgo para el diagnóstico y tratamiento oportuno. La prevención de personas afectadas significa evitar el deterioro de su salud y hasta la muerte, y también implica una economía en los gastos de salud. Se sabe que es más sano prevenir la enfermedad que llegar hasta la cirugía para eliminarla.

  • Cuidados en paciente con Hidatidosis ya diagnosticada

Los principales cuidados que se tiene que realizar por parte de enfermería es el seguimiento del paciente en tratamiento, participando en la extracción de muestras para futuro tratamiento, resolviendo dudas que le puedan surgir y ofreciendo apoyo emocional y profesional.

En áreas rurales lejanas al centro de salud, se debe evaluar la factibilidad de visita domiciliaria para asegurar la ejecución del tratamiento y determinar los factores de riesgo ambientales.

  • Cuidados pre y post- operatorios en pacientes a los que se les ha extirpado un quiste hidatídico

En el caso de los pacientes sintomáticos o con quistes hidatídicos complicados (absceso, ruptura a cavidad abdominal, apertura a la vía biliar, tránsito tóraco-abdominal), el tratamiento de elección es la cirugía, ya sea convencional o laparoscópica según el caso en particular y la experiencia del equipo quirúrgico. Siempre que sea posible se efectuará quimioprofilaxis perioperatoria que la enfermería deberá administrar según pauta médica. En este caso los cuidados de enfermería que se realizan son los propios de un preoperatorio y se seguirá el protocolo de cada centro. (15)

9. METODOLOGÍA

Este trabajo es una revisión bibliográfica para enseñar que las enfermedades infecciosas están cada día más presente en nuestro país, sobre todo la hidatidosis. Para realizar este trabajo hemos acudido a bases de datos como pubmed, science direct, scielo, cuiden.

Los criterios que hemos sido para incluirlos en nuestro trabajo han sido:

  1. estudios comprometidos entre los años 2000 al 2018
  2. estudios que estuvieran escritos en castellano o en inglés.
  3. estudios que hablasen sobre enfermedades infecciosas

Y los criterios que hemos excluido han sido:

  1. estudios que tuvieran más de 20 años
  2. Estudios donde las enfermedades infecciosas no necesitaban de huéspedes.

10.  BIBLIOGRAFÍA

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